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Arthur Rimbaud: poemas de amor destacados


Arthur Rimbaud: poemas de amor destacados.




Arthur Rimbaud (1854-1891) fue, sin lugar a dudas, uno de los poetas malditos más importantes de la historia, así también como un auténtico referente del decadentismo, el modernismo, y el surrealismo en la poesía francesa. Hoy, sin embargo, exploraremos una de las facetas menos conocidas de Arthur Rimbaud: sus poemas de amor.

En esta sección de El Espejo Gótico daremos cuenta de los más destacados poemas de amor de Arthur Rimbaud.




Poemas de amor de Arthur Rimbaud:
  • El baile de los ahorcados (Bal des pendus)
  • El durmiente del valle (Le dormeur du val)
  • Una temporada en el infierno (Une saison en enfer)
  • Adiós (Adieu)
  • Alquimia de las palabras (Alchimie du verbe)
  • Comedia en tres besos (Comédie en trois baisers)
  • Credo in unam (Credo in unam)
  • Después del diluvio (Après le déluge)
  • El corazón atormentado (Le Cœur supplicié)
  • El corazón robado (Le cœur volé)
  • En cuclillas (Accroupissements)
  • En las tardes azules estivales (Par les soirs bleus d'été)
  • Iluminaciones (Les Iluminations)
  • La esposa infernal (L'Époux infernal)
  • La eternidad (L'éternité)
  • La habitación de la noche (La chambrée de nuit)
  • La orgía parisina (L'Orgie parisienne)
  • Las manos de Jeanne Marie (Les mains de Jeanne-Marie)
  • Lo imposible (L'impossible)
  • Los desiertos del amor (Les Déserts de l'amour)
  • Los que velan.
  • Mañana (Matin)
  • Mis pequeñas enamoradas (Mes petites amoureuses)
  • Movimiento (Mouvement)
  • Ofelia (Ophélie)
  • Poesías (Poésies)
  • Poesías completas (Poésies complètes)
  • Primera noche (Première soirée)
  • Qué son para nosotros, mi corazón (Qu'est-ce pour nous, mon cœur)
  • Sensación (Sensation)
  • Virgen tonta (Vierge folle)




Autores en El Espejo Gótico. I Autores con historia.


El artículo: Arthur Rimbaud: poemas de amor destacados fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

Poemas de amor en francés y español


Poemas de amor en francés y español.




El francés es el idioma del amor; en parte, debido a su musicalidad, a su dulzura, pero también a la obsesión de los grandes poetas franceses del romanticismo.

En esta sección daremos cuenta de los mejores poemas franceses de amor, tanto en su versión original como traducidos al español. La elección de los poemas es subjetiva, incluso caprichosa, podríamos decir, ya que muchos de ellos rara vez participan de las más populares antologías y colecciones de poemas de amor.

Antes de pasar a la lista con los que, al menos para nosotros, son los poemas de amor en francés y español más representativos, abrimos con unos devastadores de versos de Charles Baudelaire:


Sé que hay ojos arrasados por la cruel melancolía
Que no guardan oculto ningún precioso secreto,
Bellos arcones sin joyas, medallones sin reliquias;
más vacíos y más lejanos, ¡oh cielos!, que esos dos ojos tuyos.


Je sais qu’il est des yeux, des plus mélancoliques,
Qui ne recèlent point de secrets précieux;
Beaux écrins sans joyaux, médaillons sans reliques,
Plus vides, plus profonds que vous-mêmes, ô Cieux!



Grandes poemas en francés y español:



El artículo: Poemas de amor en francés y español fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

Emile Verhaeren: poemas


Emile Verhaeren: poemas.




Emile Verhaeren (1855-1916) fue uno de los grande poetas belgas de todos los tiempos. Fue, entre otras cosas, uno de los fundadores del simbolismo; del mismo modo, sus poemas del modernismo se encuentran entre los más destacados del movimiento.

A continuación daremos cuenta de todos los poemas de Emile Verhaeren en nuestra biblioteca, un autor cuyos grandes poemas en francés realmente vale la pena descubrir.




Poemas de Emile Verhaeren:
  • Tenebrae (Tenebrae)
  • Bélgica ensangrentada (La Belgique sanglante)
  • Canción del loco (Chanson de fou)
  • Ciudades magulladas de Bélgica (Villes meurtries de Belgique)
  • El Amazonas (L'amazone)
  • El barco (Le navire)
  • El carpintero (Le menuiser)
  • El claustro (Le cloître)
  • El ídolo (L'idole)
  • El molinero (Le Meunier)
  • El múltiple esplendor (La multiple splendeur)
  • El pecado (Le péché)
  • El trabajador extraño (Le travailleur étrange)
  • El silencio (Le silence)
  • El tirano (Le tyran)
  • En el mar (Sur la mer)
  • En el norte (Dans Le Nord)
  • Entre las cenizas (Parmi les Cendres)
  • España Negra (España Negra)
  • Felipe II (Felipe II)
  • Hacia el futuro (Vers le futur)
  • Helena de Esparta (Hélène de Sparte)
  • Impresiones (Impressions)
  • La conquista (La conquête)
  • La llanura (La plaine)
  • La rebelión (La révolte)
  • Las alas rojas de la guerra (Les Ailes rouges de la Guerre)
  • Las albas (Les Aubes)
  • Las aldeas ilusorias (Les villages illusoires)
  • Las antorchas negras (Les flambeaux noirs)
  • Las caras de la vida (Les Visages de la vie)
  • Las ciudades tentaculares (Les villes tentaculaires)
  • Las debacles (Les débâcles)
  • Las fiebres (Les fièvres)
  • Las fuerzas tumultuosas (Les forces tumultueuses)
  • Las horas claras (Les Heures claires)
  • Las horas de la tarde (Les heures d'après-midi)
  • Las horas vespertinas (Les heures du soir)
  • Las tardes (Les soirs)
  • La vieja (La vieille)
  • Los campos alucinados (Les Campagnes hallucinées)
  • Los cochecitos (Les promeneuses)
  • Los flamencos (Les Flamandes)
  • Los monjes (Les moines)
  • Los ritmos soberanos (Les rythmes souverains)
  • Los viajeros (Les voyageurs)
  • Mi raza (Ma race)
  • Noche religiosa (Soir religieux)
  • Páginas belgas (Pages belges)
  • Peregrinaje (Pélerinage)
  • Todo Flandes (Toute la Flandre)




Autores en El Espejo Gótico. I Autores con historia.


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«Consejos a los jóvenes escritores»: Charles Baudelaire; ensayo y análisis


«Consejos a los jóvenes escritores»: Charles Baudelaire; ensayo y análisis.




Consejos a los jóvenes escritores (Conseils aux jeunes littérateurs) —a veces traducido al español como: Consejos para jóvenes literatos— es un breve ensayo del poeta francés Charles Baudelaire (1821-1867), publicado en L’Esprit Public en 1846.

Consejos a los jóvenes escritores desarrolla algunos preceptos sumamente útiles para el autor joven; y no solo en términos de composición, sino también de supervivencia en un mercado que, tanto hoy como en la época de Charles Baudelaire, puede resultar extremadamente hostil.

En resumen: Consejos a los jóvenes escritores es el fruto de la experiencia personal de Charles Baudelaire, que como él mismo aclara, es básicamente la suma de sus errores y desaciertos.

Aquí solo daremos cuenta de un breve resumen del artículo con los nueve puntos más importantes de los Consejos a los jóvenes escritores y, al final, la posibilidad de descargar el material completo en PDF.




Consejos a los jóvenes escritores.
Conseils aux jeunes littérateurs, Charles Baudelaire (1821-1867)

Los preceptos que se van a leer son fruto de la experiencia; la experiencia implica una cierta suma de equivocaciones; y como cada cual las ha cometido –todas o poco menos-, espero que mi experiencia será verificada por la de cada cual.


1- De la suerte y la mala suerte en los comienzos:

Los jóvenes escritores que hablando de un colega novel dicen con acento matizado de envidia: "¡Ha comenzado bien, ha tenido una suerte loca!", no reflexionan que todo comienzo está siempre precedido y es el resultado de otros veinte comienzos que no se conocen. Creo más bien que el éxito es, en una proporción aritmética o geométrica, según la fuerza del escritor, el resultado de éxitos anteriores, a menudo invisibles a simple vista. Hay una lenta agregación de éxitos moleculares; pero generaciones espontáneas y milagrosas jamás. Los que dicen: -Yo tengo mala suerte-, son los que todavía no han tenido suficientes éxitos y lo ignoran.

Libertad y fatalidad son dos contrarios; vistas de cerca y de lejos son una sola voluntad. Y es por eso que no hay mala suerte. Si hay mala suerte, es que nos falta algo: ese algo hay que conocerlo y estudiar el juego de las voluntades vecinas para desplazar más fácilmente la circunferencia.


2- De los salarios:

Por hermosa que sea una casa es ante todo —y antes de que su belleza quede demostrada— tantos metros de frente por tantos de fondo. De igual modo la literatura, que es la materia más inapreciable, es ante todo una serie de columnas escritas; y el arquitecto literario, cuyo sólo nombre no es una probabilidad de beneficio, debe vender a cualquier precio. Hay jóvenes que dicen: —Ya que esto vale tan poco, ¿para qué tomarse tanto trabajo?— Hubieran podido entregar trabajo del mejor; y en ese caso sólo hubieran sido estafados por la necesidad actual, por la ley de la naturaleza; pero se han estafado a sí mismos. Mal pagados, hubieran podido honrarse con ello; mal pagados, se han deshonrado.

Resumo todo lo que podría escribir sobre este asunto en esta máxima suprema, que entrego a la meditación de todos los filósofos, de todos los historiadores y de todos los hombres de negocios: —¡Sólo es con los buenos sentimientos con los que se llega a la fortuna!—

Los que dicen: —¡Para qué devanarse los sesos por tan poco!— son los mismos que más tarde quieren vender sus libros a doscientos francos el pliego, y rechazados, vuelven al día siguiente a ofrecerlo con cien francos de pérdida.
El hombre razonable es el que dice: -Yo creo que esto vale tanto, porque tengo genio; pero si hay que hacer algunas concesiones, las haré, para tener el honor de ser de los vuestros.


3- De las simpatías y las antipatías:

En amor como en literatura, las simpatías son involuntarias; no obstante, necesitan ser verificadas, y la razón tiene ulteriormente su parte. Las verdaderas simpatías son excelentes, pues son dos en uno; las falsas son detestables, pues no hacen más que uno, menos la indiferencia primitiva, que vale más que el odio, consecuencia necesaria del engaño y de la desilusión. Por eso yo admiro y admito la camaradería, siempre que esté fundada en relaciones esenciales de razón y de temperamento.

Entonces es una de las santas manifestaciones de la naturaleza, una de las numerosas aplicaciones de ese proverbio sagrado: la unión hace la fuerza. La misma ley de franqueza y de ingenuidad debe regir las antipatías. Sin embargo, hay gentes que se fabrican así odios como admiraciones, aturdidamente. Y esto es algo muy imprudente; es hacerse de un enemigo, sin beneficio ni provecho. Un golpe fallido no deja por eso de herir al menos en el corazón al rival a quien se le destinaba, sin contar que puede herir a derecha e izquierda a alguno de los testigos del combate.

Un día, durante una lección de esgrima, vino a molestarme un acreedor; yo lo perseguí por la escalera, a golpes de florete. Cuando volví, el maestro de armas, un gigante pacífico que me hubiera tirado al suelo de un soplido, me dijo: —¡Cómo prodiga usted su antipatía! ¡Un poeta! ¡Un filósofo! ¡Ah, que no se diga!— Yo había perdido el tiempo de dos asaltos, estaba sofocado, avergonzado y despreciado por un hombre más, el acreedor, a quien no había podido hacer gran cosa.

En efecto, el odio es un licor precioso, un veneno más caro que el de los Borgia, pues está hecho con nuestra sangre, nuestra salud, nuestro sueño ¡y los dos tercios de nuestro amor! ¡Hay que guardarlo avaramente!


4- Del vapuleo:

El vapuleo no debe practicarse más que contra los secuaces del error. Si somos fuertes, nos perdemos atacando a un hombre fuerte; aunque disintamos en algunos puntos, él será siempre de los nuestros en ciertas ocasiones.

Hay dos métodos de vapuleo: en línea curva y en línea recta, que es el camino más corto. La línea curva divierte a la galería, pero no la instruye.

La línea recta... consiste en decir: "El señor X... es un hombre deshonesto y además un imbécil; cosa que voy a probar" —¡y a probarla!—; primero..., segundo..., tercero...etc. Recomiendo este método a quienes tengan fe en la razón y buenos puños.

Un vapuleo fallido es un accidente deplorable, es una flecha que vuelve al punto de partida, o al menos, que nos desgarra la mano al partir; una bala cuyo rebote puede matarnos.


5- De los métodos de composición:

Hoy por hoy hay que producir mucho, de modo que hay que andar de prisa; de modo que hay que apresurarse lentamente; pues es menester que todos los golpes lleguen y que ni un solo toque sea inútil.

Para escribir rápido, hay que haber pensado mucho; haber llevado consigo un tema en el paseo, en el baño, en el restaurante, y casi en casa de la querida.

Cubrir una tela no es cargarla de colores, es esbozar de modo liviano, disponer las masas en tono ligero y transparentes. La tela debe estar cubierta —en espíritu— en el momento en que el escritor toma la pluma para escribir el título.

Se dice que Balzac ennegrece sus manuscritos y sus pruebas de manera fantástica y desordenada. Una novela pasa entonces por una serie de génesis, en los que se dispersa, no sólo la unidad de la frase, sino también la de la obra. Sin duda es este mal método el que da a menudo a su estilo ese no se qué de difuso, de atropellado y de embrollado, que es el único defecto de ese gran historiador.


6- Del trabajo diario y la inspiración:

Una alimentación muy sustanciosa, pero regular, es la única cosa necesaria para los escritores fecundos. Decididamente, la inspiración es hermana del trabajo cotidiano. Estos dos contrarios no se excluyen en absoluto, como todos los contrarios que constituyen la naturaleza. La inspiración obedece, como el hombre, como la digestión, como el sueño. Si se consiente en vivir en una contemplación tenaz de la obra futura, el trabajo diario servirá a la inspiración, como una escritura legible sirve para aclarar el pensamiento, y como el pensamiento calmo y poderoso sirve para escribir legiblemente, pues ya pasó el tiempo de la mala letra.


7- De la poesía:

En cuanto a los que se entregan o se han entregado con éxito a la poesía, yo les aconsejo que no la abandonen jamás. La poesía es una de las artes que más reportan; pero es una especie de colocación cuyos intereses sólo se cobran tarde; en compensación, muy crecidos.

Desafío a los envidiosos a que me citen buenos versos que hayan arruinado a un editor. ¿Por lo demás, qué tiene de sorprendente, puesto que todo hombre sano puede pasarse dos días sin comer, pero nunca sin poesía? El arte que satisface la necesidad más imperiosa será siempre el más honrado.


8- De los acreedores:

Que el desorden haya acompañado a veces al genio, lo único que prueba es que el genio es terriblemente fuerte; por desgracia, para muchos jóvenes, ese título expresaba no un accidente, sino una necesidad.
Yo dudo mucho de que Goethe haya tenido acreedores. No tengáis acreedores jamás; a lo sumo, haced como si los tuvierais, que es todo lo que puedo permitiros.


9- De las queridas:

Si quiero acatar la ley de los contrastes, que gobierna el orden moral y el orden físico, me veo obligado a ubicar entre las mujeres peligrosas para los hombres de letras, a la mujer honesta, a la literata y a la actriz; la mujer honesta, porque pertenece necesariamente a dos hombres y es un mediocre pábulo para el alma despótica de un poeta; la literata, porque es un hombre fallido; la actriz, porque está barnizada de literatura y habla en "argot"; en fin, porque no es una mujer en toda la acepción de la palabra, ya que el público le resulta algo más preciosos que el amor.

Porque todos los verdaderos literatos sienten horror por la literatura en determinados momentos, por eso, yo no admito para ellos —almas libres y orgullosas, espíritus fatigados que siempre necesitan reposar al séptimo día—, más que dos clases posibles de mujeres: las bobas o las mujerzuelas, la olla casera o el amor.

Hermanos, ¿hay necesidad de exponer las razones?

Charles Baudelaire (1821-1867)



Copia y pega el link en tu navegador para leer online o descargar en PDF: Consejos a los jóvenes literatos de Charles Baudelaire:
  • http://www.academia.edu/29104839/Charles_Baudelaire_-_Consejos_a_los_j%C3%B3venes_escritores




Taller de literatura. I Más de Charles Baudelaire.


Más literatura gótica:
El análisis y resumen del ensayo de Charles Baudelaire: Consejos a los jóvenes escritores (Conseils aux jeunes littérateurs), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

Antonin Artaud: poemas en español y francés


Antonin Artaud: poemas en español y francés.




Antonin Artaud (1896-1948) fue uno de los más grandes poetas franceses de todos los tiempos, y probablemente el gran poeta maldito del siglo XX. Su obra atraviesa casi todos los géneros literarios, según su filosofía, simples caminos alternativos que conducen hacia el arte absoluto. Sus primeras antologías, que oscilan entre el modernismo, el decadentismo y el surrealismo, presagian su rebelión posterior contra las normas.

En esta sección de El Espejo Gótico daremos cuenta de los mejores poemas de Artaud, así también como de sus colecciones poéticas más reconocidas.




Antonin Artaud: poemas:
  • Poemas de Artaud en español y francés.
  • Artaud el Momo (Artaud le Mômo)
  • Chorro de sangre (Jet de Sang)
  • Correspondencia con Jacques Rivière (Correspondance avec Jacques Rivière)
  • El arte y la muerte (L'art et la mort)
  • El ombligo de los limbos (L'ombilic des limbes)
  • El pesanervios (Le Pèse-Nerfs)
  • El teatro y su doble (Le théâtre et son double)
  • En un viaje a la tierra de los Tarahumaras (D'un voyage au pays des Tarahumaras)
  • Heliogábalo o el anarquista condenado (Héliogabale ou l'anarchiste couronné)
  • La concha y el reverendo (La coquille et le clergyman)
  • La conquista de México (La conquête du Méxique)
  • Las nuevas revelaciones del ser (Les nouvelles révélations de l'être)
  • Manifiesto del cielo (Tractac del ciel)
  • Manifiesto del teatro de la crueldad.
  • Nuevos escritos (Nouveaux écrits)
  • Obras (Oeuvres)
  • Para acabar con el juicio de Dios (Pour en finir avec le jugement de dieu)
  • Van Gogh: el suicidado de la sociedad (Van Gogh le suicidé de la société)




Autores en El Espejo Gótico. I Autores con historia.


El artículo: Antonin Artaud: poemas en español y francés fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

Arthur Rimbaud: poemas en español y francés


Arthur Rimbaud: poemas en español y francés.




Arthur Rimbaud (1854-1891) fue uno de los más grandes poetas franceses de la historia, aunque recibió muy poco reconocimiento en vida, salvo el de sus colegas; entre ellos, Paul Verlaine y Víctor Hugo, hasta que por fin el surrealismo, el modernismo y el decadentismo lo colocaron en el lugar de privilegio que actualmente ocupa. Gran admirador de Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud se convirtió en un auténtico poeta maldito. Según su concepción, el poeta debe forjarse en la alienación de los sentidos; y es por eso que a los diecisiete ya conocía a la perfección los antros parisinos, así también como el ajenjo y el hachís.

En esta sección de El Espejo Gótico daremos cuenta de los mejores poemas de Arthur Rimbaud, así también como algunas curiosidades de su vida.




Arthur Rimbaud: poemas, libros, antologías:
  • El baile de los ahorcados (Bal des pendus)
  • El durmiente del valle (Le dormeur du val)
  • Una temporada en el infierno (Une saison en enfer)
  • Adiós (Adieu)
  • Alquimia de las palabras (Alchimie du verbe)
  • Canción de la torre más alta (Chanson de la plus haute tour)
  • Canto de guerra parisino (Chant de guerre parisien)
  • Cartas del vidente (Lettres du voyant)
  • Ciudad (Ville)
  • Comedia en tres besos (Comédie en trois baisers)
  • Credo in unam (Credo in unam)
  • Después del diluvio (Après le déluge)
  • El barco ebrio (Le Bateau ivre)
  • El corazón atormentado (Le Cœur supplicié)
  • El corazón robado (Le cœur volé)
  • El hombre justo (L'homme juste)
  • El relicario (Le Reliquaire)
  • En cuclillas (Accroupissements)
  • En las tardes azules estivales (Par les soirs bleus d'été)
  • Iluminaciones (Les Iluminations)
  • Informe sobre Ogaden (Rapport sur l'Ogadine)
  • La esposa infernal (L'Époux infernal)
  • La orgía parisina (L'Orgie parisienne)
  • Las primeras comuniones (Les Premières Communions)
  • Lo imposible (L'impossible)
  • Los aguinaldos de los huérfanos (Les Étrennes des orphelins)
  • Los desiertos del amor (Les Déserts de l'amour)
  • Los pobres en la iglesia (Les pauvres à l'église)
  • Los que velan.
  • Mala sangre (Mauvais sang)
  • Mañana (Matin)
  • Marina (Marine)
  • Metropolitano (Métropolitain)
  • Mi bohemia (Ma Boheme)
  • Mis pequeñas enamoradas (Mes petites amoureuses)
  • Movimiento (Mouvement)
  • Noche del infierno (Nuit de l'enfer)
  • Ofelia (Ophélie)
  • Poesías (Poésies)
  • Poesías completas (Poésies complètes)
  • Qué son para nosotros, mi corazón (Qu'est-ce pour nous, mon cœur)
  • Virgen tonta (Vierge folle)
  • Vocales (Voyelles)
  • Yugurta (Yugurta)




Autores en El Espejo Gótico. I Autores con historia.


El artículo: Arthur Rimbaud: poemas en español y francés fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

Poemas franceses en español


Poemas franceses en español.




Hace poco compartíamos algunos de los mejores relatos franceses, así como una colección de los grandes poetas de Francia; hoy, en esta sección de El Espejo Gótico, daremos cuenta de los mejores poemas franceses en español de nuestra biblioteca; así también como algunos de los más importantes poemas de amor en francés y español.




Grandes poemas franceses en español.




Autores en El Espejo Gótico. I Autores con historia.


El artículo: Poemas franceses en español fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

Grandes poetas franceses clásicos


Grandes poetas franceses clásicos.




Los grandes poemas franceses clásicos ocupan un rol destacado en la historia de la poesía, tanto como precursores del romanticismo, el decadentismo, el surrealismo, de la poesía maldita, entre otros movimientos igualmente importantes.

En esta sección de El Espejo Gótico daremos cuenta de los grandes poetas franceses del período clásico, así también como algunos de los mejores poemas de amor en francés y español.




Grandes poetas franceses clásicos en El Espejo Gótico.




Autores en El Espejo Gótico. I Autores con historia.


El artículo: Grandes poetas franceses clásicos fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

Marqués de Sade: relatos, libros, novelas, historias, biografía


Marqués de Sade: relatos, libros, novelas, historias, biografía:




Donatien Alphonse François de Sade —más conocido por su título nobiliario: marqués de Sade (1740-1814)— fue un filósofo, libertino y escritor francés que llegaría a convertirse en un autor de culto.

La filosofía del Marqués de Sade sublima el placer personal por encima de los valores sociales, es decir, coloca al individuo y sus impulsos primarios por adelante de las convenciones de la sociedad. Esa filosofía, tan polémica y escandalosa en su tiempo que le valió varios años de prisión, no sólo se aplica en términos de placer sensual sino también a la libertad de expresión.

Al final de nuestra selección con algunos de los más notables cuentos del Marqués de Sade repasaremos algunos detalles sustanciosos de su agitada vida.



Marqués de Sade: historias sádicas:


Marqués de Sade: relatos:


Marqués de Sade: novelas, libros:



Marqués de Sade: historias, biografía:

Antes de entrar en la vida del Marqués de Sade nos apoyamos en una advertencia hecha por el mismo autor:


...Imperioso, colérico, irascible, extremo en todo, con una imaginación disoluta como nunca se ha visto, ateo al punto del fanatismo, ahí me tenéis en una cáscara de nuez. Mátenme de nuevo o tómenme como soy, porque jamás cambiaré.


El Marqués de Sade no fue un estudiante particularmente ejemplar, aunque si se lo ha destacado como uno de los lectores más voraces de su época; apetito que saciaba casi exclusivamente con el estudio de la literatura francesa.. Cursó sus estudios en Provenza, en la abadía de Saint Léger d'Ebruil, bajo la estricta vigilancia de su tío, el abad de Sade, quien fue una poderosa influencia en relación a sus hábitos libertinos, ya que el abad compartía con el Marqués de Sade ciertos placeres irreconciliables con la vida monacal.

Por esos años el Marqués de Sade tuvo su primer desengaño amoroso. Fue rechazado por la bella Laurais, castellana de Vacqueyras; aunque luego contrajo matrimonio con Renée-Pélagie de Montreuil. De ese matrimonio nacieron tres hijos.

Su vida de excesos comenzó, extrañamente, dentro de su hogar. Allí solía aprovecharse tanto de prostitutas como de los mismos empleados del castillo, sin hacer distinción entre sexos. De hecho, su apetito era tan impresionante que no se privó de cortejar a la propia hermana de su esposa.

En 1767, sólo cuatro meses después de su matrimonio, el Marqués de Sade fue encarcelado por primera vez; al parecer, gracias a ciertos exabruptos en un prostíbulo. Pasó algunas semanas de prisión en el castillo de Vincennes, hasta que se le ordenó que se abandonara París. Su nueva morada fue el castillo de Échaffars, en Normandía.

En 1763, al morir su padre, adquirió oficialmente el título de Conde de Sade, aunque siempre prefirió que se lo llamara Marqués de Sade. En 1768 el estado aumentó la vigilancia que pendía sobre él. Fue acusado por una mendiga, llamada Rose Keller, de haberla llevado al castillo mediante engaños, y luego flagelarla cruelmente.

Después de este episodio, el Marqués de Sade pasó nuevamente una temporada en prisión.

Sería inadecuado enumerar la cantidad de variantes que el Marqués de Sade utilizaba para satisfacer sus instintos; pero creo que la siguiente anécdota sirve como ejemplo paradigmático de los desquiciados hábitos que su lujuria lo impulsaba a realizar.

Al parecer, durante su estancia en Marsella, decidió darles un estímulo extra a sus orgiásticos invitados. Entonces pensó en la mosca española.

Este afrodisíaco estaba prohibido en casi todos los países; razón por demás poderosa para que el Marqués de Sade se haya sentido tentado a usarlo. No daremos la receta completa, la cual fue escrupulosamente consignada en el Códice Negro de Praga, ya que algún curioso lector puede sentirse incitado a experimentar sus propiedades. Baste decir que el afrodisíaco se elaboraba con el cuerpo disecado de la cantharis vesicatoria, más conocida como mosca española, entre otros ungüentos y pócimas.

Sus efectos eran, según se dice, diferentes para cada sexo. En las mujeres, el afrodisíaco actuaba aumentando la sensibilidad genital, al punto en que el ardor púbico las excitaba de tal manera que eran capaces de entregarse a cualquier aberración. En los hombres los efectos eran más bien sencillos: provocaban lo que los monjes llamaban animalis erectio, las cuales no se diluían hasta pasadas varias horas; algo similar a lo que ocurría con Príapo y su incómodo atributo.

Cuando los supuestos beneficios de un producto son tan prometedores, las contraindicaciones suelen ser disuasivas. En este caso, los efectos nocivos oscilaban entre una sensación de incomodidad y la muerte.

En el episodio de Marsella, afortunadamente, no murió nadie; pero varias prostitutas y otras mujeres de buena casta se sintieron indignadas, o más bien irritadas, por los efectos del afrodisíaco del Marqués de Sade; las cuales llegarían a acusarlo de intento de envenenamiento.

Fue encontrado culpable de estas acusaciones, a la que se le agregó la sodomía; motivos exiguos para sentirse avergonzado pero lo suficientemente poderosos como para apresurar su huida a Italia. Antes de exiliarse, el Marqués de Sade creyó que aquel no era un viaje para realizar solo por lo que decidió secuestrar a la hermana de su esposa. Para mayores inconvenientes, la muchacha se había recluido en un convento con la esperanza de que el Señor la perdonara por los abominables excesos carnales a los que se había sometido.

Regresó a París en un pésimo momento. Su suegra había conseguido que se emitiera la lettre de cachet, una orden de prisión firmada por el rey de Francia. Después de una infructuosa huida, el Marqués de Sade fue encarcelado. Allí comenzó a escribir casi de manera febril. muchas de sus obras se perdieron o fueron quemadas por él mismo; pero afortunadamente otras sobrevivieron a los años de encierro.

En 1789 fue trasladado a la Bastilla, en dónde permaneció un año. Cuando la lettre de cachet fue derogada por la asamblea constituyente, el Marqués de Sade quedó en libertad. El mismo día en que salió a la calle, su mujer le exigió el divorcio. No podemos culparla.

A comienzos de 1791 comenzó a publicar algunas de sus obras, siempre bajo curiosos seudónimos. Ese mismo año conoció a Marie-Constance Quesnet, una actriz desempleada y madre soltera. Con ella permanecería el resto de su vida.

Durante el reinado del terror, el Marqués de Sade mostró una enorme adaptabilidad; ya que, a pesar de ser de familia aristócrata, logró desempeñar varios cargos públicos. Incluso llegó a escribir un elogio de admiración a Jean Paul Marat, aunque esto fue, evidentemente, un movimiento para asegurar su posición.

Muchos biógrafos afirman que por aquellos años el Marqués de Sade comenzó a padecer los efectos adversos de sus excesos. La buena comida, obsesión que sólo era superada por el sexo, se convirtió en su deporte personal, y su admirada figura poco a poco fue transformándose en una masa casi irreconocible.

En 1800 escribió una obra utilizando anagramas en los que sutilmente se burlaba de Napoleón. En 1801 fue encarcelado (otra vez) y mientras se esperaba la organización del juicio recibió una nueva acusación, esta vez de parte de sus compañeros de celda, los cuales, según el testimonio de los cronistas, temían dormir boca abajo en su presencia.

En 1803 fue declarado oficialmente demente y trasladado al manicomio de Charenton. El director de esta institución, un abad bastante liberal para la época, lo instó a que continuara escribiendo, e incluso le permitió que montase algunas obras de teatro dentro del manicomio. Allí comenzó una relación Madeleine Leclerc, una empleada de Charenton que sólo contaba con trece años. El romance duraría hasta el día de su muerte.

Pocos días antes de morir, el Marqués de Sade le confió a Madeleine su última voluntad: deseaba ser enterrado en un monte rodeado de árboles, sin lápida que recordase su nombre:


Que las huellas de mi tumba desaparezcan de la superficie de la tierra, como me jacto de que mi memoria ha de borrarse de la mente de los hombres.


El 2 de diciembre de 1814, el Marqués de Sade murió. No hubo montes arbolados para él: se lo enterró en el cementerio del manicomio, y luego su cráneo fue exhumado para oportunas investigaciones científicas.

La filosofía del Marqués de Sade siempre fue motivo de debate. Por un lado sugiere una exaltación de la libertad personal pero por el otro anula cualquier ley moral que proteja a los indefensos.

Nos explicamos:

El Marqués de Sade tenía una visión particular de la libertad, para él: consistía en el sometimiento del hombre a sus propios instintos, por lo que cualquier aberración estaba justificada siempre que esté conducida a saciar aquellos apetitos. Algunos estudiosos afirman que esto era más una pose que una verdadera creencia; y que sus relatos y obras de teatro eran simples medios para purgarse de sus impulsos licenciosos. En lo personal creo que los demonios que el poeta exorcizaba a través de la escritura gozaban de excelente salud.




Autores en El Espejo Gótico. I Autores con historia.


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