«Letanías de Satán»: Charles Baudelaire; poema y análisis


«Letanías de Satán»: Charles Baudelaire; poema y análisis.




Letanías de Satán (Les Litanies de Satan) es un poema maldito del escritor francés Charles Baudelaire (1821-1867), publicado en la antología de 1857: Las flores del mal (Les Fleurs du mal).

Letanías de Satán, uno de los más importantes poemas de Charles Baudelaire, ejecuta una fuerte renunciación de la fe, especialmente católica. Desde su composición se utiliza como parte de la liturgia de la misa negra, quizás porque Charles Baudelaire invierte aquí algunos fragmentos de la misa católica.

Algernon Swinburne, lejos de dejarse llevar por las acusaciones de blasfemia que cayeron sobre Charles Baudelaire, considera que Letanías de Satán es la verdadera clave para entender Las flores del mal.

En definitiva, Charles Baudelaire utiliza aquí la imagen de Satanás como representación de todas las personas que han experimentado un castigo injusto. Esto, sin embargo, podía resultar evidente para cualquier persona razonable, pero no para la crítica, quien lo acusó de blasfemo y decadente. Por eso mismo, en el prólogo de la segunda edición de Las flores del mal, Charles Baudelaire debió aclarar que no había formalizado un pacto con el diablo, y que jamás había sido un seguidor de Lucifer.




Letanías de Satán.
Les Litanies de Satan, Charles Baudelaire (1821-1867)

Oh tú, el ángel más hermoso y por ello el más sabio.
Dios ajeno a la suerte y ayuno de alabanzas,

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Príncipe del exilio, a quien aborrecieron, y que
vencido aún te alzas con más fuerza,

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú que todo lo conoces, oh gran rey subterráneo,
familiar médico de la angustia humana,

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú que incluso al leproso y a los parias más bajos
solo por amor muestras el gusto del Edén,

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Oh tú que de la muerte, tu vieja y constante amante,
engendras la Esperanza- ¡esa adorable demente!

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú que das al perseguido esa orgullosa mirada
que en torno del cadalso condena a un pueblo entero.

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú, que en el corazón de las putas enciendes el culto
por las llagas y el amor a las mortajas.

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Báculo de exiliados, lámpara de creadores,
confidente de ahorcados y de conspiradores.

¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Padre adoptivo de aquellos que, en su cólera,
del paraíso terrestre arrojó Dios un día.


¡Oh Satán ten piedad de mi larga miseria!
Gloria y loas a ti, Satán, en las alturas del cielo donde reinas
y en las profundidades del infierno en el que sueñas,
vencido y silencioso, haz de mi alma, bajo el Árbol de la Ciencia,
como una Iglesia nueva sus ramajes expandan.


Ô toi, le plus savant et le plus beau des Anges,
Dieu trahi par le sort et privé de louanges,

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Ô Prince de l’exil, à qui l’on a fait tort,
Et qui, vaincu, toujours te redresses plus fort,

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Toi qui sais tout, grand roi des choses souterraines,
Aimable médecin des angoisses humaines,

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Qui même aux parias, ces animaux maudits,
Enseignes par l’amour le goût du Paradis,

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Ô toi, qui de la Mort, ta vieille et forte amante,
Engendras l’Espérance, — une folle charmante!

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Toi qui peux octroyer ce regard calme et haut
Qui damne tout un peuple autour d’un échafaud,

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Toi qui sais en quels coins des terres envieuses
Le Dieu jaloux cacha les pierres précieuses,

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Toi dont l’œil clair connaît les secrets arsenaux
Où dort enseveli le peuple des métaux,

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Toi dont la large main cache les précipices
Au somnambule errant au bord des édifices,

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Toi qui frottes de baume et d’huile les vieux os
De l’ivrogne attardé foulé par les chevaux,

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Toi qui, pour consoler l’homme frêle qui souffre,
Nous appris à mêler le salpêtre et le soufre,

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Toi qui mets ton paraphe, ô complice subtil,
Sur le front du banquier impitoyable et vil,

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Toi qui mets dans les yeux et dans le cœur des filles
Le culte de la plaie et l’amour des guenilles!

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Bâton des exilés, lampe des inventeurs,
Confesseur des pendus et des conspirateurs,

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!

Père adoptif de ceux qu’en sa noire colère
Du paradis terrestre a chassés Dieu le Père,


Ô Satan, prends pitié de ma longue misère
! Gloire et louage à toi, Satan, dans les hauteurs
Du Ciel, où tu régnas, et dans les profondeurs
De l’Enfer où, fécond, tu couves le silence! Fais que mon âme un jour, sous l’Arbre de Science,
Près de toi se repose, à l’heure où sur ton front
Comme un Temple nouveau ses rameaux s’épandront!


Charles Baudelaire (1821-1867)




Poemas góticos. I Poemas de Charles Baudelaire.


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El análisis y resumen del poema de Charles Baudelaire: Letanías de Satán (Les Litanies de Satan) fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

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