«Embrujada»: Amy Lowell; poema y análisis.
«Sus uñas arañan las copas de los árboles,
sus labios succionan la ventana abierta,
su aliento se desliza por mi cuerpo
se acumula en charcos bajo mis rodillas.»
sus labios succionan la ventana abierta,
su aliento se desliza por mi cuerpo
se acumula en charcos bajo mis rodillas.»
Embrujada (Haunted) es un poema de vampiros de la escritora norteamericana Amy Lowell (1874-1925), publicado originalmente en la antología de 1919: Imágenes del mundo flotante (Pictures of the Floating World); y luego reeditado por Margaret Widdemer en La hora embrujada (The Haunted Hour, 1920). Finalmente volvería a aparecer gracias a August Derleth en la colección de Arkham House de 1947: El lado oscuro de la luna: poemas de fantasía y lo macabro (Dark of the Moon: Poems of Fantasy and the Macabre).
Emrbujada, uno de los grandes poemas de Amy Lowell, comienza dirigiendo la vista del lector: «¡Mira!», exclama; y agrega: «él arrastra los dedos de los pies / bajo los largos rayos de la luna». La Oradora añade varios detalles más sobre su misterioso visitante: las «uñas de sus dedos [esta vez de las manos] brillan» y «arañan entre las copas de los árboles».
En este punto, el visitante es un misterio. Puede ser un fantasma, un vampiro, incluso un recuerdo que retorna durante la noche. Si enfocamos la mirada un poco más veremos que, en apariencia, se trata de una criatura de tamaño colosal. Los dedos de sus pies se arrastran «bajo la luz de la luna», pero los de sus manos «arañan entre las copas de los árboles».
La Oradora de Amy Lowell sostiene que los «labios» de la criatura «succionan mi ventana abierta». A la luz de todo lo anterior, la «ventana abierta» parece ser eso, una ventana, pero inmediatamente añade: «su aliento se desliza por mi cuerpo / se acumula en charcos bajo mis rodillas». Creo que esto no requiere demasiado análisis: la Oradora está excitada. Lo mismo podría decirse de los siguiente: «puedo ver su boca temblando / pegándose al marco de mi ventana» [ver: La Casa Embrujada como representación del cuerpo de la mujer]
El final de Embrujada deja abiertos otros interrogantes: mientras la boca se «pega» y «succiona» la «ventana abierta», la Oradora advierte que «la luz de la luna brilla en el suelo / sin sombras»; es decir, la criatura no proyecta sombra. Esto puede deberse al carácter sobrenatural de la criatura [un íncubo, por ejemplo], o bien a su naturaleza imaginaria, una fantasía nocturna que llega con fuerza pero que carece de consistencia física. Sin embargo, el poema comienza diciéndole al lector que mire, que observe, por lo que el visitante, de acuerdo al contexto, debe ser visible,
El poema concluye con un cambio de sentidos. Primero, la Oradora nos pide que miremos; al final, nos dice que agudicemos el oído: «¡Escucha!», exclama: «una liebre se ahoga [es decir, grita en agonía] en el bosque / y el viento arranca una contraventana». ¿Acaso estamos ante el clímax de la Oradora, que gime agónicamente mientras la boca que «succiona» la «ventana abierta» termina arrancando un postigo?. Es posible, también que el misterioso visitante sea simplemente el viento: se arrastra por el suelo, sacude las ramas de los árboles, succiona, agita las ventanas. Pero, si es el viento, ¿por qué «se acumula en charcos» bajo las rodillas de la Oradora? ¿Se trata de una tormenta?
Embrujada es todo eso, y probablemente más. Amy Lowell fue una gran poeta, por lo que sus piezas tienen diferentes niveles de interpretación. La idea del amante sobrenatural resulta plausible, pero la propia Lowell era lesbiana, y el poema aclara específicamente que el visitante es un «él». De todos modos, la Oradora bien podría estar sufriendo, y no gozando, como especulamos anteriormente.
Embrujada.
Haunted, Amy Lowell (1874-1925)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
¡Mira! Él arrastra los dedos de los pies
bajo los largos rayos de la luna,
y las uñas de sus dedos brillan;
destellan y arañan entre las copas de los árboles.
Sus labios succionan mi ventana abierta,
su aliento se desliza por mi cuerpo
se acumula en charcos bajo mis rodillas.
Puedo ver su boca temblando,
pegándose al marco de la ventana,
pero la luz de la luna brilla en el suelo,
sin sombras.
¡Escucha! Una liebre se ahoga en el bosque,
y el viento arranca una contraventana.
See! He trails his toes
Through the long streaks of moonlight,
And the nails of his fingers glitter;
They claw and flash among the tree-tops.
His lips suck at my open window,
And his breath creeps about my body
And lies in pools under my knees.
I can see his mouth sway and wobble,
Sticking itself against the window-jambs,
But the moonlight is bright on the floor,
Without a shadow.
Hark! A hare is strangling in the forest,
And the wind tears a shutter from the wall.
Amy Lowell (1874-1925)
Through the long streaks of moonlight,
And the nails of his fingers glitter;
They claw and flash among the tree-tops.
His lips suck at my open window,
And his breath creeps about my body
And lies in pools under my knees.
I can see his mouth sway and wobble,
Sticking itself against the window-jambs,
But the moonlight is bright on the floor,
Without a shadow.
Hark! A hare is strangling in the forest,
And the wind tears a shutter from the wall.
Amy Lowell (1874-1925)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
Poemas góticos. I Poemas de Amy Lowell.
Más literatura gótica:
El análisis, traducción al español y resumen del poema de Amy Lowell: Embrujada (Haunted), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
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