«¡Iä! ¡Iä! ¡Cthulhu fhtagn!»: análisis del R'lyehian, la lengua de Cthulhu


«¡Iä! ¡Iä! ¡Cthulhu fhtagn!»: análisis del R'lyehian, la lengua de Cthulhu.




[Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn.]


Esta es probablemente la frase más conocida de los Mitos de Cthulhu de H.P. Lovecraft. [Supuestamente] significa: «En su morada de R'lyeh, el muerto Cthulhu espera soñando». Apareció por primera vez en el relato La Llamada de Cthulhu (The Call of Cthulhu), publicado originalmente en la edición de febrero de 1928 de la revista Weird Tales, y luego reeditado por Arkham House en la antología de 1939: El extraño y otros (The Outsider and Others). Hoy en El Espejo Gótico intentaremos poner a prueba ese [supuesto] significado.


[«Lo que, en esencia, tanto los magos esquimales como los sacerdotes del pantano de Luisiana habían cantado a sus ídolos era algo muy parecido a esto: las divisiones de palabras se adivinaban a partir de las pausas tradicionales en la frase cantada en voz alta: Ph'nglui mglw' nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn. Legrasse tenía un punto de ventaja sobre el profesor Webb, ya que varios de sus prisioneros mestizos le habían repetido lo que significaban las palabras. Este texto, tal como se da, decía algo así: «En su morada en R'lyeh, el muerto Cthulhu espera soñando»]


Esta es, dentro de la estructura interna de los Mitos de Cthulhu, la frase litúrgica más utilizada por los adeptos de Cthulhu [ver: Cthulhu: origen e historia]. Lovecraft nos proporciona su significado [«En su morada de R'lyeh, el muerto Cthulhu espera soñando»], pero esos términos son debatibles, porque el propio flaco de Providence alerta que, más que una traducción fiel, es simplmente una aproximación al verdadero sentido de una frase pronunciada en una lengua alienígena, cuyos conceptos superan las posibilidades del lenguaje humano [ver: Lovecraft y las lenguas extraterrestres].


[«Y los niños nunca deben morir, solo regresan a la Madre Hidra y al Padre Dagón, de donde todos venimos: ¡Iä! ¡Iä! ¡Cthulhu fhtagn! Ph’nglui mglw’nafh Cthulhu R’lyeh wgah-nagl fhtagn». La sombra sobre Innsmouth (The Shadow Over Innsmouth, 1931)]


«En su morada en R'lyeh, el muerto Cthulhu espera soñando». ¿Qué implica esto? ¿Qué significa realmente? Palabras como «muerto» o «soñando» pueden significar algo completamente distinto para un extraterrestre como Cthulhu. ¿Qué significa estar muerto para él? ¿Qué significa soñar? No lo mismo que para nosotros, sin dudas.

En primer lugar, la palabra fhtagn, que a menudo se traduce como «soñando», también se utiliza en otros textos de los Mitos de Cthulhu con el significado «crear». Y wgah'nagl en realidad no significa «espera». Es más bien una medida de tiempo. Solo si tomamos estos últimos significados, la frase podría interpretarse como «En su morada de R'lyeh, el muerto Cthulhu crea [una medida indeterminada de] tiempo». Es interesante que fhtagn signifique tanto «soñar» como «crear». ¿Acaso somos nosotros lo que Cthulhu está soñando? ¿Existimos porque nos está «creando» en su «sueño»? En ese caso, si algún día despertara...

Bueno, el sueño terminaría.

De la frase Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn, solo podemos estar seguros de dos palabras: «Cthulhu» y «R'lyeh», aquella ciudad hundida en el Pacífico [ver: ¡Vamos a R'lyeh!]. Fhtagn también se menciona con frecuencia en los Mitos, generalmente asociado con «soñar». Ahora bien, los sueños de Cthulhu son más que simples sueños. Según La Llamada de Cthulhu, tienen la capacidad de moldear las mentes de los seres humanos, particularmente de las personas más sensibles, como los artistas, a acaso para propagar su adoración. Ph’nglui y Mglw’nafh, finalmente, podrían traducirse como «casa» [o «morada»] y «muerto» respectivamente.

Hasta ahora tenemos cuatro conceptos extraterrestres desconocidos, pero al menos cuatro palabras que pueden traducirse de forma inexacta a conceptos humanos generales:

Ph’nglui [«en su casa», «en su morada»]; Mglw’nafh [«muerto»], Wgah’nagl [«espera»]; Fhtagn [«soñando», «creando»].

Basándonos únicamente en la intuición, mglw'nafh y wgah'nagl parecen más similares entre sí que cualquiera de ellas con Ph'nglui. Esto dejaría a Ph'nglui como nuestro verbo [«espera»]. Entonces, la frase Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn podría traducirse como: «Espera muerto Cthulhu, soñando en su casa de R'lyeh». Si bien es coherente, el resultado se aleja mucho de la idea de que somos el sueño de Cthulhu. Pero, ¿es eso tan sorprendente en el contexto de un universo vasto e indiferente? Después de todo, quizás somos menos importantes que un sueño [ver: Horror Cósmico: qué es, cómo funciona, y por qué el tamaño sí importa]

La primera impresión que tiene el lector de Lovecraft es que Cthulhu está literalmente durmiendo hasta que se despierte y acabe con el mundo. Pero, ¿qué significa dormir para un Primigenio? Como vimos anteriormente, puede ser un estado completamente distinto al sueño humano. ¿Y qué significa estar muerto para Cthulhu? Ciertamente no lo mismo que para nosotros. Estas brechas entre las palabras humanas y aquellas que describen a Cthulhu encajan a la perfección con la idea de Lovecraft de que el universo es completamente indiferente y que los seres humanos somos completamente insignificantes [ver: Cthulhu no es como pensabas: anatomía de un Primigenio]

El problema es que esto no coincide exactamente con buena parte de los Mitos de Cthulhu. En la novela: En las Montañas de la Locura (At the Mountains of Madness) nos enteramos que la vida humana en este planeta es el subproducto de la ciencia de los Antiguos. También sabemos que los Antiguos no son un sueño de Cthulhu, ya que estuvieron aquí primero, y fueron testigos de su venida y primer reinado. De modo que, en teoría, no podemos ser el sueño de Cthulhu, porque nuestros ancestros [es decir, el primer monigote semi-consciente creado por los Antiguos] ya estaban aquí cuando Cthulhu llegó a la Tierra.

Solo hay dos idiomas principales en los Mitos de Cthulhu relacionados con estas entidades cósmicas: el R'lyehian y el Aklo. Al primero pertenece la frase ¡Iä! ¡Iä! ¡Cthulhu fhtagn! Ph’nglui mglw’nafh Cthulhu R’lyeh wgah-nagl fhtagn. Aklo, además, es el idioma del Pueblo Blanco de Arthur Machen. En este punto no podemos afirmar que ninguno de los dos sea exactamente un idioma, es decir, un idioma con vocabulario y gramática, sino más bien una conjunción de sonidos ásperos con una estructura que los hace parecer idiomas reales [ver: Sobre los Nombres Bárbaros de Evocación]. Al contrario de Tolkien, el hecho de no definir sólidamente un idioma lo mantiene espeluznante y misterioso [ver: Sauroniano: análisis de la Lengua Negra de Mordor]. Por otro lado, quizás estemos entendiendo todo al revés, y de hecho estos sean lenguajes alienígenas reales que nuestras insignificantes mentes de primate no pueden descifrar.

Mierda, ni siquiera sabemos si esta es la ortografía correcta, o si hay sílabas y enunciados extra hablados por los extraterrestres que no podemos percibir, o silencios intermedios que enfatizan ciertas cosas. Tomemos el nombre de Cthulhu. Es un nombre alienígena que nuestro aparato vocal solo puede reproducir de manera muy inexacta. Es decir que cuando decimos Cthulhu [Lovecraft lo pronunciaba kah-looah-loo] no estamos diciendo su nombre real, sino lo mejor que nuestras cuerdas vocales pueden acercarse a los sonidos proferidos por una entidad biológica totalmente distinta a nosotros [ver: ¿Cómo se pronuncia «CTHULHU» en realidad?]

Después de todo, R'lyeh estaba poblado por extraterrestres. Su gramática, sintaxis, y quizás incluso su estructura de consonantes y vocales, TODO sobre su lengua debería ser extraterrestre, es decir, inhumano. Por supuesto, Lovecraft necesita coquetear con el borde de la traducibilidad, pero no cruzar del todo esa frontera, porque si el R'lyehian fuera completamente intraducible, sería un recurso literario estéril.

El R'lyehian, entonces, es un lenguaje ficticio creado por H.P. Lovecraft y aparece en muchas de sus historias. Se lo nombra explícitamente, por ejemplo, en A través de las puertas de la llave de plata (Through the Gates of the Silver Key). Está escrito en lo que se conoce como Glifos de R'lyeh [R'lyeh Glyphs], un sistema que fue traído a la Tierra por Cthulhu. Se lo ha descrito como una serie de glifos horizontales de las que cuelgan las símbolos adicionales. El propio Randolph Carter descubrió un pergamino antiguo escrito en R'lyehian que dejó sin traducir después de su desaparición en 1928. Más tarde se encontró entre las pertenencias del misterioso Swami Chandraputra, quien desapareció de manera similar en 1930. A menudo se lo describe como un lenguaje muy gutural y suena inhumano cuando se lo escucha [ver: ¿La palabra «CTHULHU» es un código secreto?]

Ahora bien, Lovecraft nunca le dio un nombre a este idioma, pero el consenso general se ha decidido por R'lyehian, o Cthuviano. Si bien es una lengua inhumana, el flaco de Providence fue dejando algunos conceptos intersantes que nos permiten, al menos, conocer un poco sobre su estructura y funcionamiento interno. Por ejemplo, a diferencia de los idiomas humanos, el R'lyehian no hace distinción entre sustantivos, verbos y adjetivos. Los pronombres pueden aparecer o no en el discurso, y los verbos [este es un detalle exquisito] tienen solo dos tiempos: presente y no presente, ya que estas entidades no experimentan el tiempo de una manera lineal [ver: Los Perros de Tindalos y los ángulos del tiempo]

Es decir que cualquier intento serio por traducir un concepto pensado por una entidad que no está limitada por el tiempo lineal, como nosotros, está destinado al fracaso. Simplemente no podemos comprender que significa estar muerto o soñando para uno de estos seres [mucho menos ambas cosas simultáneamente], pero no por eso vamos a desanimarnos.

En definitiva, de la frase ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn tenemos un par de palabras a las que podemos aferrarnos: Cthulhu y R'lyeh, por ejemplo; e incluso con esas pocas herramientas podemos arriesgar un par de traducciones más literales que «En su morada de R'lyeh, el muerto Cthulhu espera soñando». Por ejemplo: «Muerto, pero soñando, Cthulhu espera en su morada de R'lyeh» y no estaríamos escapando a las mismas leyes que sostienen la primera interpretación.

En cualquier caso, debemos expandir un poco los cimientos sobre los cuales intentaremos construir nuestro endeble edificio lingüístico. Tomemos, por ejemplo, el relato de Robert Bloch: Los esponsales indescriptibles (The Unspeakable Betrothal), donde aparece una frase que comienza en inglés y termina en R'lyehian:


[They would carry her ulnagr Yuggoth Farnomi ilyaa]

[«Ellos la llevarían ulnagr Yuggoth Farnomi ilyaa»]


Uno pensaría que, con una primera parte en inglés, el resto de la frase sería más fácil de traducir, pero esto realmente no ayuda mucho. Sabemos que Yuggoth es el planeta Plutón. Ulnagr podría ser una preposición, salvo que el R'lyehian no parece tener preposiciones [al menos no hay otros ejemplos que indiquen lo contrario]. En su mayoría, están implícitas.

Ahora bien, el agr [en ulnagr] se parece lo suficiente a agl, un sufijo que denota una ubicación. En la frase, la chica está siendo llevada, por lo que uln podría ser una acción. En este contexto, Farnomi podría ser una ubicación, pero también una entidad [o un grupo de entidades] en Yuggoth. Suponiendo que sea la entidad a la que se llevará a la chica, podemos adivinar que ilyaa significa «aguardar». De modo que la frase podría traducirse temblorosamente como: «Ellos la llevarían [desde] el lugar donde está [a] Yuggoth [donde] Farnomi [la] espera».

Otro fragmento de Robert Bloch:


[Only perception is limited ch'yar ul'nyar shaggornyth]

[«Sólo la percepción es limitada ch'yar ul'nyar shaggornyth»]


Aquí está uln de nuevo [aproximadamente], pero ahora no parece ser un lugar, sino un tiempo. Eso significa que ch' podría ser un un verbo, y la otra acción involucrada es viajar a Yuggoth, por lo que ch' significa «viajar» [en términos de desplazarse de un lugar físico a otro]. Shaggor suena como una mezcla entre Shoggoth y Lloigor; pero shagg es diferente de shogg [ver: Lovecraft y la IA: el futuro es de los Shoggoth] La chica en el relato es atacada a través de sus sueños, por lo que shagg podría estar relacionado con las Tierras del Sueño [Dreamlands]. Por alguna razón, shaggor no me parece que tenga que ver con un habitante de las Tierras del Sueño [si esa fuese la insinuación de Robert Bloch, probablemente habría usado shaggoth], sino más bien como un aspecto de alguna fuerza o una manifestación. Finalmente tenemos el sufijo nyth, que podría significar «servidor». Entonces, un shaggornyth es un sirviente de esta fuerza o menifestación dentro de ese reino; es decir, un Nightgaunt.

La traducción de la frase sería algo así: «Sólo la percepción es limitada [en] el momento de la partida, [el] Nightgaunt... [incompleto]».

Sabemos que Shoggoth significa aproximadamente «habitante [o criatura] del abismo». El sufijo oth indica ser nativo de algún lugar o reino. Podemos extender esto a Azathoth [y definir azath como el reino del caos nuclear]. También sabemos que lloig significa «mente» o «psique», y que los Lloigor, en este contexto, son construcciones mentales. Estos nombres nos dan una idea de la cosmología de los Mitos de Cthulhu. Hay palabras separadas para el universo material [shogg], la Tierra de los Sueños [shagg] y el mundo de la mente [lloig]. Como seres humanos, somos capaces de tener una idea bastante completa de estos tres reinos. Después de todo, somos seres orgánicos, físicos, capaces de soñar y pensar. Lo que no podemos hacer, al contrario de lo que sí ocurre con los seres de Lovecraft, es operar en cualquiera de estos mundos a voluntad [ver: Seres Interdimensionales en los Mitos de Cthulhu]

A pesar de que los cuerpos físicos de estas entidades a veces están aprisionados, pueden influir en sus sirvientes [y en las personas psíquicamente sensibles] a través de proyecciones mentales y sueños. Eso encaja perfectamente con lo que sabemos de Cthulhu.

Si bien las entidades lovecraftianas, en su mayoría, son decididamente alienígenas, y por lo tanto extraordinariamente alejadas de lo humano, hay al menos tres reinos en los cuales puede existir algún grado de comunicación: el plano físico, el onírico y el mental.

El regreso de Hastur (The Return of Hastur), de August Derleth, nos brinda otra frase intrigante:


[Iä Hastur cf'ayak'vulgtmm, vugtlagln vulgtmm.]


En este caso no tenemos ninguna pista en inglés que nos abra el camino, como en el relato de Robert Bloch, pero, como afirma Thomas Browne [Edgar Allan Poe lo cita en Los crímenes de la Rue Morgue]:

[«Cuál era el canto de las Sirenas, o qué nombre tomó Aquiles cuando se escondió entre las mujeres, aunque preguntas difíciles, no están fuera de toda conjetura.»]


, no requiere traducción. Iä Hastur significa «Oh, Hastur». Si queremos ser un poco más respetuosos podemos pensar que cumple la misma función que el hosanna arameo, que significa «gloria». En este caso, Iä Hastur significa «Gloria a Hastur».

En R'lyehian se puede representar un pronombre como un prefijo; por lo que el prefijo 'c puede denotar la primera persona del plural, es decir, «nosotros». Por motivos que veremos más adelante, este prefijo suaviza la consonante siguiente, por lo que la raíz del verbo es fhayak, que significa «enviar», «ofrecer» o «poner delante». Vulgtm significa «plegaria» [aquí en plural debido a la segunda m]. Esto nos deja a vugtlagln, cuyo significado no conocemos, pero podría ser «responder», por lo que una traducción literal de la frase sería: «¡Gloria [a] Hastur! [nosotros] te enviamos nuestras plegarias, responde [nuestras] plegarias [ver: Ciclo de Carcosa]

Por supuesto, todo esto es un juego y no pretende ser una traducción exacta. Nunca podría serlo una traducción de una lengua como el R'lyehian, donde los sustantivos, los verbos y otros elementos del discurso no se distinguen entre sí. Este idioma es fusional, no funcional, lo cual significa que la construcción de prefijo + sustantivo + sufijo es común. En R'lyehian, las preposiciones también tienen prefijo [ph es un prefijo para «más allá», como en ph'shugg, «más allá de la tierra»]. Hay otros prefijos como ng [«y luego»], mg [«aún»], pero de una forma que denota una yuxtaposición de opuestos, como sino en español. Además, la última sílaba repetida cambia el sustantivo de singular a plural. Entonces, n'gha significa «muerte» y n'gha-ghaa significa «muertes».

Si una de estas entidades necesita comunicarse con un insignificante humano, es probable que necesite ajustar los tiempos verbales para ser comprendido. Ya hemos visto que solo tienen dos tiempos: presente y no presente, siendo el pasado y el futuro conceptos puramente humanos. No obstante, el R'lyehian permite calibrar esta diferencia agregando el prefijo nafl al verbo para referirse al tiempo pasado. Aunque el orden de las palabras es libre, a veces el objeto se antepone al verbo, lo cual es bastante incómodo.

August Derleth también aportó otra frase interesante: Cthulhu naflfhtagn, y la tradujo como: «Cthulhu ya no espera». Nafl parece ser algo más que un prefijo negativo; después de todo, los Antiguos experimentan el tiempo en ciclos [ver: Los viajes en el tiempo y la tecnología de los Antiguos] Un evento en el pasado también está en el futuro; por lo tanto, los verbos tienen solo dos tiempos, presente y no presente. En este contexto, el prefijo nafl indica que algo sucedió o sucederá, pero no está sucediendo ahora.

Si analizamos la traducción al inglés de Lovecraft de la famosa frase Ph’nglui mglw’nafh Cthulhu R’lyeh wgah’nagl fhtagn [«En su morada en R'lyeh, el muerto Cthulhu espera soñando»], lo primero que uno piensa es que la oración debería leerse al revés; es decir: como en Fhtagn wgah'nagl R'lyeh, Cthulhu mglw'nafh ph'nglui [la coma entre R'lyeh y Cthulhu es mía]. En este caso, fhtagn se convierte en un participio que significa algo así como «esperando», «al acecho» [como un depredador]; wgah'nagl se convierte «en [su] casa/morada». R'lyeh sigue siendo el nombre propio de la ciudad hundida, pero esta modifica a wgah'nagl, haciendo que la frase R'lyeh wgah'nagl fhtagn signifique algo así como «Esperando en su morada de R'lyeh».

La palabra Cthulhu, por supuesto, es Cthulhu, el agente de la sentencia. Mglw'nafh debería significar «muerto», pero Cthulhu no puede morir [al menos no en el sentido humano]. Por lo tanto, mglw'nafh podría referirse más bien a cierto grado de inactividad, no a la muerte en términos de cesación irreversible de actividad. Cthulhu está simplemente inactivo, no muerto; aunque su inactividad pueda prolongarse durante tantos eones que, en perspectiva, para nosotros sería indistinguible de la muerte [ver: La biología extradimensional de los Mitos de Cthulhu]

Ph'nglui, por otro lado, es traducido por Lovecraft como «soñar»; pero aquí, de nuevo, es necesario ampliar el concepto. Sabemos que Cthulhu puede influir en los sueños de los seres humanos con su mente; por lo que Ph'nglui podría entenderse más ampliamente como «estado mental activo» [en contraste con mglw'nafh, «estado físico inactivo/latente»]. En otras palabras, Cthulhu está inactivo físicamente [muerto] pero activo mentalmente [soñando].

Sigamos con las palabras ph'nglui y wgah'nagl. Tenemos la misma raíz consonante tanto en nglui como en nagl. Apoyándonos en esta similitud, podemos aventurar que nagl denota algo interior [«adentro» o «dentro»], y que nglui, siguiendo la línea anterior, se refiere a un «estado mental interior». Por este razonamiento, entonces, wgah debería significar «casa, morada», lo cual nos deja la siguiente traducción general de la frase en los siguientes términos:

Ph’nglui, «soñando» [estado mental activo]. Mglw’nafh, «muerto» [estado físico inactivo o latente]. Cthulhu R’lyeh, [nombre propio + lugar]. Wgah’nagl, «en su morada». Fhtagn, «esperando».

Esta frase es el ejemplo más extenso de R'lyehian que nos ofrece Lovecraft. Hay algunos fragmentos de este lenguaje en El horror de Dunwich (The Dunwich Horror) y otras historias, pero no lo suficiente como para reconstruir algo sólido [ver: La Biblia de Yog-Sothoth: análisis de «El horror de Dunwich»]. Lovecraft estaba pensando en algo que sonara lo más extraño e inhumano posible, no en diseñar un lenguaje articulado para los humanos. Pensemos, por ejemplo, en el lenguaje de la Gran Raza de Yith, que según Lovecraft [La sombra fuera del tiempo (The Shadow Out Of Time)] consistía en «una especie de chasquido y raspado de sus enormes pinzas» [ver: Ciclo de Yith: la Gran Raza y viajes en el tiempo]

Fonéticamente es inverosímil, pero, ¿no es así como se construiría una lengua extraterrestre? Allí podríamos encontrar vocales susurradas entre dos consonantes sordas, o fonemas fricativos producidos cuando un Yith se rasca el caparazón. Realmente no lo sabemos, y así es como debe ser un lenguaje en el Multiverso de Lovecraft, caótico y repleto de seres incognoscibles, indiferentes, y que tienen el potencial de volverte loco simplemente con su presencia [ver: El libro de Azathoth: ¿los pactos de sangre son una muestra de ADN para los Antiguos?]

Ahora bien, Lovecraft sí era humano, y estaba escribiendo [principalmente] para seres humanos, por lo que él mismo no podía alejarse completamente de la esfera humana. A lo sumo, podía aclarar una y otra vez que solo estaba reproduciendo una lengua extraña de forma muy inexacta usando sonidos humanos. Pensemos, por ejemplo, en una de las primeras apariciones de la palabra Cthulhu. Lovecraft nos dice que este nombre no puede reproducirse con los órganos humanos del habla, y que Cthulhu es lo mejor que podemos hacer con nuestra miserable biología. Es, en cierto modo, una onomatopeya combinada con una pizca de glosolalia. En realidad, Lovecraft probablemente estaba invirtiendo el método de Lewis Carrol, el cual consistía en tomar una palabra, despojarla de vocales y mezclar las consonantes. De todos modos, sigue resultándome un poco irritante que Cthulhu sea un Primigenio asociado al agua cuando la palabra claramente parece inspirada en el griego khthonios [«ctónico», en español], que refiere explícitamente a algo subterráneo.


[«De algún punto indeterminado de abajo había llegado una voz que no era una voz; una sensación caótica que solo la fantasía podría transmutar en sonido, pero que intentó traducir con el revoltijo casi impronunciable de letras, Cthulhu fhtagn.»]

[«... una voz subterránea o una inteligencia que gritaba monótonamente en enigmáticos impactos sensoriales, indescriptibles salvo como galimatías.»]


A estas citas de La Llamada de Cthulhu añadimos otra de El horror de Dunwich:


[«Es casi erróneo llamarlos sonidos en absoluto, ya que gran parte de su espantoso timbre infragrave hablaba a los asientos oscuros de la conciencia, mucho más sutiles que el oído; sin embargo, uno debía hacerlo, ya que su forma era indiscutible, aunque vagamente, la de palabras medio articuladas.»]


Por Lovecraft, entonces, sabemos que el R'lyehian o Cthuviano es solo una aproximación de la forma hablada de ese lenguaje, el cual también es parte de un mensaje telepático más amplio, que puede incluir imágenes, sensaciones, emociones, impresiones o cualquier otra cosa que el cerebro humano pueda procesar; y esto puede representar solo una fracción de lo que un Primigenio, como Cthulhu, puede comprender. A simple vista, esto parece completamente fuera del alcance humano, pero la misma abstracción se da en cualquier lengua humana escrita. Si escribimos la palabra «mesa», aunque todos entendamos a qué nos estamos refiriendo, también la estamos despojando de elementos adjuntos como el énfasis, el tono y el contexto [ver: Lovecraft y las lenguas prehumanas]

Antes de seguir adelante vamos a resumir lo que tenemos hasta ahora [que no es mucho].

Solo tenemos una frase oficial en R'lyehian [escrita por Lovecraft en La Llamada de Cthulhu]; y esta es: ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn. El flaco de Providence incluso proporciona una traducción: «En su morada en R'lyeh, el muerto Cthulhu espera soñando». Obviamente Cthulhu y R'lyeh no requieren mayor análisis. También sabemos que fhtagn significa «espera». Eso deja tres palabras que deberían corresponder a «casa», «muerto» y «soñando». Afilando la Navaja de Occam para mantener las cosas simples, asignemos las palabras más cercanas a lo que modifican. Wgah'nagl sigue a R'lyeh, por lo que significa «[su] morada». Ph'nglui y mglw'nafh preceden a Cthulhu, por lo que significan «muerto» y «soñando». Por lo tanto, una traducción más literal sería «Muerto, pero soñando, Cthulhu espera en su morada en R'lyeh».

Ahora sí, continuemos.

Tenemos dos fragmentos más de R'lyehian o Cthuviano en El horror de Dunwich. El hermano de Wilbur Whateley pronuncia estas palabras:


[ygnaiih... ygnaiih... thflthkh'ngha... Yog-Sothoth... y'bthnk... h'ehye-n'grkdl'lh.]


Considerando que las siguientes [y últimas] palabras de Wilbur son HELP! FATHER! [«¡AYUDA! ¡PADRE!»], podríamos suponer que ygnaiih significa «padre» [posiblemente «mi padre»]. Con el mismo razonamiento, thflthkh'ngha podría ser un pedido o grito de ayuda. Yog-Sothoth, por supuesto, es el nombre de «su padre». Si asumimos que una Y inicial denota posesión, podríamos suponer que y'bthnk significa «mi cuerpo» o «mi espíritu», ya que estamos en medio de un exorcismo aquí; entonces h'ehye-n'grkdl'lh podría significar algo así como «empieza a desvanecerse». Por lo tanto, la frase quedaría así: «¡Padre, Padre, ayúdame! YogSothoth, mi cuerpo empieza a desvanecerse».

Finalmente tenemos las últimas palabras de Wilbur Whateley:


[n'gai, n'gha'ghaa, bugg-shoggog, y'hah, Yog-Sothoth]


Dadas las circunstancias en las que son proferidas, estas palabras parecen constituir una maldición, más que una plegaria. La raíz shogg ayuda, ya que sabemos que shoggoth significa «habitante o criatura del abismo» [inframundo]. Tal vez las palabras de Whateley signifiquen: «¡Muerte, muerte a todos, vete al infierno! ¡Amén, por Yog-Sothoth!».

Es interesante que las lenguas lovecraftianas respondan alternativamente a varias leyes. Esto es congruente con las entidades que las hablan. Quiero decir, nosotros vivimos [aparentemente] en un solo universo, con un conjunto de leyes físicas. El problema es que no entendemos bien esas leyes, pero los Antiguos sí. Hay fuerzas invisibles, hipergeometrías, cuerdas cuánticas, dimensiones plegadas, que Ellos sí perciben y son capaces de manipular [ver: Gandalf y la tercera ley de Clarke: la magia como forma avazada de tecnología]. Viven en rincones remotos del cosmos, pero cuando las estrellas lo permiten, pueden curvar el espacio y visitarnos. Supongamos que las leyes de la física cambian de vez en cuando; no las leyes que entendemos, que parecen permanecer constantes en todas partes, sino las leyes que rigen esta hiperrealidad. Ahora supongamos que tenemos múltiples universos, pero todavía un conjunto de leyes. Si estos reinos se superponen, explicaría muchas extrañezas. Moverse entre estos reinos se convierte en una cuestión de sintonía en lugar de un viaje real [ver: Einstein, la Relatividad y los Antiguos]

Ahora bien, el R'lyehian debería limitarse, o al menos centrarse con cierto grado de exclusividad, a Cthulhu. Pero, ¿qué es Cthulhu exactamente? Tampoco lo sabemos. Podría ser un dios, en términos de una fuerza natural personificada. Sabemos que, antes de que los Dioses Mayores lo desterraran, Cthulhu era adorado en la Tierra, y que aun puede comunicarse telepáticamente con sus seguidores; no por amor, por cierto, sino con el objetivo de mantener su culto activo para preparar para su regreso [ver: Lovecraft y el culto secreto de los Antiguos]. Mientras Cthulhu sueña en su prisión, sus seguidores trabajan para reabrir la puerta de R'lyeh. Dios o no, Cthulhu también es un extraterrestre, tal vez con principio y fin, tal vez como parte de un gran organismo desmantelado por los Dioses Mayores. O quizás no sea nada de todo eso.

Dado que no podemos dar nada por sentado, supongamos por un momento que Cthulhu, en su prisión, considera la autopreservación como su máxima prioridad. No ve a los humanos como una amenaza y, por lo tanto, no recibimos su total atención. En cambio, trabaja a través de intermediarios. Si Cthulhu comparte las prioridades humanas, también podemos adivinar otros impulsos. Busca el poder en forma de adoradores. Tiene descendencia. Sin duda tiene planes para recuperar su libertad. Se comunica con sus seguidores para enviar y recibir noticias, y para eso necesita un lenguaje común con otras entidades, incluso unas tan insignificantes como los seres humanos [ver: ¡Tekeli-li!]

Aunque Cthulhu, o por tal caso cualquier entidad cósmica de los Mitos, intente crear un lenguaje básico para comunicarse con seres de menor estatura intelectual, estaría en serios problemas para hacerse entender. Por ejemplo, ¿cómo transmitir conceptos como «esperar» o «morir» a los seres humanos, si Cthulhu mismo experimenta el tiempo, quizás, como una dimensión física? [ver: Aragorn, el Sendero de los Muertos y un pasaje a la Cuarta Dimensión]. En ese caso, «esperar» o «morir» puede ser tan real físicamente para él como las rocas o el agua para nosotros. Una solución ingeniosa podría ser el tipo gramatical, es decir, que el sentido de las palabras se determine a través de su ubicación; por ejemplo, que la palabra final de un enunciado simpre sea el verbo. Eso sería útil para los cultistas de Cthulhu, pero el riesgo de no comprender el mensaje, o peor aún, de entenderlo mal, es demasiado alto. R'lyeh podría ser un verbo para Cthulhu y nosotros nunca lo detectaríamos [ver: Richard S. Shaver y el mapa oculto en un cuento de Lovecraft]

Lovecraft afirma en varias cartas que no hay lógica detrás de sus frases alienígenas; pero eso no implica que no tengan una estructura interna coherente, aunque totalmente extraña e inhumana para nosotros. El lector crítico bien puede vociferar que esas lenguas son incognoscibles, que no fueron hechas para mentes mortales y, por lo tanto, que son indescifrables. Respondo: ¿cómo un grupo de cultistas de Luisiana son capaces de comprender el R'lyehian y ejecutar las órdenes que les envía Cthulhu? Es bueno recordar que eso también sucede en la obra de Lovecraft; de hecho, sucede constantemente. En otras palabras, el mismo autor que declara que ciertas lenguas cósmicas son incomprensibles para el ser humano, una y otra vez menciona que algunos grupos de seres humanos las comprenden perfectamente [ver: Autopsias lovecraftianas: el arte de diseccionar lo innombrable]

En este contexto, es lícito asumir que el R'lyehian es una especie de criollo; no el lenguaje que Cthulhu utilizaría para comunicarse con otros seres como él, sino para hacerse entender [a duras penas] por unas insignificantes criaturas tridimensionales como nosotros, que además estamos sujetas a la experiencia del tiempo lineal. Más aún, podríamos considerar al R'lyehian como una versión de las lenguas macarrónicas utilizadas antiguamente por dos pueblos que comerciaban entre sí, pero que no tenían un idioma común. En esencia, estas lenguas macarrónicas solo servían para establecer una comunicación básica, elemental; precisamente el tipo de comunicación que Cthulhu podría establecer con seres primitivos como nosotros [ver: Algunas lenguas para la comunicación interdimensional]

Es interesante pensar cómo Cthulhu diseñó el R'lyehian para comunicarse con sus cultistas, y los dolores de cabeza que habrá tenido para reducir su propia experiencia para que sea medianamente comprensible para los humanos. Después de todo, es tan difícil para los cultistas de Louisiana entender el R'lyehian como para Cthulhu entendernos a nosotros. En principio, Cthulhu no tendría idea de qué puede ser real o no para los seres humanos. Para él mismo, construcciones como el Espacio, el Tiempo y la Muerte, podrían tener una dimensión diferente. Entonces: ¿cómo podríamos saber cuando la palabra «muerte» es un adjetivo, un sustantivo, o incluso un verbo? Después de todo, Cthulhu está «muerto, pero soñando», lo cual deja en claro que nuestro concepto de muerte es inexacto al referirse a él. De ahí en adelante no podemos estar seguros de nada.




Mitos de Cthulhu. I Filología.


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El artículo: «¡Iä! ¡Iä! ¡Cthulhu fhtagn!»: análisis del R'lyehian, la lengua de Cthulhu fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

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Análisis de «La pequeña habitación» de Madeline Yale Wynne.
Poema de Emily Dickinson.
Relatos de Edith Nesbit.


Paranormal.
Poema de Charlotte Mew.
Relato de Walter de la Mare.