Los Perros de Tindalos y los ángulos del tiempo


Los Perros de Tindalos y los ángulos del tiempo.




Primero un poco de contexto, y finalmente una hipótesis para nada descabellada: ¿los Perros de Tindalos son manifestaciones residuales de un universo anterior al nuestro?

Los Perros de Tindalos (Hounds of Tindalos) —o Sabuesos de Tindalos— son una de las criaturas de los Mitos de Cthulhu más extrañas. Fueron creadas por Frank Belknap Long en el relato: Los perros de Tindalos (The Hounds of Tindalos), publicado originalmente en la edición de marzo de 1929 de la revista Weird Tales, y luego reeditado por Arkham House en la antología de 1946: Los perros de Tindalos (The Hounds of Tindalos)

Esencialmente, los Perros de Tindalos son seres interdimensionales. En el relato de Frank Belknap Long, cuyo protagonista experimenta con viajes en el tiempo con la ayuda de drogas psicodélicas y dispositivos esotéricos, se menciona que los Perros de Tindalos habitan en los ángulos del tiempo. ¿Ángulos del tiempo? ¿Qué significa eso? No lo sabemos exactamente, pero el relato sostiene que, mientras los Perros de Tindalos existen en estos ángulos temporales, toda la vida orgánica que conocemos, incluida la humanidad, habita en las curvas del tiempo (ver: Seres Interdimensionales en los Mitos de Cthulhu de H.P. Lovecraft)

A pesar de su nombre, Perros de Tindalos no son criaturas de aspecto canino. El nombre es evocador, indudablemente, pero lo cierto es que su apariencia es desconocida. Frank Belknap Long prescinde de casi toda descripción. Ni siquiera H.P. Lovecraft, que menciona a los Perros de Tindalos en El que susurra en la oscuridad (The Whisperer in Darkness), omite su aspecto, argumentando que estos seres son demasiado repugnantes para ser descritos. Viniendo de Lovecraft, afín a las descripciones más meticulosas de las criaturas que pueblan su multiverso, esa omisión es un detalle significativo.

No obstante, algo se sabe sobre el verdadero aspecto de los Perros de Tindalos. Frank Belknap Long asegura que poseen una especie de lengua o probóscide larga y hueca, con la cual absorben los fluidos corporales de sus víctimas. Al parecer, también excretan un extraño líquido, o pus, cuando visitan nuestro plano físico. Pueden materializarse en cualquier ángulo de 120° o menos.

Ángulos, sí.

Como un rincón en tu habitación.


Todo el mal en el universo se concentró en sus magros, hambrientos cuerpos. ¿Es que acaso había cuerpos? Los vi sólo por un momento, no puedo estar seguro.


Cuando un Perro de Tindalos está a punto de manifestarse en nuestro espacio-tiempo se materializa primero como una especie de humo o vapor saliendo de un rincón, y finalmente emerge, primero la cabeza y luego el resto del cuerpo. Al parecer, estos seres perciben cuando una consciencia humana los detecta en esas intersecciones del tiempo. En cierto modo, nos olfatean, y son capaces de perseguir a su víctima hasta nuestro plano. A esto se debe su nombre, el cual refleja sus hábitos de caza, no su aspecto.

Sabemos también que los Perros de Tindalos habitaron en el pasado remoto de la Tierra, cuando la vida orgánica no había evolucionado en nada superior a los seres unicelulares. No obstante, no forman parte de la biología de nuestro mundo.

Perros extradimensionales que no tienen aspecto de perro, ni siquiera remotamente, y un nombre todavia más misterioso: Tindalos. ¿Quién es Tindalos? Más que una entidad, es un lugar: la Ciudad de Tindalos (TIND’LOSI); a su vez, situada en un mundo próximo a un agujero negro, según algunos, o bien flotando a la deriva más allá del tiempo, pero al mismo tiempo contemporáneo con todo el espacio. Sus torres de arquitectura imposible son el hogar de los Perros de Tindalos. Se rumorea que allí custodian algún tipo de artefacto antiquísimo.

La etimología de la palabra «Tindalos» es desconocida, aunque en Melanesia el término «tindalo» refiere al espíritu de un muerto con poderes mágicos. Se desconoce qué tiene esto que ver con los Perros de Tindalos, o si Frank Belknap Long se basó en esta leyenda. Después de todo podría ser una simple coincidencia (ver: Lovecraft y las lenguas prehumanas)

Los Perros de Tindalos codician algo que se encuentra únicamente en los seres humanos. Hace mucho tiempo tuvo lugar un evento en el que participaron los Perros de Tindalos y la humanidad, un evento que habría inspirado la historia de Adán y Eva y la caída del Paraíso. En El libro negro de Alsophocus (The Black Tome of Alsophocus) se sugiere que ambas especies fueron atraídas por el poder del Trapezoedro Brillante. La humanidad no participó activamente en este suceso, razón por la cual pudo conservar algún elemento de «pureza», completamente perdido entre los Perros de Tindalos. Tal vez por esto odian a toda la vida orgánica.

Este evento es confuso, y requeriría un artículo aparte. A modo de resumen, digamos que el Trapezoedro Brillante es anterior a la mayoría de la vida terrenal. Una especie alienígena creó este artefacto y lo trajo a la tierra. Después de una gran guerra, los Antiguos colocaron el Trapezoedro en una caja de su propio diseño, usando su poder para destruir a los shoggoths durante su rebelión (ver: Lovecraft y la IA: el futuro es de los Shoggoth). La Gente Serpiente lo llevó a Valusia, donde aprendieron los secretos de la ilusión. Eventualmente terminaría en Lemuria, y luego en la Atlántida, bajo la custodia del Rey Kull, quien usó su poder para sus propios fines, pero luego lo arrojó al océano. Un pescador minoico encontró el artefacto en sus redes y se lo vendió al faraón Nephren-Ka, quien lo guardó en los laberintos de Kish, donde Nitocris lo encontró y usó más tarde.

El libro negro de Alsophocus fue escrito por el gran nigromante Alsophocus de Erongill. Un monje, cuyo nombre no se conoce, lo tradujo parcialmente al latín en 1517, titulándolo Extractus Alsophocus. Nadie sabe dónde pueden encontrarse las pocas copias que sobreviven, aunque la Universidad de Miskatonic podría tener alguna. Además de mencionar a los Perros de Tindalos, el Libro negro de Alsophocus revela los secretos del Trapezoedro Brillante y la invocación de Cthulhu (Libros prohibidos de los Mitos de Cthulhu).

Los viajes en el tiempo, decíamos, sobre todo aquellos que se realizan a través de medios psíquicos, atraen la atención de los Perros de Tindalos. Después de que un viajero es marcado por el olor de estos seres, los Perros de Tindalos pueden seguirlo a través del tiempo y el espacio hasta que la persona sea capturada y asesinada. Sin embargo, hay una forma de evadir a estos seres: la Fórmula DHO-HNA. Si bien este encantamiento no permite viajar en el tiempo, sino más bien proyectar una especie de visión remota sobre otros tiempos y dimensiones, es capaz de desorientar a los Perros de Tindalos. Existen riesgos, desde luego, como amplificar demasiado el objetivo, lo cual sí atraería a estos seres lo suficientemente cerca como para marcar al indiscreto voyeur cósmico (ver: H.P. Lovecraft y los viajes en el tiempo: la tecnología de los Antiguos).

La Fórmula DHO-HNA, también conocida como la Fórmula de Einstein, fue desarrollada por Halpin Chalmers basándose en las teorías de Albert Einstein. Si bien puede proteger al iniciado de los Perros de Tindalos, posee un número peligroso de efectos nocivos (ver: Einstein, la Relatividad y los Antiguos)

Ahora bien, ¿qué significa aquello de ángulos y curvas en el tiempo? Nadie lo sabe con exactitud. Los Perros de Tindalos evolucionaron en un tiempo distinto del nuestro, no una línea temporal diferente, sino un tiempo inimaginable para nosotros, un tiempo angular. Nosotros, por el contrario, pertenecemos a un tiempo curvo. Esto no se comprende fácilmente, pero se sabe que un Perro de Tindalos debe materializarse en un ángulo; y que una persona situada en una habitación perfectamente redonda estaría a salvo de sus ataques. Sin embargo, cuando esto ocurre, los Perros de Tindalos suelen contactar con algunos de sus aliados metafísicos en este tiempo, como los Dholes, para acabar con estas defensas de alguna manera y permitirles el acceso a su presa (ver: «Cánticos de Dhole»: Lovecraft, Tolkien, y una fuente común en Arthur Machen) También pueden enviar imágenes telepáticas a sus víctimas, volviéndolos locos lentamente.

A pesar de estos increíbles poderes, los Perros de Tindalos no pueden entrar en nuestro universo tridimensional sin haber marcado a su víctima durante un viaje temporal, lo cual quiere decir que cualquiera que no esté viajando a través del tiempo está a salvo de sus depredaciones. Sin embargo, los Perros de Tindalos sí pueden influir indirectamente en esta dimensión, lo cual los convierte en una amenaza permanente.

Es muy poco lo que sabemos sobre su naturaleza. Por ejemplo, el limo azul que permanece en nuestro plano después de sus ataques revela que los Perros de Tindalos no tienen enzimas dentro de sus cuerpos. ¿Qué significa esto? Tal vez una condición física necesaria para los viajes en el tiempo, o para existir en el tiempo angular. En todo caso, el dato es aportado por James Morton, experto en bacteriología y química, quien analizó el material encontrado en el cadáver de Halpin Chalmers en Los perros de Tindalos. El científico desapareció poco después de completar su análisis.


El fluido que me enviaron para su análisis es el más peculiar que he examinado. Se parece al protoplasma viviente, pero carece de las sustancias peculiares conocidas como enzimas. Las enzimas catalizan las reacciones químicas que ocurren en las células vivas y, cuando la célula muere, provocan que se desintegre por hidrolización. Sin enzimas, el protoplasma debería poseer una vitalidad duradera, es decir, inmortalidad. Las enzimas son los componentes negativos, por así decirlo, del organismo unicelular, que es la base de toda vida. Que la materia viva puede existir sin enzimas lo niegan enfáticamente los biólogos. Y sin embargo, la sustancia que me enviaste está viva y carece de estos cuerpos "indispensables". Buen Dios, señor, ¿se da cuenta de las asombrosas nuevas perspectivas que esto abre?


Este informe al final de Los perros de Tindalos de Frank Belknap Long es uno de los raros casos en los que se realiza un análisis científico de una entidad que se cree que se originó más allá de nuestro espacio-tiempo.

Algunos sostienen que los Perros de Tindalos son engendros de Noth-Yidik y K’thun —un ser cuyo olor se considera particularmente aborrecible—, y que pueden servir a Azathoth de alguna manera. En este contexto, son enemigos de Yog-Sothoth, que representa las curvas del tiempo que los repelen de nuestra realidad. La interacción de los Perros de Tindalos con los humanos es limitada: los supuestos «hechizos» que existen para contactar con estas criaturas son probablemente advertencias malinterpretadas sobre cómo no contactar con otras realidades (ver: ¿Los pactos de sangre son una muestra de ADN para los Antiguos?)

Las relaciones amistosas entre los humanos y los Perros de Tindalos son extremadamente raras, aunque Rómulo las propició mientras construía Roma en un imperio. Algunos de estos seres, conocidos como Ny'rela, sirven a un amo en particular, incluso uno humano, aunque son muy raros y se desconocen los medios para asegurar su servicio, excepto la posesión de un Amuleto del Perro, también llamado Sabueso de Jade. Se cree que este talismán, en forma de sabueso alado, es una versión estilizada de un Perro de Tindalos.

Uno de los escasos testimonios consistentes sobre los Perros de Tindalos es el de Halpin Chalmers —personaje del cuento de F.B. Long—, destacado autor de ficción ocultista y de terror. Chalmers nació en Partridgeville, Nueva York, y se graduó en la Universidad de Miskatonic. Luego se mudó a Brooklyn, donde se desempeñó como curador de arqueología en el Museo de Bellas Artes de Manhattan. Fue autor de una gran cantidad de libros ocultistas, incluido El vigilante secreto (The Secret Watcher), obra en la cual expone una serie de experimentos psíquicos y algo que llama viaje en el tiempo trascendental. En este ontexto, Chalmers anticipó los trabajos de Huxley y Leary sobre el uso de sustancias psicotrópicas para acceder a lo que, según él, eran otras realidades. Chalmers fue encontrado muerto en su apartamento el 3 de julio de 1928, y su aparente asesinato nunca ha sido resuelto.

Antiguamente se creía que una sustancia llamada Liao —en honor al alquimista chino que la descubrió—, también conocida como Droga Plutónica, era eficaz para evitar a los Perros de Tindalos. Esta sustancia altera la mente de formas impredecibles, tal es así que, gracias a ella, Lao Tze habría imaginado el concepto universal del Tao que sirvió como base de su filosofía. La fórmula de Liao viajó desde Oriente y llegó a los sarracenos. Allí, mientras estaba cautivo de los sarracenos, Ludvig Prinn conoció al Liao y copió diligentemente la fórmula en el De Vermis Mysteriis (ver: De Vermis Misteriis y la biología extradimensional de los Mitos de Cthulhu)

Además de expandir la mente, el Liao permite al consumidor percibir el pasado, generalmente desde el punto de vista de sus antepasados. Esto puede extenderse mucho más atrás a lo largo de la cadena evolutiva con una dosis más alta, pero con un riesgo mayor de ser olfateado por los Perros de Tindalos (ver: Los invasores (The Invaders), de Henry Kuttner)


El tiempo es simplemente nuestra percepción imperfecta de una nueva dimensión del espacio. El tiempo y el movimiento son ilusiones. Todo lo que ha existido desde el principio existe ahora. Los eventos que ocurrieron hace siglos en este planeta continúan existiendo en otra dimensión del espacio. Los eventos que ocurrirán dentro de siglos ya existen. No podemos percibir su existencia porque no podemos entrar en la dimensión del espacio que los contiene.


Este pasaje de Los perros de Tindalos puede ser una referencia directa a la existencia de multiversos, unidos o vinculados entre sí, no espacialmente sino a través del tiempo. Si bien estos universos pueden ser completamente inaccesibles entre sí, los Perros de Tindalos pueden viajar fuera del espacio y el tiempo, lo cual les permitiría moverse de un multiverso a otro. Conceptualmente, funciona.


Los seres humanos, tal como los conocemos, son simplemente fracciones, fracciones infinitesimalmente pequeñas de un todo enorme. Todo ser humano está vinculado con toda la vida que le ha precedido en este planeta. Todos sus antepasados ​​son parte de él. Solo el tiempo lo separa de sus antepasados, y el tiempo es una ilusión.


Estos pasajes implican que puede haber una forma para que los humanos se retiren del espacio-tiempo, o bien perciban los multiversos al mismo tiempo. Halpin Chalmers lo logró con el uso de la droga Liao, aunque pagando un precio terrible.

Uno de los puntos centrales sobre los Perros de Tindalos es su procedencia en el Tiempo Angular. Los seres humanos, todo nuestro mundo y nuestro universo están estructurados como un espacio-tiempo curvo. Si bien esto es una simplificación extrema, nuestro espacio tridimensional está curvado en la cuarta dimensión del tiempo. Como demostró Einstein, la gravedad asociada con la masa en el universo dobla o curva la luz y el espacio. Todo en nuestro universo parece tener una aversión por las líneas rectas, considerablemente raras en la naturaleza. Sin embargo, los humanos nos sentimos mucho más cómodos en la geometría euclidiana.

Pero, ¿qué tiene esto que ver con los Perros de Tindalos?

Si nos basamos en las investigaciones de Chalmers, los Perros de Tindalos son fundamentalmente una forma de vida euclidiana muy diferente de los organismos de nuestro universo curvilíneo. Por lo tanto, mientras existimos en un espacio-tiempo curvo, los Perros de Tindalos deben residir dentro de un espacio-tiempo angular (o euclidiano). Chalmers llamó a nuestro universo curvo «puro», mientras que definió escuetamente el universo angular como «asqueroso». Esa síntesis responde a la típica reacción antropomórfica ante extrañeza del universo euclidiano y angular de los Perros de Tindalos.

Si los Perros de Tindalos son esencialmente una forma de vida angular, evidentemente deben existir fuera de nuestro espacio-tiempo. De ahí que solo puedan acceder a nuestra realidad a través de ángulos. Irónicamente, es nuestro enfoque euclidiano de la arquitectura lo que ha facilitado que estos seres puedan entrar en nuestra realidad. A medida que nuestra civilización se ha vuelto más avanzada tecnológicamente, y continúa alejándose más de la naturaleza, más euclidianos nos hemos vuelto. Pensemos en todos los edificios, estructuras, máquinas y dispositivos que existen, desde las construcciones más grandes a los dispositivos más pequeños (probablemente el mismo que usted está utilizando para leer esto), todo parece facilitar innumerables ángulos para que los Perros de Tindalos entren en nuestro espacio-tiempo.

¿Será por eso que los Antiguos aborrecen el uso de la geometría euclidiana? ¿Para evitar abrir un portal entre el espacio-tiempo curvo y el espacio-tiempo angular? Preguntas inquietantes, sin dudas.

Si bien los Perros de Tindalos no son el producto de la evolución terrestre, pueden representar una forma de vida fractal extrema de otro universo. Como decíamos antes, las curvas y la geometría no euclidiana tienden a ser más comunes en la naturaleza que la geometría euclidiana clásica. Los Perros de Tindalos se originaron en un universo donde las curvas son tan extrañas para ellos como la tercera dimensión lo es para una criatura bidimensional. En este contexto, ¿pueden los Perros de Tindalos siquiera percibir curvas y geometría no euclidiana? ¿Y si ese el caso, acaso podríamos percibir su verdadera naturaleza?

La droga Liao ingerida por Chalmers puede haber alterado su percepción de la realidad, particularmente en referencia al tiempo, dando a su mente acceso a componentes de nuestra realidad que normalmente no percibimos, al menos estando sobrios. Específicamente, la mente de Chalmers accede al exterior de nuestro espacio-tiempo, lo cual presenta algunas dificultades que vale la pena considerar.

Estar completamente fuera del espacio-tiempo sería desconcertante para la mente humana, y este parece ser el caso de Chalmers. Su mente no puede procesar la ausencia de tiempo, y trata de compensarlo observando una amplia variedad de eventos históricos; sin embargo, el colapso es inminente, Chalmers también documenta la presencia de otras entidades que existen fuera del espacio-tiempo, entre ellas, los Perros de Tindalos. Y verlas implica ser visto.

Sabemos que los Perros de Tindalos existen fuera del espacio-tiempo, pero no sabemos si se originaron allí. ¿Fueron visitantes que se quedaron atrapados allí? ¿Son refugiados o sobrevivientes de un universo muerto hace mucho tiempo? Lo único que sí sabemos con certeza es que una vez que los Perros de Tindalos olfatean una entidad de nuestro espacio-tiempo, pueden rastrearla fácilmente y, como en el caso de Chalmers, seguirla hasta su plano entrando a través de ángulos. Pero, ¿cuál es el fin? Una vez que los Perros de Tindalos reconocen una entidad, ¿qué quieren de ella? Asesinarla parece poca recompensa para tanto esfuerzo.

Los investigadores encontraron muerto a Chalmers, de espaldas, en su apartamento. Estaba desnudo y su pecho y brazos estaban cubiertos de un limo o pus azulado y maloliente. Le habían arrancado la cabeza y la habían colocado sobre su pecho. Si bien la cabeza estaba desgarrada y horriblemente destrozada, no había rastros de sangre en el cuerpo. Este puede ser un punto clave: al encontrarse con una entidad de un universo específico, siendo estas criaturas ajenas al espacio-tiempo, de algún modo lo huelen. No sabemos exactamente qué huelen. ¿Podrían nuestras axilas emitir una especie de firma de ADN? ¿O quizás es nuestra consciencia, nuestra actividad cerebral particular, lo que olfatean los Perros de Tindalos? En todo caso, una vez que los Perros tienen el olor de su presa, eventualmente la encontrarán y se alimentarán de su sangre. Por suerte, parece que no pueden sobrevivir demasiado tiempo en nuestra realidad. Saciados, inmediatamente vuelven a desaparecer en el vacío fuera del espacio-tiempo (ver: ¿La literatura podría ser un portal para seres de otra dimensión?)




H.P. Lovecraft. I Mitos de Cthulhu.


Más literatura gótica:
El artículo: Los Perros de Tindalos y los ángulos del tiempo fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

3 comentarios:

luis dijo...

Buen día sebastian, puestos a imaginar, se me ocurre una teoría, la de Guardianes, talvez colocados allí por otras entidades más poderosas que los mismos antiguos, una especie de sistema inmunológico que ataca a los invasores que traspasan los límites de su propia realidad, esto sería compatible con tu articulo sobre el universo de los mitos, en donde nuestro mundo es sólo una capa mas, una célula perteneciente a un organismo mucho mayor,ahora ya puestos en la pregunta de la cabecera del artículo, me recuerda mucho al funcionamiento de matrix, sobre todo a la explicacion del merovingio sobre los fenómenos paranormales, el le dice a neo que los hombres lobo, vampiros y fantasmas e incluso los fenómenos ovni son restos de anteriores versiones de matrix,al tener diferente mecánica estos seres quedaron desfasados, como un ser del espacio curvo con respecto a uno del espacio angular, creo que los perros serían casi ciegos en nuestra realidad, solo guiados por la esencia de sus presas,exelente artículo nos vemos.

Sebastian Beringheli dijo...

Es una posibilidad interesante la que planteas por allí, Luis. Ciertamente es consistente con lo poco que sabemos sobre estas criaturas.

Anónimo dijo...

He soñado con estos símbolos que evocan a un ‘tiempo curvo’ y a un ‘tiempo angular’, y también concluí que nuestra realidad se encuentra en la parte curva. Eso pasó hace 3 días, hoy leí los Perros de Tíndalos y creo que necesito algunas respuestas…



Lo más visto esta semana en El Espejo Gótico:

Sobre ruidos paranormales intensos.
Relato de Shirley Jackson.
Mitos de Cthulhu.

Taller gótico.
Poema de Hannah Cowley.
Relato de Thomas Mann.