¿Lewis Carroll era Jack el Destripador?
La verdadera identidad del asesino conocido como Jack el Destripador [Jack the Ripper] continúa siendo desconocida, lo cual permite un amplio margen para la especulación, a veces con sólidos fundamentos y otras con escaso apoyo en la lógica [ver: Jack el destripador y su influencia en la literatura]
La teoría de que Lewis Carroll, autor de Alicia en el País de las Maravillas (Alice in Wonderland), fue de hecho Jack el destripador, pertenece al investigador Richard Wallace, y puede rastrearse en su obra: Jack el destripador, amigo desenfadado (Jack the Ripper, Light-hearted friend). Repasemos algunas coincidencias y sincronías de esta hipótesis.
Charles Lutwidge Dodgson, más conocido por su seudónimo, Lewis Carroll (1832-1898), siempre fue considerado como un soñador más o menos inofensivo; al menos por una parte de la crítica. Sobre su nombre siempre sobrevoló un halo de horror y de misterio. El ciclo de Alicia no fue una creación espontánea, sino una obra dedicada a una niña real llamada Alice Liddell.
La relación entre ambos, al menos desde el punto de vista de Alice Liddell, nunca fue inapropiada; sin embargo, el testimonio de varios investigadores dan cuenta de lo contrario.
Richard Wallace no vacila en acusar a Lewis Carroll de ser Jack el destripador, o al menos de ubicarlo entre los sospechosos principales. Para sostener esa acusación se basa en una serie de mensajes codificados en Alicia en el País de las Maravillas, publicado diecinueve años antes de los asesinatos en el distrito de Whitechappel en el otoño de 1888.
Según Richard Wallace, Lewis Carroll era un hombre desequilibrado, cuyas ensoñaciones podían parecer dulces e inocentes a primera vista, pero que en definitiva enmascaraban una serie de pistas sobre un plan metódico de asesinatos. En este sentido, Alicia encarna o prefigura a todas las mujeres asesinadas por Jack el destripador, y el mítico País de las Maravillas no sería otra cosa que un distrito de Whitechapel sublimado.
Ahora bien, según la hipótesis de Richard Wallace, y la de casi todos los investigadores que han analizado el caso, Jack el destripador no trabajó solo. Se cree que al menos dos hombres fueron los culpables, aunque posiblemente la mano ejecutora fuese solo una. En el caso de Lewis Carroll, su pretendido cómplice sería nada menos que Thomas Vere Bayne (1829–1908), un respetado académico de la Universidad de Oxford y amigo personal de Lewis Carroll.
Las supuestas pruebas que comprometen a Lewis Carroll en los crímenes de Jack el destripador son, en realidad, evidencias subjetivas. Todas provienen de una serie de anagramas en varios pasajes de Alicia en el País de las Maravillas (Alice's Adventures in Wonderland), no de su versión original, sino de la edición publicada en 1889, cuya composición coincide con el período de los crímenes cometidos por Jack el destripador en 1888.
Richard Wallace sostiene que todos los asesinatos de Jack el destripador se encuentran codificados en Alicia en el País de las Maravillas. La principal objeción que se plantea para esta teoría es que no es difícil encontrar anagramas en cualquier párrafo de cualquier obra. A propósito de esto, la biógrafa de Lewis Carroll, Caroline Leach, probó lo absurdo de la teoría de Richard Wallace en un anagrama hallado en Winnie-the-Pooh, de A.A. Milne, donde aparecen todos los nombres de las mujeres asesinadas en Whitechappel.
A pesar de estas refutaciones, los que están a favor de acusar a Lewis Carroll de ser Jack el destripador podrían presentar las siguientes evidencias, desde luego, circunstanciales.
Entre agosto y septiembre de 1888, cuando Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride y Catherine Eddowes fueron asesinadas en Whitechappel, Lewis Carroll convivía escandalosamente con la actriz Isa Bowman, de apenas catorce años de edad. Eventualmente ella escribiría una obra polémica titulada: La historia de Lewis Carroll, contada para jóvenes adultos por la verdadera Alicia en el País de las Maravillas (The Story of Lewis Carroll, Told for Young People by the Real Alice in Wonderland). Sabemos que la «verdadera Alicia» era Alice Liddell, no Isa Bowman, una actriz que representó el papel de Alicia en numerosas ocasiones. En este sentido, los defensores de la teoría de Richard Wallace sostienen que el libro de Isa Bowman relata la verdadera identidad de Lewis Carroll como Jack el destripador, aunque de forma convenientemente simbólica.
En noviembre de 1888, cuando Mary Jane Kelly fue asesinada, Lewis Carroll comenzó a manifestarse abiertamente interesado en el caso. En su diario personal se hallaron varias anotaciones al respecto, casi todas burlándose de las teorías y rumores que circulaban acerca de la identidad de Jack el destripador.
Además de los supuestos mensajes ocultos en Alicia en el País de las Maravillas, Richard Wallace se basa en la infancia traumática de Lewis Carroll como detonantes en su participación en los crímenes de Jack el destripador. Siguiendo esta hipótesis, el 80% de la población inglesa del período victoriano podría ser considerada como sospechosa. Lo cierto es existe una lista de 22 posibles sospechosos de los crimenes de Jack el destripador, realizada por distintos investigadores a lo largo del siglo XX. Lewis Carroll ocupa el puesto 22, siendo considerado como el menos sospechoso de los sospechosos.
Ahora bien, todo parece señalar que Jack el destripador fue el pintor Walter Richard Sickert. La escritora e investigadora Patricia Highsmith, y sobre todo la obra: Jack el destripador: la solución final (Jack the Ripper: Final Solution), parecen haber desentrañado el misterio. Sickert fue el asesino, cuyas motivaciones involucran una feroz sucesión de intrigas monárquicas. El príncipe Alberto Víctor, hijo del rey Eduardo VII, nieto de la reina Victoria, y asiduo parroquiano de prostíbulos londinenses, contrajo matrimonio clandestinamente con una mujer llamada Annie Crook, modelo de Sickert. Tiempo después de que los crímenes cesaran, Annie dio a luz una niña, llamada Alice...
Para finalizar daremos cuenta del anagrama realizado por Richard Wallace como base de su teoría, y luego otro realizado por Francis Heaney y Guy Jacobson sobre el prólogo de la obra de Wallace:
«Esta es mi historia sobre Jack el destripador, el hombre detrás de los peores crímenes sin resolver de Gran Bretaña. Es una historia que apunta al más improbable de los sospechosos: un hombre que escribía cuentos para niños. Ese hombre es Charles Dodgson, mejor conocido como Lewis Carroll, autor de libros entrañables como Alicia en el País de las Maravillas.»
[This is my story of Jack the Ripper, the man behind Britain's worst unsolved murders. It is a story that points to the unlikeliest of suspects: a man who wrote children's stories. That man is Charles Dodgson, better known as Lewis Carroll, author of such beloved books as Alice in Wonderland]
Un anagrama acaso malicioso sobre este párrafo de Wallace sería el siguiente:
«La verdad es esta: Yo, Richard Wallace, apuñalé y maté a la muda Nicole Brown a sangre fría, corté su cuello con mis confiables estocadas. Yo incriminé a O.J. Simpson, quien es inocente de ese crimen. P.D. También es escribí los sonetos de Shakespeare y un montón de obras de Francis Bacon.»
[The truth is this: I, Richard Wallace, stabbed and killed a muted Nicole Brown in cold blood, severing her throat with my trusty shiv's strokes. I set up Orenthal James Simpson, who is utterly innocent of this murder. P.S. I also wrote Shakespeare's sonnets, and a lot of Francis Bacon's works too]
Otra prueba más sobre lo flexibles que son algunos «mensajes ocultos».
Libros prohibidos. I Leyendas urbanas.
El artículo: ¿Lewis Carroll era Jack el destripador? fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
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