Ciclo Onírico de H.P. Lovecraft.
El Ciclo Onírico (Dream Cycle) de H.P. Lovecraft incluye todos aquellos relatos que hablan de una vasta dimensión alternativa a la cual se puede acceder mediante los sueños.
H.P. Lovecraft creía que los sueños, en definitiva, son portales hacia una realidad infinitamente más compleja y sutil que la nuestra, a la cual la mente solo puede acceder mediante esos estados de trance que denominamos sueño. A decir verdad, no sólo creía en esto, sino que practicaba activamente una especie de creación onírica, es decir, utilizaba las herramientas del sueño, sus horrores e imágenes, para construir algunos de sus mejores cuentos.
Quizás allí resida el éxito de H.P. Lovecraft: saber arrancarle sus secretos a los profundos abismos de la mente y exponerlos a través de un tipo de ficción que mitifica el horror, es decir, lo purifica, lo hace accesible a la mente consciente.
Esta Tierra de Sueños (Dreamland) a la que alude H.P. Lovecraft tiene, desde luego, componentes afines a nuestra realidad. Por ejemplo, está dividida en cuatro regiones, acaso yuxtapuestas:
Oeste: Sede de las Escaleras del Sueño Profundo (Steps of Deeper Slumber), el Portal de Dylath-Leen, la ciudad más grande de Dreamland, la comarca de Ulthar, la ciudad-jungla de Hlanith, la aldea desértica de Ilarnek, la ciudadela de Mnar (conocida por sus murallas de piedra), y las ruinas de Sarnath a orillas del lago Bokrug.
Sur: Isla de Oriab y los Reinos fantásticos (Fantastic Realms).
Este: Celephais y las Tierras Prohibidas (Forbidden Lands).
Norte: Sede de Leng, ciudadela habitada por una abominable raza de arañas gigantes.
En medio de estas regiones extremas se halla el Inframundo (Underworld), reino subterráneo habitado por monstruos imposibles, la Luna, cuyo acceso se haya protegido por entidades gelatinosas como Nyarlathotep; Kadath, un descomunal castillo construido sobre una montaña dominada por Los Antiguos (ver: H.P. Lovecraft y los viajes en el tiempo: la tecnología de los Antiguos).
A continuación les dejamos una lista con todos los relatos del Ciclo Onírico de Lovecraft.
Relatos del Ciclo Onírico de Lovecraft.
- Polaris (Polaris. 1918)
- La nave blanca (The White Ship, 1919)
- La maldición que cayó sobre Sarnath (The Doom That Came to Sarnath, 1919)
- Los gatos de Ulthar (The Cats of Ulthar, 1920)
- Celefais (Celephais, 1920)
- Ex Oblivione (Ex Oblivione, 1920)
- Desde el más allá (From Beyond, 1920)
- Nyarlathotep (Nyarlathotep, 1920)
- Nyarlatothep (Nyarlathotep, 1920)
- La búsqueda de Iranon (The Quest of Iranon, 1921)
- La ciudad sin nombre (The Nameless City, 1921)
- Los otros dioses (The Other Gods, 1921)
- Azathoth (Azathoth, 1922)
- El sabueso (The Hound, 1922)
- Hypnos (Hypnos, 1922)
- Lo que trae la luna (What the Moon Brings, 1922)
- El extraño (The Outsider, 1926)
- La llave de plata (The Silver Key, 1926)
- La extraña casa en la niebla (The Strange High House in the Mist, 1926)
- El caso de Charles Dexter Ward (The Case of Charles Dexter Ward, 1927)
- El ser bajo la luna (The Thing in the Moonlight, 1927)
- En las montañas de la locura (At the Mountains of Madness, 1931)
- Los sueños en la casa de la bruja (The Dreams in the Witch House, 1932)
- A través de las puertas de la llave de plata (Through the Gates of the Silver Key, 1932)
- Para un soñador (To a Dreamer)
Relatos de H.P. Lovecraft. I Mitos de Cthulhu.
El artículo: Ciclo Onírico de H.P. Lovecraft fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
3 comentarios:
creo q te falta, y espero q puedas publicarla, "la búsqueda onírica de la ignota Kadth", no la puedo encontrar y me encantaria leerlo, desde ya gracias!
Esa fue su faceta narrativa onírico-demonio brujeril, sí, coincido. Lo gracioso del caso es que esos demonios venidos del más allá y esas presencias que aparecían siempre para vengarse y atormentar con maldiciones, desastres físicos y cósmicos, desastres visibles; frente a ese difícil escenario caótico, Lovecraft utiliza el concepto del sueño para matizar las tensiones y para darle un marco de credibilidad a sus relatos, dejando suponer en la mayoría de ellos que quizás esos no fueron tanto sueños sino cosas vividas, con lo cual su objetivo siempre fue en estos relatos hacer creer que lo ficticio es real y hacer creer que ocurrió realmente.
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