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Alfonsina Storni: biografía y documental

Alfonsina Storni: biografía y documental:


Alfonsina Storni (1892-1938) fue una poetisa argentina y una de las precursoras del modernismo en Sudamérica.

Su obra podría dividirse en dos partes. La primera, nétamente feminista, manifiesta una sensualidad más inocente, más directa. La segunda aborda el erotismo desde una perspectiva más reflexiva, incluso podríamos decir que más abstracta. En ambas se proyectan sus miedos personales, como la espera de la muerte a causa de un cáncer de mama.

Su carácter complejo y una desconfianza creciente en la medicina, sostenida por varios tratamientos infructuosos, la llevaron a abandonar cualquier tipo de tratamiento.

Alfonsina Storni se suicidó en la ciudad de Mar del Plata, arrojándose desde la escollera del Club Argentino de Mujeres. Versiones más románticas sostienen que se internó lentamente en el mar. Un día antes de quitarse la vida escribió:


Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...

Los miedos y las obsesiones de Alfonsina Storni son un capital enormemente valioso para entender su obra. Su tristeza y el final abrupto de su vida la han convertido en un mito de la literatura argentina, pero un mito que se sostiene fundamentalmente por la fuerza de su obra.

A continuación les dejamos una muy interesante pieza de ficción acerca de la vida y el suicidio de Alfonsina Storni.



Historia Clínica: Alfonsina Storni:



El artículo: Alfonsina Storni: biografía y documental fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

4 mejores poemas de amor de Alfonsina Storni


4 mejores poemas de amor de Alfonsina Storni.




Alfonsina Storni (1892-1938) fue una de las más exquisitas poetisas del modernismo en latinoamérica. Su personalidad manifestaba una generosidad absoluta y una inteligencia aguda y refinada, así como un terrible desequilibrio emocional que eventualmente la llevaría al suicidio.

El sentido trágico que la marcó desde la infancia parece resonar en su poesía como un eco o una presencia acechante. Alfonsina Storni es, sin dudas, uno de los vehículos más elegantes de la Sombra que nos habita.

A continuación daremos cuenta de los que, a nuestro juicio, son los 4 mejores poemas de amor de Alfonsina Storni.




4 mejores poemas de amor de Alfonsina Storni.




Poemas de Alfonsina Storni. I Poemas de amor.


El análisis y resumen de los 4 mejores poemas de amor de Alfonsina Storni fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

Miedo y resignación a la muerte: Miriam Marlem Alonso Carrillo

Miedo y resignación a la muerte.
Un tipo de vida después de la muerte.

Por Miriam Marlem Alonso Carrillo.


Mí esperanza, yo sé que tú estás muerta.
No tienes de los vivos más que la inestable fluctuación perpetua;
No sé si un tiempo vigorosa fuiste,
Ahora, estás muerta.
Yo sé que tú eres de esas
Que vuelven redivivas en la noche
A decir otra vez su última verba.
María Eugenia Vaz Ferreira, El ataúd flotante


Elegí este tema ya que me dí cuenta que la mayoría de los poemas de Alfonsina Storni, tienen una temática en la que involucra a la muerte, así que plantee estas cuestiones: ¿Alfonsina tenía miedo a la muerte?, indagué un poco acerca de la vida y muerte de Alfonsina, en la cual hay muchísimos datos interesantes, algunos de ellos, me hicieron plantear la segunda y tercera cuestión ¿Alfonsina estaba resignada a morir? ¿Ella creía en una vida más allá de la muerte?

El miedo a la muerte es común entre los seres humanos, con relación a este común miedo, citando a la psicóloga Rosa Montero, la cual dice en uno de sus artículos “El miedo a la muerte tiene que ver con el miedo al cambio”; la no tan común resignación a esta es algo tan triste y regularmente pasa en las personas que sufren una enfermedad terminal; un claro ejemplo fue Alfonsina Storni, poetisa y escritora argentina, quien después de la muerte de su marido comenzó a escribir poemas relacionados con el dolor, desesperación y muerte; pero fue luego de que le detectarán cáncer de mama cuando comenzó a escribir poemas en los cuales expresa su miedo a la muerte y más que nada un planteamiento de una vida después de la muerte, el ¿qué habrá más allá?, pero también expresa su resignación a esta, y más de una vez lo plasma en sus poemas, por ejemplo: “Si en una de tus casas, Buenos Aires, me muero / Viendo en días de otoño tu cielo prisionero / No me será sorpresa la lápida pesada”. Luego de la muerte de su gran amigo Horacio Quiroga, Alfonsina le dedica un poema donde más bien plasma su propio final, algo así como informarnos como desea morir y cómo más tarde lo hará: “Morir como tú Horacio, en tus cabales, / Y así como en tus cuentos, no está mal…”.

Parece que la mejor forma de expresar este miedo y resignación en cuanto a la muerte es mediante la poesía, tal como trato de demostrar que lo hizo Alfonsina Storni en uno de sus poemas: Un cementerio que mira al mar, pero no sólo eso, sino que también, de mostrar que ella tenía la idea de una vida después de la muerte, quizá no en un paraíso ni en un infierno, sino aquí en la tierra con nuestros cuerpos descarnados y en un sepulcro bajo tierra, sintiendo, pensando y añorando.

En este poema Alfonsina dialoga con los muertos quienes yacen junto al mar “Decid, oh muertos, ¿Quién os puso un día / Así acostados junto al mar sonoro?” en este caso podemos observar a un tipo de Dios, quien les ha dejado así, con sentimientos y sensaciones que sólo los vivos podrían tener, pero que un Dios o un ente superior les ha dejado en un estado al cual podría llamarsele intermedio, medio muertos, medio vivos, debido a el razonamiento y sentimientos que experimentan estos muertos, una afirmación para intentar reforzar esto es, citando a Swami: “La conciencia es absolutamente necesaria para la animación del cuerpo”, esto explica lo que sucede con los muertos de Alfonsina. También hace esta pregunta: “¿Comprendía quien fuera que los muertos / Se hastían ya del canto de las aves / Y os han puesto muy cerca de las olas / Porque sintáis del mar azul, el ronco / Bramido que apavora?, vuelvo a decir, según mi criterio, que se refiere a un ser supremo que está consciente o inconsciente de que los muertos aún sienten, perciben, piensan, etc. Como si estuviesen vivos y les deja desconcertados en un tipo de vida que ellos no comprenden.

Alfonsina deja entrever en este poema que pretendo dar a entender (de una forma sintética), que aún y cuando se es un cadáver, estás en contacto con un poco del mundo exterior: “Os estáis junto al mar que no se calla / Muy quietecitos, con el muerto oído / Oyendo cómo crece la marea”, trata de decir que ellos están ahí pero no pueden interactuar con el mundo exterior por su estado cadavérico y el hecho de escuchar el mar es una leve esperanza de que podrán salir un día de su sepulcro junto al mar, lo que más bien refleja el deseo de Alfonsina, donde después de muerta pueda escuchar y sentir su tan amado mar: “Y aquel mar que se mueve a vuestro lado, / Es la promesa no cumplida, de una / Resurrección”, Esto es a lo que refiero en un párrafo anterior, al sentir como se mueve el mar a su lado y escucharle, les hace sentir un poco vivos por así decirlo y les da una esperanza que no se cumplirá de que un buen día ellos volverán a la vida, a ser lo que fueron antes, un ser vivo.

Alfonsina nos intenta transmitir la inmensa soledad que sienten los muertos que yacen en ese cementerio y sólo son consolados en primavera cuando escuchan a los viajeros que a lo lejos pasan por ese mar: “En primavera, el viento, suavemente, / Desde la barca que allá lejos pasa, / Os trae risas de mujeres… Tibio / Un beso viene con la risa, filtra / La piedra fría, y se acurruca, sabio, / En vuestra boca y os consuela un poco…”, en esta parte expone el miedo a la soledad después de la muerte, lo cual es inevitable y que de cierta forma le preocupa a la autora en su miedo a morir, la soledad en una vida después de la muerte en la cual se esté consciente de ello, Swami tiene una frase para explicar un poco de éste temor que tenía Alfonsina: “Cuando el cuerpo se daña y la conciencia lo abandona, no hay posibilidad de reemplazar la parte dañada y de rejuvenecer la conciencia” esta frase la cito para poner un ejemplo del miedo de la Autora a la muerte, el cual, tal vez consistía en la perdida de su conciencia, dejar de pensar y sentir, sin embargo ésta prescindía del deterioro corporal, lo importante era la conciencia, tal como lo expresa en el poema. Algo extraño y me permito mencionar, Alfonsina se suicidó en primavera, lanzándose a su querido mar, quizá; en partes de sus poemas nos devele como es que ella morirá. Algo que está inmerso en esté poema, es el miedo de muchas personas a morir en alta mar y la desesperación que esto lleva, pero lo principal, el miedo a morir: “Pero en noches tremendas, cuando aúlla / El viento sobre el mar y allá a lo lejos / Los hombres vivos que navegan tiemblan / Sobre los cascos débiles, y el cielo / Se vuelca sobre el mar en aluviones,” esto se refiere a las tormentas tropicales que a menudo hay en las temporadas primavera-verano y en las cuales muchas de las veces, varias personas mueren.

Esté poema está impregnado del miedo a una vida solitaria y miserable después de la muerte o de que no haya una posible vida después de la muerte, de ahí el miedo a la muerte que Alfonsina transmite más de una vez en sus poemas y que quizá realmente sintió.

En varios fragmentos de Un cementerio que mira al mar (que es el poema del cual trata todo esto) habla de sentimientos de que sólo los vivos tenemos plena conciencia pero que en este extraño caso también sienten los muertos del cementerio que mira al mar, tales como soledad, falta de calor humano (digámoslo, falta de amor); vuelvo a citar a Swami “Un cuerpo sin conciencia es un cuerpo muerto”, algo que claramente no pasa con los muertos de Alfonsina, ejemplo: “Y en un lenguaje que ninguno entiende / Gritáis: -Venid, olas del mar, rodando, / Venid de golpe y envolvednos como / Nos envolvieron, de pasión movidos, / Brazos amantes…” vemos claramente que estos medio vivos y medio muertos, suplican afecto porque extrañan lo que un día tuvieron y no volverán a tener, en especial esto es a lo que ya se ha resignado la autora; cuando llegue el momento de su muerte no sentirá los brazos de sus seres queridos y a cambio pedirá a su tan amado mar que la envuelva en sus olas.

Hay una desesperación que la autora transmite en estos personajes de su poema los muertos que aun sienten y yacen en un cementerio que mira al mar, una desesperación por no hacer lo que hace un vivo, un vivo que al igual que ellos siente y desea, una desesperación que de antemano Alfonsina no desea tener cuando muera, pero que sabe, la tendrá; si es acaso que la vida después de muerta sea como lo plantea en este su poema: “…Estrujadnos olas, / Movednos de este lecho donde estamos, / Horizontales, viendo cómo pasan / Los mundos por el cielo, noche a noche” “…¡Escuchadnos fuera del sepulcro a golpes!”. En esta parte, Alfonsina expresa abiertamente el anhelo de sus personajes muertos por salir de la tumba, de huir de su eterno lecho, donde llevan algún tiempo, viendo sólo las estrellas y los planetas, cada noche de lo que podríamos llamar una existencia, ya que no están vivos.

Al estar dialogando con los muertos, Alfonsina les da un atisbo de esperanza al decirles: “Y acaso el mar escuche, innumerable, / Vuestro llamado, monte por la playa, / ¡Y os cubra al fin terriblemente hinchado!” “Entonces, como obreros que comprenden, / se detendrán las olas y leyendo / Las lápidas inscriptas, poco a poco / Las moverán a suaves golpes, hasta / Que las desplacen, lentas, -y os liberten.”; esto nos sugiere que sólo el mar que ha sido su compañero fiel por un tiempo, en un momento será su cómplice para escapar (salir) de (su sepulcro) que llamaré su prisión y ser libres allá en el mar. Esto más bien nos propone la propia esperanza de la autora, la esperanza de ser salvada por el mar (que de cierta forma, así fue) y liberada de una prisión.

Describe también la dicha que sentirán estos muertos cuando el mar les haya liberado: “¡Oh que grito el que daréis, qué enorme / Grito de muerto, cuando el mar os coja / Entre sus brazos, y os arroje al seno, Del grade abismo que se mueve siempre!”, Esto nos sugiere que se los llevará a navegar eternamente en sus aguas (esto si lo vemos de una forma romanticista) o hasta que alguien los encuentre y los devuelva al foso. Quizá, sólo quizá, sea el grito esperanzador que profirió Alfonsina al caer entre los brazos de su adorado mar quien le liberó de su doloroso y lento fin si hubiese muerto de cáncer.

Luego, casi al final del poema se expresa la felicidad y dicha de lo que yo llamaría una vida en la muerte: “…Calaveras sonrientes: elegantes / Fémures corvos, confundidos todos, / Danzarán bajo el rayo de la luna / La milagrosa danza de las aguas.”, se relaciona con la muerte de la autora; supongo que ella estaría feliz de danzar en el mar bajo la luz de la luna, feliz de librarse de sus complejos en su dolorosa vida y que por ello se suicidó de una manera romántica, lanzándose al Mar.

En general este poema me transmite la idea que tenía Alfonsina de la muerte, los miedos, suposiciones, etc.

En realidad transmite un miedo a la muerte (que quizá estuvo experimentando la autora, mientras lo escribía), resignación a ella y la esperanza de que exista una vida después de ésta, en la que puedas pensar y sentir, como nos plantea Swami en su libre Más allá del nacimiento y de la muerte: “No queremos morir porque en realidad somos permanentes” haciendo una referencia al alma y conciencia que hay en nuestro interior. Por muy extraño que parezca, ella no transmite la presencia de un Dios todo poderoso que va a salvarlos (a ella y a sus muertos) y llevarlos a un paraíso, como tampoco transmite la de un demonio o ente maligno que los lleve a un infierno, si no que todo se queda en la tierra, en un punto medio, donde hay de todo.

Para finalizar, el tema que he elegido ha sido principalmente porque es un tema que supongo interesa a la gran mayoría de las personas, que como a Alfonsina, nos preocupa que habrá después de morir, lo cual nos genera miedos e inseguridades, ya que por naturaleza el ser humano busca su permanencia en este mundo y con la esperanza de seguir vigente en otro, como he propuesto anteriormente.



BIBLIOGRAFÍA:
ANDREOLA, Carlos A.: Alfonsina Storni: Vida, talento y soledad, Buenos Aires 1972.
MONTERO, Rosa, El miedo a la muerte, Oppen Liffe Revista, Julio de 2004.
SALVAREZZA, Luis Alberto: El Cementerio: Florilegio Lírico, Revista Almiar.
SALOMONE, Alicia, Alfonsina Storni: Mujeres, modernidad y literatura
STORNI, Alfonsina: Languidez, Ediciones Terremozas, 1996
STORNI, Alfonsina: Libro de Versos (Manuscritos), Buenos Aires.
STORNI, Alfonsina: Poesías, Librodot.com.
SWANMI, A.C. Bhaktivedanta Prabhup?da, Beyond Birth and Death (Más allá del nacimiento y de la muerte),
The Bhaktivedanta Book Trust Internacional, México D.F.

«Carta lírica a otra mujer»: Alfonsina Storni; poema y análisis


«Carta lírica a otra mujer»: Alfonsina Storni; poema y análisis.




Carta lírica a otra mujer (Carta lírica a otra mujer) es un poema de amor de la escritora argentina Alfonsina Storni (1892-1938), publicado en la antología de 1920: Languidez.

En Carta lírica a otra mujer, uno de los mejores poemas de amor de Alfonsina Storni, la autora desnuda sus sentimientos de humillación. A pesar de sentirse vencida, atormentada, Alfonsina Storni aún se expresa como una mujer con deseos de vivir un gran amor.

El argumento de Carta lírica a otra mujer presenta a una mujer que no ha logrado conquistar al hombre que ama, y que intenta expresar, sin envidia ni rencor, la suerte de ser la otra, de ser la mujer elegida, y no ella.




Carta lírica a otra mujer.
Carta lírica a otra mujer, Alfonsina Storni (1892-1938)

Vuestro nombre no sé, ni vuestro rostro
conozco yo, y os imagino blanca,
débil como los brotes iniciales,
pequeña, dulce... Ya ni sé... Divina,
en vuestros ojos, placidez de lago
que se abandona al sol y dulcemente
le absorbe su oro mientras todo calla.

Y vuestras manos, finas, como aqueste
dolor, el mío, que se alarga, se alarga,
y luego se me muere y se concluye
así, como lo veis, en algún verso.

Ah, ¿sois así? Decidme si en la boca
tenéis un rumoroso colmenero,
si las orejas vuestras son a modo
de pétalos de rosa ahuecados...

Decidme si lloráis, humildemente,
mirando las estrellas tan lejanas
y si en las manos tibias se os duermen
palomas blancas y canarios de oro.

Porque todo eso y más, vos sois, sin duda
vos, que tenéis el hombre que adoraba
entre las manos dulces, vos la bella
que habéis matado, sin saberlo acaso,
toda esperanza en mí... Vos, su criatura.

Porque él es todo vuestro: cuerpo y alma
estáis gustando del amor secreto
que guardé silencioso... Dios lo sabe
por qué, que yo no alcanzo a penetrarlo.

Os lo confieso que una vez estuvo
tan cerca de mi brazo, que a extenderlo
acaso mía aquella dicha vuestra
me fuera ahora... Sí, acaso mía...

Mas ved, estaba el alma tan gastada
que el brazo mío no alcanzó a extenderse:
la sed divina, contenida entonces,
me pulió el alma....Y él ha sido vuestro!

¿Comprendéis bien? Ahora, en vuestros brazos
él se estremece y le decís palabras
pequeñas y menudas que semejan
pétalos volanderos y muy blancos.

¡Oh, ceñidle la frente! ¡Era tan amplia!
Arrancaban tan firmes los cabellos
a grandes ondas, que a tenerla cerca,
no hiciera yo otra cosa que ceñirla!

Luego dejad que en vuestras manos vaguen
los labios suyos; él me dijo un día
que nada era tan dulce al alma suya
como besar las femeninas manos...

Y acaso, alguna vez, yo, la que anduve
vagando por afuera de la vida,
—como aquellos filósofos mendigos
que van a las ventanas señoriales
a mirar sin envidia toda fiesta—

me allegue alguna vez a vuestro lado
y con palabras quedas, susurrantes,
os pida vuestras manos un momento,
para besarlas, yo, cómo él las besa...

Y al recubrirlas, lenta, lentamente,
vaya pensando: aquí se aposentaron
¿cuánto tiempo, sus labios, cuánto tiempo
en las divinas manos que son suyas?

Oh, qué amargo deleite, este deleite
de buscar huellas suyas y seguirlas
sobre las manos vuestras tan sedosas,
tan finas, con las venas tan azules!

Oh, que nada podría, ni ser suya,
ni dominarle el alma, ni tenerlo
rendido aquí a mis pies, recompensarme
este horrible deleite de ser mío
un inefable, apasionado rastro...

Y allí en vos misma, sí, pues sois barrera,
barrera ardiente, viva, que al tocarla
ya me remueve este cansancio amargo,
este silencio de alma en que me escudo,

este dolor mortal en que me abismo
esta inmovilidad del sentimiento,
que sólo salta bruscamente cuando
nada es posible!

Alfonsina Storni (1892-1938)




Poemas góticos. I Poemas de Alfonsina Storni.


Más literatura gótica:
El análisis y resumen del poema de Alfonsina Storni: Carta lírica a otra mujer (Carta lírica a otra mujer), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

«Alma desnuda»: Alfonsina Storni; poema y análisis.


«Alma desnuda»: Alfonsina Storni; poema y análisis.




Alma desnuda (Alma desnuda) es un poema modernista de la escritora argentina Alfonsina Storni (1892-1932), publicado en la antología de 1919: Irremediablemente.

Alma desnuda, uno de los mejores poemas de amor de Alfonsina Storni, nos permite conocer la intimidad de la autora, es decir, el alma de Alfonsina Storni que se desnuda emocionalmente en un mundo hostil con las mujeres que defienden su identidad personal.

De esta forma, Alma desnuda es realmente un retrato del desnudo emocional de Alfonsina Storni, una muestra de su corazón, de sus miedos, de sus deseos, de su fortaleza. En definitiva, la única forma en la que un alma puede mostrarse fuerte en sus convicciones es desnudándose. Y más aún, incluso podemos pensar que en la desnudez del alma no hay lugar para la debilidad.




Alma desnuda.
Alma desnuda, Alfonsina Storni (1892-1932)

Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.

Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
Con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia,
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega,

Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.

Alfonsina Storni (1892-1932)




Poemas góticos. I Poemas de Alfonsina Storni.


Más literatura gótica:
El análisis y resumen del poema de Alfonsina Storni: Alma desnuda (Alma desnuda), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

«Voy a dormir»: Alfonsina Storni; poema y análisis


«Voy a dormir»: Alfonsina Storni; poema y análisis.




Voy a dormir (Voy a dormir) es el último poema de la escritora argentina Alfonsina Storni (1892-1938), escrito pocas horas antes de su muerte.

Ciudad de Mar del Plata, primavera. Una mujer de cabello corto camina con decisión hacia la playa. Algunos dicen que Alfonsina Storni se internó lentamente en el Océano Atlántico; otros deducen que se arrojó a las aguas embravecidas desde una escollera.

Lo único cierto es que Alfonsina Storni desapareció en el mar en la madrugada del 25 de octubre de 1938. Tenía 46 años de edad.

Esa misma noche, horas antes de su desaparición, Alfonsina Storni envió tres cartas: una para su amigo Gálvez, solicitándole que cuide a su familia; otra para su hijo, Alejandro; y una tercera para el periódico La Nación, adjuntando su último poema: Voy a dormir.

Voy a dormir, uno de los mejores poemas de Alfonsina Storni, es también su despedida.




Voy a dormir.
Voy a dormir, Alfonsina Storni (1892-1938)

Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvidea... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...

Alfonsina Storni (1892-1938)




Poemas góticos. I Poemas de Alfonsina Storni.


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«La enamorada»: Alejandra Pizarnik; poema y análisis


«La enamorada»: Alejandra Pizarnik; poema y análisis.




La enamorada (La enamorada) es un poema de amor de la escritora argentina Alejandra Pizarnik (1936-1972), publicado en la antología de 1956: La última inocencia.

Fuertemente influenciada por Alfonsina Storni, Delmira Agustini, pero sobre todo por los grandes poetas malditos, como Charles Baudelaire y Arthur Rimbaud, Alejandra Pizarnik rechaza los temas clásicos de la poesía de las mujeres, tales como la dulzura, la fidelidad, la ternura, la abnegación y la castidad.

En cambio, ofrece una imagen de la feminidad violenta, no convencional, en definitiva, el retrato de una mujer atravesada por una sociedad que la recluye.

La enamorada fue dedicado a Oscar Ostrón, psicoanalista de Alejandra Pizarnik, de quien estaba secretamente enamorada.

Cualquier mujer que haya sufrido la indiferencia o el desprecio seguramente se sentirá identificada con el profundo sentimiento de dolor y pérdida que Alejandra Pizarnik imprimió sobre los exquisitos versos de La enamorada.



La enamorada.
La enamorada, Alejandra Pizarnik (1936-1972)

Esta lúgubre manía de vivir,
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra no lo niegues.

Hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió.

Enviarás mensajes, sonreirás,
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado.

Oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú
te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!

Alejandra Pizarnik (1936-1972)




Más poemas de Alejandra Pizarnik. I Poemas de amor.


Más literatura gótica:
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«La caricia perdida»: Alfonsina Storni; poema y análsis


«La caricia perdida»: Alfonsina Storni; poema y análsis.




La caricia perdida (La caricia perdida) es un poema de amor de la escritora argentina Alfonsina Storni (1892-1938).

En cierta forma, La caricia perdida refleja a la perfección la filosofía de Alfonsina Storni, que nunca logró reconciliarse plenamente con los hombres.

Para Alfonsina Storni, la esencia de la mujer está investida de atributos morales, éticos y espirituales de carácter superior, lo cual la vuelve una especie de víctima ya que su condena es amar al hombre, ser egoísta y despótico.

Dentro de ese conflicto casi mitológico entre la posesión de atributos espirituales refinados y, a pesar de ello, la condena de sentirse atraída por los hombres, criaturas mucho menos etéreas; Alfonsina Storni construye uno de sus mejores poemas.

La caricia perdida es, en última instancia, un poema que refleja la desesperación de una mujer por encontrar a alguien a quien amar, no ya como objetivo de vida, sino por una necesidad casi fisiológica.

Tanto amor para dar tienen las mujeres, tantas caricias se acumulan en la espera del hombre adecuado, que Alfonsina Storni imagina en La caricia perdida el momento preciso en el que se derrumban todas las cláusulas, todas las exigencias; y la necesidad vital por encontrar a alguien, cualquiera, a quien acariciar.



La caricia perdida.
La caricia perdida, Alfonsina Storni (1892-1938)

Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida ¿quién la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...

Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.

Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?

Alfonsina Storni (1892-1938)




Poemas góticos. I Poemas de Alfonsina Storni.


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«Un cementerio que mira al mar»: Alfonsina Storni; poema y análisis


«Un cementerio que mira al mar»: Alfonsina Storni; poema y análisis.




Un cementerio que mira al mar (Un cementerio que mira al mar) es un poema de la escritora argentina Alfonsina Storni (1892-1938), compuesto en 1920.

Muchos consideran que Un cementerio que mira al mar presagia el suicidio de Alfonsina Storni en 1938, fecha en la que se arrojó al mar desde una escollera de la ciudad de Mar del Plata.

Sin embargo, esto no es así.

Un cementerio que mira al mar en realidad está inspirado en una visita que Alfonsina Storni realizó al Cementerio del Buceo, Uruguay, en 1920; donde presenció un curioso ritual de luces frente al mar.

Así como el lector sitúa a Jorge Luis Borges entre espejos, rodeado de laberintos impensables, o a William Blake entre tigres, debatiendo la posibilidad del bien en un mundo resueltamente brutal, Alfonsina Storni parece ubicarse siempre en la cercanía del mar, dialogando con la muerte, generando un vínculo que ya resulta indivisible de su obra.



Un cementerio que mira al mar.
Alfonsina Storni (1892-1938)

Decid, oh muertos, ¿quién os puso un día
Así acostados junto al mar sonoro?
¿Comprendía quien fuera que los muertos
Se hastían ya del canto de las aves
Y os han puesto muy cerca de las olas
Porque sintáis del mar azul, el ronco
Bramido que apavora?

Os estáis junto al mar que no se calla
Muy quietecitos, con el muerto oído
Oyendo cómo crece la marea,
Y aquel mar que se mueve a vuestro lado,
Es la promesa no cumplida, de una
Resurrección.

En primavera, el viento, suavemente,
Desde la barca que allá lejos pasa,
Os trae risas de mujeres... Tibio
Un beso viene con la risa, filtra
La piedra fría, y se acurruca, sabio,
En vuestra boca y os consuela un poco...
Pero en noches tremendas, cuando aúlla
El viento sobre el mar y allá a lo lejos
Los hombres vivos que navegan tiemblan
Sobre los cascos débiles, y el cielo
Se vuelca sobre el mar en aluviones,
Vosotros, los eternos contenidos,
No podéis más, y con esfuerzo enorme
Levantáis las cabezas de la tierra.

Y en un lenguaje que ninguno entiende
Gritáis: -Venid, olas del mar, rodando,
Venid de golpe y envolvednos como
Nos envolvieron, de pasión movidos,
Brazos amantes. Estrujadnos, olas,
Movednos de este lecho donde estamos
Horizontales, viendo cómo pasan
Los mundos por el cielo, noche a noche...
Entrad por nuestros ojos consumidos,
Buscad la lengua, la que habló, y movedla,
¡Echadnos fuera del sepulcro a golpes!

Y acaso el mar escuche, innumerable,
Vuestro llamado, monte por la playa,
¡Y os cubra al fin terriblemente hinchado!

Entonces, como obreros que comprenden,
Se detendrán las olas y leyendo
Las lápidas inscriptas, poco a poco
Las moverán a suaves golpes, hasta
Que las desplacen, lentas, -y os liberten.
¡Oh, qué hondo grito el que daréis, qué enorme
Grito de muerto, cuando el mar os coja
Entre sus brazos, y os arroje al seno
Del grande abismo que se mueve siempre!

Brazos cansados de guardar la misma
Horizontal postura; tibias largas,
Calaveras sonrientes: elegantes
Fémures corvos, confundidos todos,
Danzarán bajo el rayo de la luna
La milagrosa danza de las aguas.
Y algunas desprendidas cabelleras.
Rubias acaso, como el sol que baje
Curioso a veros, islas delicadas
Formarán sobre el mar y acaso atraigan
A los pequeños pájaros viajeros.

Alfonsina Storni (1892-1938)




Más poemas góticos. I Poemas de Alfonsina Storni.


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El análisis y resumen del poema de Alfonsina Storni: Un cementerio que mira al mar (Un cementerio que mira al mar) fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

Alfonsina Storni: poemas: libros: biografía


Alfonsina Storni: poemas, libros, biografía:




Le damos la bienvenida a una de las grandes poetisas latinoamericanas de todos los tiempos: Alfonsina Storni (1892-1938).

Anhelábamos su presencia en El Espejo Gótico desde hace mucho tiempo. Su lectura, en apariencia lejana al estilo gótico, nos ha deparado largas horas de placer. Sólo esperamos que esa dicha encuentre su reflejo entre ustedes.



Alfonsina Storni: artículos:


Alfonsina Storni: poemas:


Alfonsina Storni: obras:
  • Antología poética.
  • Blanco... negro... blanco (teatro infantil)
  • Dos farsas pirotécnicas.
  • Cimbelina en el 1900 y pico (Farsa trágica. Una de las Dos farsas pirotécnicas)
  • Dos palabras.
  • El amo del mundo. (Teatro. Comedia en 3 actos)
  • El Dios de los pájaros (teatro infantil)
  • El dulce daño.
  • El hijo.
  • Irremediablemente.
  • Jorge y su conciencia (teatro infantil)
  • La debilidad de Mister Dougall (Teatro. Comedia en 3 actos)
  • La inquietud del rosal.
  • Languidez.
  • Los cazadores de fieras.
  • Los degolladores de estatuas.
  • Ocre.
  • Pedro y Pedrito.
  • Mascarilla y Trébol.
  • Morir sobre los campos.
  • Mundo de siete pozos.
  • Nosotras y la piel.
  • Poemas de amor.
  • Poesías completas.
  • Polixena y la cocinerita. (Farsa trágica. Una de las Dos farsas pirotécnicas)
  • Un sueño en el camino.


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El resumen y análisis de todos los poemas de Alfonsina Storni fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com



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