Miedo y resignación a la muerte: Miriam Marlem Alonso Carrillo

Miedo y resignación a la muerte.
Un tipo de vida después de la muerte.

Por Miriam Marlem Alonso Carrillo.


Mí esperanza, yo sé que tú estás muerta.
No tienes de los vivos más que la inestable fluctuación perpetua;
No sé si un tiempo vigorosa fuiste,
Ahora, estás muerta.
Yo sé que tú eres de esas
Que vuelven redivivas en la noche
A decir otra vez su última verba.
María Eugenia Vaz Ferreira, El ataúd flotante


Elegí este tema ya que me dí cuenta que la mayoría de los poemas de Alfonsina Storni, tienen una temática en la que involucra a la muerte, así que plantee estas cuestiones: ¿Alfonsina tenía miedo a la muerte?, indagué un poco acerca de la vida y muerte de Alfonsina, en la cual hay muchísimos datos interesantes, algunos de ellos, me hicieron plantear la segunda y tercera cuestión ¿Alfonsina estaba resignada a morir? ¿Ella creía en una vida más allá de la muerte?

El miedo a la muerte es común entre los seres humanos, con relación a este común miedo, citando a la psicóloga Rosa Montero, la cual dice en uno de sus artículos “El miedo a la muerte tiene que ver con el miedo al cambio”; la no tan común resignación a esta es algo tan triste y regularmente pasa en las personas que sufren una enfermedad terminal; un claro ejemplo fue Alfonsina Storni, poetisa y escritora argentina, quien después de la muerte de su marido comenzó a escribir poemas relacionados con el dolor, desesperación y muerte; pero fue luego de que le detectarán cáncer de mama cuando comenzó a escribir poemas en los cuales expresa su miedo a la muerte y más que nada un planteamiento de una vida después de la muerte, el ¿qué habrá más allá?, pero también expresa su resignación a esta, y más de una vez lo plasma en sus poemas, por ejemplo: “Si en una de tus casas, Buenos Aires, me muero / Viendo en días de otoño tu cielo prisionero / No me será sorpresa la lápida pesada”. Luego de la muerte de su gran amigo Horacio Quiroga, Alfonsina le dedica un poema donde más bien plasma su propio final, algo así como informarnos como desea morir y cómo más tarde lo hará: “Morir como tú Horacio, en tus cabales, / Y así como en tus cuentos, no está mal…”.

Parece que la mejor forma de expresar este miedo y resignación en cuanto a la muerte es mediante la poesía, tal como trato de demostrar que lo hizo Alfonsina Storni en uno de sus poemas: Un cementerio que mira al mar, pero no sólo eso, sino que también, de mostrar que ella tenía la idea de una vida después de la muerte, quizá no en un paraíso ni en un infierno, sino aquí en la tierra con nuestros cuerpos descarnados y en un sepulcro bajo tierra, sintiendo, pensando y añorando.

En este poema Alfonsina dialoga con los muertos quienes yacen junto al mar “Decid, oh muertos, ¿Quién os puso un día / Así acostados junto al mar sonoro?” en este caso podemos observar a un tipo de Dios, quien les ha dejado así, con sentimientos y sensaciones que sólo los vivos podrían tener, pero que un Dios o un ente superior les ha dejado en un estado al cual podría llamarsele intermedio, medio muertos, medio vivos, debido a el razonamiento y sentimientos que experimentan estos muertos, una afirmación para intentar reforzar esto es, citando a Swami: “La conciencia es absolutamente necesaria para la animación del cuerpo”, esto explica lo que sucede con los muertos de Alfonsina. También hace esta pregunta: “¿Comprendía quien fuera que los muertos / Se hastían ya del canto de las aves / Y os han puesto muy cerca de las olas / Porque sintáis del mar azul, el ronco / Bramido que apavora?, vuelvo a decir, según mi criterio, que se refiere a un ser supremo que está consciente o inconsciente de que los muertos aún sienten, perciben, piensan, etc. Como si estuviesen vivos y les deja desconcertados en un tipo de vida que ellos no comprenden.

Alfonsina deja entrever en este poema que pretendo dar a entender (de una forma sintética), que aún y cuando se es un cadáver, estás en contacto con un poco del mundo exterior: “Os estáis junto al mar que no se calla / Muy quietecitos, con el muerto oído / Oyendo cómo crece la marea”, trata de decir que ellos están ahí pero no pueden interactuar con el mundo exterior por su estado cadavérico y el hecho de escuchar el mar es una leve esperanza de que podrán salir un día de su sepulcro junto al mar, lo que más bien refleja el deseo de Alfonsina, donde después de muerta pueda escuchar y sentir su tan amado mar: “Y aquel mar que se mueve a vuestro lado, / Es la promesa no cumplida, de una / Resurrección”, Esto es a lo que refiero en un párrafo anterior, al sentir como se mueve el mar a su lado y escucharle, les hace sentir un poco vivos por así decirlo y les da una esperanza que no se cumplirá de que un buen día ellos volverán a la vida, a ser lo que fueron antes, un ser vivo.

Alfonsina nos intenta transmitir la inmensa soledad que sienten los muertos que yacen en ese cementerio y sólo son consolados en primavera cuando escuchan a los viajeros que a lo lejos pasan por ese mar: “En primavera, el viento, suavemente, / Desde la barca que allá lejos pasa, / Os trae risas de mujeres… Tibio / Un beso viene con la risa, filtra / La piedra fría, y se acurruca, sabio, / En vuestra boca y os consuela un poco…”, en esta parte expone el miedo a la soledad después de la muerte, lo cual es inevitable y que de cierta forma le preocupa a la autora en su miedo a morir, la soledad en una vida después de la muerte en la cual se esté consciente de ello, Swami tiene una frase para explicar un poco de éste temor que tenía Alfonsina: “Cuando el cuerpo se daña y la conciencia lo abandona, no hay posibilidad de reemplazar la parte dañada y de rejuvenecer la conciencia” esta frase la cito para poner un ejemplo del miedo de la Autora a la muerte, el cual, tal vez consistía en la perdida de su conciencia, dejar de pensar y sentir, sin embargo ésta prescindía del deterioro corporal, lo importante era la conciencia, tal como lo expresa en el poema. Algo extraño y me permito mencionar, Alfonsina se suicidó en primavera, lanzándose a su querido mar, quizá; en partes de sus poemas nos devele como es que ella morirá. Algo que está inmerso en esté poema, es el miedo de muchas personas a morir en alta mar y la desesperación que esto lleva, pero lo principal, el miedo a morir: “Pero en noches tremendas, cuando aúlla / El viento sobre el mar y allá a lo lejos / Los hombres vivos que navegan tiemblan / Sobre los cascos débiles, y el cielo / Se vuelca sobre el mar en aluviones,” esto se refiere a las tormentas tropicales que a menudo hay en las temporadas primavera-verano y en las cuales muchas de las veces, varias personas mueren.

Esté poema está impregnado del miedo a una vida solitaria y miserable después de la muerte o de que no haya una posible vida después de la muerte, de ahí el miedo a la muerte que Alfonsina transmite más de una vez en sus poemas y que quizá realmente sintió.

En varios fragmentos de Un cementerio que mira al mar (que es el poema del cual trata todo esto) habla de sentimientos de que sólo los vivos tenemos plena conciencia pero que en este extraño caso también sienten los muertos del cementerio que mira al mar, tales como soledad, falta de calor humano (digámoslo, falta de amor); vuelvo a citar a Swami “Un cuerpo sin conciencia es un cuerpo muerto”, algo que claramente no pasa con los muertos de Alfonsina, ejemplo: “Y en un lenguaje que ninguno entiende / Gritáis: -Venid, olas del mar, rodando, / Venid de golpe y envolvednos como / Nos envolvieron, de pasión movidos, / Brazos amantes…” vemos claramente que estos medio vivos y medio muertos, suplican afecto porque extrañan lo que un día tuvieron y no volverán a tener, en especial esto es a lo que ya se ha resignado la autora; cuando llegue el momento de su muerte no sentirá los brazos de sus seres queridos y a cambio pedirá a su tan amado mar que la envuelva en sus olas.

Hay una desesperación que la autora transmite en estos personajes de su poema los muertos que aun sienten y yacen en un cementerio que mira al mar, una desesperación por no hacer lo que hace un vivo, un vivo que al igual que ellos siente y desea, una desesperación que de antemano Alfonsina no desea tener cuando muera, pero que sabe, la tendrá; si es acaso que la vida después de muerta sea como lo plantea en este su poema: “…Estrujadnos olas, / Movednos de este lecho donde estamos, / Horizontales, viendo cómo pasan / Los mundos por el cielo, noche a noche” “…¡Escuchadnos fuera del sepulcro a golpes!”. En esta parte, Alfonsina expresa abiertamente el anhelo de sus personajes muertos por salir de la tumba, de huir de su eterno lecho, donde llevan algún tiempo, viendo sólo las estrellas y los planetas, cada noche de lo que podríamos llamar una existencia, ya que no están vivos.

Al estar dialogando con los muertos, Alfonsina les da un atisbo de esperanza al decirles: “Y acaso el mar escuche, innumerable, / Vuestro llamado, monte por la playa, / ¡Y os cubra al fin terriblemente hinchado!” “Entonces, como obreros que comprenden, / se detendrán las olas y leyendo / Las lápidas inscriptas, poco a poco / Las moverán a suaves golpes, hasta / Que las desplacen, lentas, -y os liberten.”; esto nos sugiere que sólo el mar que ha sido su compañero fiel por un tiempo, en un momento será su cómplice para escapar (salir) de (su sepulcro) que llamaré su prisión y ser libres allá en el mar. Esto más bien nos propone la propia esperanza de la autora, la esperanza de ser salvada por el mar (que de cierta forma, así fue) y liberada de una prisión.

Describe también la dicha que sentirán estos muertos cuando el mar les haya liberado: “¡Oh que grito el que daréis, qué enorme / Grito de muerto, cuando el mar os coja / Entre sus brazos, y os arroje al seno, Del grade abismo que se mueve siempre!”, Esto nos sugiere que se los llevará a navegar eternamente en sus aguas (esto si lo vemos de una forma romanticista) o hasta que alguien los encuentre y los devuelva al foso. Quizá, sólo quizá, sea el grito esperanzador que profirió Alfonsina al caer entre los brazos de su adorado mar quien le liberó de su doloroso y lento fin si hubiese muerto de cáncer.

Luego, casi al final del poema se expresa la felicidad y dicha de lo que yo llamaría una vida en la muerte: “…Calaveras sonrientes: elegantes / Fémures corvos, confundidos todos, / Danzarán bajo el rayo de la luna / La milagrosa danza de las aguas.”, se relaciona con la muerte de la autora; supongo que ella estaría feliz de danzar en el mar bajo la luz de la luna, feliz de librarse de sus complejos en su dolorosa vida y que por ello se suicidó de una manera romántica, lanzándose al Mar.

En general este poema me transmite la idea que tenía Alfonsina de la muerte, los miedos, suposiciones, etc.

En realidad transmite un miedo a la muerte (que quizá estuvo experimentando la autora, mientras lo escribía), resignación a ella y la esperanza de que exista una vida después de ésta, en la que puedas pensar y sentir, como nos plantea Swami en su libre Más allá del nacimiento y de la muerte: “No queremos morir porque en realidad somos permanentes” haciendo una referencia al alma y conciencia que hay en nuestro interior. Por muy extraño que parezca, ella no transmite la presencia de un Dios todo poderoso que va a salvarlos (a ella y a sus muertos) y llevarlos a un paraíso, como tampoco transmite la de un demonio o ente maligno que los lleve a un infierno, si no que todo se queda en la tierra, en un punto medio, donde hay de todo.

Para finalizar, el tema que he elegido ha sido principalmente porque es un tema que supongo interesa a la gran mayoría de las personas, que como a Alfonsina, nos preocupa que habrá después de morir, lo cual nos genera miedos e inseguridades, ya que por naturaleza el ser humano busca su permanencia en este mundo y con la esperanza de seguir vigente en otro, como he propuesto anteriormente.



BIBLIOGRAFÍA:
ANDREOLA, Carlos A.: Alfonsina Storni: Vida, talento y soledad, Buenos Aires 1972.
MONTERO, Rosa, El miedo a la muerte, Oppen Liffe Revista, Julio de 2004.
SALVAREZZA, Luis Alberto: El Cementerio: Florilegio Lírico, Revista Almiar.
SALOMONE, Alicia, Alfonsina Storni: Mujeres, modernidad y literatura
STORNI, Alfonsina: Languidez, Ediciones Terremozas, 1996
STORNI, Alfonsina: Libro de Versos (Manuscritos), Buenos Aires.
STORNI, Alfonsina: Poesías, Librodot.com.
SWANMI, A.C. Bhaktivedanta Prabhup?da, Beyond Birth and Death (Más allá del nacimiento y de la muerte),
The Bhaktivedanta Book Trust Internacional, México D.F.

2 comentarios:

Quarter Queen dijo...

La historia de Alfonsina es una historia bastante triste, y no puedo sino sentir admiración por esa gran mujer, cuya muerte fue la mayor de sus poesías.
Creo que es natural que haya sentido miedo a la muerte, pero su gran fortaleza se encuentra en haberlo transformado en poesía, escribiendo acerca de sus sentimientos y sus debilidades.
La admiro y la respeto por sus logros literarios, y por la manera en que sobrevive a la muerte, transformándose en poesía eterna.

Anónimo dijo...

a mi mamá le gusta Alfonsina Storni,si le muestro la página se va a poner contenta.gracias!ludmila sanzo



Lo más visto esta semana en El Espejo Gótico:

Relato de Walter de la Mare.
Mitología.
Poema de Emily Dickinson.

Relato de Vincent O'Sullivan.
Taller gótico.
Poema de Robert Graves.