Grendel y la misteriosa raza de los «Eotens».


Grendel y la misteriosa raza de los «Eotens».




El odio de Grendel se desató,
el monstruo disfrutó su guerra contra los daneses,
manteniendo viva la sangrienta enemistad,
sin buscar la paz, sin ofrecer tregua,
sin aceptar ningún acuerdo,
sin precio en oro o tierra,
cometiendo un crimen tras otro.


Grendel, como todos los Monstruos medievales, vive fuera de la sociedad, entre lo pagano y el cristianismo, mucho antes ser transformado por el cuento de hadas como una advertencia para los niños. La amenaza es que uno puede morir en esa región incierta, y que su cadáver será devorado [ver: Nachtkrapp: el cuento Vikingo para mandar a los chicos a dormir]

Estas historias a menudo se desarrollaron en períodos de escasez de alimentos. Por supuesto, los Monstruos nunca mueren de hambre, pero existen al margen de las sociedades que temen a la hambruna, y sobre todo a lo que puede reducirse el ser humano cuando está asediado por el hambre. Hansel y Gretel no corren ningún peligro hasta que su propio padre los abandona en el bosque debido a la falta de comida. Son los padres los que conducen a los niños a la cueva del Monstruo [ver: Groac'h: la bruja de Hansel y Gretel]

Beowulf es el poema más largo que se conserva en Inglés Antiguo, y Grendel es su primer y único villano con nombre propio. Geoffrey de Monmouth en su Historia Regum Britanniae [La historia de los reyes de Gran Bretaña, 1136] afirma que, antes de que los humanos llegaran a las Islas Británicas, los habitantes originales eran gigantes caníbales que tuvieron que ser derrotados por Brutus, nieto de Eneas de Troya. Estos gigantes luego fueron conocidos como Ogros y Trolls.

Beowulf es una historia pagana escrita por un cristiano, inspirada en una narración oral compartida entre los paganos de Gran Bretaña y Escandinavia. En otras palabras, es una historia nórdica muy antigua que luego fue llevada al pergamino por un monje que agregó algunos elementos cristianos. Los personajes [todos paganos] hablan del cristianismo, pero el elemento más cristiano del poema es su adversario, Grendel, y la forma en que el héroe, Beowulf, lo considera.

Beowulf, rey de los gautas, es el protagonista del poema. Es un poderoso guerrero que busca poner a prueba su fuerza. Primero lleva a sus hombres a Dinamarca para ayudar al rey Hrothgar contra la criatura que está haciendo estragos en su reino, Grendel; y, más adelante en el poema, luchará y matará a la madre de Grendel. Si bien Beowulf era originalmente un guerrero pagano, el monje puso el nombre de Cristo en sus labios. También afirmó que Grendel era «descendiente de Caín», y que los enemigos de Beowulf, por lo tanto, eran enemigos de Dios. En otras palabras, la naturaleza misma de Grendel lo convierte en el enemigo, no solo de los daneses y los gautas, sino de Dios.

La descripción de Grendel es vaga y existen numerosos debates sobre qué es exactamente. Se lo describe en el poema como un aglæca, una palabra relacionada con aglæc: «calamidad», que a su vez proviene de āglāc, «tormento». Esta era una palabra para referirse a un guerrero poderoso, y también se la usa en relación a Beowulf. Grendel además recibe el epíteto sceadugenga, «caminante de las sombras»; es decir, alguien que habita o se mueve únicamente en la oscuridad: un noctámbulo.

En el poema se hace referencia a Grendel y a su madre como gigantes, demonios, espíritus infernales y lobos en varios puntos, pero no se da una descripción física o identificación de especie. Ciertamente no es humano, de otro modo, el autor seguramente habría hablado de canibalismo; sin embargo, Grendel está relacionado con los humanos por ser descendiende de Adán, pero al mismo tiempo está separado de la humanidad por su descendencia de Caín.

Sabemos que Grendel tiene envidia de los hombres en Heorot, el salón de Hrothgar, y eso alimenta su ira, que a su vez lo hace matar y luego comer a sus víctimas. Cuando nos encontramos por primera vez con Grendel, entra en Heorot mientras los hombres de Hrothgar duermen, despertándolos abruptamente con su ira y violencia:


Estaban profundamente dormidos,
saciados y despreocupados
después del banquete, sin pena ni temor.
Él
[Grendel] los atacó con terrible rapidez,
sombríamente, arrancando con avidez de sus camas
a treinta desafortunados thanes del rey,
regodeándose, glorificándose en el hecho espantoso,
y luego arrastrando los pies a casa con su vergonzoso botín.


Grendel mata a treinta de los hombres de Hrothgar y se lleva los cuerpos [el «vergonzoso botín»] para devorarlos en su cubil. Esto era espantoso tanto para la mentalidad escandinava como para la cristiana. Los treinta desafortunados thanes que murieron no recibieron ni un entierro cristiano ni un funeral vikingo. Una muerte honorable en la batalla no sería espantosa para un nórdico, pero ser consumido por un descendiente de Caín era un destino bastante ingrato.

Este es el contexto en el cual Beowulf llega a Heorot. Grendel se está comiendo a los guerreros más fuertes y parece imparable. Pero, poco después de la llegada de Beowulf, Grendel cae en su trampa, pero aun así se las arregla para comerse a alguien más antes de que el héroe pueda actuar:


Al monstruo no le importaba perder el tiempo,
sino que se abalanzó repentinamente sobre un hombre dormido;
babeando de avaricia lo abrió,
tragó la sangre que brotaba de sus venas
y masticó grandes bocados de carne;
lo devoró por completo, manos y pies incluidos.


El autor [anónimo] reconoce que Grendel incluso se come las manos y los pies del guerrero, lo que significa varias cosas. Primero, Grendel es más una bestia que un ser humano, ya que se come las partes que, en un animal, normalmente se consideran no comestibles [ver: La biología de los Monstruos]

Ahora bien, su condición de monstruo sobrenatural no se describe claramente en Beowulf. Solo sabemos que, siendo maldecido como descendiente de Caín, Grendel está atormentado por los sonidos de los cantos que llegan todas las noches desde el salón de Hrothgar. No puede soportarlo más y ataca a Heorot. Continúa haciéndolo todas las noches, ¡por doce años!

El rey Hrothgar le da a Beowulf una calurosa bienvenida y ofrece un banquete. Luego, Beowulf y sus guerreros se acuestan en el salón para esperar el ataque de la criatura. Grendel acecha fuera del edificio por un tiempo, espiando a los guerreros adentro. Luego ataca. Rompe la puerta con los puños e ingresa. El primer guerrero que encuentra todavía está dormido, por lo que lo agarra y lo devora. Grendel agarra a un segundo guerrero, pero se sorprende cuando este lo sujeta con una fuerza irresistible. Mientras Grendel intenta zafarse, el lector descubre que ese segundo guerrero es Beowulf.

Beowulf no usa armas ni protección en esta pelea. Tampoco confía en sus compañeros; no los necesita. Confía en que Dios le ha dado la fuerza para derrotar a Grendel. Finalmente, le arranca el brazo, hiriendo mortalmente a la criatura. Grendel huye pero muere en su guarida en el pantano. Allí, Beowulf luego se involucra en una feroz batalla con la madre de Grendel, y de nuevo sale victorioso. Entonces Beowulf encuentra el cadáver de Grendel y le corta la cabeza, que conserva como trofeo. El héroe regresa a la superficie, y a sus hombres que lo esperan, a las nōn [alrededor de las 3 p.m.] Regresa a Heorot, donde un agradecido Hrothgar lo colma de regalos.

Grendel se presenta como alguien, o algo, que puede comerse a los muertos con impunidad, hasta que se encuentra con Beowulf; pero su monstruosidad, de la cual sus hábitos alimenticios son un marcador, es simplemente parte de quién es. Grendel es un exiliado, un outsider [en términos lovecraftianos], una criatura que seguramente inspiraría piedad, incluso lástima, si no fuese por su pernicioso hábito de comer carne humana. Beowulf, en cambio, es un caudillo pagano con actitudes cristianas. El autor prepara cuidadosamente este escenario para proporcionar el mayor impacto posible a la sensibilidad cristiana de la audiencia. En este contexto, no es difícil ver el festín caníbal de Grendel como una especie de grotesca eucaristía pagana.

J.R.R. Tolkien era un experto en Beowulf [Beowulf y los críticos (Beowulf and the Critics)]. Su conocimiento del poema influyó profundamente en El Señor de los Anillos y El Hobbit; de hecho, el enfoque de Tolkien hacia los monstruos [como los Orcos y otros] es similar al de Beowulf: son irredimibles, capaces únicamente de realizar acciones inmorales. No pueden elegir entre el bien y el mal, sino que solo tienden al mal; por eso nadie vacila jamás en matar a un Orco en la Tierra Media. Aquellos que se comen a los muertos [y los Orcos y los Trolls son ampliamente conocidos por sus apetitos por la carne humana] deben ser masacrados en cada oportunidad [ver: Morgoth y la ingeniería genética que creó a los Orcos]

Los mitos nórdicos describen a dos criaturas en particular que están relacionadas con Grendel: los Draugr y los Trolls. Los primeros son cadáveres animados, similares a los Ghouls, necrófagos que viven en túmulos y lugares de entierros paganos y salen por la noche en búsqueda de carne humana, preferentemente viva. Las leyendas escandinavas son conscientes de este pasado remoto en el que los muertos, bajo la forma de cadáveres ambulantes, amenazaban a los vivos, y solo podían ser derrotados por un Héroe.

Una de estas historias es la de Asmund, el Matador de Berserkers, un guerrero que hizo un juramento extraño con un hombre llamado Asvith: cuando Asvith falleciera, Asmund sería enterrado vivo con su amigo. Cuando un grupo de suecos [siempre imprudentes] irrumpió accidentalmente en la tumba común, fueron recibidos por Asmund. Explicó que Asvith había regresado de entre los muertos y lo atacó, comiéndose también el caballo y el perro con los que habían sido enterrados. Solo la decapitación terminó con el intento de Asvith de comerse a Asmund. De manera similar, cuando el amigo de Asmund, Aran, murió, Asmund esperó junto a la tumba a que regresara de entre los muertos. Una vez de regreso, Aran procedió a consumir animales y cadáveres hasta que Asmund le cortó la cabeza [pero no antes de arrancarle las orejas a Asmund]. De manera similar, en la Saga de Grettir, un Draugr llamado Glámr, parecido a Grendel en comportamiento, es un cadáver ambulante que mata y come guerreros hasta que Grettir lo derrota.

Al igual que Grendel [y su madre], los Trolls representan un peligro muy real en la tradición nórdica. Los Trolls ocasionalmente comen humanos, vivos o muertos; sin embargo, cocinan la carne antes de comerla, mientras que Grendel se come a sus víctimas crudas, incluso antes de que sus cuerpos se hayan enfriado. Es peor que un Troll, quien al menos conserva algún rastro de comportamiento humano al cocinar a sus presas.

Los hábitos de los Draugr y los Trolls, y el miedo que engendran, tiene sentido en los climas del norte. El canibalismo de supervivencia no era desconocido en las tierras escandinavas, y esto se ve claramente en la Saga Völsunga, la Saga Víðförla y la Saga Hálfdanar, donde los Héroes comen carne humana para absorber los atributos mágicos de ciertos órganos. Por otro lado, el abandono infantil y el canibalismo eran dos soluciones durante los períodos de hambruna y, por lo tanto, también peligros reales durante los inviernos más crudos. En los cuentos paganos, el canibalismo es un marcador de alguien reducido a un estado inferior al humano, pero que solo intenta sobrevivir. Para los cristianos, sin embargo, el canibalismo era un marcador del mal; por eso Grendel no tiene oportunidad de redimirse, ni de ser convertido. No conoce a un santo cristiano; no está bautizado; no cambia su nombre; en cambio, se encuentra con un guerrero, le arrancan el brazo y muere. En otras palabras, paga el precio pagano de ser un caníbal [ver: La derrota de los dioses paganos]

Grendel también aborbe algunos atributos de los Ogros. La percepción medieval de estos seres era particularmente inquietante: los Ogros prefieren la carne de los niños. Al igual que Grendel, los Ogros viven fuera de la sociedad; a menudocon una mujer, a veces una madre, otras una esposa; y, como Grendel, son vestigios paganos cuya peligrosidad es socavada por el cristianismo por la facilidad con la que son derrotados por el Héroe. Grendel, al menos, puede decir que fue derrotado por un gran guerrero como Beowulf, pero los Ogros a veces son vencidos por niños, incluso por gatos.

La palabra Ogro deriva del latín Orcus, otro nombre para Hades, el dios del inframundo en los mitos griegos; en otras palabras, los Ogros son una personificación del infierno. En segundo lugar, los Ogros son devoradores de niños, y son estos sus principales adversarios. Esto puede verse en todas las adaptaciones de los hermanos Grimm de temas medievales, e incluso anteriores, donde los niños abandonados deben luchar contra los Ogros para no ser comidos. De hecho, las Brujas han sido mucho más investigadas, analizadas y debatidas en relación a su obsesión con los niños, pero su contraparte masculina, los Ogros, han pasado desapercibidos. Una de las razones [para ser justos] es que las brujas son históricas y los Ogros son míticos. El Malleus Maleficarum no repara en ellos, y ningún Ogro, que yo sepa, fue ejecutado por la Inquisición.

Las Brujas han recibido mucha atención del feminismo, y con toda justicia, pero eso ha dejado a los Ogros fuera de la discusión. El auge de los estudios feministas se centró en la victimización de las mujeres por parte de la sociedad medieval; y los Ogros, por género, son machos. Es decir, son parte del patriarcado y parte del problema, por así decirlo, como queda demostrado en los cuentos de hadas. Los Ogros encarnan el peligro que representan los «machos» más grandes, comenzando por el propio padre. Es decir que los Ogros son metáforas; mientras que las Brujas fueron mujeres torturadas y asesinadas. Lo que une a los Ogros y las Brujas es la amenaza que constituyen para los niños [ver: Mæra: la bruja de todos los cuentos de hadas]

Es común pensar que los cuentos de hadas usan el miedo para mantener a raya a los niños [haz esto o aquello o vendrá un monstruo y te llevará], pero también representan las ansiedades de los adultos en relación a los niños. Cuando uno examina las historias de Ogros encuentra el miedo al hambre, el miedo a ser devorado por un monstruo hecho a partir del hambre. Podríamos decir que hay un elemento de identificación con el niño heroico que derrota al Ogro como con el Ogro mismo [ver: Por qué los cuentos de hadas no son para chicos]

Es fundamental tener en cuenta que estas historias resuenan desde un tiempo en el que la mortalidad infantil era una realidad habitual. Era un mundo propenso a la hambruna. Los muy jóvenes y los muy viejos son los primeros en morir en una hambruna, y esta siempre se encuentra en el eje de los cuentos de hadas. Hansel y Gretel fueron llevados al bosque porque había una hambruna. Su madrastra insiste en que su padre los abandone, de lo contrario, todos tendrán que morir de hambre. Los padres son los Ogros originales.

Tanto Grendel como los Ogros representan los peligros de la hambruna; ambos son monstruos paganos que han sido tamizados por una cultura cristiana posterior; ambos pueden ser derrotados por los valientes, los inteligentes y los fuertes, pero no antes de que causen estragos. El hecho de que coman niños o guerreros demuestra su incapacidad para vivir en la sociedad humana, de ahí la necesidad de derrotarlos. Al final, Grendel y los Ogros son vencidos. Con ellos muere el canibalismo y puede comenzar un nuevo período de prosperidad, porque en la derrota de los monstruos paganos está el advenimiento del cristianismo, que ha ofrecido un cuerpo diferente para comer: el de Cristo.

En la Edad Media, aquellos que comían el cuerpo de Cristo se convertían, eran redimidos y aptos para vivir en la nueva sociedad humana. Aquellos que preferían la carne humana [Grendel, Ogros, Trolls y Draugr] simplemente eran asesinados.

Tolkien señala que, si bien Grendel tiene orígenes cristianos [como descendiente de Caín], «no se puede disociar de las criaturas de la mitología del norte». Grendel habita el mundo visible, come la carne y bebe la sangre de los hombres, entra a sus casas por las puertas; y se enloquece con el sonido de las arpas. Para un cristiano, el Mal susurra al oído del hombre justo, trata de inducirlo a cometer malas acciones, pero en la mitología el mal es físico; tiene cuerpo, músculos, huesos, y necesidades orgánicas. Los monstruos paganos, sobre todo los nórdicos, son sólidamente físicos, concebidos como hechos de tierra y roca a los que la luz del sol, o de la fe, puede devolverlos [ver: Los Monstruos y lo Monstruoso]

Para un cristiano, como el autor de Beowulf, los monstruos paganos eran susceptibles de encarnar las ideas cristianas del pecado. Eran earmsceapen [«viles»], lo cual está fortalecido en Grendel por ser descendiente de Caín. Pero Grendel no solo está bajo esta maldición heredada [todos, según la teología cristiana, somos seres «caídos»], sino que la utiliza a su favor. Sin embargo, el poema también le asigna un hæþen sawle [«alma pagana»]. En otras palabras, Grendel es concebido como poseedor de un alma, que será castigada tras su muerte. Lo sabemos porque Beowulf sentencia: ðær abidan sceal miclan domes, hu him scir Metod scrifan wille [«allí esperará el gran Juicio, donde el Señor glorioso lo sentenciará»].

En Grendel encontramos muchos rasgos demoníacos, como su hostilidad hacia los hombres, su odio por la alegría [la música en el salón de Hrotgar realmente lo enloquece], su gran estatura física, su fealdad, su fuerza sobrehumana, su amor por la oscuridad, pero carece de auténticas intenciones diabólicas, como el engaño, la mentira y el deseo de mancillar el alma humana. Por otro lado, como ya hemos visto, Grendel es una criatura física con necesidades biológicas, perfectamente capaz de experimentar miedo ante la inminencia de la muerte; tal es así que cuando Beowulf le arranca el brazo, el autor dice: hyge wæs him hinfus, wolde on heolster fleon, secan deofla gedræg [«En su corazón ansiaba escapar, deseaba huir a la oscuridad y buscar la compañía del diablo»]. El «diablo», en este caso, es su madre.

Es decir que Grendel era un habitante carnal de este mundo, alguien con alma, hasta que fue asesinado físicamente por Beowulf; y eso eran esencialmente los Ogros antes de ser metamorfoseados por el cuento de hadas: un monstruo físico hostil a los humanos. Cuando no se lo menciona por su nombre particular, el autor de Beowulf se refiere a Grendel como un eoten, a veces en asociación con cyn, que significa algo así como tribu o parentesco. Entonces, ¿los Eotens eran un tipo particular de monstruo? Y, de ser así, ¿qué tipo de criaturas eran?

Realmente no lo sabemos, porque la palabra eoten solo sobrevive en Beowulf; no hay otros ejemplos, de modo que quizás solo se refiere a Grendel como «pariente» de Caín, el primer asesino.


«De Caín descendieron toda clase de eotens e ylfe [elfos] y orcnéas [sombras malvadas], así también como los Gigantes, quienes se unieron en largas guerras con Dios.»


Beowulf también menciona que los eotens viven en «páramos brumosos» a los que se accede por «escarpados pedregales» situados en un «país inhabitable y pantanoso». Entonces, Grendel [y presumiblemente otros eotens] vivían en páramos, tierras baldías y pantanos; esencialmente el tipo de región donde los seres humanos no pueden prosperar. El hogar particular de Grendel está en una cueva subterránea a la que se llega nadando a través de un lago de montaña:


Misteriosa es la región en la que viven:
páramos de lobos, yermos azotados por el viento
y traicioneros caminos pantanosos:
un torrente de agua desciende por oscuros acantilados
y se sumerge en la tierra en una inundación subterránea.


La apariencia exacta de Grendel nunca se detalla en el poema. Lo más cercano a una descripción sugiere que posee una forma vagamente humana, aunque mucho más grande:


Torcido en la forma de un hombre,
se mueve más allá del límite del hombre más alto,
una aberración llamada Grendel
en los días antiguos.


Y, en otra parte del poema, refiriéndose a Grendel y a su madre:


Un par de enormes caminantes rondando los páramos,
y uno de ellos, por lo que pudieron distinguir, tenía forma de mujer:
pero una forma de hombre, aunque retorcida, también recorrió las huellas del exilio.
Excepto que era más grande que cualquier ser humano.


No hay una descripción más detallada en el poema, aunque esto podría demostrar que los eotens se consideraban aproximadamente de forma humanoide pero más grandes y fuertes que un humano promedio [La cabeza decapitada de Grendel es tan grande que se necesitan cuatro hombres para transportarla de regreso a Heorot]. Tanto Grendel como su madre [presumiblemente de la misma raza], solo atacan a Heorot de noche. Durante el día se acuestan en la cueva debajo del lago. ¿Esto significa que los eotens eran nocturnos? Es probable, sobre todo cuando vemos la insistencia con la que el autor de Beowulf se refiere a Grendel como sceadugenga, que significa literalmente «caminante de las sombras», pero que podemos entender simplemente como «noctámbulo».

No hay indicios de que los eotens sean superiores a los humanos en astucia, intelecto, tecnología o magia. Grendel y su madre no elaboran astutos planes ni lanzan hechizos, solo irrumpen, agarran a las personas y se las comen. Sin embargo, el autor de Beowulf utiliza una vez la palabra forsworen, que describe un tipo de hechizo que inutiliza algo, lo cual parece implicar que Grendel hechiza las espadas de los guerreros. Esto explicaría por qué Beowulf renuncia a las armas para luchar contra él. Sin embargo, podría ser un término metafórico para expresar que el miedo que infunde Grendel paraliza a los guerreros.

Todo esto nos da una imagen aproximada de los eotens [suponiendo que Grendel sea un representante ordinario de esta especie] como criaturas grandes, de aspecto humanoide, muy fuertes, nocturnas, que viven en regiones aisladas [donde los humanos no pueden prosperar en comunidad], y que tienen una predilección por la carne humana cruda. No parecen utilizar armas [no estamos seguros en cuanto a la magia], ni se muestran particularmente inteligentes, aunque no creo que podamos afirmar que son estúpidos porque Grendel en ningún momento intenta engañar o burlar a nadie.

Entonces, ¿qué es Grendel exactamente?

La palabra eoten [Inglés Antiguo] está relacionada con el nórdico jötun, aquella raza de gigantes que aparecen con frecuencia en las leyendas escandinavas en oposición a los Æsir. Además, los jötuns eran considerados como un grupo de criaturas a la par de los dioses. En los Eddas, los jötuns pelean con los dioses, en ocasiones hay matrimonios celebrados entre ambos grupos, y en general no vivían en Midgard [la Tierra Media en la que habitan los seres humanos]. El autor de Beowulf parece haber pensado en los eotens como algo diferente de los jötuns. De hecho, parecen ser un tipo de criatura mucho más terrenal, que vive en rincones pantanosos y oscuros del mismo plano en el que viven los humanos. La guarida de Grendel está a menos de un día a caballo de Heorot, sin ningún obstáculo importante en el camino.

Grendel se menciona una vez en Beowulf como thyrse, que suele traducirse como «demonio» o «gigante», aunque de hecho está más relacionada con «troll». Si bien hay discrepancias, los Trolls se aproximan bastante a los eotens [si es que de hecho son una raza aparte]: ambos son grandes, brutos, fuertes, de aspecto más o menos humanoide, habitan en la naturaleza y comen carne humana. Sin embargo, los Trolls están más relacionados con los terrenos rocosos; siendo ellos mismos en general de un material duro como la piedra. Los eotens [Grendel en particular] parecen tener una conformación epidérmida distinta. Cuando los guerreros inspeccionan el brazo cortado de Grendel, observan que su piel está cubierta de extrañas y duras protuberancias:


Cada clavo, escama de garra y espuela,
cada punta y roncha en la mano de ese bruto pagano
era como acero con púas.
Todo el mundo dijo que no había hierro pulido
lo suficientemente duro como para atravesarlo,
ni hoja que pudiera cortar su brutal garra cubierta de sangre.


¿Por qué Grendel tiene un nombre propio en Beowulf, mientras que los otros monstruos del poema [el dragón y la madre de Grendel] carecen de esa identificación personal?

Esto puede deberse a que el episodio original de la historia oral se limitaba únicamente a la lucha entre Beowulf y Grendel, siendo el resto una adición posterior. El hecho de que Grendel no haya muerto en Heorot, y en cambio se haya retirado a su guarida subterránea para ser confrontado nuevamente por el héroe, justifica esa suposición. Según la clasificación Aarne-Thompson, este es el motivo folclórico 301: El cuento del hijo del oso, que a menudo presenta un solo monstruo enfrentado sobre y debajo de la superficie.

No hay duda de que la madre de Grendel tiene menos importancia que su hijo. Sin embargo, puede existir un simbolismo intencionado [y velado] al nombrar a esta hembra simplemente como «la madre de Grendel»; como si ella hubiese engendrado un nuevo linaje de monstruos. En este contexto, la historia se completa, ya que Beowulf mata tanto a la bestia como a quien la engendró. Si bien la madre de Grendel parece ajena a la cultura de Beowulf [un mujer guerrera, sin nombre, que vive bajo tierra] sus motivaciones sí con comprensibles: la muerte de su hijo.

De hecho, ella casi encaja mejor en el molde heroico que Beowulf. Vengar la muerte de un miembro de la familia era visto como un acto noble. La madre de Grendel, entonces, es tanto el monstruo salvaje, completamente ajeno a la civilización, como el monstruo interior: la venganza personificada [ver: El monstruo femenino como figura de resiliencia]

¿Y qué hay del Dragón? Un Dragón es más importante que un Troll, o un eoten, o lo que sea que haya sido Grendel, ¿verdad?

El episodio del Dragón puede o no haber estado relacionado con el personaje de Beowulf en la tradición oral. El objetivo de la lucha contra el Dragón es proporcionarle a Beowulf, en calidad de rey y guerrero legendario, una buena muerte. Es un final feliz, dentro de los parámetros del norte. El Dragón es simplemente un vehículo; por eso se lo trata en términos genéricos, sin nombre propio.

Grendel es claramente el foco de Beowulf, y con toda probabilidad de la tradición oral subyacente. No es caprichoso que el término anglosajón aglǣca se utilice tanto para Beowulf como para Grendel. Los dos son «luchadores feroces», y la verdadera prueba del poder del otro. Derrotar a Grendel es la prueba de Beowulf. Pero solo tenemos conjeturas sobre cómo pudo haber sido la tradición oral original, aunque ciertas conclusiones parecen razonables.

El nombre de Grendel puede estar relacionado con el Inglés Antiguo gryndal [«feroz»] y el Nórdico Antiguo grindill [«tormenta», poéticamente se refiere a alguien muy enojado]; también puede derivar del verbo en Inglés Antiguo grindan [«moler»]. Nada de todo esto es más que conjeturas; de hecho, existe la posibilidad de que el nombre Grendel no tenga significado, o bien tenga un significado para el cual no hay etimología.

Para finalizar [esto se ha extendido demasiado] quiero compartir una pregunta para la cual no tengo respuesta, pero que siempre resurge cuando vuelvo al poema. ¿Qué es Beowulf? Todo parece indicar que es un ser humano con capacidades extraordinarias, pero, ¿qué tal si también es una especie de monstruo como Grendel?

Tengamos en cuenta lo siguiente: Grendel no podía ser dañado con espadas, ya sea porque las hechizaba o porque su piel era demasiado dura para perforarla. Más tarde, cuando Beowulf lucha contra la madre de Grendel, ella no puede apuñalarlo con una daga debido a su armadura. No recurre a ninguna espada [y en su cubil había docenas de armas], sino que trata de usar sus propias manos, tal como lo hizo Beowulf con Grendel. No quiero decir que Beowulf y Grendel sean el mismo tipo de monstruo, pero quizás hay más similitudes que distancias entre estos dos personajes.

Después de que Beowulf vence a Grendel, Hrothgar, eufórico, dice que quiere adoptarlo, pero la reina Wealhtheow renegocia ese arreglo, ofreciéndole al hperoe toda clase de tesoros si no acepta la oferta de su esposo. Podemos suponer que ella imagina que Beowulf puede comenzar a ver con buenos ojos hacerse cargo del reino. Después de todo, ninguno de ellos pudo vencer a Grendel, mientras que él lo derrotó con relativa facilidad. ¿Qué impediría que Beowulf y sus hombres se apoderaran del trono de Hrothgar? Más aún, Hrothgar inicialmente trató de mantener en secreto su problema con Grendel, pero se corrió la voz y la historia llegó a Beowulf. Los daneses no querían que las tribus vecinas supieran que estaban siendo asediados y debilitados.

Probablemente esta es la razón por la que Beowulf se va cuando su trabajo está terminado. Pero, antes de eso, en la corte danesa se cuenta la historia de Hengest derrotando a los eotens, quizás para advertirle solapadamente a Beowulf de que los daneses ya han matado a muchos eotens en el pasado. También es probable que Beowulf haya detectado esa intención. Claramente los daneses no pudieron con Grendel. ¿Cómo hicieron para derrotar a otros como él? Además, Hengest no era danés, solo alguien que les servía.

Hay una sombra que pesa sobre Beowulf. El tema de su padre es algo tabú en la historia. Su padre era renombrado, pero también una especie de exiliado, de forajido. Había iniciado una pelea al matar a un hombre [con sus propias manos] y tuvo que huir porque su gente creyó que esto traería la guerra. Cuando Beowulf llega a Heorot y dice que quiere ayudar, Hrothgar responde sacando a relucir esta dolorosa historia. Cuando Beowulf regresa a casa, se nos dice que sus compatriotas lo despreciaban, que no lo honraban debidamente, pero que su victoria contra Grendel cambió las cosas para él. Por eso Beowulf estaba preocupado por demostrar su valía; para torcer el resentimiento que sus compatriotas sentían por él debido a los errores de su padre.

Algunos afirman que Beowulf ni siquiera era su nombre, sino un epíteto, y que su verdadero nombre era Ælfhere. Beowulf significa «lobo de las abejas», una kenning para «oso». Cuando se dice que Beowulf se abrió camino en la batalla siendo apenas un niño de siete años, se le llama beorn, que literalmente significa «oso». El análogo escandinavo de Beowulf es Boðvarr, que a menudo se empleaba para referirse a un forajido particularmente rudo, una especie de bestia forjada cuando alguien era obligado a vivir como un beorn, un «oso», aislado de las comunidades.

Definitivamente hay una corriente subyacente de animalismo en Beowulf. Arrancarle de cuajo el brazo a una criatura poderosa como Grendel, usando solo sus manos [su padre era recordado por la misma fuerza], quizás sugiere que el apodo beorn, «oso», no era del todo metafórico.




Mitología. I Medievalismo.


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