Trolls: origen, mitos y leyendas


Trolls: origen, mitos y leyendas.




Los Trolls son criaturas legendarias provenientes de la mitología nórdica que lograron subsistir, con algunas concesiones, en el folklore escandinavo a través de los cuentos de hadas.

Originalmente los Trolls fueron una forma degradada de los Gigantes del Frío, los Jötunn, seres inmemoriales en oposición a las fuerzas de Odín, Thor y otros dioses nórdicos.

Los Trolls son descritos como seres bastante sociales que habitan en rocas, montañas o cuevas, siempre unidos en pequeños grupos familiares. Cuando la fe en los mitos nórdicos fue decayendo, principalmente a causa de la expansión del cristianismo, los Trolls cobraron personalidad propia. Se alejaron aún más del hombre, símbolo de rechazo a Cristo y sus leyes, y desde entonces se los consideró notoriamente peligrosos.

El aspecto de los Trolls es muy variado. En ciertas regiones se los describe como criaturas de gran altura, lentas y pesadas, con la piel grisácea que refleja sus hábitos entre las rocas. En otros lugares son indiferenciables del ser humano, sin características grotescas que los destaquen. Otro rasgo en común es que los Trolls suelen ser asociados a muchísimos sitios rocosos, tal vez debido al mito de que la luz del sol los convierte en piedra.

Si bien los Trolls y los Jotuns, así como otras criaturas telúricas de la mitología nórdica, comparten una cifra considerable de características, no son exactamente idénticos, aunque de hecho pertenezcan a la misma familia. Los Jötunn, por ejemplo, encarnan el principio activo de la naturaleza hostil, mientras que los Trolls representan el arquetipo del mago mítico: desaseados, astutos, de temperamento volátil, poco inclinados a la ayuda y fuertemente vinculados a la tierra.

Ya en la Edad Media los Trolls sufrieron una nueva degradación. Su nombre pasó a denominar a una gran variedad de criaturas fantásticas, entre ellas, espíritus de las montañas, hechiceros, casi siempre altos y desagradables, demonios e incluso berserkers. En este período, los Trolls se diversificaron notablemente. Aparecieron bajo la forma de toros [Troll-Bulls], doncellas [Troll-Maidens] y magos.

El folklore escandinavo fue el único marco en el que los Trolls conservaron sus cualidades primordiales. Allí se los describe como extraordinariamente longevos y fuertes, aunque de desplazamientos lentos. Suelen participar en la comisión de crímenes abominables, por ejemplo, el canibalismo; y en casi todas las leyendas son vulnerables a la luz del sol.

Aunque los Trolls participen de hábitos y apetitos antinaturales, es decir, que contravienen la ética y la moral humana, comparten con nosotros algunos rudimentos de organización social. Son criaturas que viven en pequeños núcleos familiares, casi siempre conformados por tres individuos. No es extraño que de vez en cuando capturen humanos para obligarlos a realizar tareas domésticas. Este hábito era conocido como bergtagning, que literalmente significa «llevar a la montaña».

Siendo parte de la odiosa familia de los Jotunns, los Trolls poseen un enemigo letal: Thor, el dios del martillo. Sus golpes letales son una metáfora de los rayos que golpean ferozmente sobre las montañas. A propósito de la escasez de Trolls en la Edad Media los escandinavos solían decir que se debía a la notoria puntería de Thor y su martillo, Mjiolnir [ver: Grendel: el troll de Beowulf]

Además de la luz del sol los Trolls son particularmente sensibles al sonido de las campanas, metáfora de su odio por la fe cristiana.

La etimología de la palabra Troll continúa en discusión. Algunos especulan que originalmente indicaba una deficiencia en el andar, es decir, un caminar torpe y ruidoso. No obstante, el término procede del proto-germánico truzlan, «ronda», tal vez refiriéndose al hábito de recorrer circularmente un territorio determinado. La palabra Troll luego fue asociada a la magia. La palabra sueca trolla, significa «embrujo», así como en la antigua lengua norsa se conocía a la hechicería bajo el término trolldomr [ver: Trolldómr y los Libros Negros de Cyprianus]

El mito de que los Trolls odian con especial encono al cristianismo explica en cierta forma su supervivencia. Mientras los dioses y otras criaturas fantásticas fueron absorbidas por el cristianismo, los Trolls se mantuvieron firmes y al margen de sus creencias. Esto les permitió, entre otras cosas, subsistir en el folklore, algo de lo que ni siquiera Odín puede jactarse. Visto en retrospectiva, los Trolls fueron uno de los pocos seres fabulosos en sobrevivir al Ragnarok. Nadie cree realmente en Odín, sin embargo, los Trolls continúan vigentes.




Mitologia nórdica. I Mitología.


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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace poco vi un video de una criatura em forma de unicornio,una bruja,y un sentauro pequeño tenia manos te cangrejo y sus patas como cabra. Att krisly



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