Nachtkrapp: el cuento Vikingo para mandar a los chicos a dormir


Nachtkrapp: el cuento Vikingo para mandar a los chicos a dormir.




Además de representar inconcebibles batallas cósmicas, como el Ragnarok o el origen de las runas, los mitos nórdicos también reflejan cuestiones cotidianas, casi banales, con las que incluso hoy en día podemos relacionarnos.

Una de estas cuestiones cotidianas era el cumplimiento de la hora estipulada para que los más pequeños vayan a dormir. El asunto parece simple, pero incluso un Vikingo armado con un hacha necesitaba recurrir a lo fantástico para lograr ese objetivo.

Y así como hoy en día los padres recurren a figuras de dudosa entereza moral, como el Hombre de la Bolsa, para que sus hijos se vayan a dormir, los Vikingos utilizaban al Nachtkrapp, cuyo nombre significa «cuervo nocturno».

Todo parece indicar que los cuentos del Nachtkrapp eran realmente eficaces. La simple mención de esta criatura mitológica causaba pavor en los más pequeños, haciendo que hasta los más rebeldes abandonaran el sedicioso proyecto de trasnochar para precipitarse debajo de las cobijas.

Este alto grado de acatamiento a la hora de irse a dormir es perfectamente comprensible cuando descubramos en qué consisten los cuentos del Nachtkrapp.

En la mayoría de las leyendas, el Nachtkrapp es descrito como un cuervo de proporciones descomunales, negro como la noche, y completamente ciego, que ronda por los cielos en búsqueda de ojos abiertos en la oscuridad.

Al parecer, el brillo de los ojos de un pequeño trasnochador alertaba los sentidos sobrenaturales del Nachtkrapp, quien se arrojaba desde los cielos nocturnos para arrancárselos con el pico.

En algunas leyendas se explica que los ojos sustraídos por el Nachtkrapp no eran colocados en sus cuencas vacías, sino en sus alas, de forma tal que eran los propios ojos de aquellos niños que habían desobedecido a sus padres quienes advertían la presencia de otro insurrecto trasnochador en las inmediaciones.

La mayoría de los historiadores del folclore nórdico coinciden en afirmar que bastaba con mencionar al Nachtkrapp para resolver cualquier tipo de discusión a la hora de acostarse. Pero la razón de esa eficacia va más allá de los cuentos tenebrosos que los vikingos contaban a sus hijos.

La figura del Nachtkrapp también era utilizada para explicar algunas muertes y desapariciones a los más jóvenes. A veces, cuando alguien fallecía en medio de la noche, o no regresaba de alguna excursión, se decía que había sido atrapado por esta criatura.

Este añadido le daba mayor verosimilitud de la historia. Uno bien podía no haber visto jamás al Nachtkrapp, incluso habiendo trasnochado ocasionalmente, pero sí podía entender las consecuencias de sus apariciones; de manera tal que cualquier referencia a esta criatura estaba asociada a la muerte y la desaparición de alguien cercano.

Con el tiempo, la leyenda del Nachtkrapp se fue suavizando. Ya no merodeaba sobre las aldeas en búsqueda de ojos indiscretos brillando en la oscuridad, sino que se conformaba con llevarse únicamente a los más indisciplinados en una bolsa, que colgaba de una de sus patas, para alimentar a su prole.




Mitología. I Seres fantásticos de la mitología.


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