Drácula visita Salem's Lot.
Lo que distingue a la novela de Stephen King: Salem's Lot (Salem's Lot) —a veces publicada en español como El misterio de Salem's Lot y La hora del vampiro— de otras novelas de vampiros contemporáneas, es que incluye algunas sutiles insinuaciones y ambigüedades para homenajear a su predecesora: Drácula (Dracula), de Bram Stoker (ver: Las fantasías privadas de Bram Stoker)
Una noche, mientras releía la novela de Stoker, le pregunté a mi esposa qué habría ocurrido si Drácula hubiera aparecido en Estados Unidos durante los años setenta. Probablemente habría sido atropellado por un taxi, me respondió con una carcajada. Pero, en los días siguientes, mi mente siguió volviendo a la idea. Pensé que mi esposa probablemente tendría razón, si el legendario Conde viniese a Nueva York. Pero si llegase a aparecer en un pequeño pueblo, ¿qué pasaría? Entonces decidí que quería averiguarlo, así que escribí Salem's Lot.
Es decir que las similitudes entre Salem's Lot y Drácula son intencionales, pero con una diferencia sustancial: la novela de Bram Stoker explora simbólicamente la sexualidad victoriana reprimida, mientras que Stephen King decide intencionalmente expresar todas esas cuestiones de forma abierta y, francamente, escalofriante (ver: El Drácula de Coppola y las cloacas de Stoker)
Stephen King considera a Drácula como un melodrama francamente palpitante, y uno de los trucos más notables y atractivos de la literatura inglesa, que rara vez ha sido igualado. El cierto modo, Salem's Lot es una especie de posgrado en vampirismo para Stephen King, un catálogo donde reúne motivos de todos los clásicos del género: El entierro (The Burial), de Lord Byron; El vampiro (The Vampyre), de John Polidori; Carmilla (Carmilla), de Sheridan Le Fanu; Christabel (Christabel), de Samuel Taylor Coleridge; y Vamey el vampiro (Vamey the Vampire); pero también de las películas de Hammer protagonizadas por Christopher Lee (ver: 4 tipos de vampiros en el Multiverso de Stephen King)
En el corazón de Drácula está la sexualidad, la sangre y la alteridad, temas que también se encuentran presentes en Salem's Lot. La diferencia, en todo caso, es que Bram Stoker escribió para un público victoriano y, en consecuencia, su historia adopta las mismas actitudes reprimidas de la sociedad de la época. Para Stephen King, Drácula es una especie de habitación secreta de la literatura victoriana, un sótano, si se quiere, donde aquel simbolismo reprimido florece de forma exuberante (ver: Georgie vs. Pennywise: el sótano arquetípico). Mientras el Conde Drácula y sus novias están muertos de la cintura para abajo —afirma Stephen King—, la base de la novela es un oralismo infantil unido a un fuerte interés por la necrofilia.
Dado que la manifestación explícita de estos impulsos sencillamente no era posible a fines del siglo XIX, la figura del vampiro le permite a Bram Stoker asignarles un origen sobrenatural, y en consecuencia, diabólico, lo cual sí era perfectamente aceptable. Además, habiendo perdido el control sobre sus acciones bajo la influencia del vampiro, la víctima podía disfrutar abiertamente los placeres secretos que le ofrecía el monstruo (ver: Drácula y las mujeres)
Como señala sagazmente Stephen King, la maldad de Drácula parece tan predestinada en la novela como la terrible experiencia de Jonathan Harker en el castillo, o la muerte de Lucy Westenra (ver: Bloofer Lady: la transformación de Lucy Westenra). En otras palabras, cuando las vampiresas del castillo se inclinan sobre Harker, este no puede hacer nada más que disfrutar de la sensación (ver: Las tres novias de Drácula), y puede hacerlo porque no es responsable. Del mismo modo, cuando Drácula se alimenta de las mujeres, tanto Lucy Westenra como Mina Harker pierden el control, precisamente porque esa liberación está justificada (ver: La maternidad fallida en «Drácula»)
Al comparar Salem's Lot con Drácula, Stephen King descubrió que no quedaba mucho vapor en la ropa interior de Drácula. En cambio, la indecible obscenidad en Salem's Lot trata sobre su propia desilusión y temor por el futuro. Por lo tanto, la habitación secreta de la novela de Stephen King es la paranoia, el espíritu predominante de principios de la década de 1970 (ver: Beverly Marsh: el mito de Blancanieves en «IT»)
Si bien Salem's Lot incluye estas insinuaciones y ambigüedades análogas a las de Drácula, a la luz de una lectura crítica no hay demasiado debajo de la superficie que no sea expresado en términos rotundos. Kurt Barlow, el vampiro de la novela, manifiesta todos los impulsos de los que Drácula se abstiene [ver: El extraño plan de Kurt Barlow]. Si la actitud de Drácula está feminizada, porque no es fálica, Barlow no hace ninguna diferencia de género entre sus víctimas; y también los infectados se vuelven bisexuales en la otra no-vida (ver: El emperador de los helados)
Ya en el inicio de Salem's Lot, Barlow y su familiar, Richard Throckett Straker, son considerados raros por uno de los encargados de la mudanza. Después de todo, son dos hombres maduros que se mudan aislados del resto del pueblo. Aunque los vampiros modernos en la ficción tienden a ser más abiertos en cuanto a su elecciones, el hecho de que Stephen King haya elegido deliberadamente basarse en Bram Stoker y desviarse de su modelo en este punto crucial parece significativo (ver: «IT»: el gran cuento de hadas moderno)
En todo caso, hay una simetría entre los raros Barlow y Straker, los villanos, y Ben Mears y Mark Petrie, los héroes, que de algún modo parecen tener una relación de amistad que trasciende el modelo de tutor-alumno (ver: Jack y Danny Torrance: un cuento de hadas en el Overlook Hotel)
Si Drácula amenazó la vida familiar victoriana con sus perversos impulsos subyacentes, Barlow revela que no queda mucho que poner en peligro en la sociedad estadounidense de los años '70. Sin embargo, tanto Stephen King como Bram Stoker tienden a asociar la imagen de la mujer virtuosa con el recato, mientras que la lujuria equivale a transgresión, la cual debe ser castigada. Mina y Lucy, respectivamente, representan el ideal de la feminidad victoriana (ver: Por qué Drácula nunca pudo enamorarse de Mina). Al seducirlas, Drácula ataca nada menos que el orgullo nacional inglés. Lucy es severamente castigada, paradójicamente, clavada por tres hombres; mientras que Mina eventualmente retorna a los ideales victorianos y es rescatada por los mismos hombres que ultimaron a su amiga (ver: Mina y Lucy: la ideología de género en «Drácula»)
En cuanto a la reproductividad, Drácula se diferencia drásticamente del Barlow de Salem's Lot. La sangre, simbólicamente, sustituye a otros fluidos corporales, y solo los vampiros machos se reproducen en Drácula. De hecho, tanto las novias de Drácula, como Lucy, se alimentan de niños pero no los engendran. Con el fin de reproducir una nueva raza de su propia especie, el Conde somete simbólicamente la maternidad de Mina a su dominio dándole lo que Van Helsing llama el bautismo de sangre. Curiosamente, Kurt Barlow también bautiza al padre Callahan, lo que quizás pueda considerarse como otra implicación homoerótica en la novela.
Paradójicamente, esta mujer virtuosa, Mina, que nutre maternalmente a todos los hombres que la rodean durante el día, bebe la sangre del vampiro por la noche. Además, Mina da a luz a un hijo cuya paternidad puede considerarse compartida y múltiple. De hecho, podemos pensar que el nacimiento del pequeño Quincey al final de la novela significa la culminación de la escena de la transfusión, cuando todos los hombres que luchan por la virtud de las dos mujeres finalmente son recompensados. Sin embargo, de todas las transfusiones de la novela, la más significativa es la de Drácula, haciendo que Mina beba de él; por lo tanto, el Conde podría ser uno de los muchos padres del pequeño Quincey.
En Stephen King, ambos géneros de vampiros se reproducen, y ni siquiera hay límites impuestos por el tabú: padres e hijas, madres e hijos, hermanos, no hay material reprimido en el reino nocturno de Barlow.
Eventualmente, es la notoriedad de Drácula lo que salva a los protagonistas. Mark Petrie, siendo un fanático del género, conoce las reglas y reconoce la amenaza que suponen los dos sujetos de la Casa Marsten [ver: «The Bad Place»: análisis de la Casa Marsten]. Mientras que el pasatiempo de Mark proporciona una idea general de las costumbres de los vampiros, el profesor Van Helsing es un académico respetado, cuya autoridad le da cierta credibilidad a sus afirmaciones. Bram Stoker enmarca inteligentemente la situación de Lucy Westenra inicialmente como una dolencia médica, algo que su público y los personajes pueden comprender, antes de revelar que se ha transformado en una vampiresa. Stephen King no tuvo que molestarse en mantener ocultos los síntomas del vampirismo. Van Helsing y Mark Petrie poseen en esencia el mismo conocimiento, pero sus fuentes son casi opuestas. La profunda erudición de Van Helsing se ha devaluado lo suficiente como para convertirse en material de cómics y películas clase B. Cualquier chico sabe qué es un vampiro y cómo matarlo.
Salem’s Lot invierte constantemente los paradigmas del Drácula de Bram Stoker de manera similar. Por ejemplo, Drácula es una novela que documenta cómo estaba cambiando la sociedad victoriana a través de la tecnología y las comunicaciones, con la narrativa enmarcada en incontables telegramas que se mueven de un lado a otro de Europa para inspirar a los personajes a actuar. Casi un siglo después, los personajes de la novela de Stephen King parecen varados en un pequeño pueblo, aislados del resto del país, económicamente estancados y culturalmente privados de la modernidad.
Hasta las apasionadas descripciones de Quincey Morris sobre los Estados Unidos en Drácula, una tierra de nobles cowboys y aventuras, se convierte en un paisaje yermo de pueblos moribundos en Salem's Lot de Stephen King.
Sin embargo, la inversión clave de Salem's Lot, y el punto de comparación más interesante con Drácula, son los vampiros.
Drácula es un aristócrata cuyas ambiciones de colonizar a la alta sociedad londinense es lo que atrae al pobre Jonathan Harker a su castillo y pone la trama en marcha. En este punto, Drácula es un diario de viaje típico de la época, con un joven abogado escribiendo una crónica de su viaje al visitar a un cliente que desea trasladar sus asuntos a Inglaterra. ¿Qué impacto debió haber causado en el lector victoriano cuando la monstruosa naturaleza de Drácula se manifestó?
Salem's Lot, por otro lado, tiene a una pequeña ciudad rural como escenario principal, la cual es visitada por dos anticuarios europeos. Straker encanta a la gente del pueblo con sus aires sofisticados. Al respecto, es significativo que uno de los personajes, un tipo llamado Dud Rogers, a momentos de ser mordido por Barlow, se muestre totalmente embelesado por los modales de su interlocutor. En otras palabras, Drácula es una novela llena de prejuicios y sospechas sobre el Este, producto de los temores sobre la estabilidad del Imperio Británico. En Salem’s Lot, el Este es Europa [ver: La verdad sobre las tres Vampiresas de Drácula]
El verdadero horror de Salem's Lot no reside en este pequeño pueblo invadido por vampiros, sino en el hecho de que nadie parece darse cuenta de lo que está pasando. En este contexto, los habitantes de Jerusalem's Lot se asemejan bastante a los de Derry.
De este modo, Stephen King responde a la victoria pírrica sobre el Conde Drácula en la novela de Bram Stoker, haciendo que las esperanzas del joven Mark Petrie y Ben Mears de salvar al pueblo se desvanezcan cruelmente. La sombría conclusión de Salem's Lot parece decir mucho sobre el destino de la Norteamérica rural, condenada fatalmente hacia el urbanismo, del mismo modo en que Bram Stoker vislumbra la decadencia y el final de la sociedad victoriana en Drácula.
Taller gótico. I Vampiros.
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Si Drácula amenazó la vida familiar victoriana con sus perversos impulsos subyacentes, Barlow revela que no queda mucho que poner en peligro en la sociedad estadounidense de los años '70. Sin embargo, tanto Stephen King como Bram Stoker tienden a asociar la imagen de la mujer virtuosa con el recato, mientras que la lujuria equivale a transgresión, la cual debe ser castigada. Mina y Lucy, respectivamente, representan el ideal de la feminidad victoriana (ver: Por qué Drácula nunca pudo enamorarse de Mina). Al seducirlas, Drácula ataca nada menos que el orgullo nacional inglés. Lucy es severamente castigada, paradójicamente, clavada por tres hombres; mientras que Mina eventualmente retorna a los ideales victorianos y es rescatada por los mismos hombres que ultimaron a su amiga (ver: Mina y Lucy: la ideología de género en «Drácula»)
En cuanto a la reproductividad, Drácula se diferencia drásticamente del Barlow de Salem's Lot. La sangre, simbólicamente, sustituye a otros fluidos corporales, y solo los vampiros machos se reproducen en Drácula. De hecho, tanto las novias de Drácula, como Lucy, se alimentan de niños pero no los engendran. Con el fin de reproducir una nueva raza de su propia especie, el Conde somete simbólicamente la maternidad de Mina a su dominio dándole lo que Van Helsing llama el bautismo de sangre. Curiosamente, Kurt Barlow también bautiza al padre Callahan, lo que quizás pueda considerarse como otra implicación homoerótica en la novela.
Paradójicamente, esta mujer virtuosa, Mina, que nutre maternalmente a todos los hombres que la rodean durante el día, bebe la sangre del vampiro por la noche. Además, Mina da a luz a un hijo cuya paternidad puede considerarse compartida y múltiple. De hecho, podemos pensar que el nacimiento del pequeño Quincey al final de la novela significa la culminación de la escena de la transfusión, cuando todos los hombres que luchan por la virtud de las dos mujeres finalmente son recompensados. Sin embargo, de todas las transfusiones de la novela, la más significativa es la de Drácula, haciendo que Mina beba de él; por lo tanto, el Conde podría ser uno de los muchos padres del pequeño Quincey.
En Stephen King, ambos géneros de vampiros se reproducen, y ni siquiera hay límites impuestos por el tabú: padres e hijas, madres e hijos, hermanos, no hay material reprimido en el reino nocturno de Barlow.
Eventualmente, es la notoriedad de Drácula lo que salva a los protagonistas. Mark Petrie, siendo un fanático del género, conoce las reglas y reconoce la amenaza que suponen los dos sujetos de la Casa Marsten [ver: «The Bad Place»: análisis de la Casa Marsten]. Mientras que el pasatiempo de Mark proporciona una idea general de las costumbres de los vampiros, el profesor Van Helsing es un académico respetado, cuya autoridad le da cierta credibilidad a sus afirmaciones. Bram Stoker enmarca inteligentemente la situación de Lucy Westenra inicialmente como una dolencia médica, algo que su público y los personajes pueden comprender, antes de revelar que se ha transformado en una vampiresa. Stephen King no tuvo que molestarse en mantener ocultos los síntomas del vampirismo. Van Helsing y Mark Petrie poseen en esencia el mismo conocimiento, pero sus fuentes son casi opuestas. La profunda erudición de Van Helsing se ha devaluado lo suficiente como para convertirse en material de cómics y películas clase B. Cualquier chico sabe qué es un vampiro y cómo matarlo.
Salem’s Lot invierte constantemente los paradigmas del Drácula de Bram Stoker de manera similar. Por ejemplo, Drácula es una novela que documenta cómo estaba cambiando la sociedad victoriana a través de la tecnología y las comunicaciones, con la narrativa enmarcada en incontables telegramas que se mueven de un lado a otro de Europa para inspirar a los personajes a actuar. Casi un siglo después, los personajes de la novela de Stephen King parecen varados en un pequeño pueblo, aislados del resto del país, económicamente estancados y culturalmente privados de la modernidad.
Hasta las apasionadas descripciones de Quincey Morris sobre los Estados Unidos en Drácula, una tierra de nobles cowboys y aventuras, se convierte en un paisaje yermo de pueblos moribundos en Salem's Lot de Stephen King.
Sin embargo, la inversión clave de Salem's Lot, y el punto de comparación más interesante con Drácula, son los vampiros.
Drácula es un aristócrata cuyas ambiciones de colonizar a la alta sociedad londinense es lo que atrae al pobre Jonathan Harker a su castillo y pone la trama en marcha. En este punto, Drácula es un diario de viaje típico de la época, con un joven abogado escribiendo una crónica de su viaje al visitar a un cliente que desea trasladar sus asuntos a Inglaterra. ¿Qué impacto debió haber causado en el lector victoriano cuando la monstruosa naturaleza de Drácula se manifestó?
Salem's Lot, por otro lado, tiene a una pequeña ciudad rural como escenario principal, la cual es visitada por dos anticuarios europeos. Straker encanta a la gente del pueblo con sus aires sofisticados. Al respecto, es significativo que uno de los personajes, un tipo llamado Dud Rogers, a momentos de ser mordido por Barlow, se muestre totalmente embelesado por los modales de su interlocutor. En otras palabras, Drácula es una novela llena de prejuicios y sospechas sobre el Este, producto de los temores sobre la estabilidad del Imperio Británico. En Salem’s Lot, el Este es Europa [ver: La verdad sobre las tres Vampiresas de Drácula]
El verdadero horror de Salem's Lot no reside en este pequeño pueblo invadido por vampiros, sino en el hecho de que nadie parece darse cuenta de lo que está pasando. En este contexto, los habitantes de Jerusalem's Lot se asemejan bastante a los de Derry.
De este modo, Stephen King responde a la victoria pírrica sobre el Conde Drácula en la novela de Bram Stoker, haciendo que las esperanzas del joven Mark Petrie y Ben Mears de salvar al pueblo se desvanezcan cruelmente. La sombría conclusión de Salem's Lot parece decir mucho sobre el destino de la Norteamérica rural, condenada fatalmente hacia el urbanismo, del mismo modo en que Bram Stoker vislumbra la decadencia y el final de la sociedad victoriana en Drácula.
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1 comentarios:
El análisis sociológico de la sociedad utilizando vampiros es un complicado abismo, el cual expone al autor a la crítica del personaje por ser arquetípico. Por otro lado, esto deja a relucir los problemas morales y sociales de nuestra sociedad.
Excelente análisis.
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