El verdadero origen Van Helsing.
Todos los amantes de la novela de vampiros seguramente estarán familiarizados con la figura de Abraham Van Helsing, aquel médico y místico de la novela de Bram Stoker: Drácula (Dracula).
Lo que pocos saben es que Van Helsing no es estrictamente una creación literaria, sino que su figura está basada en un hombre que existió realmente. No nos referimos a Montague Summers, sobre quien hemos hablado oportunamente [ver: Montague Summers: el verdadero Van Helsing]
El Abraham van Helsing de Drácula es un reconocido médico holandés, de edad avanzada, que se doctoró en medicina, filosofía y letras. Su invervención en la novela se produce cuando es convocado por el doctor Seward, un antiguo alumno suyo, para que lo asista en el tratamiento de la misteriosa enfermedad que aflije a Lucy Westenra [ver: Bloofer Lady: la transformación de Lucy Westenra]
Es el propio Van Helsing quien advierte que la enfermedad de la muchacha coincide con los síntomas del ataque de un vampiro. A partir de allí guía los esfuerzos del grupo para encontrar al culpable, por supuesto, el Conde Drácula.
Ahora bien, Bram Stoker jamás hace de Abraham Van Helsing un experto en vampiros, y mucho menos en un cazador que conoce las estrategias y artilugios de estas criaturas de la noche. Su viejo estudiante, el doctor Seward, acude a él porque la enfermedad de Lucy lo ha desconcertado, y porque considera que Van Helsing conoce mejor que nadie los síntomas y tratamientos para «enfermedades raras», aunque nunca menciona directamente el vampirismo. Esta calidad de «experto en vampiros» se instaló paulatinamente a través de las innumerables adaptaciones cinematográficas de Drácula.
Hasta aquí hemos hablado del Abraham Van Helsing creado por Bram Stoker, un personaje que, como ya hemos dicho, se basó en un hombre real; más precisamente en el médico de la corte de la emperatriz María Teresa de Austria, quien le encargó llevar adelante los primeros estudios científicos sobre vampiros. Su nombre era Gerard van Swieten (1700-1772)
Nació en la ciudad de Leiden. Fue un alumno aventajado en medicina, lo cual lo llevó a convertirse en el médico de cabecera de la emperatriz. Desde su cargo impulsó una fuerte transformación de los hospitales austríacos, mejorando la situación de los enfermos psiquiátricos, y sobre todo en la formación universitaria de los nuevos médicos, introduciendo la experimentación y la observación clínica. Además, fue elegido director de la Biblioteca de Viena y desde allí impartió sus primeras conferencias, sobre todo de anatomía y el tratamiento de enfermedades venéreas.
Pero los intereses de Gerard van Swieten iban más allá de lo estrictamente científico. Estaba fascinado por los fenómenos paranormales, y en especial por las leyendas de vampiros. Tal vez por eso la emperatriz María Teresa le encargó en 1754 que preparara un informe sobre los casos de vampirismo que se habían reportado en los territorios orientales del imperio.
Gerard van Swieten investigó a fondo el asunto, y en 1755 entregó su informe a la emperatriz. Paradójicamente, este «Van Helsing real» concluyó que los vampiros no existían, y que la creencia en estas criaturas abominables era una vana superstición rural.
El informe sobre vampiros de Gerard van Swieten no tuvo propósitos meramente ilustrativos. María Teresa no estaba interesada en los vampiros como emergentes del folklore local, sino debido a la cantidad formidable de denuncias de profanaciones y exhumaciones ilegales que se realizaban bajo el pretexto de que los ocupantes de esas tumbas eran vampiros.
Los argumentos científicos de Gerard van Swieten convencieron a la emperatriz de que los vampiros no existían. Inmediatamente, María Teresa redactó un edicto que prohibía todo tipo de profanación y exhumación, así como la decapitación, estacamiento y quema de cadáveres sospechados de ser vampiros, un hábito que continuó durante varios años más a pesar de las fuertes multas que recaían sobre los culpables.
Se dice que Gerard van Swieten era experto en libros prohibidos. Si no hubiese sido el médico personal de la emperatriz, su biblioteca personal sin dudas hubiese sido confiscada a causa de la cifra asombrosa de libros malditos que poseía.
Curiosamente, Gerard van Swieten mantuvo una lucha feroz contra los jesuitas, quienes habían censurado muchas de sus investigaciones y experimentos, y que incluso habían negado tajantemente sus conclusiones acerca de la inexistencia de vampiros. Exégetas de la historia sostienen que, en realidad, Gerard van Swieten creía firmemente en los vampiros, pero que negó su existencia para alterar las comisiones onerosas de los jesuitas, a menudo encargados de supervisar la exhumación de cadáveres y de confeccionar ricas y sacrosantas estacas de madera de fresno.
Leyendas de vampiros. I Razas de vampiros.
El artículo: El verdadero origen de Van Helsing fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
2 comentarios:
Excelente entrada! no tenía ni idea de que el personaje esuviera inspirado en ese médico.
Saludos!!
Si muy interesante, justo voy a ver Van Helsing la pelicula y queria leer algo sobre Barsovia :V
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