Ataques astrales: exparejas que aparecen en sueños.
En el Consultorio Paranormal de El Espejo Gótico recibimos algunos correos realmente interesantes (información de contacto al pie del artículo). La idea de este espacio dentro del blog es precisamente esa: compartir experiencias extrañas que, quizás, puedan servir a los demás. En este caso, el tema se relaciona con la inquietante e insistente presencia de exparejas en los sueños.
Para preservar la identidad de la persona que nos ha escrito hemos editado el correo, eliminado cualquier referencia que pueda comprometer su anonimato.
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Siempre me interesaron los temas sobrenaturales, así que una de las primeras cosas que hice cuando me mudé a la ciudad fue explorar librerías en busca de libros sobre viajes astrales y proyección extracorporal. En uno de esos recorridos conocí a un hombre. Él también estaba en la misma sección de la librería que yo, y empezamos a conversar sobre el tema.Nos agregamos y unos días después nos encontramos de nuevo en la librería. Tomamos un café, y me explicó su interés en el ocultismo. Salimos durante unos meses, y en ese tiempo las cosas se pusieron feas. Era un hombre agresivo. Finalmente me vi obligada a regresar a mi ciudad natal, ya que realmente temía por mi vida.
Durante un tiempo no supe nada más sobre él, hasta que me empezaron a suceder estas... cosas.
Unos tres meses después de verlo por última vez, comencé a sentir su presencia en mi casa.
En cierto momento de la noche, sentí en mi habitación el aroma de su perfume (aclaro que él nunca estuvo en esa casa), pero de un modo más fuerte que el normal. Era un olor intenso, dulce, que te saturaba las fosas nasales.
A partir de entonces, mi expareja empezó a aparecer en mis sueños.
Los sueños eran malos, pero no eran lo único que ocurría. Al despertarme sentía que él estaba en la habitación, quiero decir, que físicamente estaba ahí. La sensación era extremadamente fuerte.
Esto se prolongó durante varias semanas. Casi no dormía, y apenas podía concentrarme en el trabajo. Entonces recibí un mensaje suyo (hasta entonces nunca me había escrito desde que lo dejé); decía que ya no me visitaría por las noches, pero que enviaría a un amigo.
Esa noche, cuando volví a casa, sentí que había algo más; no él, algo diferente.
El departamento estaba frío, olía a carne podrida y a orina de gato (que, por cierto, no tengo). Toda la casa crujía, quiero decir que se escuchaban toda clase de ruidos extraños. Las cosas fueron empeorando progresivamente.
Por mis lecturas creo que podría ser que mi expareja me estuvo acechando a través de la proyección astral, con sueños lúcidos y todo eso, hasta que finalmente envió algo no humano a mi casa, su amigo.
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Lo que esta persona ha experimentado es algo conocido como ataque astral (ver: Cómo protegerse de las entidades del bajo astral).
Este tipo de ataques astrales pueden producirse incluso involuntariamente, aunque no parecería ser el caso, teniendo en cuenta los antecedentes de la expareja de nuestra amiga.
Cuando una persona se obsesiona lo suficiente con otra ejerce una intención extrema en sus pensamientos, una intención dirigida, si se quiere, que puede afectar al otro. Este tipo de apego, o enlace, suele ser algo común en los vampiros psíquicos, también llamados vampiros energéticos y vampiros emocionales (ver: El enlace entre el Vampiro y su víctima).
Si una persona está interactuando con tus sueños podría hacerlo por la pura intención de su obsesión, inconscientemente (ver: Cómo comunicarse con alguien a través de los sueños); sin embargo, el caso descrito por nuestra amiga incluye otros elementos que no se explican únicamente con los sueños lúcidos (ver: Cómo crear y proyectar pesadillas a distancia).
Por otro lado, la fenomenología del Dreamwalking, esencialmente cuando alguien extraño, un intruso, entra en tus sueños, es distinta de la que menciona nuestra amiga (ver: Dreamwalking: cuando alguien extraño entra en tus sueños).
En teoría, una persona que invade el sueño de otro, como si lo hackeara, solo puede hacerlo aprovechando esa intención desproporcionada de la que hablábamos antes (ver: ¿Se pueden hackear los sueños?).
La necesidad (o ilusión de necesidad, en realidad) y el deseo, son el combustible que alimenta todas las técnicas de hechizos y brujería, y que pueden activarse inconscientemente. El receptor, en todo caso, ni siquiera tiene que creer en la posibilidad de que esto ocurra, solo la persona responsable de ese intento debre creer, razonablemente, para concentrar aun más sus intenciones y deseos (ver: ¿Se puede entrar en los sueños de otra persona?).
Este caso en particular posee elementos que bien pueden asociarse a lo paranormal, como los olores desagradables que describe nuestra amiga (ver: ¿Qué es ese olor?: entidades que se manifiestan a través del aroma), pero eso, lamentablemente, pertenece al orden de lo subjetivo, y sus posibles explicaciones son más terrenales que otra cosa.
Por la descripción de esos fenómenos, pero sobre todo por su evolución a través del tiempo, tal como los describe nuestra amiga, el caso podría resumirse dentro de las características más frecuentes de la Infección Astral.
Una persona capaz de dirigir su voluntad hacia otra, y de enviar a un amigo, probablemente una entidad no humana del plano astral, para hacer daño, seguramente sabe lo que hace, y también los riesgos que eso entraña. Incluso sin la intención de dañar, es probable que su doble astral se convierta en un faro de atracción para toda clase de entidades, larvas, gusanos y parásitos del bajo astral.
En este sentido, al visitar a nuestra amiga, su expareja llevaba consigo toda clase de entidades adheridas a su doble astral (ver: Entidades del Plano Astral que se «pegan» al aura). Es decir que su sola presencia etérica en la casa de nuestra amiga, y en sus sueños, sería capaz de producir los fenómenos que describe en su correo (ver: Parásitos astrales y las «malas energías»).
Rápidamente hay que decir que cuando un ex aparece en sueños no necesariamente se trata de algo malo.
Los sueños son especialmente prácticos para alertarnos sobre el patrón de comportamiento de otras personas. Todas las actitudes actuales que nos recuerden a una vieja relación suelen aparecer en sueños inquietantes en donde volvemos con esas personas, tal vez para alertarnos sobre un error recurrente en nuestras elecciones.
En otras palabras, soñar que volvemos con una ex pareja casi nunca refleja el deseo inconsciente de regresar con ella.
Para finalizar diremos que el caso de nuestra amiga ha terminado bien. Su ex ya no aparece en sus sueños, y si bien ha tenido algunas experiencias residuales en su casa, éstas han desaparecido por completo en el curso de unos pocos meses.
Consultorio paranormal. I Fenómenos paranormales. I Parapsicología.
Más literatura gótica:
- Significado de soñar con una expareja.
- ¿Por qué siempre sueño con la misma persona?
- Las sombras del plano astral que habitan en tu casa.
- Seres del Plano Astral que viven en los cementerios.
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