El enlace entre el Vampiro y su víctima


El enlace entre el Vampiro y su víctima.




De acuerdo al Diario de un Vampiro, o Liber Vampiris, existe una especie de Enlace entre el Vampiro y su víctima. Según este libro prohibido, cada vez que un Vampiro se alimenta de alguien forja en el proceso un vínculo sutil con esa persona; y cada nuevo encuentro entre ambos refuerza el Enlace inicial, haciendo que sea mucho más fuerte y profundo.

(Nota: el Liber Vampiris utiliza la palabra latina vinculum, que significa «cadena», «atadura», pero que en español genera la idea de un vínculo sentimental, por eso hemos preferido utilizar el término enlace)

El Enlace no solo se establece a través de la alimentación, sino también mediante interacciones ordinarias con la otra persona, de modo que cada vez que el Vampiro y ella se encuentren, tanto en el ámbito social como en el privado, el Enlace se fortalecerá poco a poco.

El Enlace entre el Vampiro y su víctima no es completamente psíquico, es decir, no tiene que ver estrictamente con el control mental a distancia. Podemos pensarlo como una especie de tentáculo astral que conecta al Vampiro con el Cuerpo Sutil de la persona de la cual se alimenta. En otras palabras, el Enlace se establece a nivel astral, y posee una increíble capacidad de resistencia.

La intensidad con la cual el Vampiro se alimenta de la persona está relacionada con su grado de deseo, y este es el factor que determina la profundidad y la fuerza del Enlace. Al parecer, hay una alimentación superficial, con motivos rigurosamente biológicos, que no crea vínculos perdurables. En el caso de la alimentación profunda el Enlace se establece en un mismo nivel, conecta al Vampiro con el núcleo de la otra persona, forjando así un Enlace significativo.

El Enlace entre el Vampiro y su víctima no solo los conecta energéticamente, o mejor dicho, a nivel astral, sino que también puede forjar un vínculo emocional definido. La persona se siente cada vez más unida al Vampiro en términos mentales, físicos, emocionales y espirituales. En general esto se confunde fácilmente con atracción, e incluso con sentimientos más ricos, como el amor.

El Enlace, entonces, permite un intercambio de información entre el Vampiro y su víctima. A través de esa conexión el Vampiro puede sentir las emociones de la persona, e incluso percibir las cosas a través de sus sentidos. Cuanto más profundo y fuerte sea el Enlace más constante y definida es esta comunicación.

Es decir que el Vampiro puede utilizar el Enlace para recibir información, pero también para enviarla. Puede proyectar conscientemente sus sentimientos hacia la otra persona. Puede enviarle pensamientos, sugerencias, y hasta órdenes precisas, aunque esto puede hacer peligrar la estabilidad del Enlace, e incluso romperlo.

Excepto que la persona intente bloquear el Enlace conscientemente, la comunicación fluye sin obstáculos entre ambos extremos. Los estados emocionales fuertes son los que mejor se transmiten, en ambas direcciones, es por eso que la víctima a veces experimenta sentimientos encontrados, complejos, pero intensamente emocionales, que al no conocer de dónde provienen puede aceptarlos equivocadamente como propios, y con consecuencias sumamente desagradables.

Las emociones fuertes, dentro del marco emocional de los Vampiros, pueden producir estados de ánimo que oscilan peligrosamente entre los extremos del placer y la depresión cuando son transmitidos por el Enlace. Por otro lado, los cambios repentinos en el humano casi no afectan al Vampiro, pero sí al enlace.

Cuando el Vampiro se alimenta extiende parte de su energía sobre la víctima. Al principio puede existir cierta resistencia, pero cuando el Enlace se establece a nivel profundo, tocando el núcleo de la persona, se produce una apertura casi absoluta. Esto es peligroso para el Vampiro, que fácilmente puede perder el control y tomar demasiado de su presa. Después de retirarse, el Vampiro deja un poco de sí en la persona de la cual se alimentó. Esto constituye la raíz del Enlace.

El Enlace forjado a través de la alimentación, decíamos, puede crear un vínculo emocional significativo. La persona puede experimentar sentimientos realmente pintensos, como atracción y amor; y éstos a su vez siguen el flujo de energía que se transmite a través del Enlace. La profundidad e intensidad de esos sentimientos, así como su duración a lo largo del tiempo, están determinados por la fuerza del Enlace.

Esto significa que no hay dos Enlaces iguales entre un Vampiro y su víctima. Si las emociones involucradas son superficiales, así lo será el Enlace, pero cuando este es demasiado profundo puede llegar a comprometer al Vampiro. La persona puede incluso llegar a bloquearlo, y a tener cierto control sobre él.

Las consecuencias de un Enlace desigual pueden ser graves. En primer lugar, el Vampiro necesita una conexión con su víctima, pero también un alto grado de control sobre la situación. Es por eso que los Vampiros más evolucionados, aquellos que no encuentran satisfacción únicamente en alimentarse, jamás subestiman el poder de los seres humanos, ya que fácilmente podrían quedar atrapados en un Enlace desigual. Cuando este se debilita, el deseo, la atracción, la pasión, el amor, pueden convertirse en resentimiento; y nadie puede causar más daño a un Vampiro que alguien con el que estableció un vínculo profundo.

Por todos estas razones, los Vampiros nunca se alimentan de forma casual, salvo los Ghouls y otros seres despreciables que rondan los cementerios y sitios malditos. Los verdaderos Vampiros se aseguran de que el Enlace sea firme, profundo, y que permita cierto grado de intercambio entre ambas partes.

Las repercusiones emocionales y psicológicas de un Enlace desigual —donde una de las partes toma más de lo que da— son demasiado graves, incluso para el Vampiro. Éste no se cortará abruptamente, pero puede neutralizar la predominancia del Vampiro en la relación, neutralizando buena parte de su influencia.

No obstante, sostiene el Liber Vampiris, un Enlace bien establecido no se corroe fácilmente, aún cuando existan desigualdades en los sustratos menos íntimos de la relación. Incluso hay casos extraordinarios donde ya no existe un extremo dominante en el Enlace, y otro sometido, sino un vínculo equilibrado, incluso igualitario, donde ambos se alimentan y, a la vez, se ofrecen como alimento.




Vampiros. I Libros de Vampirología.


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El artículo: El enlace entre el Vampiro y su víctima fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

3 comentarios:

Luciano dijo...

Interesante artículo. Muchas gracias por compartirlo.

Anónimo dijo...

Me apasiona la manea de expresar las ideas con tanta elegancia.
Como seguidora de los vampiros esto muy entusiasmada de haber encontrado esta maravillosa pagina donde ampliar conocimientos y conocer mas de otras ideas que personas como yo tienen para dar a conocer.
Gracias

Sebastian Beringheli dijo...

Gracias por el apoyo!



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