10 claves para reconocer a un vampiro emocional


10 claves para reconocer a un vampiro emocional.




Antes de entrar en las 10 claves para reconocer a un vampiro emocional, también llamados vampiros psíquicos o vampiros energéticos, debemos resumir algunas de las principales características de este tipo de individuos.

De acuerdo a El cantar de los vampiros, así como otros libros prohibidos relacionados al tema del vampirismo —como el Memento Umbrarum, por ejemplo—, los vampiros emocionales, en esencia, son exactamente lo contrario a ese tipo de personas con las cuales podríamos pasar largas horas conversando sin darnos cuenta.

Los vampiros emocionales ejercen una influencia nefasta en las personas que los rodean, infectándolos con sentimientos de infelicidad y de fatiga. De hecho, basta compartir un rato con un vampiro emocional para sentirse física y mentalmente agotado.

Por naturaleza, el vampiro emocional siempre busca apoyo en los demás, pero de un modo enfermizo, parasitario. Esto significa que hará lo que sea para no estar solo y enfrentarse a sí mismo. Se siente energizado en presencia de ciertas personas, pero rara vez se convierte en el centro de atención, aunque de hecho trate minar constantemente la charla con anécdotas autorreferenciales.

Básicamente el vampiro emocional es aquel individuo que jamás dará por concluida una conversación (o una amistad, o una relación, o un trabajo) y que nunca se irá de un lugar por voluntad propia.

Dicho esto, pasemos directamente a las 10 claves para reconocer a un vampiro emocional. No se trata de una lista integral, sino de distintas características que predominan en la personalidad y el carácter de estos indeseables sujetos.



1- Victimizado:

Esencialmente es el tipo de vampiro emocional que se manifiesta a través de la teoría de que todo el mundo está en contra suyo.

En el libro: Vampiros energéticos: guía de protección y reconocimiento se explica que el vampiro emocional no siempre cree en la veracidad de sus argumentos conspirativos, sino que los utiliza para manipular a las personas que lo rodean y, especialmente, para atraer su atención.

Por su parte, en Chantaje emocional (Emocional Blackmail), la investigadora Susan Foward argumenta que, al menos en parte, es el propio vampiro emocional quien aprovecha cualquier ocasión para poner a los demás en contra y de ese modo manipular a su círculo íntimo.


2- Culpador I Acusador.

En Vampiros emocionales: lidiando con personas que se alimentan de tu energía (Emotional Vampires: Dealing with People Who Drain You Dry), árido estudio vampirológico, se asegura que muchos vampiros emocionales se caracterizan por desligarse completamente de sus responsabilidades.

Nunca se siente culpable de sus acciones. En general emplea argumentos falaces, como el de que su comportamiento es simplemente una reacción ante una ofensa. En cualquier caso, es extremadamente habilidoso para hacer sentir responsables a los demás; y no vacila en señalarlos con dedo acusador.


3- Narcicismo dramático.

En Parejas narcisistas y la agenda de las relaciones patológicas (Narcissistic Partners and the Pathological Relationship Agenda) se desarrolla minuciosamente la posición narcisista del vampiro emocional; la cual, paradójicamente, no duda en buscar la atención de los demás a cualquier precio, incluso adoptando posturas que van desde lo ridículo a lo patético.

Esta especie de vampiro emocional se caracteriza por dramatizarlo todo, incluso situaciones realmente absurdas. Todo lo exagera, transformando un simple episodio en una auténtica catástrofe. Tampoco es infrecuente que rompa en llanto por cualquier motivo trivial.


4- Ofensa I Rechazo I Castigo.

Esta subespecie del vampiro emocional es totalmente incapaz de manejar el rechazo. Puede llegar a insistir hasta el hartazgo por cuestiones menores. Después de un tiempo, esa insistencia se traduce en un hondo sentido de ofensa cuando debe enfrentarse ante cualquier negativa prolongada o actitud que contradiga sus deseos.

En general, suele castigar a aquellos que los han rechazado. Este castigo es siempre psicológico, ya que este tipo de individuos conoce a la perfección los puntos débiles de las personas de las cuales se alimenta energéticamente, buscando generar en ellos un sentimiento de culpa o de remordimiento.


5- Celos.

El vampiro emocional no solo es celoso de su pareja, sino básicamente de todas las personas que integran su círculo íntimo. Los motivos de estos celos son, en general, insignificantes, y muchas veces directamente imaginarios, pero la reacción que generan en él es completamente desproporcionada.

En Vampiros psíquicos: cómo protegerse de depredadores y parásitos energéticos (Psychic Vampires: Protection from Energy Predators & Parasites), se analiza el comportamiento de estos sujetos y se concluye, en más o menos palabras, que sus ataques de celos se disparan cuando la atención de quienes lo rodean se dirige hacia alguien más.


6- Inseguro I Manipulador.

No nos referimos aquí a una persona tímida o retraída, sino a un tipo de personalidad que utiliza la inseguridad para arrastrar a los demás hacia su propio estado emocional.

La persona insegura normalmente prefiere evitar aquellas situaciones que lo incomodan; pero el vampiro emocional inseguro, en cambio, genera esas mismas circunstancias y hace que todos los que lo rodean participen de sus miedos. Como se lo explica en El hombre manipulador: cómo identificar su comportamiento (The Manipulative Man: Identify His Behavior), se trata, en esencia, de un hábil artesano de la manipulación.


7- Paranoide.

Este vampiro emocional vive una realidad llena de ansiedades, miedos, paranoia, y todo su entorno vibra en la misma frecuencia. Siente el temor constante de perder aquello que considera de su propiedad: pareja, trabajo, familia.

En El codex de los vampiros psíquicos (The Psychic Vampire Codex, Michelle Belanger) se asegura que estos vampiros emocionales no solo viven una vida desgraciada, repleta de temores, sino que organizan su realidad de manera tal que les permita pronosticar toda clase de planes y conspiraciones en contra suyo. Se especializa en anticipar desgracias que nunca ocurren. Curiosamente, siente miedo de perderlo todo y, precisamente por eso, jamás arriesga nada.


8- Entrometido.

Esta raza de vampiros emocionales no solo se caracteriza por meter las narices en la vida de los demás, sino que además se siente con derecho a participar activamente de sus decisiones. Nada puede hacerse sin tomarlo en cuenta; de hecho, si se hace algo sin su consulta puede producir en él verdaderos estallidos de furia.

En su juventud, se especializa por realizar comentarios inapropiados sobre la vida de los demás, e incluso de esparcir rumores maliciosos. Su nivel de crítica es insoportable, y aumenta en la adultez, sobre todo sobre sus hijos —Padres tóxicos (Toxic Parents)—, quienes tienen la mala fortuna de ser el principal objetivo de sus desmesuradas expectativas.


9- Egoísmo.

Básicamente todo tiene que ver con él, y sólamente con él; incluso el clima, de acuerdo a su postura, parece específicamente diseñado para perjudicarlo.

Siendo que todo el universo gira a su alrededor, este tipo de vampiro emocional se coloca a sí y sus preocupaciones por delante de los demás. No necesariamente es un narcisista, sino una persona profundamente egoísta.


1- Insatisfecho.

El vampiro emocional se caracteriza por ser un individuo esencialmente insatisfecho: nada es suficientemente bueno para él. Las pocas cosas que lo gratifican rápidamente se convierten en un nuevo motivo de insatisfacción.

Visto desde afuera, parece un individuo activo, ya que constantemente corre detrás de sus objetivos. Visto de más cerca, esos mismos objetivos, una vez que son cumplidos, son descartados sin ningún tipo de vacilación.

Su insatisfacción tiene que ver fundamentalmente con el hecho de que nada le gusta. Nada le resulta del todo placentero. En consecuencia, todo el tiempo exige más, llegando a demandarlo todo de las personas que lo rodean.




Más sobre Vampiros. I El lado oscuro de la psicología.


Más literatura gótica:
El artículo: 10 claves para reconocer a un vampiro emocional fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

3 comentarios:

KONOSOR dijo...

Alguien ha leído "Mas allá del Crepúsculo"

Anónimo dijo...

Yo quería saber cómo identificar a un vampiro emocional y resulta que yo soy un vampiro emocional...... Cha.. lo qu faltaba...

Greisy dijo...

creo que tengo muchas caracteristicas



Lo más visto esta semana en El Espejo Gótico:

Análisis de «La pequeña habitación» de Madeline Yale Wynne.
Poema de Emily Dickinson.
Relatos de Edith Nesbit.


Paranormal.
Poema de Charlotte Mew.
Relato de Walter de la Mare.