¿La Bruja Blair pertenece a los Mitos de Cthulhu?
¿La Bruja Blair pertenece a los Mitos de Cthulhu de H.P. Lovecraft?
Ningún elemento aislado de la película justifica una afirmación tajante al respecto, pero la suma de esos ingredientes dispersos apunta a la posibilidad certera de que la Bruja Blair, en efecto, forme parte del Multiverso de Lovecraft.
El argumento y la historia de fondo de El proyecto Blair Witch (The Blair Witch Project) supuestamente son una invención de los creadores de este clásico del cine de terror: Eduardo Sánchez y Daniel Myrick, sin embargo, hay un fuerte vínculo entre la película con los horrores descritos por H.P. Lovecraft.
De hecho, existen muchos puntos en común entre la Bruja Blair y los Mitos de Cthulhu. Incluso podemos pensar que el formato del Found Footage es afín al ciclo lovecraftiano. El maestro de Providence proporcionaba lugares, fechas, nombres, recortes de periódicos, y toda clase de evidencias en sus relatos, los cuales pueden ser vistos como un antecedente del Found Footage; es decir, recursos de verosimilitud narrativa previos a la aparición de las grabaciones caseras y misteriosos VHS encontrados.
Pero lo que nos interesa aquí es la mitología, el lore, de la Bruja Blair, en comparación con el de los Mitos de Cthulhu.
El primer punto en común entre la mitología de Blair Witch y los Mitos de Cthulhu es el relato de Karl Edward Wagner: Estacas (Sticks), el cual pertenece al ciclo lovecraftiano, y narra la historia de un escritor de poca monta que decide ir a pescar a los bosques del estado de Nueva York. Allí se producen toda clase de sucesos extraños, pero el que más nos interesa es la aparición de extraños símbolos hechos con pequeñas ramas, a veces colgadas de los árboles o encontrados en el suelo. Estos objetos son muy similares a los de El proyecto Bruja Blair. Claramente hay una referencia allí.
Finalmente, el protagonista de Estacas encuentra una vieja casa abandonada en el bosque. Sus paredes de madera están cubiertas con estos símbolos extraños hechos con ramitas. Entonces encuentra una puerta que da al sótano de la casa, donde también hay símbolos y dibujos esotéricos en las paredes. Para no arruinar el final, diremos que el protagonista, llamado Leverett, entra en el sótano y encuentra algo sumamente desagradable.
Esta es esencialmente la trama de El proyecto de la Bruja Blair: alguien se pierde en un bosque embrujado, descubre extraños objetos esotéricos hechos con ramas, encuentra una casa embrujada, desciende al sótano para enfrentarse cara a cara con el horror innombrable que habita allí.
Los detalles circunstanciales pueden cambiar, así como el número de protagonistas, pero el argumento es el mismo. Si Estacas forma parte de los Mitos, y El proyecto Blair Witch está inspirado en él, entonces razonablemente podemos deducir que la película pertenece a los Mitos de Cthulhu, tangencialmente, al menos.
La joven e intrépida Heather, una de las protagonistas de la Bruja Blair, comenta algo sobre la leyenda de Coffin Rock, donde cinco hombres fueron encontrados atados y destripados en 1886, y en cuyos cuerpos había talladas unas runas indescifrables. De algún modo, la referencia parece exagerada en relación a la discreción y la austeridad del horror cósmico presentado en la película. En todo caso, aquel asesinato en masa recuerda a los cultos blasfemos de Lovecraft.
En La llamada de Cthulhu (The Call of Cthulhu) se cuenta que la policía de Nueva Orleans está tras la pista de algunas misteriosas desapariciones en el bosque. Algunos temerarios investigan el área, y encuentran a los odiosos adoradores de Cthulhu. En el centro de aquella tertulia satánica se encuentra un gran monolito donde las víctimas son sacrificadas siguiendo el modus operandi de Black Coffin en la Bruja Blair.
Este tipo de altares blasfemos abundan en los Mitos de Cthulhu. Otro que vale la pena mencionar es el de La piedra negra (The Black Stone), de Robert E. Howard; donde también hay un altar de piedra, llamado Stregoicavar, cuyo nombre significa algo así como el «pueblo de la bruja».
Así como en los Mitos tenemos una gran cantidad de libros prohibidos, como el Necronomicón, el De Vermis Mysteriis, el Unaussprechlichen Kulten, entre otros (ver: libros apócrifos en los Mitos de Cthulhu), la Bruja Blair también tiene su tomo maldito: El culto de la Bruja Blair (Blair Witch Cult), supuestamente escrito en 1809.
Hay algunas incongruencias aquí. Heather proporciona esa fecha (1809), pero el libro hace referencia a los asesinatos de 1886. En la secuela de El proyecto de la Bruja Blair se menciona a este libro simplemente como El libro de las sombras (The Book of Shadows), probablemente refiriendo a los libros de las sombras de la religión Wicca.
Otro vínculo interesante entre la Bruja Blair y los Mitos de Cthulhu puede encontrarse en la escena donde los estudiantes de cine huyen de su campamento en medio de la noche. Luego descubren que algo ha destruido las pertenencias de Josh, dejándolas cubiertas con una extraña gelatina azul. Sin dudas, un presagio, porque poco después Josh desaparece. Esto parece una referencia al relato de Frank Belknap Long: Los perros de Tíndalos (The Hounds of Tindalos), el cual pertenece al canon de los Mitos de Cthulhu.
Este relato trata sobre seres interdimensionales que viven en una especie de dimensión angular, opuesta a nuestro estable universo curvo. Cuando el desafortunado protagonista finalmente es atacado por los perros, su cuerpo es destrozado. El único rastro que dejan aquellas criaturas es una extraña y gelatinosa sustancia azul sobre la piel de su víctima.
Otro detalle interesante puede encontrarse en la historia de fondo: La maldición de Blair Witch (Curse of the Blair Witch), especie de documental creado por Eduardo Sánchez y Daniel Myrick para darle cierta densidad al lore de la película. Allí se narra el ingrato destino de una niña, llamada Eileen Treacle, quien en 1825 fue arrastrada hacia el fondo de un charco por una fantasmal mano blanca, según afirmaron testigos del hecho. El cuerpo de Eileen nunca fue encontrado, a pesar de que el charco no tenía más de un pie de profundidad.
Esto también tiene relación con un cuento de los Mitos de Frank Belknap Long: Los devoradores del espacio (The Space-Eaters). Aquí también hay una misteriosa entidad que acecha en un bosque y que se manifiesta como una fantasmal mano blanca que arrastra a sus víctimas a su propia dimensión.
Ya entrando en un terreno mucho más especulativo podemos mencionar el relato de Robert Bloch: Cuaderno encontrado en una casa desierta (Notebook Found in a Deserted House), título que, por sí mismo, podría definirse como found footage. En el cuento, Willie Osborne, un niño de doce años, se pierde en un bosque cuya principal característica es el silencio (salvo el de ramitas que se rompen), y la ausencia de vida animal. El bosque de Black Hills, en El proyecto Blair Witch, también parece particularmente carente de vida animal —todo lo que se nos muestra es ratón muerto encontrado por Heather—, pero repleto de sonidos de ramas que se quiebran como si alguien caminara siguiendo de cerca a los protagonistas.
Pero hay más.
Willie finalmente tiene un encuentro con una criatura espantosa, sin una forma concreta, pero con extremidades —¡muchas!—, que terminan en algo similar a pezuñas. En la segunda noche que los estudiantes de cine pasan en el bosque, comienzan a escuchar este inquietante ruido de ramas que se rompen; Josh y Heather incluso comparan estos sonidos con pasos, pero con los de algo que debería tener cien patas con pezuñas.
Uno podría suponer que los personajes de Blair Witch eran bastante torpes a la hora de orientarse en el bosque, y es por eso que siempre terminan caminando en círculos, pero quizás esta circunstancia tenga que ver con algo más que incompetencia. Pasan alrededor de quince horas caminando y terminan exactamente en el mismo lugar, a pesar de que Heather, según ella misma afirma, consultó su brújula cada cinco minutos.
Caminar en círculos para regresar una y otra vez al mismo lugar es un motivo recurrente en los Mitos. Por ahí anda el cuento de J. Ramsey Campbell: La Iglesia en High Street (The Church in High Street), donde todos los caminos, todas las direcciones que uno tome, siempre conducen a esa iglesia satánica. El mismo fenómeno de dirección distorsionada termina con la vida de Willie en Cuaderno encontrado en una casa desierta. El pobre muchacho corre y corre en el bosque solo para volver al mismo sitio.
El arquetipo de la bruja es otro dispositivo frecuente en los Mitos. La más conocida es Keziah Mason, de Los sueños en la casa de la bruja (Dreams in the Witch-House), de Lovecraft. También podemos mencionar a Abigail Prinn, quien aparece en El horror de Salem (The Salem Horror), de Henry Kuttner. Esta última suele trazar misteriosos símbolos en el bosque, símbolos que permiten que las personas que interactúan con ellos se vuelvan anormalmente sensibles ante ciertas vibraciones, como si de algún modo amplificaran los poderes de la bruja.
En este punto podemos concluir que El proyecto Blair Witch estuvo fuertemente influenciada por H.P. Lovecraft en general, y por los Mitos de Cthulhu en particular. Estos elementos incuso podrían haber sido utilizados por los realizadores de la película de forma inconsciente... aunque cualquiera que lea Estacas dudaría de esa posibilidad.
En todo caso, muchos aficionados a los Mitos de Cthulhu esperan que cualquier obra relacionada brinde referencias directas, por no decir groseras, a elementos paradigmáticos del ciclo, como el Necronomicón. En cierto modo se valora la imitación servil por encima de las influencias. Yo creo que Lovecraft hubiese valorado mucho más una pieza de horror cósmico como La Bruja Blair por encima de muchísimas otras obras que hacen alusión directa a su obra.
Blair Witch no menciona al Necronomicón (afortunadamente), pero enfatiza todos los elementos lovecraftianos por excelencia. Porque algo incomprensible acecha a los cineastas en aquel bosque, algo que los atemoriza y que se manifiesta de forma cada vez más directa, hasta que por fin los atrapa. Y nosotros, como espectadores, también corremos en círculos. Al igual que ellos, al final no logramos quitar el velo de misterio que recubre a esa presencia. Eso es Horror Cósmico, y esa es la esencia de Lovecraft.
Mitos de Cthulhu. I H.P. Lovecraft.
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