Märt: los vampiros que atacan cuando dormimos.
Aún los eventos más perturbadores de nuestros sueños encuentran una explicación en las leyendas. La sensación de que algo, o alguien, nos respira en el rostro mientras estamos en la cama (ver: Cuando algo invisible te respira en la cara), los ruidos y crujidos que provienen de los rincones, y hasta esa ligera presión en el abdomen, como si un gato se hubiese instalado cómodamente allí, se explican de forma fantástica a través de unas criaturas que nadie querría tener cerca al irse a dormir.
En Alemania se creía en una raza de vampiros cuyos hábitos nocturnos luego serían absorbidos por otros clanes. Hablamos de los Märt, vampiros que únicamente salen de sus cubiles durante la noche para atacar a los durmientes.
Los Märt son criaturas de dimensiones muy pequeñas. Su altura, evalúan los grimorios y libros prohibidos de la Edad Media, no superan el metro de estatura; y en ocasiones se los describe como diminutos seres amorfos y contrahechos con cierta similitud con los roedores.
La rutina depredadora de los Märt consiste en, primero, aguardar a que su víctima concilie el sueño. No demasiado, solo lo suficiente como para no despertarlos del todo ante su presencia. Acto seguido, se sientan sobre el pecho de la persona que duerme (ver: Los secretos de «La pesadilla» de Henry Fuseli)
Mediante fórmulas y sugestiones que ningún libro maldito ha logrado descifrar, el Märt comienza a inducir una larga sucesión de horrorosas pesadillas. Durante este trance, se alimenta de sangre de la persona que duerme, succionada a través de pequeñas incisiones realizadas en el abdomen, que luego serán atribuidas a mosquitos u otra clase de insectos.
Con el tiempo los Märt redujeron su dieta y pasaron de ser vampiros pluralistas a convertirse en súcubos, es decir, vampiresas que atacan exclusivamente a los hombres.
Si bien los Märt suelen preferir sentarse sobre el pecho de las personas que duermen, también sienten una especial predilección por quienes se duermen en posición fetal. Sobre ellos vierten las pesadillas más terribles, ésas que habitualmente nos hacen despertar, solo que bajo el influjo de los Märt esto conduce a un reacomodamiento para facilitar su alimentación.
Las leyendas alemanas aseguran que el único método efectivo para repeler los ataques de los Märt consiste en colocarse guantes de cuero antes de dormir. La eficacia de éste método no es preventiva.
Al parecer, cuando la persona se encuentra durmiendo boca arriba, o es inducida a esa posición por el hábil encantamiento de los Märt, éstos apoyan sus pequeñas rodillas sobre los brazos del durmiente, inmovilizándolo por completo. El uso de guantes de cuero para dormir, cuya efectividad dependerá de si éstos han pertenecido o no a otra persona, se relaciona con otra de las inexplicables alergias de los vampiros.
Así como algunos vampiros aborrecen la luz del sol, otros la plata, el ajo o los espejos, los Märt sienten un particular rechazo por el cuero.
Si bien el uso de estos guantes no evita los ataques de los Märt, funcionan de maravillas si la víctima consigue despertarse. Según anota el demonólogo Johann Weyer en su De Praestigiis Daemonum et Incantationibus ac Venificiis, no es necesario aplicar mucha fuerza para asfixiar a estos indiscretos vampiros.
Leyendas de vampiros. I Razas de vampiros.
Más literatura gótica:
- Diccionario de razas y clanes de vampiresas.
- Significado de soñar con vampiros.
- Diccionario de sueños.
- Relatos alemanes de terror.
1 comentarios:
En lo de causar pesadillas, se parecen a los elfos.
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