«Una pieza nocturna sobre la muerte»: Thomas Parnell; poema y análisis.
Una pieza nocturna sobre la muerte (A Night-Piece on Death) es un poema de cementerio del escritor irlandés Thomas Parnell (1679-1718), publicado de manera póstuma por Alexander Pope en la antología de 1722: Poemas sobre varias ocasiones (Poems on Several Occasions).
A continuación compartimos nuestra versión en español de Una pieza nocturna sobre la muerte, sin dudas uno de los mejores poemas de Thomas Parnell, seguido de un breve análisis.
Una pieza nocturna sobre la muerte.
A Night-Piece on Death, Thomas Parnell (1679-1718)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
Cuán profundo ese azul tiñe el cielo,
donde yacen innumerables orbes de oro,
mientras que a través de sus filas de plateado orgullo
parece deslizarse la luna.
La brisa adormecida se olvida de respirar,
el lago es suave y claro debajo,
donde una vez más el espectáculo de las estrellas
desciende para encontrarse con nuestros ojos.
Los terrenos, que a la derecha se extienden,
en penumbras de la vista se retiran:
a la izquierda, un lugar de tumbas,
cuyo muro baña el agua silenciosa.
Ese campanario guía tu vacilante mirada
entre los lívidos destellos de la noche.
Pasa, con melancolía,
por los solemnes túmulos del destino,
y piensa, con la suave tristeza
con la que caminas sobre venerables muertos.
Esas tumbas, cubiertas de hierbas,
que sin nombre levantan el suelo arrugado,
rápidas a la mirada del pensamiento,
revelan dónde reposan la Pobreza y el Trabajo.
Las tumbas de mármol que se elevan en lo alto,
cuyos muertos yacen en abovedados arcos,
cuyos pilares se hinchan con piedras esculpidas,
ángeles, epitafios, huesos, brazos,
adornan a los ricos, o alaban a los grandes.
Mientras miro, la pálida Cynthia se desvanece,
¡la tierra que estalla desvela las sombras!
Todos lentos y pálidos, envueltos en mortajas,
se levantan en multitudes visionarias,
y todos con acento sobrio gritan:
«Piensa, mortal, lo que es morir.»
Ahora, de ese tejo negro y funerario,
que baña de rocío el osario,
me parece oír una voz
(cuervos, cesen el estruendo de su croar,
relojes, no resuena el tiempo
sobre el amplio lago y el suelo de medianoche);
como un repique de gemidos huecos,
hablando así entre los huesos.
«Cuando los hombres conocen mi guadaña,
me ven como la última de las cosas.
¡Tontos! La muerte es un camino que debe ser recorrido.
¿Por qué, entonces, tus estolas oscuras,
los largos coches fúnebres, los corceles con penachos negros,
que, al caminar, asienten sobre los escudos de los muertos?
Ni el cuerpo que ha partido,
ni desea el alma, conocer estas formas de aflicción.
En la tierra, y en el cuerpo enterrado,
unos pocos y malvados años son desperdiciados;
pero cuando sus cadenas son rotas,
contempla cómo se desarrolla la alegre escena,
aplauden con alegría y se elevan,
se mezclan con el resplandor del día».
How deep yon azure dyes the sky,
Where orbs of gold unnumbered lie,
While through their ranks in silver pride
The nether crescent seems to glide.
The slumb'ring breeze forgets to breathe,
The lake is smooth and clear beneath,
Where once again the spangled show
Descends to meet our eyes below.
The grounds, which on the right aspire,
In dimness from the view retire:
The left presents a place of graves,
Whose wall the silent water laves.
That steeple guides thy doubtful sight
Among the livid gleams of night.
There pass, with melancholy state,
By all the solemn heaps of fate,
And think, as softly-sad you tread
Above the venerable dead.
Those graves, with bending osier bound,
That nameless heave the crumpled ground,
Quick to the glancing thought disclose
Where Toil and Poverty repose.
The marble tombs that rise on high,
Whose dead in vaulted arches lie,
Whose pillars swell with sculptured stones,
Arms, angels, epitaphs and bones,
These adorn the rich, or praise the great.
While I gaze, pale Cynthia fades,
The bursting earth unveils the shades!
All slow and wan, and wrapped with shrouds,
They rise in visionary crowds,
And all with sober accent cry,
"Think, mortal, what it is to die."
Now from yon black and fun'ral yew,
That bathes the charnel-house with dew,
Methinks I hear a voice begin
(Ye ravens, cease your croaking din,
Ye tolling clocks, no time resound
O'er the long lake and midnight ground);
It sends a peal of hollow groans,
Thus speaking from among the bones.
"When men my scythe and darts supply,
They view me like the last of things:
Fools! Death's but a path that must be trod.
"Why then thy flowing sable stoles,
Long palls, drawn hearses, covered steeds,
And plumes of black, that, as they tread,
Nod o'er the scutcheons of the dead?
"Nor can the parted body know,
Nor wants the soul, these forms of woe.
On earth, and in the body placed,
A few, and evil, years they waste;
But when their chains are cast aside,
See the glad scene unfolding wide,
Clap the glad wing, and tow'r away,
And mingle with the blaze of day."
Thomas Parnell (1679-1718)
Where orbs of gold unnumbered lie,
While through their ranks in silver pride
The nether crescent seems to glide.
The slumb'ring breeze forgets to breathe,
The lake is smooth and clear beneath,
Where once again the spangled show
Descends to meet our eyes below.
The grounds, which on the right aspire,
In dimness from the view retire:
The left presents a place of graves,
Whose wall the silent water laves.
That steeple guides thy doubtful sight
Among the livid gleams of night.
There pass, with melancholy state,
By all the solemn heaps of fate,
And think, as softly-sad you tread
Above the venerable dead.
Those graves, with bending osier bound,
That nameless heave the crumpled ground,
Quick to the glancing thought disclose
Where Toil and Poverty repose.
The marble tombs that rise on high,
Whose dead in vaulted arches lie,
Whose pillars swell with sculptured stones,
Arms, angels, epitaphs and bones,
These adorn the rich, or praise the great.
While I gaze, pale Cynthia fades,
The bursting earth unveils the shades!
All slow and wan, and wrapped with shrouds,
They rise in visionary crowds,
And all with sober accent cry,
"Think, mortal, what it is to die."
Now from yon black and fun'ral yew,
That bathes the charnel-house with dew,
Methinks I hear a voice begin
(Ye ravens, cease your croaking din,
Ye tolling clocks, no time resound
O'er the long lake and midnight ground);
It sends a peal of hollow groans,
Thus speaking from among the bones.
"When men my scythe and darts supply,
They view me like the last of things:
Fools! Death's but a path that must be trod.
"Why then thy flowing sable stoles,
Long palls, drawn hearses, covered steeds,
And plumes of black, that, as they tread,
Nod o'er the scutcheons of the dead?
"Nor can the parted body know,
Nor wants the soul, these forms of woe.
On earth, and in the body placed,
A few, and evil, years they waste;
But when their chains are cast aside,
See the glad scene unfolding wide,
Clap the glad wing, and tow'r away,
And mingle with the blaze of day."
Thomas Parnell (1679-1718)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
El poema de Thomas Parnell: Una pieza nocturna sobre la muerte es considerado el primer poema de cementerio. Se cree que fue escrito como respuesta a la muerte de su esposa, Anne, en 1711; sin embargo, el dolor personal parece estar ausente en el poema. No hay lágrimas, no hay referencias al sentimiento de duelo. Más bien, lo que tenemos aquí es un poema corto pero impactante, desapegado y lúcido, equilibrado, que presenta la escena de un cementerio y afirma que en la muerte el cuerpo escapará de su prisión terrenal y encontrará el resplandor del día.
Siendo un precursor en el género, Una pieza nocturna sobre la muerte introduce varios elementos esenciales. La escena se desarrolla de noche y en un cementerio. El cielo esta despejado; las estrellas son aparentes no solo en el cielo nocturno sino también abajo, reflejadas en las aguas de un lago. Así el poeta establece una simetría entre los cielos y la tierra, quizás animando al lector a fijar sus pensamientos en cosas superiores. Thomas Parnell incluye una línea hermosa aquí: la brisa adormecida se olvida de respirar, que refuerza una sensación de paz y quietud.
Tal vez lo más interesante de Una pieza nocturna sobre la muerte de Thomas Parnell es cómo el poeta estimula los sentidos del lector. No sabemos si el retrata un paisaje específico o imaginario, pero ciertamente logra agitar la mirada del lector. En este sentido, prefigura mucho de lo que veremos en el poema de Thomas Gray: Elegía escrita en un cementerio de aldea (Elegy Written in a Country Churchyard).
En cierto modo, Una pieza nocturna sobre la muerte es una meditación en un cementerio, como si lo físico, lo visual y lo tangible [las tumbas, la tierra, los muertos mismos] fuesen una fuente de conocimiento. Thomas Parnell realiza entonces una descripción del paisaje, con detalles y rasgos escasos pero precisos: el campanario, un muro, y algunos elementos más. Luego, compara las clases sociales de muertos, los ricos y los pobres, pero se centra en un punto común: a pesar de los memoriales erigidos, de los elaborados monumentos funerarios, en la muerte todos se verán privados de los sentidos que podrían permitirles apreciarlos (ver: Significado de las estatuas de los cementerios). La muerte, entonces, es un destino común.
Irrumpe entonces la Muerte, quien sugiere que es el hombre el que crea el miedo a la muerte a través de su propia imaginación, y se burla de la parafernalia de las ceremonias funerarias y todo ese sombrío espectáculo. Ni el alma ni el cuerpo de los difuntos quieren tales rituales. Por el contrario, la muerte es una liberación de la prisión de este mundo (ver: La leyenda del Espíritu Guardián de los cementerios)
La muerte, entonces, está presente como figura imaginaria e irónica en Una pieza nocturna sobre la muerte. Los sentidos también: la vista y el oído son evocados y juegan un papel central, pero a pesar de las referencias a las emociones de miedo y alegría, la tristeza parece ser ilusoria. Es como si Thomas Parnell buscara transmitir un mensaje de consuelo. Si la la muerte es una liberación, y finalmente una fuente de alegría, entonces es lógico que el cementerio de Una pieza nocturna sobre la muerte no tenga lugar para las lágrimas (ver: La atracción por lo Macabro en la ficción)
La Poesía de Cementerio (Graveyard Poetry) es una influencia evidente en la poesía gótica temprana, y por tal caso en toda la literatura gótica, pero los poemas en sí rara vez se analizan más allá de su uso de imágenes fúnebres. Una pieza nocturna sobre la muerte de Thomas Parnell suele identificarse como el primer ejemplo del género, pero su mensaje dista bastante del de sus seguidores: la muerte no es nada que debamos temer (ver: «In Articulo Mortis»: Poe, Lovecraft y algunas opciones para retrasar la muerte). Lo lúgubre, que de hecho se anuncia al principio del poema, se diluye a medida que avanzamos hacia esta revelación.
La atmósfera de Una pieza nocturna sobre la muerte es rica, evoca la noche contemplativa antes de sumergirse entre las tumbas y sepulcros, tanto de los ricos como de los humildes. La vida es corta, esta idea está implícita, y el narrador cuestiona qué tan significativas pueden llegar a ser nuestras breves vidas. Los pobres, los ambiciosos y los grandes eventualmente yacen bajo la misma tierra. Sin embargo, el poema está lejos de ser nihilista.
Lo que encuentro más interesante de Una pieza nocturna sobre la muerte de Thomas Parnell no son sus lápidas, ni siquiera los muertos que se levantan de la tierra, sino esta convicción de que el miedo a la muerte es absurdo, está hecho por el hombre, y recubierto por una especie de mística que normalmente no nos atreveríamos a cuestionar. Claro que, para el autor, la vida misma es una prisión, iluminada sólo por la lámpara de la fe cristiana [tenía esa ventaja], de cual seremos liberados en la muerte. El alma, ya despojada de su cuerpo, ve la muerte como un escape de la oscuridad de la vida (ver: Seres del Plano Astral que viven en los cementerios)
No obstante, el narrador de Una pieza nocturna sobre la muerte no recurre a la teología para explicar la muerte. Visita un cementerio en la oscuridad de la noche, donde busca aclarar su mente y meditar sobre su vida y su eventual muerte. A medida que el poeta camina por el cementerio empieza a percibir el entorno: lápidas, tumbas, un osario. En cierto modo, todo parece estar conectado. Mientras continúa su viaje se encuentra con espectros que lo cuestionan. En la culminación del poema, se enfrenta a una voz misteriosa que le revela ciertas verdades sobre la muerte; verdades que obligan al poeta [y al lector] a interpretar la realidad de la muerte.
Si bien el mensaje de Una pieza nocturna sobre la muerte de Thomas Parnell es que no se debe temer a la muerte, lo cierto es que el narrador muestra poco miedo, sino ninguno, durante todo el poema. De hecho, al contrarrestar las imágenes sombrías del cementerio con esperanza, hasta la Muerte es retratada como una optimista. Más aún, la Muerte descarta las opiniones convencionales que recaen sobre sí misma y sostiene que ella es un camino que debe ser recorrido, el único, si uno desea alcanzar la vida eterna.
Poemas góticos. I Poemas de cementerio.
Más literatura gótica:
El análisis, traducción al español y resumen del poema de NOMBRE: Una pieza nocturna sobre la muerte (A Night-Piece on Death), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
5 comentarios:
«Piensa, mortal, lo que es morir.»...majestuoso!!
Hermoso poema, hermosa reflexión.
Hola, que tal Sebastián. No sé si podríamos hacer un classroom del Espejo Gótico. Creo que la comunicación sería más efectiva. Eso sí, todos deberían verificar su identidad. Por posibles trolls
No creo que tenga mucho para aportar en ese sentido. De todos modos, lo tendré en cuenta para el futuro.
Gracias¡!
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