Un caso de «apego espiritual»


Un caso de «apego espiritual».




Un nuevo viernes en el Consultorio Paranormal de El Espejo Gótico, en esta ocasión, con un caso de apego espiritual muy interesante (ver: Espíritus que se «pegan» a las personas)


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Mi historia empieza durante mi infancia. Era una chica imaginativa, probablemente demasiado. Mi madre prefería el término fantasiosa. Me fascinaba la idea de que las hadas fueran reales. Algo tonto, ¿verdad?

En algún lugar había leído que podías ver a las hadas en la naturaleza, me refiero a sitios silvestres, sin la presencia del hombre. Durante un campamento en el bosque con mi familia fui a buscar a las hadas. No me alejé demasiado, o al menos eso es lo que recuerdo. En realidad, solo recuerdo haber regresado al campamento con una flor en la mano y ver a mi mamá esperándome, muy nerviosa, pero nada de lo que hice durante mi aventura.

Mi mamá dice que yo no estaba hablando correctamente cuando regresé de mi excursión. Balbuceaba cosas incoherentes, sin sentido. Solo recuerdo despertarme al día siguiente y sentirme perfectamente bien. Creo que tendría unos 11 años cuando eso sucedió (ver: Cuando los niños ven fantasmas).

Desde entonces, siempre he sentido esta presencia cerca mío (ver: Sentir «presencias» cuando estás solo). No sé cómo explicarlo bien. Creo que podría decirse que desde entonces nunca me he sentido completamente sola.

A los 13 años empezaron a pasar cosas extrañas en mi antigua casa.

Solía escuchar estos golpes en lugares insólitos y sin causa aparente (ver: Un golpe: «SÍ»; dos golpes: «NO»; tres golpes: «DÉJAME ENTRAR»). Podía sonar en las paredes, en el piso, en el techo. Lo escuchaba a todas horas del día, incluso cuando no había nadie más en la casa. Por cierto, nadie más en mi familia parecía escucharlos.

Los golpes empezaron a hacerse más fuertes, más regulares, hasta que empezaron a salir desde debajo de mi cama (ver: «Estoy aquí»: algo susurra debajo de mi cama). Siempre me asustó, pero nunca vi nada en esa casa. Me convencí que todo el asunto podría haber sido mi imaginación, hasta que nos mudamos a mi casa actual hace unos cinco años (ver: Cosas en tu casa que pueden atraer a los demonios).

Actualmente tengo una puerta corrediza en mi habitación. Cerrarla completamente es imposible (lo intentamos todo), así que cuando quiero un poco de privacidad lo máximo que puedo lograr es dejarla ligeramente entreabierta.

Suelo despertarme en medio de la noche con esta... mano, aunque se parece más a una garra esquelética, con dedos largos y huesudos, asomándose por la puerta entreabierta (ver: La energía negativa en mi casa se manifestó)

A veces veo más que una mano.

Algunas noches se presenta una mujer, o mejor dicho, la silueta de mujer vestida con una larga capa negra. Nunca pude ver sus facciones en la oscuridad, pero es aterradora.

Nunca trató de hacerme daño, aunque con el tiempo se ha ido acercando cada vez más, como si estuviese ganando más fuerza (ver: Entidades del Plano Astral que se «pegan» al aura) Sin embargo, cada vez que encendía mi lámpara, la mujer desaparecía.

No creo que ninguna de mis casas haya estado embrujada, creo que soy yo (ver: Entidades que se obsesionan con los vivos)

Escucho pasos en el piso de arriba cuando estoy sola, a veces hasta escucho pasos en mi propio cuarto, desde diferentes lugares, corriendo de un lado a otro (hemos chequeado la posibilidad de que hayan roedores en el entrepiso). Me alegro de que la mujer nunca haya intentado hacerme daño, pero tengo miedo de que algún día lo haga (Infección Astral: casas tomadas por los espíritus)

Ahora tengo 21 años, y siempre siento que ella me está mirando cuando no puedo verla. Es una sensación extraña, que solo puedo notar cuando desaparece, lo cual ocurre muy pocas veces. La mayoría del tiempo siento que está ahí conmigo, observándome (ver: Sentir que hay un espíritu en casa)

Anoche mi perro comenzó a gruñirle al armario, el cual estaba abierto. Yo estaba en mi notebook, con la habitación a oscuras. No estoy segura, pero tal vez mi perro también puede verla (ver: ¿Los gatos y perros pueden ver a los espíritus?) He leído por ahí que los perros, gatos, y la mayoría de los animales, tienen diferentes receptores de luz en los ojos. Tal vez pueden ver lo que nosotros no podemos.

Estoy segura de que algo se me pegó en mi aventura en el bosque (ver: Cómo y por qué algunas entidades se «pegan» a las personas). No sé qué puede ser, o por qué asume la forma de esta mujer. Tampoco puedo imaginarme qué tipo de interés podría despertarle estar cerca mío (ver: Una entidad se «pegó» a mi cuerpo en un cementerio)

Esta mañana, mientras trataba de despejar mi cabeza, me dispuse a ordenar mi armario. No es un verdadero caos, pero he acumulado una considerable cantidad de porquerías con los años. Al sacar un libro de poesía, se cayó esta flor seca, prensada entre las páginas. No puedo asegurar que sea la misma flor que llevaba en la mano cuando regresé del bosque, pero al levantarla sentí una terrible descarga de energía, como cuando tocas un aparato eléctrico y te da una pequeña patada (ver: Parásitos astrales y las «malas energías»)

Sé que a veces los espíritus solo buscan a alguien que pueda ayudarlos. Definitivamente yo no soy esa persona, además, por su aspecto, la mujer se parece mucho más a una entidad maligna que a un espíritu humano atrapado en nuestro plano de existencia (ver: Cómo eliminar un parásito astral)

Hace unas horas quemé la flor en el jardín.

Enterré las cenizas debajo de un árbol, ordenándole a la mujer que deje de molestarme, que no es bienvenida.

Es pasada la medianoche mientras escribo esto para El Espejo Gótico en mi habitación. No tiene demasiado sentido expulsar a un espíritu si luego vas a tener miedo de que regrese. Así que estoy con mi notebook sobre la falda, recostada en la cama, con las luces apagadas, y mirando por encima del monitor la puerta entreabierta.

Hasta ahora no he visto niguna garra asomándose por allí. Pero la noche recién empieza.

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Consultorio Paranormal. I Fenómenos paranormales.


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