La diversidad de género en «El Señor de los Anillos»


La diversidad de género en «El Señor de los Anillos».




Hace mucho, mucho tiempo, un lector joven y obsesionado con J.R.R. Tolkien (quien escribe) le prestó El Señor de los Anillos a una amiga, totalmente convencido de que se vería inmersa en el amplio universo de la Tierra Media. Algunas semanas después, aquella amiga me devolvió la trilogía. En sus ojos no detecté el brillo habitual que despiden los nuevos adeptos al culto.

—¿Qué te pareció? —pregunté, bastante alarmado por su aparente inmunidad.

—Muchos viejos y muy pocas mujeres jóvenes. El Señor de los Anillos no tiene personajes femeninos significativos. ¡Eowyn es solo un personaje secundario y definitivamente no es suficiente!

¡Blasfemia!

En ese momento consideré que mi amiga padecía algún tipo de desorden cognitivo que le impedía disfrutar lo que a todas luces era una obra brillante. Todavía lo pienso. Pero quizás no estaba tan errada en su observación. Los personajes femeninos definitivamente no son el punto fuerte de El Señor de los Anillos.

Lo cierto es que El Señor de los Anillos es una de esas obras aceptadas y queridas tanto por hombres como por mujeres. No hay distinciones de género entre sus fanáticos. Sin embargo, es probable que la afirmación de mi amiga no haya sido del todo injusta.

En efecto: El Señor de los Anillos no tiene demasiados personajes femeninos significativos. De hecho, la falta de diversidad de género en la trilogía es una de las críticas comunes que se le hacen a la monumental obra de Tolkien; incluso Margaret Atwood se pronunció al respecto, afirmando que El Señor de los Anillos solo tiene tres personajes femeninos importantes, y eso si contamos a una araña descomunal (ver: El Machismo en el Horror).

¿Qué tan justo es este reclamo?

No estamos en condiciones de dar una respuesta concluyente al tema de la diversidad de género en El Señor de los Anillos, pero sí debo confesar que, ante la indignación inicial por el comentario de mi amiga, me abstuve de prestarle El Hobbit, donde las únicas presencias femeninas son una referencia a la madre fallecida de Bilbo, Belladonna, y las arañas gigantes de Mirkwood (ver: Los 8 sueños en «El Señor de los Anillos»)

Ahora bien, ¿El Hobbit sufre por su naturaleza dominada claramente por los hombres?

En absoluto. Funciona como todas las obras de Tolkien, con una coherencia interna implacable. Tal es así que El Hobbit sí sufrió, y mucho, cuando Peter Jackson decidió rectificar la falta de mujeres en El Hobbit con una Tauriel bastante deslucida e irrelevante para el desarrollo de la historia.

Yo no creo que falten mujeres en El Señor de los Anillos, pero también es justo decir que no hay demasiadas. No faltan porque la trilogía, a mi modo de ver, es perfecta tal como fue ejecutada por Tolkien. También dudo que la diversidad de género sea un asunto importante aquí.

De todos modos, y para jugar un poco al abogado del diablo, veamos qué tan en lo cierto estaba mi amiga en relación a la ausencia de personajes femeninos significativos en la trilogía, no ya en la Tierra Media en un rango más amplio, como el que se presenta en El Silmarillion, donde sí hay una abundancia femenina en roles importantes.

Bien, consideremos entonces los personajes femeninos significativos en El Señor de los Anillos, es decir, aquellos que tienen algún grado de importancia para la historia: Galadriel, Éowyn, Baya de Oro, Arwen, Lobelia Sackville-Baggins, la señora Maggot, Rosie Cotton, Elanor Gamgee, y Shelob.

Algunas de estas mujeres son interesantes y significativas, otras, simplemente prácticas: Arwen y Rosie están relegadas al ámbito de la recompensa del héroe (ver: ¿Qué pasó con Aragorn y Arwen después de «El Señor de los Anillos»?), mientras que Elanor, además de ser el retrato vivo del feliz matrimonio de Sam y Rosie, es un personaje con motivos prácticos, que existe simplemente para explicar cómo el Libro Rojo se preservó en la Tierra Media después de que Sam cruzó el mar. Finalmente, la señora Maggot está allí únicamente para proporcionar hongos y cerveza a nuestros protagonistas

En resumen, podemos descartar a estas mujeres por ser poco importantes para la historia.

En una segunda línea están los personajes menores pero que tienen personalidad, como Ioreth, aquella mujer sabia de las Casas de Curación de Gondor; y Baya de Oro.

Ioreth parece un personaje totalmente secundario, pero que tiene una función primordial en la historia: mantener viva la sabiduría popular del Oeste, un tanto olvidada en Minas Tirith. Baya de Oro, como Tom Bombadil, es un personaje misterioso, gentil y agradable, una especie de personificación del río. Al igual que Tom, hay mucho más en Baya de Oro de lo que se ve a simple vista. No obstante, nunca lo sabremos. Ella es esencialmente un enigma.

Eso deja a Éowyn, Lobelia, Galadriel y Shelob cómo únicos personajes femeninos realmente significativos en El Señor de los Anillos.

Éowyn es la única que rechaza los roles tradicionales asignados a las mujeres, e incluso después de enamorarse de Faramir parece optar por una dinámica de poder matriarcal, casi precursora del feminismo en la Tierra Media (ver: El feminismo de hoy desde la ficción de ayer).

Lobelia, Galadriel y Shelob, por el contrario, no necesitan rebelarse contra el sistema. Se encuentran en posiciones prominentes en sus respectivos ámbitos, aparentemente dominado por hombres. Son, por derecho propio, matriarcas.

La primera de estas matriarcas, Lobelia, es más inteligente y dura que su esposo, y eso se manifiesta en la persistencia con la que busca apropiarse de Bolsón Cerrado —¡Incluso ataca a los rufianes de Saruman con paraguas!—. Sin embargo, y a pesar de su evidente fortaleza, ¿es Lobelia un personaje importante en El Señor de los Anillos?

No, al menos en lo que respecta a la historia más amplia de la Guerra del Anillo. La personalidad de Lobelia parece grosera y desagradable, y ciertamente se presta a la risa, incluso a la sátira social. En definitiva, los ambiciosos Sackville-Baggins parecen ser una representación poco amable de ciertos sustratos de la clase media.

Sin embargo, no deberíamos juzgar apresuradamente a Lobelia. Ella es un elemento clave dentro de sus parámetros sociales particulares, y vencer a Lobelia en su propio territorio no es algo que deba tomarse a la ligera. De hecho, Tolkien deja en claro que es su arresto lo que marca el momento en que los Hobbits pierden el control de la Comarca ante Saruman.

Galadriel pertenece a un orden superior. Junto con Saruman, Gandalf y Elrond, es una de las pocas personas en la Tierra Media que podrían usar el Anillo de forma competente contra Sauron. Además, es portadora de uno de los Tres Anillos, pertenece a un linaje ilustre, y claramente lleva los pantalones en su relación con Celeborn.

En resumen, Galadriel es una matriarca élfica como ninguna otra. Sí, es cierto que fue Celeborn quien lideró la conquista de Dol Guldur, pero es ella quien derribó sus muros y dejó al descubierto sus fosas. Ciertamente ejerce un inmenso poder sobre las áreas que controla. Pero, ¿es Galadriel un personaje femenino importante en El Señor de los Anillos?

En cierto sentido, no.

Quiero decir, evidentemente es una mujer poderosa, pero realmente no tenemos ocasión de presenciarlo en la trilogía. Al igual que Tom Bombadil, Galadriel proporciona un respiro en la aventura de la Comunidad, y regalos y compañía y sabiduría antes de que sigan adelante, pero la historia seguría funcionando perfectamente sin ella.

El problema con este tipo de razonamiento consiste en que no distingue entre los personajes cosméticos, digamos, y aquellos de menor importancia. Por tal caso, la trama de El Señor de los Anillos funcionaría igual sin Legolas y Gimli también, aunque todos podemos coincidir en que no sería la misma historia (ver: ¿Qué fue de Legolas y Gimli después de «El Señor de los Anillos»?).

No es que Tolkien decidiera darle un rol menos importante a Galadriel, por el contrario, simplemente es consistente con la trama. Los elfos se están desvaneciendo de la Tierra Media, y la Guerra del Anillo no es la causa de Galadriel, aunque ciertamente dará toda la ayuda que pueda. Es decir que la participación de Galadriel en la trama es exactamente la que ella está en condiciones de proporcionar teniendo en cuenta sus circunstancias.

Si Lobelia y Galadriel son ejemplos de grandes matriarcas en El Señor de los Anillos, Shelob necesariamente debe ocupar un párrafo aparte.

A diferencia de Sauron, Shelob solo opera dentro de los límites de su guarida, pero es quizás el único ser en la Tierra Media (además de Tom) a quien literalmente no le importa el resultado de la Guerra del Anillo. Pero, ¿es ella significativa para la trama de El Señor de los Anillos?

Indiscutiblemente. Shelob es el eje de la traición planificada de Gollum; además, en su calidad de villana, es fundamental para sacar relucir a un héroe inesperado en la historia: Sam Gamgee.

Pero incluso las matriarcas de El Señor de los Anillos se ven sujetas a cierta influencia geográfica, en cierto modo, a quedarse en casa. Lobelia no tiene influencia más allá de La Comarca, Shelob ni siquiera sale de Cirith Ungol, e incluso Galadriel rara vez se aventura más de los límites de Lothlórien.

Solo un personaje femenino en El Señor de los Anillos busca entrar en un campo diferente al suyo, e incluso entonces lo hace por todas las razones equivocadas: Éowyn.

Clasificar a los personajes de una obra es un asunto delicado, porque la misma línea de razonamiento que deduce el supuesto carácter superfluo, por ejemplo, de Éowyn, también puede llevarnos a concluir que también lo son Denethor, Faramir, incluso Merry y Pippin. De hecho, todos los personajes de El Señor de los Anillos, fuera de Frodo, Sam, Gollum, Gandalf, Aragorn y Sauron, son secundarios. Si borráramos a Éowyn, habría que eliminar la muerte del Rey Brujo de Angmar. En consecuencia, ya no tendríamos la Batalla de los Campos de Pelennor tal como la conocemos.

Éowyn es evidentemente el personaje femenino más importante de El Señor de los Anillos, aunquen no necesariamente el más impactante o poderoso. De hecho, tiene un mayor significado narrativo que su hermano, Éomer; e incluso que su tío, Théoden.

Pero, si Éowyn es tan importante, ¿qué puede decirnos sobre las representaciones femeninas de Tolkien?

Mucho.

Los resentimientos subyacentes de Éowyn, la sensación de encierro, el miedo de pasar su juventud cuidando a un tío anciano, son muy reales y muy comprensibles aun fuera del contexto de la Tierra Media.

A pesar de ese resentimiento, Tolkien no hace de Éowyn un personaje que se vuelve mezquino y vengativo con los hombres. Éowyn solo desea escapar. Primero a través de su amor no correspondido por Aragorn, y luego, cuando éste no le retribuye sus sentimientos, a través de la muerte; una muerte heróica, por cierto, digna de una guerrera.

Es decir que el viaje de Éowyn a la guerra, disfrazada de hombre, no posee un trasfondo feminista, es decir, no funciona como una especie de ruptura del techo de cristal mediante el cual una mujer trata de obtener los mismos derechos que un hombre, aunque sea en la guerra. Afirmar tal cosa es ignorar la psicología subyacente del personaje. En el fondo, Éowyn es tan suicida como Denethor. Incapaz de tener la vida que desea, al menos ambiciona tener una muerte digna, luchando.

Sí, evidentemente Éowyn logra un hazaña formidable al derrotar al Rey Brujo, pero alguien que se dirige a la guerra en busca de su propia muerte no parece ser un motivo loable, y ese es el deseo inicial de Éowyn. No es asombroso que sea Faramir, un hombre gentil, cariñoso, y sobre todo con una mirada crítica de la guerra, quien logra conectarse con ella.

De ningún modo estamos en condiciones de decir la última palabra acerca de los personajes femeninos en El Señor de los Anillos, pero lo cierto es que son escasos. Sin embargo, lo que quizás escasea en cantidad, a menudo se compensa en calidad en la Tierra Media.




Tierra Media. I Taller gótico.


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El artículo: La diversidad de género en «El Señor de los Anillos» fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Calidad? Los personajes femeninos de la obra de Tolkien no actuan para si mismas, sino son instrumentos para los hombres de la historia, premios como Luthien para Beren, seres inalcanzables y terribles de admitar, una inspiración como Galadriel, la unica que se salva es Eowyn y eso. Si una mujer no se ve representada como tu amiga, como yo, cómo puedes decir que hay personajes femeninos de calidad en la obra. Y no me malinterpretes a mi me encanta la obra, pero incluso Varda es asi de poderosa solo para poder ser compañera de Manwe.

Sebastian Beringheli dijo...

Es una mirada interesante, sin dudas, y en gran medida la comparto, pero en este caso los personajes femeninos necesariamente deben ser analizados de acuerdo al marco general, la Tierra Media, en su estadío de evolución social, y sin olvidar que El Señor de los Anillos es una historia contada desde la perspectiva de los Hobbits (no me refiero en el artículo al esquema más amplio del Silmarillion) En ese contexto sí creo que hay algunos personajes femeninos de calidad en ESDA, como Éowyn y Galadriel, aunque también tangenciales para el desarrollo del argumento. Gracias por el aporte.



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