10 personajes masculinos de los que podrías enamorarte


10 personajes masculinos de los que podrías enamorarte.




No es infrecuente que algunas lectoras se enamoren de los personajes masculinos de sus novelas favoritas. Esta idealización se produce de manera espontánea, como consecuencia de ciertos parámetros y expectativas que el personaje cumple sin proponérselo.

No obstante, si fuese tan sencillo que una lectora se enamore de un personaje masculino habría muchos más amoríos transliterarios de los que realmente hay.

Enamorar a una lectora no es fácil. El rito requiere una serie de ingredientes difíciles de identificar, pero que están ahí, perfectamente visibles, aunque su correcta combinación se inscriba en una especie de alquimia que sólo los grandes autores manejan con propiedad.

A continuación citamos 10 personajes de los que las lectoras podrían enamorarse, si no es que ya lo están.



10- Frederick Wentworth:
Persuasión (Persuasion, Jane Austen)

Ejemplo de estoicismo amoroso, del hombre que no retrocede aún cuando todo el escenario parece desfavorable.

Le propone matrimonio a Anne, protagonista de la novela, y es rechazado debido a ciertas intrigas organizadas por la celosa Lady Russell.

Lejos de refugiarse en la angustia, Frederick recurre a una paciencia infinita para colaborar desde la trastienda con la vida de Anne. Afortunadamente, su éxito en las Guerras Napoleónicas mejoraron ostensiblemente su situación financiera, lo cual le permitió volver a la carga en una época en la que la economía de un hombre definía sus aptitudes como futuro esposo.



9- Rhett K. Butler:
Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind, Margaret Mitchell)

Al principio, admirador secreto de Scarlett O'Hara, y al final de la novela su tercer esposo.

Rhett suele escandalizar a todos por su comportamiento público, el cual se acerca bastante al carisma del chico malo. En varios pasajes advierte que no es un buen hombre con el cual contraer matrimonio, y lo prueba del modo más rotundo.

A pesar de esta fachada de tipo duro, Rhett ama sinceramente a Scarlett, aunque nunca se declara abiertamente, incluso después de casados. Ya en el ocaso de la novela descubrimos que la razón de su discreción tiene que ver con el destino infausto de todos aquellos que amaron a Scarlett y por eso fueron despreciados.



8- Martín:
Sobre héroes y tumbas (Ernesto Sábato)

Martín encarna el principio del muchacho devastado por el amor.

Puro, melancólico, perturbado, Martín se enamora de la mujer más improbable para él: Alejandra, tan independiente y lejana como presa de sus propios demonios personales.

Si bien la personalidad de Martín no es precisamente la de un galán, por su tenacidad y constancia, aún a sabiendas de que su amor por Alejandra sólo puede conducir al desastre, logran colocarlo entre los personajes masculinos más destacables de la novela latinoamericana.



7- Edward Fairfax Rochester:
Jane Eyre (Jane Eyre, Charlotte Brontë)

Ejemplo del hombre perseguido por circunstancias desfavorables.

No sólo elige mal a su esposa, Bertha Mason, sino que se casa con ella justo antes de enamorarse perdidamente de otra mujer, Jane Eyre.

Esta desafortunada sucesión de hechos conducen a Rochester a convertirse en un héroe torturado, en parte byroniano, en parte masoquista; sin embargo, su locura de amor queda perfectamente justificada a lo largo de la novela, y permite la forja de una de las historias de amor más notables de todos los tiempos.



6- Heathcliff:
Cumbres Borrascosas (Wuthering Heights, Emily Brontë)

Prototipo del héroe byroniano; es decir. el arquetipo del héroe torturado, romántico, cuya pasión es tan desbordante y enfermiza que es capaz de destruir a todos los que lo rodean, incluso a la mujer que ama.

A lo largo de la novela Heathcliff adquiere proporciones épicas.

Su deseo de venganza lo consume, lo vuelve un hombre perturbado; no obstante, a medida que crece su faceta también aumenta su capacidad de fascinar a las mujeres; quizá porque en ningún momento se establece claramente como héroe o villano, ni siquiera para la adorable Catherine Earnshaw.



5- Holden Caulfield:
El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye, J.D. Salinger)

Uno de los personajes masculinos más notables del siglo XX; y un ícono de la rebeldía adolescente de los años '50.

Holden Caulfield es un muchacho trágico, con la extraña cualidad de percibir los aspectos más ridículos de las personas que lo rodean, como la superficialidad, la vanidad y el narcisismo.

Como consecuencia, Holden Caulfield se vuelve un tipo desconfiado, cínico, capaz de exhibir todos los rasgos y comportamientos que desprecia.



4- Fitzwilliam Darcy:
Orgullo y prejuicio (Pride and Prejudice, Jane Austen)

Apuesto, inteligente, Darcy intepreta el modelo de hombre aplomado pero socialmente torpe que tanto agradaba a las mujeres del siglo XIX.

Darcy suele generar una opinión inicial bastante pobre; hay cierta rectitud en él, cierto orgullo que muchos han confundido como un elemento del título. Sin embargo, las mujeres que llegan a conocerlo de manera más profunda caen rendidas a sus pies.

La razón de su magnetismo continúa siendo desconocida, pero quizá tenga que ver con el hecho de ser uno de los pocos personajes masculinos que se enamora de los defectos de una mujer, y no tanto de sus virtudes.



3- Adán:
Diario de Adán y Eva (The Diaries of Adam and Eve, Mark Twain)

El Adán de Mark Twain presenta una serie de curiosidades que lo justifican como uno de los personajes masculinos más requeridos por las lectoras.

En principio, este Adán está más dispuesto a recorrer la geografía secreta de Eva que la exótica fauna y flora del Edén.

En cierta forma, Adán descubre aquí que no hay destierro en la historia de la manzana prohibida. Todo lo contrario: el único Edén posible es junto a Eva, aún en los páramos y yermos que se extienden fuera del Paraíso.



2- Florentino Ariza:
El amor en tiempos del cólera (Gabriel García Marquéz)

Florentino Ariza tiene la mala suerte de enamorarse de Fermina Daza, muchacha de la alta sociedad, a la que intenta conquistar mediante audaces promesas epistolares.

El padre de Fermina se opone a estos coqueteos, y se propone separar a la pareja a cualquier precio.

Con el tiempo consigue que Fermina se case con otro hombre más acorde a su condición social, sin saber que Florentino Ariza es uno de esos personajes masculinos capaces de esperar toda la vida por la mujer que ama.



1- Richard Collier:
En algún lugar del tiempo (Somewhere in Time, Richard Matheson)

Richard Collier es un personaje extraordinario: padece un tumor cerebral y le queda muy poco tiempo de vida, el suficiente como para enamorarse de una mujer que aparece en una vieja fotografía de principios de siglo, la actriz Elise MacKenna.

Si enamorarse de una mujer de otra época es un problema difícil de resolver, encontrar el modo de llegar hasta ella a través del tiempo justifica la reputación de Richard Collier como uno de los personajes masculinos más tenaces de la historia.




Libros extraños y lecturas extraordinarias. I Autores con historia.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen Top. Sin duda, para mí el primero sería Heathcliff, y me habría gustado encontrar al monstruo de Frankenstein no ya entre las primeras posiciones, que también, sino en la propia lista.

Elisabeth Carrasco dijo...

Pues sólo Rhett K. Butler, aunque no es mi tipo en lo físico; los demás, especialmente Heatcliff y Darcy, siempre me han sido muy antipáticos.



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