10 libros infantiles traducidos al latín.
Gracias al trabajo cooperativo de muchos profesores, eruditos, y traductores de latín, los más jóvenes pueden disfrutar las aventuras de Harry Potter y Bilbo Bolsón en la lengua de Virgilio.
Esto ha causado un revuelo considerable entre coleccionistas y fanáticos hambrientos por redescubir cómo se ven y suenan sus libros favoritos en latín, lengua exigua para la síntesis pero musical y extrañamente seductora aún cuando se la desconoce.
Lo interesante de estas versiones en latín de los grandes libros infantiles del último siglo es, más allá de servir de material fresco para los estudiantes de esta lengua, imaginar cómo estas obras hubiesen sido leídas en los tiempos de Julio César.
A la luz de estas traducciones todo parece indicar que habrá que revisar seriamente aquello de que el latín es una lengua muerta.
A continuación citamos los 10 libros infantiles traducidos al latín clásico; cifra que podría aumentar considerablemente en los próximos años.
1- Harrius Potter Et Philosophi Lapis.
Harry Potter y la piedra filosofal (Harry Potter and the Philosopher's Stone, J.K. Rowling)
Incluso en su versión original en inglés, Harry Potter está repleto de menciones en latín. J.K. Rowling, recordemos, estudió latín en la Universidad de Exeter.
En el universo de Harry Potter los magos han utilizado versiones un tanto insólitas del latín durante siglos; de hecho, la mayoría de los hechizos están basados en palabras del latín.
En este contexto, los libros de Harry Potter se adaptan muy bien al latín. La traducción estuvo a cargo de Peter Needham, y si bien persigue fines comerciales, la idea original era brindar nuevos textos para los estudiantes de latín.
2- Hobbitus Ille.
El Hobbit (The Hobbit, J.R.R. Tolkien)
La traducción de El Hobbit al latín fue realizada por el autor Mark Walker, latinista y confeso admirador de la obra de J.R.R. Tolkien.
Hobbitus Ille es, quizá, la más interesante de estas versiones en latín; en principio porque la traducción abarca también las lenguas y nombres creados por J.R.R. Tolkien, así como los seres mágicos que pueblan la Tierra Media, lo cual presenta algunas dificultades difíciles de resolver.
Por ejemplo, en latín no existe ningún término equivalente para la palabra elfo, de modo que en Hobbitus Ille se habla de dríades, ninfas y otras criaturas de la mitología clásica.
3- Alice In Terra Mirabili.
Alicia en el País de las Maravillas (Alice in Wonderland, Lewis Carroll)
Alice in Terra Mirabili es probablemente la más antigua de estas traducciones al latín. Fue obra del profesor Clive Carruthers, quien después de su retiro de la Universidad McGill resolvió traducir este clásico de la literatura infantil de Lewis Carroll.
Todo parece indicar que en los próximos años también podría aparecer la secuela de Alicia traducida al latín: A través del espejo (Through the Looking Glass).
4- Winnie Ille Pu.
Winnie the Pooh (Winnie the Pooh, A.A. Milne)
Winnie Ille Pu fue lanzado en 1960, levantando consigo una considerable ola de excelentes críticas.
Para muchos, esta versión del clásico de A.A. Milne atrajo al latín a más personas que todas las obras de Cicerón; a tal punto que Winnie Ille Pu, traducido por el profesor Alexander Lenard, es el primer libro escrito en latín en alcanzar la lista de bestsellers del New York Times, lugar en el que permaneció durante 20 semanas consecutivas.
5- Quomodo Invisiosulus Nomine Grinchus Christi Natalem Abrogaverit.
Cómo el Grinch se robó la Navidad (How the Grinch Stole Christmas, Theodor Dr. Seuss)
Terence Tunberg y su esposa, Jennifer, ambos profesores de lenguas clásicas en la Universidad de Kentucky, aceptaron el desafío de traducir al latín la oscura historia de el Grinch.
Con algunas reservas de parte de sus colegas, la pareja editó su versión latina en 1998, vendiendo 41.000 copias en apenas tres años.
La traducción del título, Quomodo Invisiosulus Nomine Grinchus Christi Natalem Abrogaverit, presenta ciertas dificultades. Si la lleváramos literalmente al español sería: Cómo el pequeño envidioso llamado Grinch se robó el cumpleaños de Cristo.
6- Cattus Petasatus.
El gato en el sombrero (The Cat in the Hat, Theodor Dr. Seuss)
Luego de publicar su versión del Grinch, el matrimonio Tunberg tradujo al latín otro clásico del doctor Seuss.
Si bien alcanzó un nivel de popularidad menor que su anterior proyecto, Cattus Petasatus (El gato en el sombrero) presenta un nivel de complejidad prácticamente idéntico.
La dificultad que supone traducir al latín una obra pensada para el humor infantil contemporáneo es notable; y demuestra que el latín sólo es una lengua muerta para quienes no se atreven a explorar sus tesoros.
7- Ubi Fera Sunt.
Donde viven los monstruos (Where the Wild Things Are, Maurice Sendak)
Algunos dudaron cuando en 2015 se publicó este clásico de Maurice Sendak, para muchos considerado el mejor libro infantil de todos los tiempos.
El traductor Richard A. LaFleur, retirado de la Universidad de Georgia, probó una vez más que el latín es una excelente opción para admitir cualquier subgénero de lo fantástico.
8- Commentarii De Inepto Puero.
Diario de un chico en apuros —también publicado como El diario de Greg— (Diary of a Wimpy Kid, Jeff Kinney)
La versión en latín de este clásico infantil de Jeff Kinney presenta algunas curiosidades asombrosas.
La mayor de ellas es que fue traducido al latín por monseñor Daniel Gallagher, el mismo clérigo encargado de administrar la cuenta de Twitter del papa Francisco.
Recordemos que, aún hoy, el latín es la lengua oficial del Vaticano.
9- Arbor Alma.
El árbol generoso (The Giving Tree, Shel Silverstein)
Nuevamente el matrimonio de Jennifer y Terrence Tunberg tradujeron al latín otro clásico, esta vez de Shel Silverstein, publicado en 1964.
Más allá de esta versión, El árbol generoso es, por lejos, uno de los mejores cuentos infantiles de todos los tiempos.
Relata la amistad de un niño y un árbol, quien hace todo para complacerlo, desde ofrecerle ramas para colgarse, manzanas, etc. Este árbol quiere tanto al niño que incluso le regala su madera para que construya un bote. Muchos años después, cuando el niño es ya un anciano, regresa hasta el árbol, también viejo y marchito, y a su sombra, juntos, esperan la muerte.
Para muchos se trata de una metáfora de la relación del hombre con la naturaleza: el primero lo desea todo, mientras que la madre Tierra todo lo sacrifica por él.
10- Tela Charlottae.
La red de Charlotte (Charlotte's Web, E.B. White)
La historia de E.B. White sobre la relación del cerdo Wilbur y una singular especie de arácnido fue traducida al latín en 1991. Bernice L. Fox, profesora del Monmouth College, fue la encargada de esa dificultosa tarea.
Esta versión latina no fue para nada sencilla. El cuento original se basa en una métrica inusual, dada por el balanceo de una niña en un columpio, de modo que cada párrafo coincide con esa frecuencia. Reflejar el mismo grado de complejidad narrativa, aunque simple de leer, configura uno de los mayores desafíos de estas traducciones al latín.
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