Por qué J.K. Rowling tal vez no exista


Por qué J.K. Rowling tal vez no exista.




Los fanáticos de la saga de Harry Potter sin dudas conocen de memoria la biografía de J.K. Rowling.

Los hechos principales, o al menos los que deberían importar para considerar aspectos importantes de su obra, son los siguientes:

Después de una conflictiva ruptura sentimental, J.K. Rowling atravesó una profunda depresión que incluso la condujo a considerar seriamente el suicidio. De allí, sostienen sus eruditos, surgieron los horrorosos Dementores.

Sin trabajo estable y con un bebé a cuestas, J.K. Rowling sobrevivió a duras penas gracias a un subsidio por desempleo. En ese contexto terminó su primera novela de Harry Potter, escrita casi por completo en cafeterías.

En el transcurso de una década llegarían seis libros más, ocho adaptaciones cinematográficas, videojuegos, un increíble abanico de merchandising y hasta un parque temático; convirtiendo a J.K. Rowling en una de las autoras más ricas y prestigiosas del mundo.

No es de extrañar que una mujer que ha logrado superar semejantes obstáculos produzca gran admiración, pero también feroces ataques de sus adversarios.

Uno de estos enemigos es, paradójicamente, una mujer: Nina Grunfeld, cineasta noruega que se resiste a creer en las historias mágicas.

Ella sostiene que la historia de vida de J.K. Rowling es una farsa, un elaborado montaje creado por Bloomsbury y Warner Bros. para establecer las bases de una franquicia devastadora en términos comerciales.

Más allá de lo rentable que resulta Harry Potter, no deja de ser sospechosa la cantidad de libros y su enorme nivel de complejidad en manos de una sola autora. La investigadora noruega propone que, en realidad, detrás de J.K. Rowling hay un equipo de escritores fantasma y publicistas trabajando conjuntamente.

Según esta teoría conspirativa, J.K. Rowling es apenas la cara visible del proyecto Harry Potter, una mujer que encaja perfectamente en rol de alguien que consigue superar distintos obstáculos personales y crear, de forma admirable, una de las sagas más populares de todos los tiempos.

Esta hipótesis descabellada fue suscrita por otros investigadores, quienes apuntan a otra mujer, Emily Gyde, como la verdadera autora de Harry Potter.

Según esta teoría, Emily Gyde habría escrito la saga de Harry Potter por encargo. Su perfil, sin embargo, no encajaba con la campaña publicitaria adecuada para convertir a Harry Potter en un éxito comercial a nivel global. Por eso se habría contratado una cubierta, J.K. Rowling, cuya historia de vida resultaba perfecta para interpretar el papel.

Teoría conspirativas de idéntica calaña cayeron sobre numerosos autores a lo largo de la historia. No existen, de hecho, datos confiables que confirmen o siquiera vuelvan verosímil esta hipótesis sobre J.K. Rowling.

Claramente todo el asunto es una campaña de desprestigio. No obstante, como todas las teorías conspirativas, resulta casi tan seductora como la realidad.




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6 comentarios:

Marisa Doménech Castillo dijo...

Interesante información que puede suscitar un amplio debate. Yo ni apoyo ni desmiento, pero me gustaría aportar mi granito de arena en pro del sentido común, un aspecto que no se tiene en cuenta por parte de los detractores que se muestran. Puede resultar muy suculento encumbrar con dinero y marketing todo un proyecto de configuración rutilante de los elementos y aspectos que lo conforman: una autora a contracorriente y que sufre precariedad social y laboral cuyo perfil e historia se encuadra en facilitar que se cumplan las premisas de venta y promoción de los libros, el romanticismo literario de las historias de Harry Potter, con la magia como centro nodular que atrae a todos los públicos, expertos que integran un equipo que organiza el proyecto, compuesto de analistas literarios, escritores encubiertos, etc...Todo eso parece encajar bien para darle la razón a los detractores. Sin embargo, también es obvio que desconfiar, de entrada, del talento incipiente de los escritores noveles le hace un flaco favor al arte literario en sí mismo y a los numerosos ejemplos históricos que existen y que demuestran a lo largo de las épocas, que escribir no depende exclusivamente de campañas, sino de talento, esfuerzo y trabajo, que unas veces se puede ver recompensado y otras no tanto. Es mi humilde opinión.
Me ha gustado mucho el enfoque del artículo. Muy buen planteamiento y trabajo consecuente. Que cada cual saque sus conclusiones.
Me gusta pasarme de vez en cuando para leer tus interesantes novedades. Tienes un gran blog.
Un abrazo

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

No es nada nuevo. Teorías igual de disparatadas se han dicho de Shakeapeare.

¿Por que una mujer con perfil para campaña publicitario no podría escribir realmente Harry Potter?.
Creo que la escritora que sostiene la teoría conspirativa es una envidiosa.
No fue capaz de escribir una obra memorable y ni siquiera fue capaz de inventar una teoría conspirativa, tal vez la sacó de un capítulo de Los Simpsons.

Sebastian Beringheli dijo...

Lo más probable es que se trate de una campaña publicitaria, o de desprestigio. No es inconcebible que Harry Potter haya sido escrito en ese lapso de tiempo por una sola persona. Otras obras y otros autores quizás merecerían el beneficio de una teoría conspirativa. Saludos.

Marisa Doménech Castillo dijo...

Mojándome del todo, coincido con tu opinión, Sebastián, y también con la del compañero(a) El Demiurgo...
Un abrazo

SapoCero dijo...

Hay programas que pueden detectar con más el 95% de probabilidad la autenticidad o falsedad la autoría no ya de una novela sino de una carta, y quien es el verdadero escritor. Y en cuanto el estado de ánimo al escribir, miren esto.

http://www.losandes.com.ar/article/invento-argentino-un-programa-permite-descifrar-la-personalidad-con-solo-un-texto

Saludos.

Anónimo dijo...

Yo no puedo asegurar que ella sea real o falsa, pero lo que sí puedo asegurar es que no podemos ser tan inocentes y pensar que cosas como esas no pueden pasar, hay personas que hacen cualquier cosa con tal de tener fama, dinero, poder, o lo que sea que anhelen, un ejemplo decepcionante de ello es Lance Armstrong. También, con todo cariño, no veo inviable que una sola persona creara a Harry Potter, vamos que es un libro de fantasía, tampoco es que haya inventado la cura del cáncer.



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