Coven Wicca: qué es, cómo funciona y cómo encontrarlo


Coven Wicca: qué es, cómo funciona y cómo encontrarlo.




Existe una gran confusión alrededor de la organización de la religión Wicca, y en particular acerca de los Coven, muchas veces divulgada por aquellos que tratan esclarecer el tema. Además de la desinformación, casi siempre maliciosa, existen muchos prejuicios y lugares comunes sobre el tema. Aquí, en El Espejo Gótico, intentaremos aclarar la cuestión comenzando con un poco de historia y, más adelante en este artículo, con información actual (ver: La Biblia de la Wicca)

La palabra Coven designa la organización formal y la unidad de trabajo de la Wicca. El origen de la palabra no está claro. Alrededor de 1660 empezó a designar una reunión de brujas, pero antes de eso la palabra Coven describía cualquier tipo de reunión o asamblea. Etimológicamente proviene del Francés Antiguo cunvent, y este del latín conventus, convento. Muy probablemente el término deriva del verbo convocar, refiriéndose tanto una reunión religiosa como al lugar donde esta se lleva a cabo. Como veremos más adelante, no es caprichoso que Chaucer usara el término covent en los Cuentos de Canterbury (Canterbury Tales) para referirse a la reunión de 13 personas.

Las primeras referencias a los Covens se remontan al siglo XII. Juan de Salisbury describe grupos organizados de brujas que se reunían en lugares apartados, pero rápidamente advierte que estos eran meramente engaños creados por el diablo. Una historia popular a finales de la Edad Media refiere un episodio de la vida de St. Germain, obispo de Auxerre, en el que se encuentra con unos aldeanos que preparan una cena para «las buenas mujeres que asisten al Coven de noche» (ver: ¿Por qué las brujas vuelan en escobas?). St. Germain, expresando el punto de vista dominante de la Iglesia Católica, desacreditó estas reuniones como ilusiones del Diablo.

No fue hasta la Inquisición adquirió poder que se tomó en serio la existencia de los Covens. Las brujas acusadas fueron torturadas para que confesaran que eran miembros de organizaciones secretas y subversivas, y fueron obligadas a implicar a otras. En el libro: El culto de la brujería en Europa Occidental (The Witch Cult in Western Europe), la antropóloga británica Margaret A. Murray sostuvo que los Covens eran mucho más frecuentes y organizados de lo que la Iglesia estaba dispuesta a creer, aunque hay poca evidencia que respalde esta afirmación. Muchas brujas acusadas por la Inquisición eran ancianas solitarias, marginadas de la sociedad, que pueden haber trabajado la magia pero rara vez fuera de la curación y la clarividencia.

La primera referencia conocida a un Coven en un juicio por brujería ocurrió en 1324, en Kilkenny, Irlanda, cuando Alice Kyteler fue acusada de ser parte de un Coven de 13 miembros. En los siglos XVI y XVII, más brujas, aunque no un gran número de ellas, confesaron bajo tortura haberse unido a estos grupos. En los juicios por brujería la existencia del Coven parece haber sido bien conocida. Se observa claramente que los magistrados presionaban a los desafortunados prisioneros para que inculpen a sus asociados. Cuando la caza de brujas cesó a principios del siglo XVIII, el concepto de Coven estaba firmemente establecido en el imaginario social.

Originalmente, la Wicca creyó que la brujería descendía ininterrumpidamente desde tiempos prehistóricos como religión pagana (ver: El sendero pagano: estilo de vida wicca). Algunas brujas afirman ser miembros de Covens que se remontan a generaciones. Ciertamente algunos Covens pueden ser antiguos, pero hay poca evidencia que indique que estos han existido en líneas ininterrumpidas a lo largo de la historia. A partir de la década de 1980, la mayoría de los Wiccanos abanonaron la teoría de la tradición ininterrumpida en favor de la opinión más racional de que la brujería moderna refleja una reconstrucción de antiguas creencias y prácticas paganas.

Tradicionalmente, se supone que el número de brujas en un Coven es de trece: doce seguidoras más un líder. En El Dios de los Brujos (The God of the Witches), Margaret A. Murray afirma de manera inequívoca que el número de miembros en un Coven continúa siendo el mismo que en la Edad Media.

Es decir que el número de personas en un Coven rara vez varía, casi siempre hay trece: doce miembros y el Dios. En la Edad Media se creía que el líder era el mismo Diablo, o al menos una persona, generalmente un hombre, que representaba al maligno y se vestía con pieles de animales y cuernos. Esto, como veremos más adelante, en realidad era una mirada maliciosa sobre el Dios Astado, o Dios Cornudo de la Wicca, que nada tiene que ver con el Diablo (ver: Los dioses de la Wicca).

En Historia de la brujería y la demonología (The History of Witchcraft and Demonology), Montague Summers refuerza este estereotipo al sostener que el Coven era básicamente una reunión de hombres y mujeres bajo la disciplina de un líder, todos pertenecientes al mismo distrito, donde se practicaban toda clase de abominaciones, entre ellas, la magia negra. A propósito, Cotton Mather afirma lo siguiente en relación a los Juicios de Salem: Las brujas dicen que se reunen a la manera de las iglesias congregacionales, y que tienen un bautismo, una cena y oficiales entre ellas.

La organización antigua del Coven comenzaba por el Gran Maestro, representante de la deidad adorada por el grupo. En el caso de la Wicca, esta deidad generalmente era Cernunnos, el Dios Astado, que la Inquisición convirtió en el mismo Diablo. El Dios era representado por un hombre o una mujer que realizaban rituales en su nombre. En el Coven, cuando el Dios estaba presente en persona, los Grandes Maestros se convertían en sus oficiales.

Además, cada Coven tenía un Invocador o Invocadora, título que se presta a la confusión, ya que su tarea consistía en avisar secretamente a todos los miembros del Coven la próxima hora y lugar de la reunión. A veces, el Oficial y el Invocador eran la misma persona; y no era infrecuente que esta fuera un sacerdote cristiano que todavía participaba en ceremonias paganas. Los deberes del Invocador incluían mantener registros de asistencia, aceptar o rechazar nuevos miembros, y presentar a los iniciados al Dios. Si bien la estructura y la organización el Coven Wiccano actual no son exactamente iguales, preservan muchos elementos casi idénticos (ver: Wicca para principiantes)

Los Covens antiguos tenían otro puesto de alto rango, llamado Doncella, una mujer con deberes principalmente ceremoniales. Habitualmente, la Doncella era la consorte del Gran Maestro, y dirigía el baile con él (ver: El baile de las brujas). En Cartas sobre demonología y brujería (Letters on Demonology and Witchcraft), Walter Scott describe la importancia de la Doncella para el Coven, pero también las dificultades del puesto, ya que solía provocar el despecho de las brujas más ancianas, que se sentían insultadas por la preferencia del Gran Maestro, e incluso del Dios, por estas muchachas. De hecho, algunos conjeturan que el apodo de Juana de Arco, Doncella de Orléans, tenía un significado especial relacionado con el Coven.

Terminado este breve repaso histórico, entremos en la organización y estructura del Coven Wiccano propiamente dicho (ver: Enciclopedia de la Wicca)

Cada Coven es independiente, aunque puede estar vinculado con otros a través de distintas redes. Muchos wiccanos pertenecen a Covens, aunque se estima que muchos más practican la Wicca Solitaria. En todo caso, la mayoría de los Covens existen silenciosamente, algunos incluso secretamente (ver: Cómo ser una bruja wicca)

La Wicca, a pesar de lo que pueda leerse en internet acerca de Covens que buscan nuevos miembros, no hace proselitismo ni busca conversos. Es decir que ningún Coven serio buscará activamente nuevos miembros. El proceso es inverso, los futuros iniciados son los que deben buscar un Coven y solicitar la admisión, la cual es a discreción del grupo; es decir que no todos los que quieran unirse a un Coven son admitidos. Este punto es importante, y seguramente evitará que muchos caigan en manos de personas inescrupulosas que afirman pertenecer a un Coven que busca nuevos miembros.

El primer paso, una vez que el solicitante es admitido en el Coven, es comenzar el Círculo de Capacitación, que traicionalmente dura un año y un día. Durante las primeras semanas se evalúa las razones para querer ingresar en el Coven, y qué tan bien encajan con el grupo. Recordemos que un Coven es, en definitiva, un grupo de trabajo cuya eficacia depende en gran medida de la confianza entre sus miembros. Una vez superada esta etapa, se comienza con la Iniciación en el Oficio.

La mayoría de los Coven Wicca siguen la tradición de tener su propio Libro de las sombras, un conjunto de reglas, ética, creencias, rituales, canciones y procedimientos administrativos para dirigir el grupo (ver: ¿Qué es el Libro de las Sombras?). Es habitual también que los nuevos Covens se formen separándose de los ya existentes. La Wicca no es rígida al respecto, y cualquier bruja puede iniciar un nuevo Coven. Por otro lado, muchos Covens optan por ser eclécticos, fusionando varias tradiciones o incorporando elementos del chamanismo, el paganismo u otras religiones.

La reunión regular en el Coven es el Esbat o Círculo, que generalmente ocurre en la luna llena, pero que puede establecerse en otras fases lunares. Los Covens también se reúnen para celebrar ocho festivales estacionales: la Rueda del Año. El lugar de reunión, o Covenstead, puede variar. Puede ser un sitio al aire libre, idealmente, o la casa de uno de los miembros. El Covenstead es el epicentro de un área circular llamada Covendom, que se extiende una legua o tres millas —aproximadamente 5 km.— en todas las direcciones, y en la que se supone que viven todos los miembros del Coven. Tradicionalmente, los Covendoms no deben superponerse, pero esta regla no se observa estrictamente (ver: Bailando con brujas: secretos de la brujería wicca)

Trece es el número ideal de un Coven, es decir, seis «parejas perfectas» más un líder. En Brujería Hoy (Witchcraft Today), Gerald Gardner propuso que, con el fin de lograr mejor armonía y resultados en la magia, los miembros debían ser parejas o amantes; sin embargo, no es una regla estricta. De hecho, el número tampoco lo es. Algunos Covens poseen hasta veinte miembros, incluso más. En todo caso, de nueve a trece es el número ideal, pero todo depende de la relación y la armonía del grupo.

La mayoría de los Covens tienen miembros masculinos y femeninos, lo que está de acuerdo con la polaridad requerida para una religión de fertilidad. No obstante, algunos Covens Wiccanos son exclusivamente de mujeres o de hombres respectivamente.

Los miembros del Coven son sacerdotes y sacerdotisas, excepto los líderes, que son la Suma Sacerdotisa y/o el Sumo Sacerdote. Algunas tradiciones llaman a los líderes el Maestro y la Dama, o Doncella. La mayoría de las tradiciones tienen un sistema de avance de Tres Grados. Cada Grado requiere un mínimo de un año y un día de trabajo. A medida que la bruja avanza, aprende más secretos del Arte y se le confía la realización de deberes y rituales de alto nivel. Las brujas de Tercer Grado son elegibles para convertirse en Sumas Sacerdotisas, así como los varones pueden ocupar el rol de Sumos sacerdote.

La Suma Sacerdotisa representa a la Diosa. Una bruja puede convertirse en Suma Sacerdotisa dejando un Coven para iniciar el suyo propio, o por consenso grupal, en caso de que la Suma Sacerdotisa renuncie a su cargo o muera. Ella es fundamentalmente la responsable del buen funcionamiento del Coven para que todos los miembros puedan trabajar en armonía espiritual entre sí.

Además de poseer probadas cualidades de liderazgo, la Suma Sacerdotisa poseer ciertas habilidades psíquicas y una aguda intuición. Gran parte del trabajo mágico de un Coven Wiccano implica el uso de habilidades psíquicas. La Suma Sacerdotisa debe ser capaz dar forma a los poderes psíquicos del grupo y sentir cuándo están en su punto máximo. Además, ayuda a los recién iniciados a desarrollar sus propias habilidades psíquicas. Por lo general, el papel de la Suma Sacerdotisa en el ritual es purificar el Círculo Mágico e invocar a la Diosa. También dirige los cantos, ritos y trabajos de magia.

A su vez, el Sumo Sacerdote representa al Dios Cornudo, que es el consorte de la Diosa. En la mayoría de las tradiciones wiccanas, solo los Sumos Sacerdotes y Sumas Sacerdotisas pueden iniciar a otros en la magia; los hombres inician a las mujeres y las mujeres inician a los hombres. No hay Reyes y Reinas en el Coven, como se cree equivocadamente, aunque algunas personas han adoptado esos títulos. Una Suma Sacerdotisa de cuyo Coven se han separado otros tiene derecho a ser llamada Reina Bruja, que es completamente diferente.

Muchos Covens Wiccanos tienen una Doncella, que es al menos una bruja de Segundo Grado, cuya función es ser la asistenta de la Suma Sacerdotisa. La Doncella puede sustituir a la Suma Sacerdotisa en determinadas tareas; también se encarga de diversas cuestiones administrativas. Es probable que la Doncella esté a cargo de evaluar a los potenciales iniciados. En algunos Covens, la posición de Doncella no es estable, y puede rotarse como medio de entrenamiento para el Tercer Grado.

Otro cargo importante es el de Invocador, también llamado Fetch, que se encarga de programar reuniones y notificar a los miembros.

Los rituales y las prácticas del Coven se mantienen en secreto ante los no iniciados, de manera tal que sería imprudente divulgarlas aquí. No obstante, sí podemos decir algo acerca de la teología wiccana.

Las dos deidades principales son el Dios Astado y la Diosa Madre, aunque ciertamente hay otros. Algunos se refieren a la Diosa como Aradia, Areda o Airidia; y al Dios como Cernunnos o Kernunno, y en algunos Covens como Janicot. La guía ética del Coven es la «Rede» —que significa «consejo»—, o «Rede Wicca», la cual prohibe la coerción y promueve el libre consentimiento. En términos más simples: no se puede usar la magia para hacer daño, y esto no solo incluye a otros, sino a uno mismo.

La segunda guía ética es la Ley de Retorno, o Ley de Tres, que también subraya la importancia de no hacer daño con la magia, ya que hacerlo implica la generación de una reacción negativa centrada en uno mismo o en el Coven. Todas estas normas buscan que la bruja o el brujo piensen antes de actuar mágicamente, especialmente a la hora de lanzar hechizos. El Coven utiliza estas normas para considerar las posibles ramificaciones de cualquier trabajo esotérico.

Si bien todo esto parece un tanto estructurado, es importante tener en cuenta que la Wicca tiende a estar privada de dogmas, permitiendo a cada iniciado atravesar por sí mismo la experiencia ritual utilizando el lenguaje básico de la tradición, que le será revelada a través de los Misterios.

En muchas tradiciones wiccanas los estudios están marcados por Grados, como decíamos anteriormente. Cada Grado demuestra que el iniciado ha dedicado tiempo a aprender, estudiar y practicar. Es un error común pensar que obtener un Grado es un objetivo en sí mismo, sino más bien el comienzo de un proceso nuevo y empoderador.

Es tradicional que un nuevo iniciado espere un año y un día antes de que se le pueda otorgar su clasificación de Primer Grado. Durante este tiempo, comenzará un plan de estudios establecido por la Suma Sacerdotisa o por el Sumo Sacerdote del Coven. Esto incluye libros, tareas, prácticas, demostración de habilidades o conocimientos adquiridos, etc.

Un iniciado de Segundo Grado es alguien que ha demostrado que ha avanzado más allá de los fundamentos del Primer Grado. A menudo se les asigna la tarea de ayudar al líder, dirigir rituales, dar clases, etc. A veces incluso pueden actuar como mentores de los nuevos iniciados. Puede haber un plan de lección especificado para obtener el Segundo Grado, o puede ser un viaje de autoaprendizaje; esto dependerá de la tradición individual del Coven Wiccano.

Todo miembro del Tercer Grado es un potencial líder, aunque esto no significa necesariamente que tenga que comenzar un nuevo Coven. En todo caso, puede ocupar el puesto de líder cuando sea necesario, dirigir clases sin supervisión, responder preguntas de los nuevos iniciados, etc. En algunas tradiciones, solo un miembro del Tercer Grado puede conocer los Verdaderos Nombres de los Dioses o de la Suma Sacerdotisa y el Sumo Sacerdote. Un Tercer Grado puede, si así lo desea, separarse y formar su propio Coven.

Algunas tradiciones wiccanas tienen un Cuarto Grado, pero esto es bastante infrecuente.

La iniciación de un Grado es un nuevo comienzo, más que el final de algo. Una ceremonia de Iniciación de Grado es una experiencia intensa, y que no debe tomarse a la ligera. Muchas tradiciones wiccanas requieren que un candidato de Grado solicite ser evaluado y considerado digno antes de ser aceptado para la iniciación al próximo. En definitiva, la iniciación representa el reconocimiento de un cierto nivel de comprensión mística. Parte de su propósito es el reconocimiento, pero generalmente no se otorga hasta que el Coven ya actúe como si tuvieras un título relevante. En algunas tradiciones, el ascenso de Grado vincula al iniciado con el linaje de aquellos que le han precedido.

Los Secretos de cada Grado no pueden divulgarse fuera del Coven, ni discutirse con los no iniciados.

En posteriores artículos iremos profundizando más en estos temas.




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2 comentarios:

Poky999 dijo...

Curioso(desde mi punto de vista) que la magia Wicca no se vea involucrada en la magia negra y en ningún tipo de ritual que pueda hacer daño al individuo.
Es de gran responsabilidad entrar en un clan.
Me ha gustado el tema abarcado, en el próximo artículo se podría aclarar si los hechizos son perpetuos o efímeros en el plano terrenal, incluso, si pueden afectar otros planos.

Sebastian Beringheli dijo...

Tomo nota de la sugerencia, Poky



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