Ligeia y Lady Rowena: dos arquetipos femeninos de Edgar Allan Poe.


Ligeia y Lady Rowena: dos arquetipos femeninos de Edgar Allan Poe.




Mucho se ha dicho sobre la figura de la mujer en la obra de Edgar Allan Poe. Aquí solo nos ocuparemos de realizar un breve repaso psicológico de dos ejemplos fundamentales de esa presencia femenina que oscila entre lo angelical y lo diabólico: Ligeia y Lady Rowena, protagonistas del relato de terror de 1837: Ligeia (Ligeia) [ver: Mi esposa nigromante: análisis de «Ligeia»]

Ligeia es una hermosa e indomable mujer de cabello negro. Representa los aspectos más oscuros de la sexualidad femenina. La rodea un halo de misterio que sintetiza a la mujer en estado mítico. Ligeia no es primordial en en un sentido costumbrista sino como antítesis de la mujer victoriana. O al menos así lo entiende Marie Bonaparte, una de las más lúcidas estudiosas de la psicología de Edgar Allan Poe.

Tampoco necesita revelar su sexualidad para mostrarse feroz y apasionada. De hecho, Edgar Allan Poe aprovecha sus cualidades casi felinas de Ligeia para elaborar un concepto tan interesante como innovador en su tiempo: la mujer como resorte de la masculinidad.

Ligeia nunca manifiesta abiertamente su naturaleza salvaje, sino que produce en los hombres un «encantamiento» [u obsesión] similar al de las hadas de las leyenda, quienes solían enamorarse de hombres mortales y llevarlos a sus estancias imperecederas. Bruno Bettelheim analiza minuciosamente esta posibilidad en su libro: Los usos del encantamiento (The Uses of Enchantment):

Claramente la Ligeia de E.A. Poe procede de la Ligeia de los mitos griegos, más precisamente una de las sirenas que perturban el avance náutico de Odiseo y sus seguidores. Homero jamás menciona su nombre. Solo Virgilio [Georgicas, libro IV] se atreve a delatar el paradero de esas tres misteriosas damas y sus cantos letales: Ligeia, Leucosia y Parthenope.

Para los griegos y los romanos las sirenas eran figuras exactamente opuestas a la concepción medieval que ha perdurado sobre los cuentos populares más famosos. Si bien se las describe como implacables seductoras de marineros y náufragos, las sirenas mitológicas no poseen una naturaleza acuática; de hecho, tienen alas. Además de Edgar Allan Poe, solo el poeta inglés John Milton se atrevió a retratar a la enigmática Ligeia. Puede encontrársela en Comus (Comus), de 1634.

El nombre Ligeia proviene del griego antiguo ligis (λιγυς), y significa: «de voz clara». Posiblemente esto sea una referencia al instrumento de viento con el que Ligeia enloquecía a los marineros.

Por otro lado tenemos a Lady Rowena Trevanion de Tremaine, una joven rubia que se casa con un viudo obsesionado con su esposa muerta: Ligeia. Lady Rowena pronto cae en un estado letárgico, vampirizada por la atmósfera melancólica de su nuevo hogar y, quizás, por el propio espíritu de Ligeia. Lady Rowena muere en el lecho, pero pronto se produce una metamorfosis espeluznante. Sus cabellos, antes rubios, se vuelven negros como las alas del cuervo, y sus facciones recuerdan el rostro vago y fantasmal de Ligeia.

Mucho se ha dicho sobre el papel de Lady Rowena en el relato de Edgar Allan Poe. Claramente es la antítesis de Ligeia, tanto en lo físico como en lo emocional. Rowena representa la belleza tradicional, la belleza establecida, si se quiere, mientras que Ligeia es un espejo de los aspectos más oscuros de lo femenino.

Si nos viésemos obligados a diagnosticar el caso de Lady Rowena dentro del cuento de E.A. Poe nos inclinaríamos por la posesión vampírica.

La sensualidad elemental de Ligeia, más la honda melancolía de su esposo, ejercen sobre Lady Rowena una presión brutal, aunque jamás sabremos si efectivamente Lady Rowena se convierte en Ligeia mediante algún proceso vampírico o por simple sugestión, es decir, como alteración de la personalidad para ajustarse a los deseos de su esposo.

Históricamenre, Rowena fue la hija del caudillo anglosajón Hengist y esposa del rey Vortigern. Las crónicas la describen como una verdadera Mujer Fatal, es decir, una seductora incorregible. La Lady Rowena de Edgar Allan Poe no comparte ninguna de las características de esta amazona. Su fuente de inspiración recae sobre la novela de Walter Scott: Ivanhoe (Ivanhoe), donde una tímida mujer llamada Rowena enamora perdidamente al héroe. En cualquier caso, si Ligeia representa a la Mujer Fatal, Lady Rowena hace lo propio con el arquetipo de la Mujer en apuros.

El nombre Rowena no aparece registrado antes del siglo XII. Tampoco sus derivados: Rowan y Rhonwen. Se presume que fue un nombre bastante popular en la Edad Media pero no existen datos que lo corroboren. Algunos estudiosos incluso aventuran que Rowena fue un nombre puramente. El hecho de que su portadora inicial, aquella hija de Hengist, fuese una especie de femme fatale, lo cargó de atributos negativos que lo hicieron inviable para la vida real.

Resulta asombroso que Edgar Allan Poe haya elegido el nombre de la madre mitica del pueblo de Inglaterra como una pasiva víctima de vampirismo.

Existen dos fuentes posibles para explicar el nombre Rowena. La primera sostiene que deriva del galés: Rhonwen, «lanza justa» o «lanza brillante». La segunda ubica su procedencia en el inglés antiguo: Hroðwynn, «alegre fama».

Arriesgamos una tercera posibilidad: siendo Rowena la hija de Hengest y sobrina de Horsa; los dos caballeros germanos que lideraron la tribu de los anglos hasta tierras inglesas en el siglo V, no sería extraño que su nombre derivase del vocablo rhawn, crin o pelo de caballo, otro rasgo notablemente alejado de los estereotipos de la literatura vampírica.




E.A. Poe. I Taller gótico.


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