Olores paranormales: ¿recuerdos olfativos o signos de visitación?
¿Alguna vez te has despertado con el olor de la colonia o perfume de alguien que ha muerto? ¿Olor a flores cuando no tienes plantas en casa? ¿Huevos podridos? ¿Azufre? ¿O quizás el olor familiar de tu perro de la infancia cuando ya no hay animales en casa? Si es así, es muy posible que hayas tenido una experiencia paranormal, y ni siquiera hayas sido consciente de ella [ver: Entidades que se manifiestan a través del aroma]
Los olores fantasma son un componente más en el ámbito de las investigaciones paranormales, aunque sigue siendo una experiencia muy personal e imposible de registrar objetivamente [ver: El olor de los fantasmas y los olores fantasma]. Estos olores paranormales a veces cuentan una historia, poniendo un sello de tiempo en una vida que alguna vez se vivió. Comencemos con una experiencia [que no será la única en este artículo] que recientemente llegó al Consultorio Paranormal de El Espejo Gótico.
[Hace unos años, mis padres decidieron hacer un viaje, dejándome la casa solo para mí y mi perro durante una semana. Habían pasado unos tres días desde que se fueron y yo acababa de salir de la facultad. Cuando llegué a casa estaba bastante oscuro. Lo primero que noté fue que podía ver luz a través de la ventana de la sala de estar, lo cual era extraño, pero cuando entré rápidamente me di cuenta de que todas las luces de la casa estaban encendidas. Todas. Sin pensar mucho en eso, las fui apagando, dejando la luz de la sala y la cocina encendidas.
Entonces me golpeó un hedor abrumador, un olor tan asqueroso y acre que hizo que se me humedecieran los ojos. Esa debería haber sido una señal para irme de ahí, pero no lo hice. Fui a buscar a mi perro, el cual estaba acurrucado en un rincón de la sala de estar, estresado hasta el punto de que había vomitado en el suelo. En ese momento el olor solo había empeorado y tenía una terrible sensación de miedo que no podía describir. No sé cómo, pero logré reunir el valor suficiente para revisar cada habitación.
Comencé con el baño, la habitación de mis padres. No sucedió nada importante, pero cuando llegué a mi cuarto pude sentir algo mirándome desde atrás. Cuando giré la cabeza, por supuesto, no había nada. Salí de ahí apagando las luces y cuando caminaba de regreso por el pasillo lo sentí de nuevo, pero esta vez, cuando me di la vuelta, lo vi. Este horrible ser de aspecto podrido, o quemado, estaba parado justo afuera de la habitación de mis padres. Me paralicé de miedo. Sus ojos eran casi humanos pero muy hundidos y pude ver la piel oscura y carbonizada colgando de su rostro. No tengo idea de cuánto tiempo estuvo así, supongo que durante unos segundos. Cuando la cosa desapareció, el hedor que hasta entonces me había estado quemando las fosas nasales, desapareció con ella.]
Los olores inexplicables asociados a las experiencias paranormales incluyen alimentos, pan o pasteles recién horneados, tabaco, olor a quemado, colonia, perfume, desodorante, olores corporales y, ocasionalmente, olor a huevos y carne podrida [ver: El olor de los ángeles, demonios, espíritus y fantasmas]. Algunos investigadores creen que una casa, sobre todo aquellas que poseen mucha madera en su interior, pueden absorber estos olores y reproducirlos en ráfagas cortas. Los escépticos, por supuesto, razonarán que no hay nada paranormal en ello. Tal vez, pero estos olores siempre parecen estar relacionados con un antiguo residente que ha fallecido. ¿Quién sabe? Tal vez sean una especie de tarjeta de presentación [ver: Señales de que hay un espíritu en tu casa]
Los encuentros con fantasmas suelen ir acompañados de olores terrenales, como el persistente aroma de una loción para después del afeitado o una particular marca de cigarrillos, o tal vez algo más agradable [y victoriano en cierto modo] como un perfume. Lo cierto es que la mayoría de las personas que aseguran haber visto a un fantasma a menudo describen haber notado una fragancia abrumadora, placentera o desagradable, antes o después. Al igual que los fantasmas, el olfato es una experiencia casi imposible de capturar; ambos, sin lugar a dudas, están ahí, pero tampoco se pueden mostrar o probar a nadie una vez que se desvanecen. Solo puedes usar tus palabras.
[Mi esposa despertó una vez por un olor abrumador que ella describió como «olor de abuela», desde ya, refiriéndose a su abuela fallecida. El olor que emanaba de su lado de la cama era tan denso que casi me enfermó, aunque a mi esposa le parecía agradable. Luego, con la misma rapidez, desapareció. No era el olor de ningún perfume que usara mi esposa. Durante las siguientes semanas, ese olor, que solo puedo describir como «a persona vieja», emergía repentinamente y luego desaparecía con la misma rapidez.]
Aunque normalmente pensamos en los perfumes como algo agradable, están profundamente entrelazados con nuestra propia mortalidad, utilizados [al menos mientras estamos en este plano] para enmascarar el hecho de que existimos dentro de cuerpos que sudan y excretan. En este contexto, los olores fantasma suelen ser igualmente intensos. Aún cuando aparentemente nos traen una fragancia agradable, como a flores, debajo de su superficie resultan abrasivos [ver: El aroma de jazmines invisibles]
Ahora bien, es bastante común escuchar que alguien ha tenido algún tipo de experiencia paranormal. Nada extraordinario. Cosas como «vi una sombra por rabillo del ojo» son frecuentes. Es decir que el sentido de la vista es el primero que se invoca cuando se trata de fantasmas y espíritus. De hecho, si uno debiese preguntarle a alguien si tuvo una de estas experiencias probablemente lo haría diciendo: «¿Alguna vez viste un fantasma?». Menos referenciado es nuestro sentido del olfato. Nadie pregunta: «¿Alguna vez oliste un fantasma?». Sin embargo, este tipo de experiencias son mucho más comunes de lo que pensamos, solo que también son las más fáciles de descartar, o de explicar como consecuencia de causas naturales, aunque el rastro de un perfume viejo, el aroma de las velas, humo, vino, o cualquier otra sustancia asociada a una persona fallecida, es muy difícil de explicar cuando emerge repentinamente [ver: Cuando algo invisible te respira en la cara]
Claro que los olores pueden aferrarse a las cosas y liberarse al azar. La nariz puede confundirse mucho a veces y luego mezclar aromas de manera extraña y procesarlos como otra cosa. Además, los olores están increíblemente bien vinculados a los recuerdos. Oler algo en particular puede despertar toda clase de emociones, incluso de recuerdos extremadamente vívidos [ver: ¿Energía Residual o entidades inteligentes?]
Dicho esto, los olores fantasma están en la categoría de origen paranormal menos probable. La experiencia es tan personal como intransferible, y son demasiadas las causas naturales que pueden producirlos. Si vemos a los espíritus como formas incorpóreas de energía, parece menos probable manifestar un olor que arrojar una mesa al otro lado de la habitación. Pero arrojar una mesa es un acto voluntario, y los olores paranormales, quizás, son tan involuntarios como el aroma que desprenden nuestros cuerpos. Tal vez estas formas de energías [fantasmas, espíritus, o como quieras llamarlos] simplemente emiten ciertos olores con su presencia. Tal es así que algunos consideran que los olores fantasma pueden ser un signo de visitación.
[Cuando mi abuelo murió pudimos olerlo junto a la puerta de mi cuarto durante dos días después de enterrarlo. Nunca había estado en mi casa, y mucho menos en mi cuarto. Siempre íbamos a visitarlo. Tenía un olor distintivo, como la mayoría de la gente.] [ver: Hay una entidad en mi habitación]
Ante esto solo quedan dos caminos: atribuirle todo el asunto a nuestro cerebro, lo cual sería lo más racional; o reconfortarse con la visita; desde ya, saludando y recordándole a la persona fallecida que es amada y extrañada, nunca invitándola a quedarse como medida de precaución [ver: Invité a un demonio a mi casa]. Son muchos los grimorios que sostienen que las entidades demoníacas son capaces de imitar el aspecto, la voz y el olor de nuestros seres queridos que han fallecido, probablemente para ganarse nuestra confianza y conseguir acceso a nuestro hogar.
[Ayer, poco después de las 3 de la madrugada, me desperté con el hedor más horrible e irreconocible, una mezcla de cosas asquerosas, como orina y huevos podridos. Se demoró tal vez durante un minuto o dos, luego desapareció por completo. No hay nada con lo que pudiera compararlo, era solo repugnante.]
En la Edad Media existía la creencia de que despertarse a la madrugada por un mal olor, a veces a quemado, otras a azufre o a huevos podridos, era una señal inquívoca de una presencia demoníaca. En este sentido, la mayoría de los tratados demonológicos coinciden en afirmar que, si bien los demonios y otras entidades no humanas pueden asumir una forma agradable a la vista, incluso la de un ser querido o una persona amada, pero no pueden disimular su mal olor [ver: Infección Astral: casas tomadas por los espíritus]
En cuando a los olores paranormales, en general, son tan intensos y, alternativamente, agradables o desagradables, que quienes los experimentan dejan de lado sus sensaciones para centrarse únicamente en el olor. Es muy importante tratar de analizar cómo nos sentimos si acaso nos sucede una experiencia de este tipo, cómo se siente la energía del lugar. Esto puede ser un indicador claro del origen del olor, si es que de hecho no tiene causas naturales. El miedo, sobre todo, es una señal para prestar atención [ver: Parásitos astrales y las «malas energías»]
Ahora bien, cuanto más desagradable sea un olor paranormal más nos dirá sobre la intención negativa de la entidad, no sobre su naturaleza. Un olor fantasma desagradable puede deberse a la emoción violenta de una entidad que, de hecho, es inofensiva, incluso un ser querido que no nos haría daño, pero que por alguna razón se encuentra confundido o enojado. Por lo demás, algunos espíritus son simplemente curiosos, y no poseen la fuerza suficiente para manifestarse. No obstante, algunas personas sensibles pueden detectar fácilmente su olor [ver: Un espíritu está tratando de comunicarse conmigo]
También hay entidades que intentan por todos los medios seguir presentes en su vieja casa. El «olor fantasma» es un componente familiar en estos casos:
[Recuerdo que, después de que mi padre falleció, todavía lo sentía muy cerca. Constantemente olía a cigarrillos y también a su perfume. Realmente me consoló, porque esos olores lo hacían sentir como si todavía estuviera con nosotros.]
Los espíritus arraigados a una casa suelen manifestarse más activamente cuando se realizan remodelaciones, incluso cuando se cambian los muebles de lugar [ver: Espíritus que no abandonan su antigua casa]. Algunos de ellos realmente creen que siguen viviendo en nuestro plano. En estos casos, el olor es una reacción. Es como si alguien entrara a tu casa cuando estás vivo y simplemente decidiera cambiar la disposición de los muebles sin consultártelo. A veces, durante una remodelación de la casa, la actividad puede intensificarse enormemente, y algunos espíritus pueden enorjarse bastante.
Sin embargo, cuando se trata del espíritu de un ser querido, no de un antiguo propietario sobre el cual no tenemos ningún conocimiento, la actividad será, digamos, respetuosa. No intentarán asustarte, pero sí anunciar su presencia y su disgusto a través del olor.
[Volvimos de un viaje y mi habitación olía a mierda, a algo muerto, como un pez o una rata. Era un olor extremadamente fuerte y nunca pude encontrar la fuente. Literalmente volteamos mi habitación patas para arriba para encontrar la causa, pero no pudimos. Desapareció de un momento a otro. Si hubiese sido un olor del exterior, hubiese estado en cualquier otra habitación, como la de mi madre o mi hermana, pero solo se olía en la mía.]
No todas las personas pueden detectar los olores paranormales, algunas, de hecho, parecen ser inmunes a ellos. Estos olores pueden ser señales de visitación, por ejemplo, de un difunto, pero hay casos donde los orígenes del olor son mucho más siniestros [ver: Espíritus y «ambientes cargados»]
Aquellas personas que sí son capaces de percibir los olores fantasma no necesariamente lo hacen a través de la nariz. ¿Alguna vez has notado que, cuando piensas en un pariente fallecido, o en un momento o un lugar de tu vida, puedes percibir aromas asociados? Si la respuesta es afirmativa, probablemente formás parte de este grupo de personas capaces de oler algo que no proviene de su entorno físico. Todo en el universo resuena a través de frecuencias de energía, incluido el olor.
Dependiendo de la situación, la experiencia puede variar desde sentirse reconfortado por el aroma a naftalina del recuerdo del armario de tu abuela, hasta la sensación de ansiedad o miedo cuando percibís un hedor espantoso, como el azufre, generalmente en presencia de un espíritu demoníaco o una entidad enfurecida. Como el sentido del olfato en la vida real, es una experiencia evocadora, fuertemente anclada a tus emociones.
Es mucho más probable que experimentes olores paranormales por la noche; y la única forma de diferenciarlos de los olores terrenales [además de examinar el área] es analizando las emociones que te despiertan. Por ejemplo, no creo que te sientas aterrorizado si hueles mierda, pero en el caso de tratarse de un olor paranormal lo más probable es que el miedo forme parte integral de la experiencia.
Si un difunto está tratando de anunciar su presencia, lo más normal es que sientas su olor característico. Quizás no puedas racionalizarlo, ni explicarlo, pero cuando lo hueles sabes que es esa persona. Si crees que estás teniendo una de estas experiencias seguramente recordarás cómo olía la persona cuando te abrazaba, o aromas familiares asociados, como su comida favorita o su perfume. Cuando no es una entidad conocida, el olor puede ser indefinible, precisamente porque no tiene ningún recuerdo asociado en tu mente. Puede percibirse simplemente como un olor masculino o femenino, pero sin demasiados matices.
Los olores terrenales también son una antigua forma de protección contra estas entidades. Por algo se sigue utilizando el sándalo, el incienso y la mirra. Al parecer, estos olores resultan sumamente desagradables para las entidades del bajo astral; y si bien no impedirán que se acerquen, hará que les resulte mucho más difícil e incómodo, tal es así que probablemente dejen de molestarte. Esto es especialmente importante si desarrollas algún tipo de investigación paranormal para asegurarte de que no sufras un apego espiritual, es decir, que no termines llevándote estas energías negativas a casa contigo [ver: Apego espiritual: causas y síntomas]
Los olores paranormales desagradables siempre indican la presencia de un espíritu oscuro. No se trata aquí de un mal olor, sino de algo verdaderamente repugnante, que quema en las fosas nasales y que instintivamente nos genera el impulso de salir corriendo, aunque la reacción puede ser diferente de una persona a otra. En cualquier caso, notarás reacciones físicas ante ciertos aromas paranormales emitidos por entidades oscuras.
Son muchas las personas que pueden percibir olores y aromas sin un origen físico y nunca sospechar que están teniendo una experiencia paranormal. De hecho, cuando los olores se vuelven más y más desagradables con el transcurso del tiempo, posiblemente se deba a que no estás entendiendo el mensaje, ni siquiera aceptando que hay una entidad cerca con el deseo de manifestarse y comunicarse.
A menudo, la experiencia es breve: percibes un cierto perfume, un olor a comida o un aroma específico, que puede ser tan agradable como el de las flores o tan repulsivo como el olor a humedad y moho. En todo caso, es un olor muy distintivo. Aparece rápidamente y te envuelve, casi siempre desatando una serie de reacciones emocionales y recuerdos, cuando se trata de un ser querido que ha muerto. La mayoría de las veces es una experiencia inofensiva; tanto es así que probablemente la descartes a los pocos días. Sin embargo, también puede producir sensaciones muy significativas... o aterradoras.
Consultorio Paranormal. I Fenómenos paranormales.
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1 comentarios:
También hay otro factor: Fantosmia.
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