Ornias: vampiresa que se alimenta de hombres (del signo de Acuario)
Los mitos hebreos rescatan a la única raza de vampiros interesados en la astrología, cuya mayor exponente es Ornias, la vampiresa del signo de Acuario.
Ornias es mencionada originalmente en dos libros prohibidos notables dentro del esoterismo y el ocultismo: La llave menor de Salomón (Lemegeton Clavicula Salomonis) y La llave mayor del rey Salomón (Clavicula Salomonis).
A partir de allí Ornias se propagó a través de las leyendas como un poderoso espíritu de fuego que puede asumir tanto la forma del león como de tenebrosas criaturas aladas.
En su rol de vampiresa suele tomar la silueta de una mujer hermosa, pálida y de ojos hipnóticos. Con su mirada seduce a los incautos que se cruzan en su camino, devorándolos del modo más violento.
Estas primeras leyendas de Ornias como vampiresa sexual rápidamente transformaron su pasado mítico y la convirtieron en un engendro hematófago más afín a la lascivia y los excesos. De hecho, para algunos Ornias es, junto a Abrahel, una de los súcubos más importantes; o al menos así lo afirma Ludovico María Sinistrari en su tratado De Daemonialitate et Incubis et Succubis.
Se dice que Ornias fue uno de aquellos 72 demonios encerrados por el rey Salomón, quienes finalmente terminarían de construir su majestuoso templo. Este dato resulta curioso habida cuenta de las escasas fuerzas físicas de Ornias, más astuta que salvaje a la hora de emboscar a sus víctimas.
Se cree que Ornias primero agota por completo la energía de los hombres que se atreven a entregarse a sus caricias diabólicas, y recién allí comienza a beber su sangre.
Ornias se alimenta especialmente de hombres nacidos bajo el signo de Acuario, elección que ningún erudito ha logrado explicar satisfactoriamente, aunque acaso tenga relación con antiquísimas festividades sangrientas realizadas durante este período del año.
Vale aclarar que Ornias no se rehúsa a matar ningún hombre, sea del signo que sea; solo siente una profunda predilección por la sangre nacida bajo el signo de Acuario.
La única forma que los sabios de la tradición nos ofrecen para eliminar a esta vampiresa es aplicar sobre la víctima el sello de Salomón, especie de talismán de confección relativamente sencilla; quizás porque Ornias todavía recuerda con espanto los poderes del viejo rey y huye ante su signo como si fuese azotada por un látigo de fuego.
Se cree que Ornias participó en la construcción del templo de Salomón en calidad de obrera, al igual que los Djinns y los Afrits; tarea titánica para la que sus fuerzas no estaban preparadas.
El rey, en su cruel sabiduría, la obligó a parir una vez al día y a alimentarse de sus hijos al caer la noche, de un modo análogo a la tragedia de Lilith, la madre de los vampiros; condenada por Dios a parir cien retoños al amanecer (los Lilim) y verlos morir al ocaso.
Otros comentadores señalan que Ornias se alimentaba secretamente de los hijos de albañiles y obreros mortales, tendencia que fue severamente castigada por Salomón; quien alzó su voz hacia los cielos pidiendo la intervención divina.
Ésta se hizo presente en la figura ominosa del arcángel Miguel, quien le otorgó al rey un anillo mágico que le permitiría dominar a cualquier demonio, vampiro u espíritu dentro de los círculos del mundo.
Ya en la Edad Media, Ornias era invocada por los nigromantes en calidad de oráculo. De hecho, sobre ella recae cierta certeza de ser la monstruosidad detrás del horripilante oráculo de la cabeza cortada, rito practicado por el rey Carlos IX de Francia.
Se cree que Ornias poseía la rara habilidad de ascender al cielo como una fina columna de humo y leer el futuro en los astros. Al descender lo hacía como una estrella fugaz de dimensiones anormales, acaso la misma que los tres reyes magos observaron en las noches frías del desierto, y que muchos asocian con la mítica Algol: la estrella de los vampiros.
Más leyendas de vampiros. I Diccionario de razas y clanes de vampiresas.
Más literatura gótica:
- 10 mitos falsos sobre los vampiros.
- Cuando la palabra nos convierte en vampiros.
- El lenguaje de los vampiros: ¿los vampiros tienen su propio idioma?
- El vampiro que extrañaba el sol.
0 comentarios:
Publicar un comentario