«Directorium Inquisitorum»: Nicolás Aymerich; libro y análisis


«Directorium Inquisitorum»: Nicolás Aymerich; libro y análisis.




El Directorium Inquisitorum —cuyo título en español significa «directorio o manual de los inquisidores»— es un libro prohibido del inquisidor Nicolás Aymerich (1320-1399), escrito alrededor de 1376.


El Directorium Inquisitorum, posiblemente el libro de Nicolás Aymerich más reconocido por su carácter infame, consiste en un estudio sobre la brujería medieval, cuyo fin era instruir al inquisidor con las herramientas necesarias para descubrir a las brujas y nigromantes. Paradójicamente, buena parte de las conclusiones que Nicolás Aymerich realiza sobre el tema, principalmente sobre los pactos satánicos y hechizos, fueron basadas en libros confiscados a muchos acusados de brujería.

Es decir que el libro instruye al cazador de brujas sobre sus ritos y prácticas esotéricas, la mayoría de ellos más bien modestos, por cierto, como el bautizmo de imágenes, echar sal al fuego, incinerar cuerpos de animales, convocar espíritus, someter mágicamente a las personas mediante el uso de sus nombres al revés, confundir los nombres de ángeles, y otros más inquietantes, como invocar demonios, entre otros.

Nicolás Aymerich señala en el Directorium Inquisitorum que la brujería es la forma más escandalosa de herejía, y, por lo tanto, el principal enemigo de la Iglesia. Todavía orgullosos de la bula de Alejandro IV, por la cual se declaraba que el poder del inquisidor estaba por encima de las artes macabras de la brujería los inquisidores recibieron gozosamente estos consejos, que no serían otra cosa que una excusa para perseguir a las mujeres y hombres de creencias paganas.

Lo cierto es que el Directorium Inquisitorum ofrece una sola novedad con respecto a otros libros de la época: la clasificación de la brujería en tres grupos, y, por lo tanto, en tres crímenes bien diferenciados entre sí:

La primera clasificación condena severamente la adoración del demonio (latría), la cual incluía el uso de elementos del rito católico en las misas negras.

La segunda, quizás la más polémica de las tres, castiga la adoración de los santos (dulía), e incluía entre los actos dolosos la utilización de los nombres de los santos como una forma de practicar la magia negra. Esto implicaba que la mención de cualquier personalidad sagrada fuese castigada, pero que también todos los santos de otras religiones fuesen considerados herejes.

La tercera categoría condena a todos los que buscan la ayuda de Lucifer, Satanás, Belcebú, y una lista infatigable de otros espíritus registrados por la demonología. Para argumentar este punto, el Directorium Inquisitorum de Nicolás Aymerich se apoya en los razonamientos de Inocencio V, el cual aseguró que todo aquel que haya recibido la ayuda de un demonio previamente debió vender su alma, o al menos haber realizado algún tipo de pacto con el diablo; con lo cual si se prueba que tal ayuda existió, entonces se prueba también la existencia de algún tipo de pacto o contrato previo, aunque éste jamás se encuentre.

Este punto causó cierta polémica en los círculos académicos. Hasta el momento, el pacto con el diablo no era considerado una herejía mayor. Por el contrario, incluso algunos santos, como san Teófilo, habían realizado pactos con entidades demoníacas en beneficio de la humanidad, en el caso de Teófilo, para ascender en la escala eclesiástica.

El Directorium Inquisitorum es, en resumen, un libro muy extraño. Uno casi espera hallar en él un manual de tortura, de persecusión, pero realmente no lo es. De hecho, Nicolás Aymerich condena esta práctica, no por cruel, sino por ineficiente, y la cataloga de fallaces et inefficaces, «mentirosa e ineficaz». Por el contrario, exhorta al inquisidor a utilizar herramientas psicológicas, tales el miedo a la tortura, y no tanto a la tortura en sí misma. Claramente en aquellos años no se conocía el concepto de tortura psicológica, aunque esta era utilizada con una pericia realmente escalofriante.

Por otro lado, también hay que decir que el Directorium Inquisitorum elude la prohibición papal de que no se debe torturar dos veces a la misma persona, considerando esta negativa como una errata, y estimula al inquisidor a someter al procesado a todas las rutinas que éste considere necesarias de acuerdo a los cargos de herejía que hayan sido elevados.

En este sentido, el Directorium Inquisitorum es un precursor de Malleus Maleficarum, precisamente porque hace del satanismo algo menos abominable que la supuesta justicia que se ejerce para castigarlo.




Directorium Inquisitorum.
Directorium Inquisitorum, Nicolás Aymerich (1320-1399)

Copia y pega el enlace en tu navegador para leer online o descargar en PDF: Directorium Inquisitorum de Nicolás Aymerich:
  • http://historiayverdad.org/Manual-de-Inquisidores-1821.pdf




Libros prohibidos. I Libros extraños.


Más literatura gótica:
El análisis y resumen del libro de Nicolás Aymerich: Directorium Inquisitorum fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, muy buen blog el que tienen, me encata, me gustaría pedirles me proporcionen alguna pagina donde pueda leer el "directorium inquisitorum", se los agradeceria mucho.
Jeanne



Lo más visto esta semana en El Espejo Gótico:

Mitología.
Poema de Emily Dickinson.
Relato de Vincent O'Sullivan.

Taller gótico.
Poema de Robert Graves.
Relato de May Sinclair.