Por qué Alien proviene del Necronomicón de H.P. Lovecraft


Por qué Alien proviene del Necronomicón de H.P. Lovecraft.




Todos estamos familiarizados con él: un endoparásito alienígeno con una segunda mandíbula o probóscide faríngea conocido como el Xenomorfo (Xenomorph), cuyo debut se produjo en la película de terror de 1979: Alien (Alien), dirigida por Ridley Scott, y que desde entonces ha protagonizado varias secuelas, quizás demasiadas (ver: ¿«Prometeo» pertenece a los Mitos de Cthulhu?).

Contrariamente a lo que ocurre con la mayoría de las especies extraterrestres de la ciencia ficción los Aliens no poseen tecnología, cultura, y mucho menos una civilización avanzada. Son eusociales, como las abejas, y poseen una sola reina y madre a la cual protegen como verdaderos samurais.

Su único propósito parece ser la propagación, la expansión de la especie, hábito que trae consigo la aniquilación de toda forma de vida que resulte amenazadora.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con el Necronomicón de H.P. Lovecraft?

Mucho.

Todo, en cierta forma.

El diseño de Alien, incluso en su forma parasitaria, es decir, aquella criatura similar a un escorpión que implanta embriones a través de la boca de sus huéspedes y emerge, de forma brutal, perforándoles el pecho, pertenece al artista surrealista H.R. Giger.

A pesar de lo novedoso que resultó esta criatura, y el fuerte impacto que provocó en la cultura popular, el Alien de H.R. Giger no fue creado exclusivamente para la película. De hecho, su pasado lo relaciona con el más notable libro prohibido de la biblioteca apócrifa de H.P. Lovecraft: el Necronomicón.

Uno de los guionistas de la película, Dan O'Bannon —que trabajó con el chileno Alejandro Jodorowsky en la adaptación inacabada de Duna (Dune)—, obtuvo en sueños una idea nebulosa de los hábitos reproductivos del Alien, especie de metáfora del abuso oral. Incapaz de traducir ese sueño en una criatura concreta, se entrevistó en suiza con H.R. Giger, quien le enseñó varios trabajos anteriores, entre ellos, una litografía que lo perturbó profundamente.

Así definió Dan O'Bannon aquella enigmática pieza de H.R. Giger:

Nunca antes he visto algo tan horrible y, al mismo tiempo, tan hermoso como su obra.
(I had never seen anything that was quite as horrible and at the same time as beautiful as his work)

Dan O'Bannon regresó a Los Ángeles, todavía perturbado, y le enseñó a Ridley Scott los diseños de H.R. Giger. Naturalmente, el artista fue contratado para encargarse del diseño conceptual de Alien. Para ello, utilizó la litografía que tanto había aterrorizado al guionista.

Aquella imagen no era inédita. De hecho, había sido publicada en un libro ilustrado de H.R. Giger en 1976, tres años antes del estreno de Alien, titulado: Necronomicón IV (Necronom IV).

Allí, H.R. Giger imagina al que luego sería Alien como ser proveniente de los Mitos de Cthulhu, más precisamente del libro del árabe loco Abdul Alhazred, el Necronomicón: una criatura sensual y aterradora, indefinible en términos de género, indistintamente masculina o femenina, sin ojos, sin emociones evidentes, desconcertante; en definitiva, una entidad que dignifica las pesadillas más atroces de H.P. Lovercraft.

Solo de ese universo tan singular de H.P. Lovecraft, retratado por uno de los artistas más notables del surrealismo cósmico como H.R. Giger, pudo provenir un ser tan fascinante y ambiguo como Alien; capaz de gestar delicadas biologías y al mismo tiempo penetrar la boca del hombre más temerario y fertilizarlo con su abominable prole larvática que luego emergerá en un salvaje parto pectoral, de amenazar con esa lengua fálica armada con dientes que también recuerdan los enloquecedores órganos dentados de las lamias.

De allí proviene el Alien, de aquel genial e inolvidable H.R. Giger intentando descifrar las visiones de H.P. Lovecraft y su terrible Necronomicón.





Más Mitos de Cthulhu. I Más sobre H.P. Lovecraft.


Más literatura gótica:
El artículo: Por qué Alien proviene del Necronomicón de H.P. Lovecraft fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

1 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Tiene sentido, ya que la lucha entre los Dioses Arquetipicos y los Primordiales no se limita a la Tierra.
Se menciona a La Gran Raza que huyó a la estrellas, para no quedar en medio de ese enfrentamiento.
Y menciona seres del sistema solar.



Lo más visto esta semana en El Espejo Gótico:

Análisis de «La pequeña habitación» de Madeline Yale Wynne.
Poema de Emily Dickinson.
Relatos de Edith Nesbit.


Paranormal.
Poema de Charlotte Mew.
Relato de Walter de la Mare.