Paranormal: luces que se encienden y apagan solas.


Paranormal: luces que se encienden y apagan solas.




«...el salón iluminado está atestado
de tranquilos y amables fantasmas,
tan silenciosos como los cuadros en la pared.»

Casas embrujadas, Longefellow.



¿Puede un espíritu hacer que las luces eléctricas se enciendan, apaguen o parpadeen solas?

¿Cómo se puede responder a una pregunta así cuando ni siquiera podemos definir qué es un espíritu en primer lugar?

Antes de examinar este fenómeno debemos mantener la mente abierta, y eso significa no cerrarla a explicaciones convencionales. Después de todo, a la gente le gusta atribuir cualquier efecto extraño a lo sobrenatural: ¿Un punto frío? Fantasma. ¿Una sombra? Fantasma. ¿Un crujido? Fantasma. ¿Luces que se comportan inusualmente? Fantasma.

Aunque las luces de tu casa se encienan y apaguen al azar no significa [necesariamente] que tengas un invitado paranormal. Hay muchas otras razones por las que esto podría estar sucediendo; desde bombillas que están llegando al final de su vida útil [suelen parpadear antes de agotarse por completo] a un cableado defectuoso o problemas con los interruptores. Siempre es recomendable descartar razones comunes antes de decidir que hay un espíritu en casa [ver: Señales de que hay un espíritu en tu casa]

Dicho esto, comencemos.

Entonces, ¿puede un espíritu hacer que las luces eléctricas se enciendan, apaguen o parpadeen solas? La respuesta es sí. Pero lo más interesante es saber cómo y por qué lo hacen?

Supongo que podríamos incluir al arquetipo de la casa embrujada que intenta perturbar a los vivos; sin embargo, a menudo hay razones más complejas por las que un espíritu podría comportarse de esta manera. Si estas entidades están compuestas de energía, en lugar de materia física, quizás puedan influir en los dispositivos eléctricos mediante una interacción con campos eléctricos y magnéticos que oscilan en el espacio. En este contexto, los «fantasmas» [en las condiciones de humedad y estática adecuadas] podrían alterar o manipular estos campos cuando están presentes [ver: Espíritus y «ambientes cargados»]

De hecho, quizás muchos [supuestos] fenómenos paranormales se deben simplemente a la interacción, no a la intención, de estas entidades con el plano físico. Pensemos, por ejemplo, en una entidad que se mueve cerca de una lámpara o un interruptor y altera el campo electromagnético involuntariamente, provocando que la luz se encienda, se apague o parpadee. Esto no es diferente a la presencia de tu cuerpo aumentando ligeramente la temperatura ambiente de una habitación después de un tiempo determinado. Sucede involuntariamente.

A comienzos del siglo XX, la parapsicología buscó descifrar un patrón distintivo en las luces que parpadean, es decir, un mensaje, pero esto eventualmente se descartó. La mayoría de los estudios abordan el tema de las luces como un vehículo por el cual un espíritu busca llamar tu atención [ver: Un espíritu está tratando de comunicarse]. Por razones obvias, las formas en las que una entidad puede llamar la atención de los vivos son bastante limitadas, y la energía eléctrica podría ser una de las pocas que tienen disponibles.

En este contexto, cuando una entidad busca ser reconocida, pueden ocurrir todo tipo de sucesos extraños, como que las luces se enciendan y apaguen solas. Si esto ocurría una sola vez [la luz se enciente y apaga sola una vez], era tomado en el espiritismo temprano como si el espíritu llamara a la puerta. Es un llamado de atención [«estoy aquí»]. Si las luces se encienden y se apagan siguiendo un patrón, podría tratarse de un mensaje más elaborado; pero, desafortunadamente, a menos que usen código Morse, es muy difícil saber qué intentan decir.

La energía residual, aquello que típicamente se concibe como el fantasma que repite una y otra vez la misma actividad, está relacionada con un lugar específico de la casa; y podrías notar que las luces se encienden y se apagan en esos espacios, pero esto es infrecuente; y casi siempre está relacionado con entidades inteligentes.

¿Cómo saber si un fantasma enciende y apaga las luces? No existe una respuesta definitiva, pero hay tres elementos que podemos tener en cuenta: Teatralidad, Ubicación y Momento.

Por «Teatralidad» me refiero a la espectacularidad del fenómeno, a su dramatismo y visibilidad, no a luces que parpadean ligeramente durante un par de segundos. En ese caso, es improbable que un fantasma sea el responsable.

La «Ubicación», por supuesto, es el sitio donde ocurre espectáculo de luces. ¿Es una habitación con un significado histórico para las personas de la casa? Los espíritus de personas que han vivido en una casa suelen estar vinculados a lugares específicos, donde se sienten más cómodos y en los cuales pueden influir con mayor facilidad.

«Momento»: si notas que la luz se apaga o se enciende sola a una hora específica, no aleatoriamente, podría ser un gesto simbólico, una señal que indica que esa hora y ese lugar son importantes.

Si una entidad manipula las luces es posible que notes otros sucesos al mismo tiempo, como un descenso repentino de temperatura. Además, la energía electromagnética emitida puede interferir con otros dispositivos electrónicos; sobre todo radios [no tan comunes en la actualidad] y televisores. Existen otras señales reveladoras cuando las luces se comportan de este modo; por ejemplo, podrías oír a tu perro ladrar o comportarse de manera inusual. Si oyes pasos, susurros o voces incorpóreas, las luces son el menor de tus problemas [ver: Pasos, golpes, objetos que caen y otros ruidos inexplicables]

Si las luces parpadean a tu alrededor [cuando se trata de una situación única, es decir, sin antecedentes ni recurrencias] generalmente se trata de un saludo amistoso [«Hola, estoy aquí»] en un momento difícil de tu vida. La mayoría de las personas que reciben este «saludo», intuitivamente saben quién es. Este reconocimiento es una forma de respuesta. No se aconseja intentar comunicarse más allá de esto, y menos hacer preguntas en voz alta; sobre todo si se trata de una persona sensitiva, con habilidades mediúmnicas, o altamente empática. Podrías convertirte en el foco de atención indeseada [ver: Ouija: errores frecuentes, peligros y consecuencias]

Por inquietante que resulte, este tipo de «mensajes» no causan daños permanentes a tus luces. La luz simplemente disminuye su intensidad, parpadea [nunca se apaga en estos casos], y el fenómeno no vuelve a ocurrir, como seguramente lo haría si se tratara de una falla eléctrica o cableado defectuoso.

También podría ocurrir que estás en tu casa, yendo de una habitación a otra, sumido en tus pensamientos; de repente, la luz parpadea unos instantes, luego se apaga y vuelve a encenderse al pasar junto a ella. Muchas personas han tenido esta experiencia, incluso en la calle, con el alumbrado público; tal es así que la parapsicología le ha dado un nombre: Sli Effect [Street Light Interference], o «Interferencia de Alumbrado Público». En teoría, es la presunta capacidad de algunas personas para encender o apagar luces eléctricas [de forma espontánea] al pasar cerca de ellas.

En este contexto, las luces que se prenden y apagan solas podrían deberse a la influencia de personas vivas, no de espíritus, interactuando con su entorno. Algunos afirman que la electricidad estática [el cuerpo humano no produce estática; lo más cercano es el roce de ropa sintética en un clima seco.], o algún tipo de energía misteriosa, es emitida por el cuerpo humano. Otros sostienen que el [supuesto] fenómeno es causado por individuos con capacidades psíquicas o telequinéticas bajo determinadas circunstancias, como cansancio, estrés o ira.

Las bombillas que explotan constantemente forman parte de la fenomenología del Poltergeist. Es un síntoma común. Puede ser un evento único en el que una bombilla estalle dentro de tu casa, a menudo en medio de una discusión, antes de que se produzcan fenómenos físicos más espectaculares. El Poltergeist, recordemos, es una manifestación brusca de energía que induce el movimiento de objetos domésticos que, en condiciones normales, se mantienen en su lugar por la inercia y la gravedad. Al mismo tiempo, estos eventos reflejan la fuerte tensión psicológica de una persona de la casa.

Los campos electromagnéticos de baja intensidad pueden inducir la percepción de fenómenos inusuales a través de los lóbulos pariototemporales [en un rango asociado con las ondas delta, que son ondas cerebrales que ocurren durante el sueño]. En menos palabras: en determinadas condiciones experimentamos la sensación de una «presencia» cerca nuestro; y por «presencia» me refiero a la sensación de proximidad personal de un ser consciente, corpóreo o no [ver: Sentir «presencias» cuando estás solo]. Ahora bien, algunos científicos sostienen que los campos geomagnéticos, presentes de forma natural en determinados lugares, podrían inducir alucinaciones que explicarían las experiencias aparicionales. Otros sostienen que estas fuentes de energía simplemente facilitan el acceso a nuestro plano a otras formas de vida del plano espiritual.

La relación entre el mundo espiritual y la electricidad no es un producto de nuestros tiempos. Tanto la electricidad como el magnetismo fueron consideradas sustancias por el ocultismo. Posteriormente, se recurrió a la electricidad para explicar fenómenos extraños como el movimiento de las mesas y los golpes en el espiritismo del siglo XIX [ver: Un golpe: «SÍ»; dos golpes: «NO»; tres golpes: «DÉJAME ENTRAR»]. De igual forma, el magnetismo tiene una larga historia en prácticas médicas populares como el mesmerismo. En ambos casos, la premisa es que las corrientes eléctricas conducen propiedades tanto espirituales como materiales.

En una época en la que los espíritus no disponían de luces eléctricas en los hogares que «embrujaban», se entretenían apagando velas y haciendo sonar las campanillas en las puertas de las casas. Camille Flammarion comenta estas aficiones en un par de casos. Más recientemente, en el siglo XX, con la llegada de la energía a la mayoría de las zonas urbanas del mundo, comenzaron a reportarse fenómenos eléctricos singulares, como luces que se apagaban o encendían solas, y electrodomésticos que se detenían o, por el contrario, que empezaban a funcionar incluso cuando estaban desconectados de la red [ver: Juguetes que se encienden solos en medio de la noche]. Un Poltergeist bien documentado, el Caso Rosenheim, de 1967, presentó considerables perturbaciones eléctricas, como variaciones de amperaje, bombillas que estallaban, aparentemente provocadas por fuerzas inteligentes.

Con frecuencia, el fenómeno de las luces eléctricas que se apagan y encienden se extingue por sí solo, sin razón aparente. Sin embargo, la partida del agente poltergeist a menudo desencadena sus últimas descargas cuando es identificado como tal. A veces, la verbalización es suficiente para reducir los fenómenos, o incluso detenerlos. La detención puede ocurrir tras un cambio en la familia; de hecho, los Poltergeists parecen estar relacionados a una situación familiar particular.




Consultorio Paranormal. I Fenómenos paranormales.


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