El Mesmerismo en el relato de terror.


El Mesmerismo en el relato de terror.




El Mesmerismo, también conocido como Magnetismo animal, es la hipótesis del médico alemán Franz Mesmer (1733-1815) sobre un supuesto «efluvio» con propiedades terapéuticas que puede utilizarse y encauzarse mediante la imposición de manos.

Franz Mesmer fue el primer occidental en darle crédito a la idea de que es posible curar prácticamente cualquier malestar utilizando las energías del cuerpo. En Oriente, en cambio, este principio curativo se utilizó desde tiempos inmemoriales, y perduró en las tradiciones filosóficas del yoga, el budismo y el taoísmo, bajo el nombre , que en mandarín significa «aire» pero que podría definirse como la materia insubstancial que mantiene unido al cosmos.

En cierta forma, el Mesmerismo es opera inversamente a la hipnosis, donde el sujeto es «controlado» por el hipnotizador; en este caso, el tratamiento se desarrolla sin que el individuo se vea forzado a entregar su conciencia.

El Mesmerismo heredó ciertos principios básicos de la filosofía alquímica de la Edad Media, cuyos acólitos sospechaban que todo el universo está atravesado por una sustancia etérea y primordial, que puede diversificarse, convocarse y agruparse en distintos registros de densidad; ya sea de forma natural, por ejemplo, conformando el metal o la madera, o bien artificial, a través de la alquimia. De esta teoría surgieron los primeros tratamientos por afinidad; es decir, tratamientos en los que se utilizaban distintos objetos supuestamente afines a la enfermedad del sujeto; por ejemplo, metales y aleaciones que pretendidamente se ajustaban a los padecimientos del paciente.

En 1774, Franz Mesmer abandonó la curación con imanes, y creyó descubrir el secreto de lo que luego llamaría «mesmerismo», y que él mismo bautizó «magnetismo animal».

Los hallazgos de Franz Mesmer fueron examinados por una comisión oficial de médicos de la corte francesa, formada en 1784, bajo las órdenes de Luis XVI. Tras largos meses de investigación se concluyó que las curas del médico alemán eran reales, pero no se halló evidencia concluyente de la existencia de aquel fluido magnético.

A pesar de que la ciencia nunca aceptó las elucubraciones de Franz Mesmer, el relato de terror se interesó profundamente en las posiblidades de semejante efluvio cósmico. A continuación citamos las obras principales que desnudan los misterios del mesmerismo. [ver: ¡ESTOY MUERTO!: análisis del «Caso Valdemar»]





Relatos góticos. I Cuentos de terror.


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