«Tiriel»: William Blake; poema y análisis


«Tiriel»: William Blake; poema y análisis.




Tiriel (Tiriel) es un poema del romanticismo del escritor inglés William Blake (1757-1827), compuesto en 1789 y parte del ciclo de Libros proféticos de William Blake, a lo largo de los cuales pone de manifiesto los conceptos fundamentales de su mitología.

Tiriel, uno de los grandes poemas de William Blake, es una obra oscura, árida, que narra la historia de un despótico rey, Tiriel, destronado por sus hijos, quien vaga por el mundo en búsqueda de su redención, sin encontrar otra cosa que angustia y dolor.

Los escenarios de Tiriel parecen arrancados de un sueño, o mejor dicho, de una pesadilla, en la cual abundan las imágenes macabras, incluso grotescas, propias de los mitos de William Blake; y que luego regresarían una y otra vez en obras como Esbozos poéticos (Poetical Sketches), Canciones de inocencia y experiencia (Songs of Innocence and of Experience) y El matrimonio del Cielo y el Infierno (The Marriage of Heaven and Hell).

De hecho, en Tiriel aparecen casi todos los elementos preliminares de su sistema filosófico y mitológico. Muchos de ellos alcanzarían la perfección en: El libro de Thel (The Book of Thel) y El libro de Urizen (The Book of Urizen), en ambos casos, parte del ciclo de poemas proféticos.

Por tratarse de un poema extenso, solo hemos traducido al español solo la primera parte del Tiriel de William Blake. Con el tiempo, quizá, lograremos traducir algún fragmento más largo.




Tiriel.
Tiriel, William Blake (1757-1827)

Y el anciano Tiriel se incorporó frente a las Puertas de su hermoso palacio,
a su lado estaba Myranta, alguna vez reina de todas las planicies occidentales;
él con los ojos oscurecidos, ella agonizando,
ambos de pie frente al viejo y hermoso palacio.
Y así se levantó la voz del anciano Tiriel,
para que sus hijos oyeran en las puertas:
—Maldita raza de Tiriel, contemplad a vuestro padre avanzar,
contemplad a vuestra madre, la que les dio la vida, avanzar.
Venid, hijos maldecidos.
En mis débiles brazos, he dado a luz a vuestra madre moribunda,
venid, hijos de la Maldición, venid la muerte de Myratana—
Sus hijos huyeron de las puertas y vieron a sus padres de pie,
y así el hijo mayor de Tiriel alzó su poderosa voz:
—Anciano indigno de ser llamado padre de la raza de Tiriel,
pues cada una de esas arrugas, cada una de esas canas,
es cruel como la muerte. Y tan obstinadas como el abismo devorador.
¿Por qué deberían tus hijos temer tus maldiciones?
¿No fuimos esclavos hasta que nos rebelamos?
¿A quién le importa que Tiriel nos maldiga?
¿Acaso su bendición no fue igual de cruel?
Tal vez al maldecirnos en realidad nos bendices—
El anciano levantó su mano derecha hacia los cielos,
la izquierda sostuvo a Myratana, encogiéndose en punzadas de muerte,
los orbes de sus grandes ojos se abrieron y así salió su voz:
—Serpientes, no hijos, que acechan los huesos de Tiriel,
gusanos de la muerte que ansían la carne de sus padres,
escuchad a vuestra madres gemir.
No más hijos malditos tendrá que parir.
Estos son los gemidos de la muerte, serpientes.
alimentados con leche, serpientes,
alimentados con lágrimas y preocupaciones maternales.
Mirad mis ojos ciegos, como las cuencas vacías de una calavera.
Escuchad, serpientes, escuchad, aquello que Myratana,
mi esposa, mi alma, mi espíritu, mi fuego,
aquello que Myratana dice: estais muertos.


And Aged Tiriel stood before the Gates of his beautiful palace
With Myratana once the Queen of all the western plains
But now his eyes were darkned. And his wife fading in death
They stood before their once delightful palace.
And thus the Voice Of aged Tiriel arose,
that his sons might hear in their gates
Accursed race of Tiriel. behold your father
Come forth and look on her that bore you. come you accursed sons.
In my weak arms. I here have borne your dying mother
Come forth sons of the Curse come forth. see the death of Myratana
His sons ran from their gates and saw their aged parents stand
And thus the eldest son of Tiriel raisd his mighty voice:
Old man unworthy to be called the father of Tiriels race
For every one of those thy wrinkles each of those grey hairs
Are cruel as death. And as obdurate as the devouring pit
Why should thy sons care for thy curses thou accursed man
Were we not slaves till we rebeled. Who cares for Tiriels curse
His blessing was a cruel curse. His curse may be a blessing.
He ceast the aged man raised up his right hand to the heavens,
His left supported Myratana shrinking in pangs of death,
The orbs of his large eyes he opend and thus his voice went forth:
Serpents not sons. wreathing around the bones of Tiriel,
Ye worms of death feasting upon your aged parents flesh,
Listen and hear your mothers groans. No more accursed Sons she bears.
These are the groans of death ye serpents These are the groans of death
Nourishd with milk ye serpents. nourishd with mothers tears and cares
Look at my eyes blind as the orbless scull among the stones
Look at my bald head. Hark listen ye serpents listen
What Myratana. What my wife. O Soul O Spirit O fire
What Myratana. art thou dead.


William Blake
(1757-1827)




Poemas góticos. I Poemas de William Blake.


Más literatura gótica:
El análisis, traducción al español y resumen del poema de William Blake: Tiriel (Tiriel), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

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