Cómo convertirse en un vampiro energético


Cómo convertirse en un vampiro energético.




Descargo de responsabilidad de El Espejo Gótico: este breve fragmento del Memento Umbrarum es solo para fines informativos. Por favor, no intentes llevar a cabo estas prácticas, son potencialmente peligrosas.

El texto a continuación fue editado oportunamente, eliminando elementos cuya divulgación consideramos peligrosa, de modo tal que algunos pasajes tal vez parezcan inarticulados, pero seguramente podrán ser interpretados por quienes tengan algún tipo de conocimiento sobre las técnicas de alimentación de los vampiros energéticos (ver: Cómo reconocer a un vampiro energético).


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Entonces, ¿te gustaría ser un vampiro que se alimenta de la energía de los demás? (ver: Vampiros energéticos) No hay problema. Hay muchas formas de hacerlo.

El mundo físico es tuyo. Hay tanta miseria allí, tanta energía negativa, que alimentarse es muy sencillo.

Antiguamente los Vampiros energéticos visitaban regularmente los cementerios para alimentarse, pero ya no es necesario: bares, iglesias, lugares con grandes concentraciones de personas, son perfectos para encontrar y alimentarse de energía negativa (ver: Parásitos astrales y las «malas energías»)

Las personas en estado de ebriedad son más vulnerables a la posesión (ver: Posesión vampírica: otra forma de convertirse en vampiro). Aprovecha estos estados para crear aún más energía negativa para alimentarte. Las iglesias son otro buen lugar para alimentarse de la energía de la adoración.

El problema con la alimentación por contacto es que a veces las personas pueden sentirlo, y créeme, no lo disfrutarán (ver: El enlace entre el Vampiro y su víctima). Son humanos, pero no estúpidos, razón por la cual debes ser extremadamente cuidadoso. Si no saben del todo lo que está sucediendo, incluso si se sienten incómodos o amenazados, pueden reaccionar de forma extraña.

Cuando esto sucede, los humanos pueden encontrarte repentinamente espeluznante, perturbador, o pueden sentirse extrañamente invadidos por tu presencia. Algo indefinible sobre ti hará que se les erice la piel. No sabrán exactamente qué es, pero les causará miedo y rechazo. Este es el problema de la alimentación profunda con desconocidos: no crea enlaces estables entre el Vampiro y la presa (ver: ¿Cómo funciona el Vampirismo Psíquico?).

La alimentación consensuada es recomendable solo en aquellos casos en los cuales ambos estén dispuestos a tener un vínculo cercano, que puede volverse dolorosamente empático. En estas circunstancias, la alimentación se convierte en un acto profundamente íntimo.

Ésto último puede hacer que la presa se obsesione contigo, una condición muy humana que puede confundirse con el estado de enamoramiento. Si solo uno de los dos comparte este sentimiento, puede ser peligroso. He visto tantos humanos obsesionados como Vampiros. Es por eso que la alimentación de energía debe estar sujeta a una gran moderación y autocontrol.

Después de alimentarse de energía, el Vampiro puede experimentar algunos síntomas extraños. Es posible que se sienta eufórico, incluso hiperactivo, pero la mayoría de las veces la sensación será de letargo. En estos casos, el Vampiro solo quiere acostarse en la oscuridad y digerir su alimento.

Podemos encontrar este motivo en muchas leyendas de Vampiros. Me refiero a la imagen del Vampiro en su ataúd, de día, inmóvil, como petrificado, con un hilo de sangre corriendo por la comisura de sus labios pero con los ojos abiertos, alerta. Lo cierto es que los Vampiros Energéticos suelen pasar muchas horas de día durmiendo, en un estado casi letárgico, como producto de la digestión.

Esto nos lleva a otra cuestión importante: la energía humana no sabe ni se procesa del mismo modo (ver: Vampiros energéticos: características, síntomas y cómo protegerse).

La naturaleza, personalidad y aura de un ser humano en particular no necesariamente son un indicador de su nivel de energía, en muchos casos depende de las emociones que esté experimentando en ese momento (ver: 10 claves para reconocer a un vampiro emocional).

Algunas energías saben mejor que otras, e incluso una misma persona puede tener un sabor diferente para dos Vampiros. Aquellos que se alimentan en grandes grupos humanos suelen ser poco exigentes, y precisamente por eso necesitan alimentarse con mayor frecuencia. Los Vampiros que eligen y se alimentan de una sola víctima a la vez, en general se inclinan por sabores relacionados a la emoción, la alegría, la felicidad, la aprobación, y necesitan mucho más tiempo para volver a sentir hambre.

Los apetitos particulares del Vampiro también tienen su injerencia. Algunos Vampiros se sienten más atraídos por energías negativas como el dolor, el miedo, la ira; otros prefieren el éxtasis sensual, y en un tercer orden se encuentran los que beben con voracidad cualquier tipo de emoción positiva.

Más allá de las preferencias, todos los Vampiros están sujetos a la intensidad de la energía. Cuanto más intensa, y a veces más desagradablemente intensa, más nos sentiremos atraídos por ella, y más la ansiaremos.

Las personas sensibles son tu peor enemigo, y es altamente probable que aprendan a usar sus habilidades contigo, muchas veces inconscientemente. Esta es una pesadilla potencial para ti. Lo último que necesita un Vampiro es ser descubierto por alguien capaz de interferir con sus planes.

Muchos Vampiros procuran proyectarse en sueños sobre estas personas para anularlas lo más rápido posible. Finge ser su guía espiritual. Cuéntales un montón de tonterías sobre el más allá. Algunas pueden llegar a adorarte. Con suerte no lo cuestionarán. Si lo hacen, entonces tienes un problema.

Aparecer ante ellos como criaturas aterradoras, de aspecto demoníaco, podría ser suficiente para asustarlos en las primeras etapas; pero eventualmente lo superarán. Si te descubren en este punto realmente no hay mucho que puedas hacer al respecto (ver: Cómo defenderse de un vampiro psíquico).

Afortunadamente, la mayoría de los humanos posee una mente tan estrecha que rara vez le creerán a la persona sensible. ¿Quién cree en Vampiros en estos días?

Si algo no encaja en el sistema de creencias de un humano, es rechazado. Incluso si se les presenta evidencia. Esto reduce ostensiblemente el riesgo de exposición. Porque lo peor que puede suceder es que tu presa despierte y se de cuenta de lo que realmente estás haciendo.

Por suerte, existe cierta gratificación en la presa, cierta retribución por la energía que brinda, de manera tal que, incluso al advertir que está siendo vampirizada, una persona puede elegir ignorar lo que siente (ver: ¿Qué se siente al ser mordido por un vampiro?).

Recuerda: la miseria de los humanos nos alimenta. La necesitamos. La deseamos. Podríamos conformarnos con la alegría, pero es angustia lo que queremos.

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Diario de un vampiro real. I Vampiros.


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