¿Quién fue Annabel Lee?
It was many and many a year ago
In a kingdom by the sea
That a maiden there lived whom you may know
By the name of Annabel Lee.
In a kingdom by the sea
That a maiden there lived whom you may know
By the name of Annabel Lee.
¿Quién fue Annabel Lee? O mejor dicho, ¿quién fue la mujer que inspiró a Annabel Lee? La pregunta exige repasar la historia del poema, pero sobre todo interpretar las pistas que Edgar Allan Poe fue dejando en aquellos versos memorables.
Annabel Lee (Annabel Lee) es el último poema que completó Edgar Allan Poe. Fue compuesto a comienzos de mayo de 1849. Las primeras copias fueron entregadas a Rufus Wilmot Griswold y a John Thompson. Luego sería vendido al Sartain's Union Magazine [algunos dicen que para saldar una deuda de cinco dólares], donde se produjo la primera edición oficial en enero de 1850, pero lo cierto es que Rufus Griswold lo publicó el 9 de octubre de 1849, justo después de la muerte de E.A. Poe, como parte del obituario editado por el Daily Tribune.
El primer dato a tener en cuenta es que Annabel Lee es una de las pocas obras que Edgar Allan Poe realmente quería ver publicada. Su entrega de copias originales, sabiendo que alguna de ellas sería publicada sin su autorización, dan fe de ello.
Ahora bien, Annabel Lee desarrolla un tema central en la obra de Edgar Allan Poe: «la muerte de una mujer hermosa»; pero no solo eso, sino la prolongación del amor incluso hacia una persona muerta.
El narrador del poema se enamora de Annabel Lee cuando eran jóvenes, pero continúa estándolo tras la muerte de la muchacha. Este detalle podría ser visto como un matiz patético, propio del Romanticismo, pero E.A. Poe nos deja otra pista. En cierto momento aclara que el amor que el muchacho sentía por Annabel Lee era tan intenso que hasta los ángeles se sintieron celosos:
Los ángeles, ni la mitad de felices en el cielo,
llegaron a envidiarnos, a ella, a mí.
llegaron a envidiarnos, a ella, a mí.
Este agregado, que metaboliza la idea de un amor sobrenatural, también puede ser tomado como una censura de los cielos por un amor que se torna antinatural. Recordemos que es el propio muchacho, desde el núcleo de su obsesión, quien califica de «envidia» el reproche de los ángeles.
Ahora bien, nuestro propósito original era descubrir la verdadera identidad de Annabel Lee. Las candidatas para ocupar ese rol son muchas. La primera, y más evidente, es Virginia Eliza Clemm, esposa y prima de Edgar Allan Poe.
La diferencia de edad entre ambos parece sostener la teoría de que los ángeles del poema no están en absoluto celosos, sino que condenan la relación. Virginia tenía solo 13 años cuando contrajo matrimonio con E.A. Poe, de 27. Annabel Lee fue compuesto dos años después de la muerte de Virginia. Más aún, fue ella a quién E.A. Poe amó en la infancia, al igual que el narrador del poema:
Yo era un niño y ella era una niña,
en este reino junto al mar,
en este reino junto al mar,
Otro dato a favor de la posibilidad de que Virginia Clemm fuese de hecho Annabel Lee, además de ser la única de sus parejas en morir antes que él, tiene que ver con una palabra polémica al inicio del poema:
Hace de esto ya muchos, muchos años,
en un reino junto al mar,
vivía allí una VIRGEN que tal vez conozcan
por el nombre de Annabel Lee)
en un reino junto al mar,
vivía allí una VIRGEN que tal vez conozcan
por el nombre de Annabel Lee)
[Las mayúsculas son mías]
E.A. Poe no habla de una «doncella» [maiden] o de una muchacha joven, sino de una «virgen». Lo más obvio, y tal vez lo más racional, sería comparar la palabra «virgen» [virgin] y «Virginia». A favor de esto aparece el informe de Marie Bonaparte, especie de psicóloga póstuma de E.A. Poe, así como algunos biógrafos, quienes sostienen que el poeta y Virginia jamás consumaron su matrimonio.
Personalmente creo que E.A. Poe nunca habría caído en semejante obviedad. La palabra «virgen» funciona, al menos en su vocabulario, como una valoración de pureza; aunque de hecho su etimología parece admitir una interpretación contraria, ya que «vírgen» deriva del latín virginem, y define a una mujer que no necesariamente es casta y pura, sino únicamente soltera.
Sabemos que Virginia Clemm se casó con E.A. Poe. Si el poeta hubiese querido que Annabel Lee fuese Virginia tal vez habría utilizado otro término además de «virgen». Hacerlo sería admitir una impericia en los deberes matrimoniales.
Edgar Allan Poe tampoco certifica que Annabel Lee fuese la esposa del narrador. De hecho, utiliza una palabra ambigua para definir la naturaleza de su relación: bride, que puede traducirse como «novia» o «prometida», pero nunca como «esposa», como vemos a menudo en muchas traducciones al español. Si lo hubiese querido podría haber usado la palabra wife [«esposa»], sin perder la sincronía del verso:
Y así, en la noche embellecida, yazgo al lado
de mi siempre querida, mi vida y mi esposa)
de mi siempre querida, mi vida y mi esposa)
Alguien podrá decir, y no sin cierta lógica, que la palabra bride se utiliza cuando la ceremonia de casamiento ya ha sido consumada:
You May Not Kiss The Bride
(Puede besar a la NOVIA)
(Puede besar a la NOVIA)
¿Por qué se habla de NOVIA y no de ESPOSA cuándo la boda ya se ha celebrado? En primer lugar, porque el matrimonio se consuma en la noche de bodas. Recién allí podemos hablar de ESPOSA.
La palabra bride proviene del Inglés Antiguo bryd: «prometida»; y del Antiguo Alemán bruthiz, de idéntico significado. No obstante, su antecedente gótico es: bruþs, que significa «prima», aunque indicando que esa relación familiar ha sido bendecida con el matrimonio. Otro dato a favor de Virginia Clemm, que además de esposa era prima de E.A. Poe.
Para complicar aún más esta investigación debemos tener en cuenta que el motivo de la «muerte de una mujer hermosa», al menos en E.A. Poe, es menos un tópico que una constante a lo largo de su vida, llena de pérdidas irreparables, empezando por su madre, Eliza Poe, y siguendo con madre adoptiva, Frances Allan.
La primera en observar que Annabel Lee representa la figura de Virginia Clemm fue la poetisa Frances Sargent Osgood, pero su opinión, al menos en este caso, no puede ser tomada seriamente, ya que ella misma es una de las candidatas a ocupar ese rol. Lo mismo creían Sarah Royster, Sarah Helen Whitman y Sarah Anna Lewis.
Lo primero que podemos decir es que Edgar Allan Poe era un mitificador nato y un poeta notablemente hábil para disimular sus intenciones. Adoraba que sus obras fueran controversiales, y sobre todo que sobre ellas se realicen complejas investigaciones. De hecho, jamás se detuvo a explicarle a nadie, ni siquiera a sus amadas, el significado de un poema o de un relato en particular. En esto era decididamente intransigente. Un mago responsable nunca revela la naturaleza física detrás sus trucos, así como un buen poeta rehuye la puntualización de lo que debería ser naturalmente ambiguo.
Un poema que solo habla de una cosa, que solo tiene una interpretación, es un mal poema.
Aunque Edgar Allan Poe haya decidido mantener la verdadera identidad de Annabel Lee en las sombras, eso no impidió que varias mujeres se atribuyeran su inspiración. La primera en denunciarlo públicamente fue Frances S. Osgood, como ya hemos dicho, en su obra: Reminiscencias de Edgar A. Poe (Reminiscences of Edgar A. Poe), publicado en diciembre de 1849, donde aclara que Annabel Lee es, sin lugar a dudas, Virginia Clemm.
Frances Osgood comenta que la «pureza» de Annabel Lee juega con lo prohibido, con lo profano, y que la ternura y la sacralidad que gira en torno a la muchacha del poema tiene poco que ver con el amor melancólico por alguien que ha muerto, sino con un amor vivo y enfermo por una persona muerta.
Sarah Elmira Royster es otra candidata para la identidad de Annabel Lee, principalmente porque ella misma lo consideraba posible. En un artículo fechado en 1901, titulado: Recuerdos inéditos de Edgar Allan Poe (Unpublished Recollections of Edgar Allan Poe), el periodista Edward Alfriend le realizó una nota a Sarah Royster en la cual ella sostuvo ser la inspiración de Annabel Lee y Lenore. La mayoría de los eruditos en la obra de Edgar Allan Poe ridiculizan esta posibilidad.
Otra candidata a tener en cuenta es Sarah Helen Whitman. Tras la muerte de Edgar Allan Poe, Sarah concibió la teoría de que Annabel Lee fue escrito para ella como ofrenda de paz tras algunos desarreglos en la relación. No existe ninguna evidencia que sostenga esta creencia, más personal que otra cosa.
Para finalizar debemos admitir que el título de este artículo: ¿Quién fue Annabel Lee? nos ha quedado demasiado grande. Podemos, en cambio, argumentar que hasta ahora nadie ha sido capaz de calzarse ese sayo, y que la verdadera identidad de Annabel Lee jamás será revelada. Algunos misterios no solo se engrandecen cuando no pueden ser resueltos, sino que adquieren los matices y las texturas de la leyenda. De ahí a la inmortalidad hay solo un paso, acaso el mismo que cualquier lector podría dar en aquel reino junto al mar...
Edgar Allan Poe. I Autores con historia.
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4 comentarios:
Excelente artículo... quizá no sea necesario conocer la identidad de Annabel Lee... a mí me basta con disfrutar el poema y sentir que me enamoro con pasión arrebatada cada vez que lo leo.
Me encantó sin pocos los escritores que inspiran hoy día esa pasión detrás de esa cortina de controversia hacia los lectores
En realidad desde el principio mi pregunta fue quien fue en realidad Annabel Lee y cuando iba leyendo más datos sobre su autor se me vino a mi mente esto es sumamente controversial
Increíble en estos tiempos ya los jóvenes no son tan románticos en las escuelas deberían ofrecer a los estudiantes este tipo de currículum desde temprana edad de acuerdo a su nivel para que desde pequeños se vayan instruyendo en este tipo de lecturas
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