Maléfica: la verdadera historia de una Villana


Maléfica: la verdadera historia de una villana.




La verdadera historia de Maléfica [Maleficent] podría definirse como la suma de casi todos los paradigmas del Villano del cuento de hadas.

Maléfica es, en realidad, la versión de Disney de la villana del cuento folklórico La Bella Durmiente del bosque, adaptado en 1634 por el italiano Giambattista Basile en su obra Pentamerón; luego por Charles Perrault en Cuentos de mamá ganso (Les Contes de ma mère l'Oye, 1697), y finalmente por Jacob y Wilhelm Grimm en Cuentos de la Infancia y el Hogar (Kinder und Hausmärchen).

La Maléfica de Disney absorve algunas influencias que nada tienen que ver con el cuento de hadas tradicional. Según se dice, la Maléfica original de la película animada de 1959 se basó vagamente en la Carabosse del ballet de Tchaikovsky. Ahora bien, si Maléfica es la villana de la historia, ¿quién es el héroe? En este caso, la heroína es Aurora, la Bella Durmiente.

La Maléfica del cuento original es una figura paradigmática que no se manifiesta abiertamente, sino que aparece mediante símbolos extraños y no siempre evidentes. Por ejemplo, el nombre original de la Bella Durmiente de Giambatista Basile es Talía, del griego thaleia, que significa «florecimiento». Charles Perrault ni siquiera le asigna un nombre propio, y los hermanos Grimm la llaman Dornröschen, que significa algo así como «rosa de espino». Maléfica, en oposición a Aurora, es una figura difusa, nebulosa, el arquetipo de la madrastra maligna capaz de hacer cualquier cosa con tal de alcanzar sus objetivos, desde luego, nefastos.

La primera clave para rastrear la verdadera identidad de Maléfica se encuentra en el título de la versión de Charles Perrault, normalmente traducida como «La Bella Durmiente del bosque». Sin embargo, el nombre original es La Belle au bois dormant, es decir, «La Bella del bosque durmiente».

En todas las versiones del relato existe un hechizo que condena a la pobre Aurora a un sueño parecido a la muerte. Este hechizo es el producto de una ofensa realizada por los padres de Aurora a un Hada a la que no invitaron a su boda. Esta Hada Malvada es, desde luego, Maléfica.

Maléfica formula una especie de profecía: Aurora padecerá un tremendo infortunio al alcanzar la madurez. Este tópico, que puede resumirse en la figura de la mujer vengativa, procede directamente de la mitología. En cierta forma, Maléfica es un agente femenino sobrenatural que castiga el olvido de su culto. Podemos hallarla en la figura de Afrodita, que no fue invitada por las hembras de Lemnos; y de Artemis, a quien Eneo olvidó ofrecerle un sacrificio; pero principalmente en Eris, la Discordia, que no fue invitada a las bodas de Tetis y Peleo, padres de Aquiles.

Eris irrumpe en los festejos y se acerca a la mesa de las diosas, arroja una manzana de oro con la inscripción «para la más bella», provocando una terrible disputa entre Afrodita, Hera y Atenea. El joven pastor, Paris, es elegido para hacer de juez. Las tres diosas intentan sobornarlo. Hera le ofrece poder político, Atenea destreza militar y Afrodita el cuerpo de la mujer más hermosa de la tierra, Helena, esposa del rey de Esparta. Paris, con absoluta lógica, le entrega la manzana a Afrodita. Acto seguido rapta a Helena y provoca el inicio de la Guerra de Troya. Interesante preludio para la vengativa Maléfica...

El cuento ha sido objeto de muchas interpretaciones psicológicas. Un interesante análisis psicológico de Maléfica fue realizada por Bruno Bettelheim en: El empleo del encantamiento: significado e importancia de los cuentos de hadas (The Uses of Enchantment: The Meaning and Importance of Fairy Tales). Allí define a la Bella Durmiente como una historia acerca de lo impostergable de la sexualidad. Efectivamente, el «sueño parecido a la muerte» de Aurora no es otra cosa que un intento por aplazar su despertar sexual. Maléfica encarna aquí el principio negativo-materno; y el hechizo, que se produce mediante un pinchazo en el dedo, simboliza la primera hemorragia menstrual.

El hechizo de Maléfica es simple y contundente: prolongar la niñez aplazando el período de maduración. Para ello se apela al sueño, es decir, a un estado de aislamiento que obliga a Aurora a una especie de ensimismamiento narcisista, que finalmente se rompe cuando el Príncipe Azul la besa.

Marie-Louise von Franz examinó a fondo la historia de Maléfica y la Bella Durmiente en: Interpretación de los cuentos de hadas (Psychologische Märcheninterpretation), La sombra y el mal en el cuento de hadas (Der Schatten und das Böse im Märchen) y Lo femenino en el cuento de hadas (Femenine in Fairy Tales). Allí afirma que Maléfica sintetiza la suma del complejo materno, es decir, de la Madre Absoluta que eclipsa cualquier atisbo de madurez en sus hijas, provocando mujeres intensamente susceptibles. En este contexto, los 100 años de sueño de Aurora representan el aplazamiento de la iniciación a la adultez.

Siendo Maléfica una encarnación de la Madre Absoluta, no es ilógico pensar que su hechizo, su condena, solo pueda ser quebrada mediante la intervención de un principio opuesto, es decir, el Príncipe Azul. Pero el hechizo de Maléfica no solo tiene que ver con una demora de la madurez, sino con una condena a lo más esquemático de la femineidad. Aurora es condenada a una pasividad absoluta, a la espera eterna de un hombre que la rescate. Con este detalle Maléfica cierra un hechizo moral que no requiere mayores explicaciones.

En definitiva, Maléfica condena a la mujer sujeta a los paradigmas sociales de su tiempo y víctima de un férreo sistema patriarcal. Su castigo no cae sobre ese sistema, sino sobre las mujeres que viven bajo sus reglas. Por eso Maléfica «duerme» a Aurora, es decir, la transforma en una muñeca, en un objeto, bello y maleable, carnada ideal para los hombres que exigen de ellas una actitud pasiva, sumisa, expectante, y rara vez maléficamente despiertas.




Psicología. I Razas y especies de hadas.


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3 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Me parece una interpretación caprichosa. Que puedo refutar con otra interpretación caprichosa.
La venganza de Maléfica es interferir sobre el destino de Aurora, haciendo que lo único que la salve sea lo que los reyes, sus padres, quieren demorar. Y que sea alguien que no elijan, tampoco Aurora.
Y agrego otra idea caprichosa, tiene la complicidad de las otras hadas, ofendidas por que no hayan invitado a una, una complicidad feerica, que les dan esos dones para convertir a Aurora en algo que atraiga a quien la despierte.
Finalmente, resulta ser un principe hijo de una ogresa. Lo cual representa un riesgos. El hada de Perrault está ausente en esa parte de la historia. Pero tal vez ese detalle fue algo previsto, algo más de la venganza.

Anónimo dijo...

el patriarcado.... eres feminista? ya van varias veces que mencionas esta palabra en tu blog

Anónimo dijo...

Excelente artículo y muy bien fundamentado, explicando la versión de Disney del cuento, que pudo sofisticar más actualmente y crear una historia completa. No sólo centrándose en la villana, si no que aparte añadir la historia y objetivos del príncipe que tendría que haberse enamorado gradualmente y con detalle de Aurora, un relato vehemente entre Aurora y el príncipe que igual se aliarian con Malefica. Más profundidad en los personajes de las hadas faltó en la cinta de Malefica. Exagerada fue la participación de Angelina con su papel, solo faltó que fuera la reina también, cada quien su sitio, inició bien, se convirtió en una película barata. Muy somera, al final de cuentas es para infantes.



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