«El hombre al que amaban los árboles»: Algernon Blackwood; relato y análisis


«El hombre al que amaban los árboles»: Algernon Blackwood; relato y análisis.




El hombre al que amaban los árboles (The Man Whom the Trees Loved) es un relato de terror del escritor inglés Algernon Blackwood (1869-1951), publicado originalmente en la edición del 23 de julio de 1912 de la revista The London Magazine, y posteriormente en la antología: El jardín de Pan (Pan's Garden, A Volume of Nature Stories).

El hombre al que amaban los árboles, uno de los mejores relatos de terror de Algernon Blackwood, narra la historia de un hombre que logra comunicarse con los árboles.

Todo comienza con un algo simple: el hombre empieza a prestarle atención al viento entre las ramas, a los murmullos del bosque, donde la atmósfera es pesada, densa, casi opresiva. Allí, la vida se expande en un interminable abrazo de raíces, de verdes exhuberantes y retorcidos grises. Sin embargo, hay algo hostil en aquel bosque, algo malicioso que observa el alma de los caminantes que ingresan en su reino.

En este sentido, El hombre al que amaban los árboles retoma un tema esencial en la obra de Algernon Blackwood: los árboles como vehículos de una consciencia superior, que a veces puede ser colectiva, cuando los árboles se agrupan en bosques y arboledas, o decididamente hostil, cuando se trata de árboles que prefieren crecer en absoluta soledad.

El mismo tema aparece en Los sauces (The Willows); probablemente el mejor relato de terror de árboles que se haya escrito.

En cualquier caso, Algernon Blackwood utiliza a los árboles como detonadores del horror cósmico; claramente distinto de los monstruos que abundan en el género. Para el autor, existe una vínculo fundamental entre el hombre y los árboles, una unión arquetípica, medular, metafísica, que incluso puede permitir que ambas especies se comuniquen en distintos niveles.

En el contexto de El hombre al que amaban los árboles examina la sensación de horror, de hostilidad, que el caminante solitario puede experimentar en presencia de árboles inmemoriales; pero también aquello que los árboles pueden sentir en la cercanía del hombre que perturba sus misterios.

Algernon Blackwood es un verdadero artífice de lo impredecible. Mientras otros autores conciben el horror a partir de ingredientes sobrenaturales, él emplea a la propia naturaleza para producir un efecto que, en términos arquetípicos, posee una eficacia estremecedora.

Dentro de este esquema, El hombre al que amaban los árboles es algo más que un relato de terror de bosques que cobran vida de forma vulgar: es, en cambio, la suma del horror del ser humano en términos de individuo al enfrentarse a la colosal consciencia colectiva de los árboles.

Lamentablemente, no existen versiones gratuitas de El hombre al que amaban los árboles para descargar en PDF; no obstante, a continuación compartimos un enlace para aquellos que deseen leer online la novela de Algernon Blackwood.




El hombre al que amaban los árboles.
The Man Whom the Trees Loved, Algernon Blackwood (1869-1951)
Copia y pega el link en tu navegador para leer online o descargar en PDF El hombre al que amaban los árboles de Algernon Blackwood:
  • https://es.scribd.com/document/280704471/Blackwood-Algernon-El-Hombre-Al-Que-Amaban-Los-Arboles-PDF




Relatos góticos. I Relatos de Algernon Blackwood.


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El análisis y resumen del cuento de Algernon Blackwood: El hombre al que amaban los árboles (The Man Whom the Trees Loved), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

3 comentarios:

Samantha dijo...

He estado leyendo vuestras propuestas de libros y son realmente interesantes, ahora lo complicado es encontrar un hueco para leer :)

Anónimo dijo...

¿Esto antes no estaba escrito en la pagina?

Ariel dijo...

Es un buen cuento bien logrado y con varios momentos de terror/horror definitivamente memorables. Sin embargo, al relato lo arruina la longitud. Es, a mi criterio, demasiado extenso y la sensación ominosa se diluye. Por otra parte, como bien decís, no es un relato de terror propiamente dicho, sino que busca transmitir una sensación de inquietud. De todos modos, es uno de los mejores cuentos de Blackwood,aunque no a la altura de "El Wendigo" y menos aún a "Los sauces". Por ahora, le daría la medalla de bronce, recibiendo la de plata y la de oro los dos anteriores respectivamente.



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