«Encuentro nocturno»: Robert Browning; poema y análisis


«Encuentro nocturno»: Robert Browning; poema y análisis.




Encuentro nocturno (Meeting at Night) es un poema victoriano de amor del escritor inglés Robert Browning (1812-1889).

La versión original de Encuentro nocturno fue publicada en la antología de 1845: Romances y líricas dramáticas (Dramatic Romances and Lyrics). En 1849 el material fue corregido y separado en dos poemas menores: Encuentro nocturno (Meeting at Night) y Partida al amanecer (Parting at Morning).

Encuentro nocturno fue escrito durante un período particularmente intenso en la vida de Robert Browning. Por aquel entonces se encontraba cortejando a la mujer que luego sería su esposa, además de una extraordinaria poetisa: Elizabeth Barrett Browning.

Elizabeth Barrett Browning era una mujer predestinada a la soledad. Prácticamente no salía de su casa y padecía todos los inconvenientes de una personalidad tímida y retraída. Robert Browning se enamoró sinceramente de ella y la cortejó en cada oportunidad que se le presentó, entre ellas, a través de la poesía.

Encuentro nocturno es, sin dudas, uno de los mejores poemas de Robert Browning dedicados a Elizabeth Barrett, quien lo consideró acaso excesivamente sensual. Robert Browning no recibió crítica alguna, y creyó que Elizabeth Barrett sencillamente se había sentido ofendida por la audacia de sus versos.

Tiempo después, un primo de Elizabeth Barrett llamado John Kenyon le entregó a Sariana Browning, hermana del poeta, una pequeña antología escrita por la muchacha. Allí Robert Browning descubrió con cierto asombro que su nombre aparecía en uno de los poemas. Inmediatamente le escribió una carta a Elizabeth Barrett y la relación comenzó a tornarse más afectuosa.

Encuentro nocturno describe precisamente la excitación que precede el encuentro de dos amantes cuando uno de ellos, en medio de la noche, avanza con su bote hacia una tierra oscura donde ella lo espera ansiosamente.

Entre tantas historias de amores desdichados, de amantes cruelmente separados por el destino, resulta imprescindible rescatar unos versos que retraten la felicidad y la pasión de dos amantes que se encuentran.

Encuentro nocturno es, en definitiva, una celebración de la ansiedad, de la agitación que precede al placer, de la anticipación por el reencuentro con un cuerpo cómplice.



Encuentro nocturno.
Meeting at Night, Robert Browning (1812-1889)

El mar gris y la extensa tierra negra;
y la dorada media luna flotando bajo,
y las tímidas y asustadas olas que saltan
dormidas en ardientes círculos;
Mientras gano la costa en la ansiosa proa,
que sólo apaga su vigor en la arena fangosa.

Entonces surge una milla de perfumadas playas;
tres campos a la cruz de una granja aparecen;
un golpe en el cristal; un rasguño agudo y rápido,
las chispas azules de una lámpara que se enciende,
y una voz, aún más silenciosa, con sus alegrías y miedos,
que los dos corazones que se agitan en la noche.


The gray sea and the long black land;
And the yellow half-moon large and low;
And the startled little waves that leap
In fiery ringlets from their sleep,
As I gain the cove with pushing prow,
And quench its speed i' the slushy sand.

Then a mile of warm sea-scented beach;
Three fields to cross till a farm appears;
A tap at the pane, the quick sharp scratch
And blue spurt of a lighted match,
And a voice less loud, through its joys and fears,
Than the two hearts beating each to each!


Robert Browning (1812-1889)




Más poemas góticos. I Poemas de Robert Browning.


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El resumen, análisis y traducción al español del poema de Robert Browning: Encuentro nocturno (Meeting at Night) fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hola a todos mi nombre es otniel (bittersweet angel)y me gustan las poesias goticas y escribo estoy escrybiendo mi libro mi msn es otnie4l@hotmail.com

Anónimo dijo...

Sencillamente revive..

Lady Danny.

Un saludo y Gracias nuevamente por el lobar de construir este blog.

Anónimo dijo...

Entre dos que se piensan mutuamente la distancia es sólo física. Muchas, muchísimas veces, esa distancia se vuelve insoportable, es-absolutamente-cierto. Pero también es cierto que en los peores momentos de desesperación pensar intensamente en el Otro nos rescata. Es imprescindible confiar en que las horas, hasta volver a estar juntos, pasarán rápidamente.



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