¿Por qué los «Perdedores» no pueden tener hijos?


¿Por qué los «Perdedores» no pueden tener hijos?




Los miembros del Club de los Perdedores —Bill, Beverly, Stan, Mike, Eddie, Richie— se separaron después de 1958 y crecieron hasta tener vidas exitosas, sin embargo, descubrieron que no podían concebir hijos. ¿Pennywise tuvo algo que ver con eso?

La primera suposición es que los Perdedores no «crecieron» del todo. La fuerza que los reunió en el verano de 1958 quería que mataran a IT, pero la tarea quedó inconclusa. En este contexto, la falta de bebés facilita su regreso a Derry. Como dispositivo argumental es útil: si alguno de los Perdedores tuviera hijos sería menos probable que regresara basándose en una promesa hecha en la infancia [ver: «IT»: el gran cuento de hadas moderno]

Por otro lado, las cosas que los vinculan a su infancia son evidentes en sus vidas adultas: Beverly Marsh ahora sufre abuso doméstico por parte de su marido [en lugar de su padre]; Eddie Kaspbrak se ha casado con una mujer castradora [parecida a su madre]; Richie Tozier sigue siendo un bromista; Mike Hanlon continúa atado a Derry. Pero, ¿qué sucede con Stan Uris, felizmente casado con Patty, quien ha estado intentando agrandar la familia? ¿O con Bill Denbrough, también casado?

El Club de los Perdedores se reúne 27 años después de luchar contra IT en las alcantarillas de Derry, cuando la criatura despierta para alimentarse de nuevo. En este punto de la novela de Stephen King nos enteramos que todos los Perdedores tienen dos cosas en común [tres, si contamos a Pennywise]: todos son exitosos en el ámbito profesional y ninguno tiene hijos. ¿Es sólo una coincidencia o hay alguna razón en particular? ¿Acaso el trauma que vivieron en la infancia tiene algo que ver?

Es importante señalar que los Perdedores no son infértiles; simplemente no podían concebir, a pesar de desearlo e intentarlo en algunos casos. En la novela, se explica que Richie se hizo «cortar los cables» [se realizó una vasectomía] para poder tener relaciones sin preocuparse por los niños. Años después, un examen médico reveló que los vasos se reconectaron espontáneamente, algo muy infrecuente, con posibilidades «infinitesimales». Richie era fértil [aunque creía que no lo era], pero no dejó embarazada a ninguna de sus parejas.

Stephen King no toma este asunto a la ligera, y en varias ocasiones deja en claro que ninguno de los Perdedores es infertil; de hecho, enfatiza que físicamente están aptos para concebir. Sin embargo, nunca explica realmente porqué no tienen hijos. Stan y Patty Uris luchan durante años para quedar embarazados, lo que afectó su matrimonio. Stephen King entra en detalles y explica lo frustrada que está Patty porque el embarazo no llega:


«Stanley quería tener hijos. Ella quería tener hijos. Estaban tan de acuerdo en ese tema como en la afición a las películas de Woody Allen, en la asistencia más o menos regular a la sinagoga, en las inclinaciones políticas, y otras cien cosas, grandes y pequeñas. En su casa siempre había existido un cuarto extra, dividido en dos. A la izquierda, Stanley tenía un escritorio y un sillón para leer; a la derecha estaba la máquina de coser de Patty y el tablero donde armaba rompecabezas. Entre ellos existía un acuerdo tan fuerte con respecto a ese cuarto que rara vez necesitaban mencionarlo: algún día sería el cuarto de Andy o de Jenny. Pero ¿dónde estaba ese hijo?»


Para 1976, Stan y Patty llevan tres años sin usar anticonceptivos. En este punto consultan con un médico de Atlanta, se someten a las pruebas de rigor, y se demuestra que ambos son fértiles. No hay nada físicamente que impida que Patty quede embarazada; sin embargo, el ansiado hijo nunca llega.


«La madre de Patty, ocupada con sus propios asuntos pero no del todo ajena al sufrimiento de su hija, había dejado de preguntar en sus cartas y cuando la pareja viajaba a Nueva York dos veces al año. Ya no había comentarios humorísticos sobre la vitamina E que debían tomar. También Stanley había dejado de mencionar el asunto, pero a veces, cuando Patty lo observaba sin que él lo supiera, descubría una gran sombra en su rostro. Como si tratara, desesperadamente, de recordar algo.»


Esta es la primera sugerencia que hace Stephen King sobre la posibilidad de que IT tenga algo que ver con todo esto. La «gran sombra» que aparece en el rostro de Stan bien podría ser producto de su frustración, pero también parece «como si tratara, desesperadamente, de recordar algo». Este «algo», por supuesto, es la experiencia traumática que vivió en las alcantarillas, cuando era niño, y que ahora no recuerda conscientemente, como ninguno de los Perdedores [ver: El suicidio de Stanley Uris]

Patty relaciona el rostro apesadumbrado de su esposo con la paternidad frustrada y también con el recuerdo de «algo», vinculando ambas cosas. Tal vez, a nivel subconsciente, Stan no tiene hijos por miedo a perderlos algún día a manos de IT; tal vez el propio IT está impidiendo que los hijos lleguen por miedo a que los Perdedores no cumplan su promesa y nunca regresen a Derry.

Bill admite que él y su esposa, Audra, intentaron tener hijos durante algunos años pero sin éxito. El propio Bill se muestra interesado en ser padre desde niño; de hecho, suele andar en su bicileta [Silver] sin apoyarse en el asiento para proteger sus partes sensibles:


«Bill inició un pequeño tramo colina abajo y comenzó a pedalear más deprisa (...) mientras se sostenía erguido sobre el cuadro de la bicicleta. Había aprendido muy pronto, tras haberse golpeado un par de veces en el peor sitio en que un chico puede golpearse, a tirarse de los calzoncillos hasta bien arriba antes de subir a Silver. Más avanzado el verano, al contemplar ese procedimiento, Richie diría: "Bill hace eso porque piensa que, algún día, puede querer hijos".»


El primero de los Perdedores en plantear el tema en el grupo es Mike. Durante la reunión en restaurante chino dice:

«Porque hay otra cosa que los seis tenemos en común. No sé si alguno se ha dado cuenta».

Bill responde:

«Creo que ninguno de nosotros tiene hijos».

Los demás hacen silencio. Nadie lo había pensado. Entonces, Eddie estalla:

«¿De dónde sacaste la idea de que todo el mundo tiene, forzosamente, que tener hijos? ¡Eso es una locura!»

Mike continúa explorando este punto sensible, preguntándole a Eddie si ha intentado tenerlos. «No usamos anticonceptivos, si a eso te refieres», responde Eddie.

Mike prosigue:

«—¿Beverly? —preguntó Mike—. ¿Tú y Tom?

—No tenemos hijos —dijo—. Y tampoco usamos anticonceptivos. Tom quiere tener chicos… y yo también, por supuesto —agregó, apresurada, recorriendo a los demás con la mirada. Bill se dijo que tenía los ojos demasiado brillantes, casi como los de una actriz que estuviera ofreciendo una buena representación—. Es que aún no han venido.»


Acto seguido, Bev afirma que ella se hizo los exámenes médicos y los resultados eran buenos. Aquí hay que subrayar un detalle: Bev se ha hecho las pruebas, pero en ningún momento aclara si Tom, o su exesposo, se las han hecho también. Sólo queda claro que ella es fértil.

El caso de Bill es escuchado con gran interés «porque estaba casado con una mujer a la que todos conocían». Audra es actriz, una celebridad.


«—Lo hemos intentado de vez en cuando, desde hace seis años —dijo Bill—. En los últimos ocho meses no, por la película que estamos filmando (...) Los médicos descubrieron un pequeñísimo tumor benigno en el útero de Audra. Dijeron que era una suerte, pues, aunque no le habría impedido quedar embarazada, podría haber provocado un embarazo extrauterino. Pero tanto ella como yo somos fértiles.»


Eddie no está convencido de que la falta de hijos sea relevante ni que esté relacionada con IT. «Eso no demuestra nada», dice. Ben comenta: «Pero es sugestivo.»

Podríamos citar varios ejemplos más, dentro de la novela, donde la falta de hijos entre los Perdedores es materia de debate.

En este punto podríamos reforzar la hipótesis de que todo esto es un dispositivo argumental que asegura que los protagonistas tengan menos ataduras en su vida adulta. Si hubieran tenido hijos, tal vez no habrían estado tan dispuestos a regresar a Derry y arriesgar sus vidas. Este argumento puede invertirse y seguir siendo lógico: IT podría estar tratando de mantenlos gordos y felices para que no regresen y evitar que alguna vez tengan descendencia, la cual podría terminar con él [ver: ¿Qué es «IT» en realidad?]

Sin embargo, si alguna de estas bifurcaciones tuviese sentido, ¿por qué Stephen King se ocupa de insistir en que la mayoría de los Perdedores quería tener hijos, que estaban aptos físicamente para tenerlos, que intentaban tenerlos, pero que sencillamente no llegaban? Por otra parte, Stephen King también aclara que las parejas de los Perdedores [con excepción de Tom, esposo de Bev] se hicieron los exámenes médicos pertinentes. Es un punto indiscutible en la novela que todos los Perdedores son fértiles.

La novela de Stephen King marca un fuerte contraste entre la infancia [y su capacidad para imaginar] y la edad adulta. Algunos suponen que el hecho de que los Perdedores no tengan hijos [un punto de inflexión tradicional hacia la edad adulta] tiene algo que ver con mantener intacta su infancia, ya que esa capacidad para imaginar sería necesaria para derrotar a Pennywise. El argumento suena endeble. Equivale a afirmar que, sino no tienes hijos, sigues siendo un niño, lo cual es ridículo.

En la miniserie de 1990 se interpreta que hay una especie de «maldición» alrededor de todo esto. Al final, Ben y Bev se casan y esperan un hijo. Mike narra esto diciendo: «otra maldición rota». Supongo que la idea aquí era dejar en claro que IT realmente estaba muerto, y que los Perdedores por fin podían tener hijos. Nada de eso forma parte de la novela.

Otra posibilidad es que la falta de hijos sea un efecto secundario de estar «expuestos» a IT o a los Fuegos Fatuos [Deadlights], como si hubiesen sido «marcados» [¿por la Tortuga (Maturin)?] hasta terminar la hazaña. Todos los niños que sirvieron a Pennywise terminaron mal, pero los que sirvieron a Maturín fueron exitosos en la vida, aunque en ambos casos no hay descendencia.

Tal vez El Otro [The Other], que los unió y centró sus poderes, los mantuvo... inmaduros, para que aún pudieran aprovechar los restos de su poder y terminar con Pennywise como adultos.

Exista o no una maldición sobre los Perdedores, todos cargan con algún tipo de desventaja social o física que los excluye de la «normalidad». Bev sufre el abuso de su padre; Eddie tiene asma [y una madre castradora]: Bill tartamudea; Ben tiene sobrepeso; Richie es un bromista compulsivo [además, usa gafas]; Mike es uno de los pocos afroamericanos en Derry, y Stan uno de los pocos judíos. Todos ellos parecen haber reprimido esas «desventajas», rasgos que no sólo los definían como niños, sino que les permitieron afrontar a IT en primer lugar. Estos rasgos vuelven más tarde, cuando son adultos, habiéndose vuelto extraños después de un largo proceso de represión [ver: El emperador de los helados]

Otra razón por la cual los Perdedores no tienen hijos quizás esté relacionada con Derry, más concretamente con el olvido de sus experiencias infantiles y del Monstruo [después de derrotarlo], debido a una poderosa fuerza psíquica asociada con la criatura. ¿Esta fuerza les impide recordar plenamente los acontecimientos traumáticos de su pasado? Los Perdedores [excepto Mike, que nunca se ha ido] no sólo olvidan a Pennywise y al verano en el que pelearon contra él, sino a buena parte de su vida en Derry. De hecho, Pennywise no fue el primero ni el último trauma que experimentaron en su pueblo natal. Podemos pensar que el propio Derry es un trauma para ellos [ver: ¿Por qué «todos flotan» en Derry?]

En este contexto, es lógico que los Perdedores repriman esos recuerdos. Después de todo, Pennywise hizo de Derry el lugar perfecto para él, con buena parte del pueblo bajo su control y con mucho alimento disponible. Sin embargo, en el conflicto final, la peor tormenta en la historia de Maine azota Derry y el centro de la ciudad se derrumba. Mike concluye que el pueblo está muriendo, junto con la criatura. ¿Por qué entonces al regresar a casa gradualmente comienzan a olvidarse de todo otra vez? 

Supongo que este «olvido» [en términos de represión], a medida que los protagonistas se alejan del eje geográfico de sus traumas, no tiene que ver con una fuerza externa a ellos mismos, sino con un mecanismo psicológico de defensa.

Esto le arrebata una cualidad mística a todo el tema. Ninguna «maldición» se rompe. Al final del libro, después de la muerte de Pennywise, los Perdedores vuelven a perder sus recuerdos de Derry, lo cual equivale a borrar los recuerdos traumáticos de la infancia. ¿O es que acaso «Pennywise vive» [Pennywise lives], como leemos en Dreamcatcher [y en el cameo en Tommyknockers]?

Ahora bien, Stephen King no brinda una explicación clara en el libro, pero nos permite especular un poco. En primer lugar, sabemos que los Perdedores no eran estériles. La mayoría se hizo pruebas cuando intentaron tener hijos [en el caso de Richie precisamente porque quería lo contrario] y todas fueron inequívocas en el hecho de que NO eran estériles.

Aquí podemos tomar una dirección diferente. En lugar de una «fuerza» externa que les impidiera tener hijos, en el fondo [y con esto quiero decir en un lugar tan profundo que ni siquiera lo registraron] estaban previniéndose. Pensemos juntos: crecieron, se olvidaron de Derry y del horror, pero en el momento en que Mike los llamó, todos recordaron su promesa y dijeron que regresarían. Así que algo dentro de ellos debió recordar que se dirigían a un enfrentamiento final con esta criatura. ¿Cumplirías tu promesa si tuvieras un hijo? ¿Habría alguna circunstancia en la que dejarías a ese hijo, incluso para cumplir una promesa hecha a los mejores amigos de tu infancia?

Muchos de nosotros no lo haríamos, pero el problema con esta hipótesis es que deja de lado la biología. Aún si algunos de los Perdedores, por razones subconscientes, estaban evitando procrear, físicamente lo estaban intentando durante años. A pesar de la poderosísima influencia del subconsciente en el comportamiento humano, cuando las condiciones están dadas se produce la concepción. Nuestros traumas del pasado no alteran las funciones básicas de nuestro cuerpo.

En el conflicto final el tema de la procreación adquiere una dimensión macabra. Los Perdedores no tienen descendencia, pero IT sí:


«Siguieron el rastro de sangre negra: aceitosos charcos de icor que goteaban en las grietas entre las lajas. Pero a medida que el suelo empezaba a elevarse hacia una negra abertura semicircular en el extremo más alejado de la cámara, Ben vio algo nuevo: un rastro de huevos. Eran negros, de cáscara dura, tan grandes como un huevo de avestruz. Una luz cerúlea los iluminaba desde dentro. Ben vio que eran semitransparentes y distinguió unas formas negras que se movían en el interior.

Sus hijos —pensó, sintiendo que se le estrangulaba el estómago—. Sus hijos abortados. ¡Dios! ¡Dios!»


Reuniendo todo el coraje del que es capaz, en gran parte recordando la agonía de Eddie, Ben procede a destrozar la descendencia de IT:


«Reunió todo su valor. Recordó la cara pálida y moribunda de Eddie. Y plantó una de sus botas sobre el primer huevo. Se rompió con un chapoteo opaco, dejando escapar una placenta maloliente que formó un charco alrededor de la suela. Un momento después, una araña del tamaño de una rata reptaba débilmente por el suelo tratando de escapar, Ben oyó en la mente sus agudos maullidos (...) Corrió tras ella, aunque sus piernas parecían palos y volvió a asestar un pisotón. El cuerpo de la araña crujió bajo su talón, salpicando. Sintió náuseas y, en ese momento, no pudo contenerse. Vomitó, pero de inmediato hizo girar el talón a un lado y a otro triturando aquella cosa contra las piedras hasta que los gritos de su cabeza se borraron por completo.»


Stephen King sugiere que, en este punto, los Perdedores tienen la ventaja. De hecho, todo parece indicar que IT está en desventaja precisamente por tener «hijos» de los cuales preocuparse:


«Eso sintió que aún venían, acortando la distancia y su miedo creció. Tal vez no era eterna, después de todo; por fin había que concebir lo inconcebible. Peor aún, Eso sentía la muerte de su cría. Un tercero de esos odiados hombres-niños caminaba sin cesar junto a sus huevos, casi demente de asco, pero aniquilándolos metódicamente.»


La forma física que IT asume para alimentarse le hubiese volado la gorra a Sigmund Freud. Este propuso que el miedo a las arañas representaba el miedo a ser castigado por el padre, y luego cambió esta noción a la de la araña como símbolo de una madre castradora [fálica]; es decir, de un aspecto de la Madre a la cual el niño teme. Sin embargo, no está claro por qué la araña debería representar estas características. Podría deberse a que las arañas atrapan y matan insectos más pequeños; y porque estos últimos [animales pequeños e insectos] a menudo representan niños en los sueños. También podría deberse a la apariencia de la genitalidad femenina desde la perspectiva del niño.

Creo que es injusto atribuírle a IT todos males de Derry. ¿Acaso es responsable del comportamiento de los padres? En la novela se da a entender que la tasa de delitos violentos está por encima del promedio, y esto sí parece deberse a la influncia de IT. Entonces, ¿el padre de Bev es abusivo por eso? Hay muchos indicios de una influencia maligna, mucho contenido que apunta hacia esto en el libro. IT se aprovecha de las debilidades y los miedos de las personas, aunque el padre de Bev, que es abusivo, probablemente lo sería de todos modos [ver: Beverly Marsh: el mito de Blancanieves en «IT»]. Sin embargo, la presencia de IT exacerba cualquier tendencia violenta en las personas. Otros adultos simplemente hacen la vista gorda, como si los niños estuvieran por debajo de su línea de visión [ver: «The Bad Place»]




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