«No llores por mí cuando esté muerto» [Soneto 71] William Shakespeare; poema y análisis.


«No llores por mí cuando esté muerto» [Soneto 71] William Shakespeare; poema y análisis.




No llores por mí cuando esté muerto (No longer mourn for me when I am dead) es un poema de amor del escritor inglés William Shakespeare (1564-1616).

No llores por mí cuando esté muerto, uno de los grandes sonetos de Shakespeare, se centra en las preocupaciones del Orador ante su inminente muerte, instando a su amante a no llorarlo.

El amor es uno de los principales motivos de los sonetos de Shakespeare, por lo tanto, el autor suele examinar asuntos aledaños al amor, como el paso del tiempo, la vejez y la muerte. En Soneto 71, el Orador parece estar hablando sobre su propia muerte y cómo su joven amante no debería llorarlo más de lo necesario. Luego, el Orador se dirige a su amante diciéndole que si incluso leer este soneto lo hace sufrir, debe olvidarlo también, así como a la mano que lo escribió.

Este tipo de poemas donde la persona insta a los vivos a olvidarla después de su muerte [por ejemplo, Cuando esté muerta (When I am Dead, My Dearest) de Christina Rossetti] evidentemente generan un efecto contrario. En primer lugar, es absurdo decirle a alguien querido que nos olvide cuando estemos muertos. No sucederá. Por lo tanto, Soneto 71 es en realidad un persuasivo y engañoso llamamiento a ser recordado.

De ahí a pensar en estos versos de Shakespeare como la última caricatura de un manipulador hay muy poco camino, pero creo que estaríamos tirando demasiado de la cuerda. Lo que el Orador está tratando de hacer no tiene que ver con el olvido en términos absolutos, es decir, sabe que su recuerdo no puede ser arrancado de cuajo después de su muerte; más bien, lo que le pide a su amante es que coopere con el proceso natural del tiempo, que no se aferre a su recuerdo más de lo necesario.

La primera línea del poema [«No llores por mí cuando esté muerto»] es engañosa en español, porque el Orador utiliza la palabra mourn; es decir, el pedido a su amante tiene que ver con el «duelo», no con el acto de llorar propiamente dicho. En otras palabras, está diciendo que no su duelo no debe prolongarse. Sin embargo, Shalespeare escribe el inicio de Soneto 71 como si el duelo ya estuviese ocurriendo [no longer mourn]. Es como si la agonía del Orador fuese el plazo que le da a su amante para que haga su duelo. Cuando se produzca su muerte, el duelo debe cesar.

En la segunda cuarteta, el Orador le dice a su amante que olvide la mano que escribió el soneto si esto lo entristece. Esta idea es tan contraria al pensamiento del autor que nos obliga a tomarla como otra ironía. Si hay algo que caracteriza a Shakespeare es su insistencia en la inmortalidad a través de la poesía. De hecho, si tamizáramos Soneto 71 a través de la filosofía de Shakespeare, el Orador sabe que sería imposible para el amante leer el soneto sin recordar «la mano que lo escribió».

Shakespeare es maquiavélico aquí, porque el narcisismo del Orador, disfrazado hasta este punto, se hace evidente en el pedido irracional que invoca el soneto: una persona viva que relee un poema sobre el olvido de un ser querido que ha muerto necesariamente lo recordará. Entonces: ¿cuál es el punto del Orador? Decirle a su amante que lo olvide solo hará que le resulte más difícil olvidarlo. De hecho, si realmente hubiese querido ser olvidado, lo menos recomendable sería escribir un poema que dice que lo olvide.

¿Qué está pasando en Soneto 71? ¿Es el Orador un sujeto desinteresado o un narcisista que enmascara su deseo de ser recordado a través de esta ingeniosa estratagema?

Estos pedidos a ser olvidado después de la muerte funcionan muy bien en la poesía [ej. No vengas cuando esté muerto (Alfred Tennyson); No te detengas en mi tumba a llorar (Mary Frye)], pero al final dejan una sensación extraña. Quiero decir, ¿qué clase de narcisista trata de condicionar la memoria o el olvido de un ser querido? Sin embargo, no podemos pedirle a alguien que se encuentra al borde de la muerte que no sea narcisista. Si hay un momento ideal para el narcisismo, es la antesala de la muerte. Quizás el Orador de Soneto 71 solo está diciéndole a su amante que no haga un luto prolongado, que tan pronto como las campanas dejen de tocar debería despojarse de su tristeza. ¿Es un mensaje manipulador? Sí, pero la intención es buena. El Orador sabe que su amante lo recordará de todos modos, sabe que al releer el poema donde lo insta a olvidarlo también lo recordará, pero detrás de todo eso hay una especie de permiso versificado para seguir adelante.

Si Soneto 71 hubiese sido escrito por Edgar Allan Poe, no vacilaríamos en afirmar que el mensaje del Orador no es desinteresado, y que en realidad quiere que su amante quede atrapado para siempre en el recuerdo. De hecho, basta tomar otros sonetos de Shakespeare podríamos llegar a la misma conclusión, sobre todo porque el mensaje del Orador en Soneto 71 no es del estilo: «olvídame y sigue adelante con tu vida, después de todo estaré en un lugar mejor». Todo lo contrario. El Orador afirma que irá a parar a la «morada del gusano envilecido». El mensaje, entonces, se transforma en: «olvídame y sigue adelante con tu vida mientras mi cadáver es devorado por los gusanos.» [ver: Los Misterios del Gusano: análisis de «El Gusano Vencedor» de Poe]

Shakespeare, entonces, le dice a su amante que lo olvide cuando haya muerto, pero lo hace con un poema que garantiza que siga recordándolo. Podemos comparar esto con el clásico comando psicológico: no pienses en un elefante rosa, lo cual asegura la aparición mental de grandes paquidermos rosados. Pero, ¿dónde nos deja esto para entender el significado del Soneto 71? ¿Hay una forma forma particular en la que se supone que debemos responder a él?

Tal vez el significado de Soneto 71 no reside en su mandato [«no llores por mí cuando esté muerto»], sino en el patetismo que acecha justo debajo de la superficie. Es la nota de desesperación que impregna el poema lo que justifica la aparente irracionalidad en el pedido del Orador. Al empezar Soneto 71 asumimos que el Orador es un individuo que se planta con entereza ante su muerte, alguien tan desinteresado que incluso frente su propia desintegración física es capaz de pensar en el bienestar de los demás, alguien capaz de decirnos «no hagas demasiado luto, sigue adelante con tu vida», pero, ¿qué tal si estamos ante una persona desesperada?

En este contexto, el Orador es lo suficientemente astuto como para asegurarse su recuerdo al evocar imágenes que se activarán en la memoria de su amante al releer el soneto. Es cierto, constantemente le dice que su amante no lo recuerde, pero el mensaje es superficial, y solo está ahí para servir de soporte para una serie de sutiles comandos subliminales: «Si lees esta línea no recuerdes / la mano que la escribió». Para el amante que relee el poema sería imposible no recordar «la mano», de hecho, fácilmente se conviertiría en «LA MANO» de su amante muerto. Un poeta del calibre de Shakespeare no escribiría «recuerda mis caricias», escribiría Soneto 71.




No llores por mí cuando esté muerto.
No longer mourn for me when I am dead, William Shakespeare (1564-1616)

(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)


No llores por mí cuando haya muerto
y escuches las lúgubres campanas
anunciar que he partido del pérfido mundo
a la morada del gusano envilecido.
Si lees esta línea no recuerdes
la mano que la escribió. Porque tanto te amo
que prefiero me entregues al olvido
a que sufras por recordarme.
Pero si leyeras, acaso, estos versos
cuando en la arcilla esté disuelto,
olvida el humilde eco de mi nombre
y deja que tu amor también se pudra.
Que el sabio mundo no vea tu congoja
y se burle de ti por mi culpa.


No longer mourn for me when I am dead
Than you shall hear the surly sullen bell
Give warning to the world that I am fled
From this vile world with vilest worms to dwell;
Nay, if you read this line, remember not
The hand that writ it; for I love you so,
That I in your sweet thoughts would be forgot,
If thinking on me then should make you woe.
O, if (I say) you look upon this verse,
When I (perhaps) compounded am with clay,
Do not so much as my poor name rehearse,
But let your love even with my life decay,
Lest the wise world should look into your moan,
And mock you with me after I am gone.


William Shakespeare
(1564-1616)

(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)




Poemas góticos. I Poemas de William Shakespeare.


Más literatura gótica:
El análisis, traducción al español y resumen del poema de William Shakespeare: No llores por mí cuando esté muerto [Soneto 71] (No longer mourn for me when I am dead), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

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