«Lilith»: Aleister Crowley; poema y análisis.
Lilith (Lilith) es un poema de vampiros del escritor y ocultista inglés Aleister Crowley (1875-1947), publicado en la antología de 1910: El escarabajo alado (The Winged Beetle).
Lilith, uno de los mejores poemas de Aleister Crowley, hace referencia a un antiguo mitos bíblico: Lilith, la primera esposa de Adán, desterrada del Jardín del Edén por negarse a someterse a las órdenes de su esposo.
La figura de Lilith aparece recurrentemente en la obra de Aleister Crowley, incluso en su vida personal. Tanto es así que, cuando contrajo matrimonio con Rose Edith Kelly, esta dio a luz a una niña que bautizada extravagantemente como Nuit Ma Ahathoor Hecate Sappho Jezebel Lilith.
Aleister Crowley continuó viajando por el mundo, aunque Rose y su hija, Lilith, se quedaron atrás. Durante este tiempo, Rose desarrolló un grave problema con el alcohol, y Lilith contrajo fiebre tifoidea y murió en 1906, tragedia que Aleister Crowley atribuyó al creciente alcoholismo de Rose. La pareja se divorció en 1909, y dos años después Rose fue internada en un manicomio. La pérdida de la pequeña Lilith le produjo a Crowley una profunda crisis de angustia. Su salud comenzó a deteriorarse y pasó varios años en un estado de extrema debilidad [ver: Alouqua: la primera hija de Lilith]
Ahora bien, el poema Lilith no parece tener que ver con su hija, sino más bien con una representación ominosa de la Lilith mitológica, sobre la cual Aleister Crowley habló en su obra: De Arte Magica:
[«Antes de que Eva fuera hecha, los sueños de Adán produjeron a Lilith, un demonio, y de su relación con ella brotaron razas malignas.»]
En el anterior pasaje, Aleister Crowley se refiere a una vieja tradición que sostiene que las poluciones nocturnas atraen a los espíritus bajos, o incluso los crean, como los súcubos, que son capaces de existir independientemente y de vampirizar a su creador. Aquí, Crowley interpreta que las poluciones nocturnas de Adán, por aquel entonces sin compañera, crearon a Lilith, quien luego de ser desterrada engendró una raza sobrenatural de criaturas estériles que se alimentan de las fantasías nocturnas de los hombres [ver: Lilim: los hijos de Lilith]
Lilith.
Lilith, Aleister Crowley (1875-1947)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
El hedor de la grosera cabra está en mis fosas nasales
en lugar del perfume de Artemisa.
Arranqué a la Virgen por su clámide bordada...
¿quién podría haber adivinado ese peludo horror escondido?
Tengo hiel para ser mi bebida,
que mezclo en el vino con mirra y almizcle y ámbar gris.
Hice mi cama de seda y pieles; y al despertar descubrí
que me había desmayado sobre el muladar.
¡Ay! ¿Estaban tus labios vírgenes contaminados
con algún rancio sabor a lujuria sabática?
¡Qué hechizo te convirtió, doncella,
en un mono que farfullaba blasfemias antífonas
a esos cánticos castos con los que te lamenté,
en el momento en que, tocándote, mi fruto se disolvió en polvo,
hermosa manzana de Sodoma!
¡Sin embargo, tus besos golpearon mi columna vertebral
hasta un éxtasis estremecedor!
Así caminó el loco por las crestas de las montañas, llorando;
¡Un paso y alcanzo la cima!
La cornisa suelta lo engaña, y cae, destrozado, al glaciar.
Entonces la monja grita: Un esfuerzo y venzo;
¡Paso la puerta, gano el descanso designado!
Y al pasar descubre el cuerpo inmundo de pecado
que espera para clavarle los dientes.
Así en mis sueños, escapando de un monstruo, giro una cuerda;
«Hay refugio, ¡allí!»
No, allí acechaba quien nunca me había perseguido...
era yo el perseguidor hasta su propio refugio.
¡Entonces, adorable vileza, mi amante, mi ama,
me sujetó hacia atrás por los cabellos!
¡Fija tus colmillos en la angustia jadeante de mi boca,
y divide las nubes de mis sueños con tu rayo!
¡Aunque seas Dios o Satán, domina mi muerte
y, con tu angustia vital, posee todo lo que soy con todo lo que eres,
mi Vampiro, mi Sirena que creí un ruiseñor!
¡Abrázame! ¡Escúpeme! ¡Azótame! ¡Asesíname!
¡Toma el banquete lobuno de mi amor!
¡Dame el hedor de tu aliento y muéstrame
el rostro del leproso detrás del velo brillante!
¡Sí! Aunque me hundo en abismos inconmensurables,
trazo la curva, tu cuña cuadrada que brama en mi círculo
la igualará en la infinitud.
Cuerpo contaminado, espíritu violado, alma corrompida,
cerebro aturdido y nervio torturado:
Estos se funden en tus fauces ensangrentadas, Equidna,
de las que emergerá la solitaria llama blanca de Dios.
The stench of the gross goat is in my nostrils instead of
the perfume of Artemis.
I plucked the Virgin by his broidered chlamys....who
could have guessed that hairry horror hidden?
I have got gall to be my drink, who mingled my wine
with myrrh and musk and ambergris.
I made my bed of silk and and furs; and waking I found I had
swooned to sleep upon the midden.
Ah! Were those virgin lips of thine polluted with some
rank savour of Sabbatic lust?
What spell turned thee, the maiden, to a monkey jibbering
antiphonal blasphemies
To those chaste chants I woed thee by, the moment that
touching thee, my fruit dissolved to dust,
Fair-seeming Sodom-apple ! Yet thy kisses smote all my
spine to shuddering ecstasies!
So strode the fool upon the mountain ridges, crying; One
step, and I attain the crest!
Lo! The loose cornice tricks him, and he tumbles, a
mangled nothing, to the glacier.
So the nun cries: One effort and I conquer; I pass the
gate, I win the appointed rest!
And passing it discovers the foul body of Sin that waits to
set his teeth in her.
So in my dreams, escaping from a monster, I turn one
corder; "there is refuge - there!"
Nay, there he lurked who never had pursued me....'twas
I who chased him to his proper holt.
Then, O thou vile adorable, my lover, my master, catch me
backward by the hair!
Fasten thy fangs upon my mouth's gasped anguish, and
split my dream-clouds with thy thunderbolt!
Though thou be God or Satan, do thaou master my death-
pand with thy life-pang, and possess
All that I am with all thou art, my Vampire, my Siren
that I thought a nightingale!
Abase me! Spit upon me! Scourge me! Murder me!
Take thy wolf's meal of my loveliness!
Give me the reek of thy foul breath, and show me the
leper's face behind the shining veil!
Yae! Though I sink through measureless abysses, I trace
the incommensurable curve.
Thy foursqure wedge that rages in my circle shall match
it at the infinite period.
Polluted body, violated spirit, corrupted soul, stunned brain
and tortured nerve:-
These merge into thy bloody maw, Echidna, that shall
emerge the lone white flame of God.
Aleister Crowley (1875-1947)
the perfume of Artemis.
I plucked the Virgin by his broidered chlamys....who
could have guessed that hairry horror hidden?
I have got gall to be my drink, who mingled my wine
with myrrh and musk and ambergris.
I made my bed of silk and and furs; and waking I found I had
swooned to sleep upon the midden.
Ah! Were those virgin lips of thine polluted with some
rank savour of Sabbatic lust?
What spell turned thee, the maiden, to a monkey jibbering
antiphonal blasphemies
To those chaste chants I woed thee by, the moment that
touching thee, my fruit dissolved to dust,
Fair-seeming Sodom-apple ! Yet thy kisses smote all my
spine to shuddering ecstasies!
So strode the fool upon the mountain ridges, crying; One
step, and I attain the crest!
Lo! The loose cornice tricks him, and he tumbles, a
mangled nothing, to the glacier.
So the nun cries: One effort and I conquer; I pass the
gate, I win the appointed rest!
And passing it discovers the foul body of Sin that waits to
set his teeth in her.
So in my dreams, escaping from a monster, I turn one
corder; "there is refuge - there!"
Nay, there he lurked who never had pursued me....'twas
I who chased him to his proper holt.
Then, O thou vile adorable, my lover, my master, catch me
backward by the hair!
Fasten thy fangs upon my mouth's gasped anguish, and
split my dream-clouds with thy thunderbolt!
Though thou be God or Satan, do thaou master my death-
pand with thy life-pang, and possess
All that I am with all thou art, my Vampire, my Siren
that I thought a nightingale!
Abase me! Spit upon me! Scourge me! Murder me!
Take thy wolf's meal of my loveliness!
Give me the reek of thy foul breath, and show me the
leper's face behind the shining veil!
Yae! Though I sink through measureless abysses, I trace
the incommensurable curve.
Thy foursqure wedge that rages in my circle shall match
it at the infinite period.
Polluted body, violated spirit, corrupted soul, stunned brain
and tortured nerve:-
These merge into thy bloody maw, Echidna, that shall
emerge the lone white flame of God.
Aleister Crowley (1875-1947)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
Poemas góticos. I Poemas de Aleister Crowley.
Más literatura gótica:
El análisis, traducción al español y resumen del poema de Aleister Crowley: Lilith (Lilith), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
2 comentarios:
Extraño, como todo lo de Crowley. Iluminado invertido o impostor?
Que con los Sucubos e Incubos?
Publicar un comentario