El espíritu de mi ex está tratando de comunicarse


El espíritu de mi ex está tratando de comunicarse.




A continuación compartimos otra experiencia recibida en el Consultorio Paranorma de El Espejo Gótico, relacionada con una inquietante presencia que parece estar buscando la forma de comunicarse (ver: Un espíritu está tratando de comunicarse conmigo).


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Soy una mujer de 33 años, y no he tenido incidentes paranormales en mucho tiempo, luego de un período de gran actividad, pero han comenzado de nuevo.

Hace un par de noches estaba en la cama, tratando de dormir. Estaba acostada de espaldas, y sentí que algo me agarraba del tobillo izquierdo y tiraba bruscamente de él (ver: Algo me tira de los pies en la cama).

Extrañamente, mantuve la calma. De algún modo también mantuve los ojos cerrados y comencé a rezar en mi cabeza. Sentí que la presencia se arrastraba por el lado derecho de mi cuerpo y agarraba mi hombro de ese lado (ver: Cuando algo invisible te toca). De repente, la sensación de que no estaba sola desapareció. De hecho, me sentía tranquila (ver: Experiencia aparicional: cuando sentimos que no estamos solos).

Por la mañana comencé a pensar en esa experiencia, y naturalmente empecé a tener esta sensación de incomodidad, así que decidí salir a hacer algo de ejercicio. Había dejado mis zapatillas junto a la puerta principal, y me las estaba poniendo, cuando vi una uña en el suelo.

Sí, una uña.

Bueno, un pedazo de uña, para ser más exacta.

La examiné de cerca. Evidentemente no era mía. ¿Cómo lo sé? Porque soy bastante obsesiva con el cuidado de mis uñas debido a mi trabajo, que no viene al caso mencionar. Tampoco era de mi marido, porque él no se come las uñas, y de hecho es casi tan pulcro como yo.

Esta parte podría ser pura coincidencia, lo sé, pero ese pedazo de uña me hizo pensar en mi ex pareja, que falleció poco después de habernos separado, hace unos cinco años aproximadamente. Él tenía la mala costumbre de morderse las uñas y escupirlas donde sea (ver: Entidades que se obsesionan con los vivos).

Recogí con cuidado el pedazo de uña, tratando de no tocarla. La levanté del suelo con una servilleta de papel. Me dio un escalofrío. Ni siquiera quería tenerla en la basura dentro de casa, de modo que salí y la arrojé dentro del bote en la esquina.

Durante el resto del día traté de decirme que era ridículo asociar un pedazo de uña con mi exnovio fallecido, pero la experiencia de la noche anterior todavía me inquietaba. No me sentía bien, aunque no podía decir exactamente por qué (ver: Sentir «presencias» cuando estás solo).

Cuando llegó la hora de acostarme, mi marido ya estaba durmiendo profundamente. Tuve una ligera sensación de temor, pero estaba exhausta. Apagué el velador de mi mesa de luz, y me dispuse a dormir. Entonces escuché que algo, un objeto, se arrastraba sobre la mesa de luz y caía al suelo.

Encendí la luz pero no había nada en el piso o fuera de lugar.

Mi marido se despertó, me preguntó qué ocurría, así que decidí contarle mi experiencia de la noche anterior, y este extraño ruido de algo arrastrándose. Hablamos durante un rato, y él trató de tranquilizarme. De más está decir que no lo logró, pero fingí que estaba más calmada. Lo cierto es que no tenía ganas de hablar sobre el tema.

Así que nos acomodamos de nuevo para dormir. Durante unos minutos todo estuvo tranquilo. Luego, de mi lado de la cama, escuchamos un golpe en mi mesa de noche. Fue lo suficientemente fuerte para escuchar que los artículos que tengo allí se sacudían.

Esta vez, mi esposo se levantó para investigar. Fue hasta mi lado de la cama, y de repente se detuvo. Se sentía mareado, y con náuseas (ver: Sentir que hay un espíritu en casa).

Tengo un pequeño santuario en mi mesa de noche, con algunos libros, velas y cosas así. De nuevo, no había nada fuera de lugar... excepto por un pequeño pedazo de uña (ver: Ataques astrales: exparejas que aparecen en sueños).

Mi marido tomó el agua bendita que tengo en mi mesa de luz y bendijo la casa. También recorrió el departamento ordenándole a cualquier cosa que estuviera allí que se fuera.

Mientras él hacía esto, me senté en la cama y comencé a rezar, pero entonces sentí como un peso extra en el colchón, y la sensación de que alguien estaba sentado allí conmigo (ver: Siento que hay alguien detrás mío).

No tuve miedo. He vivido muchas cosas inexplicables a lo largo de mi vida. Sentí tristeza, más que nada.

Esa noche tuve un sueño muy vívido, donde el rostro de mi expareja se me apareció sobre un fondo negro, como si flotara en el aire. Tenía la boca llena de uñas, y había sangre corriendo por la comisura de sus labios. Balbuceaba mi nombre. Creo que trataba de gritar que lo ayudara, y cada vez que lo hacía saltaba de su boca un pequeño pedazo de uña.

Esa mañana me costó mucho despertarme. Permanecí en la cama bastante más de lo habitual. Cuando finalmente me levanté, encontré a mi marido sentado en el pasillo, sobre el sueño, con las rodillas recogidas, mordiéndose las uñas frenéticamente.

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Consultorio Paranormal. I Fenómenos paranormales.


Más Consultorio Paranormal:
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2 comentarios:

nito dijo...

Es genial!!!! Como historia, es genial!!!! Cortita y al pìé! Sin pretenciones!

nito dijo...

Obvio que si dijéramos que es un cuento fantástico la exigencia seria otra! Pero puesto de esta manera y en este contexto, me gusta!



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