«Nocturna»: Guillermo del Toro y Chuck Hogan; novela y análisis.
Nocturna (The Strain) es una novela de vampiros escrita en colaboración entre Guillermo del Toro y Chuck Hogan, publicada en 2009.
Se trata de la primera novela de vampiros de la Trilogía de la Oscuridad (The Strain Trilogy), que habría de completarse con Oscura (The Fall) y Eterna (The Night Eternal). Debido a su gran éxito, en 2014 la trilogía fue adaptada a la televisión en la serie The Strain,
Nocturna abre con un homenaje a la novela de Bram Stoker: Drácula (Dracula); más precisamente al arribo del Conde a Inglaterra a bordo del buque Demeter [ver: El misterio del «Deméter»: análisis de un capítulo de «Drácula»]
Aquí, el vampiro principal llega a los Estados Unidos a bordo de un moderno avión Boeing 777, cargado de cadáveres y con un majestuoso ataúd en su interior. El vampiro es Jusef Sardu, conocido como el Amo (The Master) o el Séptimo (The Seventh); uno de los siete vampiros puros originales.
El protagonista de Nocturna es el doctor Ephraim Goodweather, miembro del Centro de Control de Enfermedades, quien investiga el extraño «virus» que ha causado la muerte de los pasajeros de aquel avión. Durante sus investigaciones conoce a Abraham Setrakian, especie de homenaje a Abraham Van Helsing, quien insinúa que el virus en realidad podría tratarse de una infección producida por la mordida de un vampiro.
Sin dudas lo más interesante de Nocturna son los vampiros, de hecho, muy distintos a los vampiros clásicos de la literatura y, sobre todo, a los últimos ejemplos de vampiros vegetarianos que realmente degradaron el género. Por ejemplo, los vampiros de Nocturna no sienten ningún efecto frente al ajo, el agua bendita o las cruces. De los remedios tradicionales el único que surte efecto es la plata. En algunos de ellos, la luz del sol resulta letal, aunque muchos llegan a acostumbrarse.
Aquí el vampirismo tampoco es una maldición sino una extraña enfermedad provocada por parásitos, que rápidamente comienzan a alterar el comportamiento del anfitrión hasta transformarlo en una criatura abominable. Estos gusanos lentamente reemplazan la sangre de sus víctimas por una sustancia blancuzca más apropiada para su desarrollo.
Los vampiros de Guillermo del Toro tampoco poseen colmillos, sino una especie de aguijón alojado en la boca, con el cual producen heridas letales y succionan sangre. En cierta forma, esto también es un homenaje, pero en este caso a las razas y clanes de vampiros de la leyenda, que hasta bien entrado el siglo XIX no poseían colmillos, sino un apéndice debajo de la lengua que les permitía perforar el cuello de sus víctimas y así alimentarse.
Luego de convertirse en vampiros, los sujetos no saben utilizar instintivamente el aguijón, de modo que hasta que logran dominarlo sus ataques son bastante torpes. Lo mismo puede decirse de sus movimientos, torpes al comienzo pero poco a poco van ganando una fuerza y una velocidad sobrenaturales.
Durante el proceso de alimentación estos vampiros emiten ciertas impurezas desde sus organismos, un líquido compuesto de amoniaco que también puede resultar letal. Otra relación con los vampiros clásicos son los espejos. Efectivamente, los vampiros de Nocturna y Guillermo del Toro sí se reflejan en los espejos, salvo que allí aparecen distorsionados, como si vibraran a un ritmo frenético. En resumen: una novela muy recomendable.
Novelas de vampiros. I Relatos de vampiros.
El análisis y resumen de la novela de Guillermo del Toro: Nocturna (The Strain) fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
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