«El libro de Enoc»: la Segunda Guerra de los Ángeles


«El libro de Enoc»: la Segunda Guerra de los Ángeles.




El libro de Enoc —o Libro de Henoc— es un libro prohibido aceptado como canónico por la Iglesia Copta, y negado por todas las demás. Se piensa que fue compuesto alrededor del siglo III a.C.

¿Quien era Enoc? Nada menos que el abuelo de Noé, el constructor del Arca, testigo de antiguas y extraordinarias historias, a menudo sombrías, que involucran a los ángeles en una guerra casi desconocida. Pero no nos adelantemos.

Existen, de hecho, cuatro Libros de Enoc, tres de los cuales son versiones posteriores que aportan poco a las leyendas del original. El libro de Enoc propiamente dicho está dividido en las siguientes partes:

1- Libro del Juicio: sobre la bendición de Enoc a los justos, que vivirán cuando los réprobos sean condenados.

2- Libro de las parábolas (El mesías y el reino): anuncia la venida del Hijo del Hombre, la caída de los reyes y el día del Elegido.

3- Libro del cambio de las luminarias celestiales (Libro astronómico): calendario solar hebreo, acorde con el Libro de los Jubileos

4- Libro de los sueños: sobre dos visiones apocalípticas y oníricas de Enoc. La primera anuncia que la Tierra será destruida y la segunda es un repaso por la historia de la humanidad hasta el apocalípsis.

5- Carta de Enoc (Apocalipsis de las semanas): sobre la historia universal resumida en diez semanas.

6- El Libro de Noé: fragmentos del Libro de Noé, perdido desde la antigüedad, aunque mencionado muchas veces en los manuscritos del Mar Muerto. Profetiza sobre los crímenes de la humanidad y la llegada de los tiempos mesiánicos.

7- Libro de los Vigilantes (La Caída de los ángeles): este es, sin dudas, el capítulo más interesante del Libro de Enoc.

Aquí se habla de una raza de ángeles poco conocida: los Grigori, o Vigilantes. No son exactamente demonios, pero tampoco ángeles que habitan en el Cielo dentro de los mitos bíblicos. En esencia, son ángeles caídos, pero cuya caida no tiene que ver con soberbia, como ocurrió en el caso de Lucifer, sino más bien con la tentación del placer.

En hebreo se conoce a esta raza de ángeles como Bnei ha'elohim, que significa «hijos de Elohim», nombre que los griegos tradujeron por Grigori, cuyo significado es «Vigilantes», u «Observadores». El libro de Enoc, así como otros textos de los mitos hebreos, señala que los Vigilantes descendieron a la Tierra cautivados por la belleza de sus mujeres, y asegura que mantuvieron relaciones con ellas, de cuyos vientres nacerían los Nephilim, seres infames que desataron violencia y ritos abominables sobre el mundo.



La Segunda Guerra de los Ángeles.

La Primera Guerra de los Ángeles tuvo un desarrollo desconocido: Satanás y sus huestes fueron derrotados y arrojados del Cielo; pero la Segunda Guerra de los Ángeles, mucho menos conocida que la primera, no tuvo lugar en los cielos, sino en la Tierra. Al parecer, Satán y sus ejércitos yacían en el averno. Los ángeles y arcángeles que lo derrotaron, liderados por Miguel, reestablecieron el orden celestial. Fue entonces cuando los Vigilantes, atraídos por las mujeres humanas, abandonaron los salones de Jehová y descendieron al mundo para saciar sus apetitos.

Poco se sabe sobre esta raza de ángeles caídos. Sólo que su número asciende a unos doscientos, y que nunca fueron enviados al infierno, a pesar de haber traicionado la misión que Jehová les había encomendado: custodiar la Tierra de posibles contraofensivas de parte de Satán y sus generales. De estos 200 ángeles caídos apenas sobrevive un puñado de nombres. Así los enumera el Libro de Enoc:


Samyaza era su líder (ver: Semyhazah: líder de los ángeles caídos), Urakabarameel, Akibeel, Tamiel, Ramuel, Dan'el, Azkeel, Saraknyal, Asael, Armers, Batraal, Anane, Zavebe, Samsaveel, Ertael, Turel, Yomyael y Azazel eran los prefectos de los doscientos ángeles, y el resto eran todo con ellos.


Es importante aclarar que estos ángeles cayeron por propia voluntad. No fueron expulsados del cielo, sino que descendieron como un viento gélido y en las llanuras de Oriente adquirieron cuerpos hermosos. Así enamoraron a las mujeres más bellas de la Tierra, con las que engendraron a los Nephilim, entidades ciclópeas e insaciables. Al respecto citamos nuevamente al Libro de Enoc:


Ellos devoraron todo el trabajo de los hombres hasta que estos ya no alcanzaron alimentarlos. Entonces los gigantes se volvieron contra los hombres y los devoraron, y empezaron a pecar contra los pájaros, contra las bestias y los peces, a devorar unos la carne de los otros y a beber su sangre. Entonces la tierra acusó a los violentos por todo lo que se había hecho en ella.


La devastación fue tan grande, y tan descomunal la traición al Cielo, que el arcángel Miguel se presentó humildemente ante el Hacedor y expuso el caso en los términos más vivos. Acusó a los Vigilantes (nada menos que los primeros ángeles guardianes) de haber desviado su misión y haber encarnado la explotación, la opresión, la destrucción, la guerra, la vanidad, la hechicería, y el engaño. El Libro de Enoc asegura que el clamor de los muertos acompañó el reclamo de Miguel. (8:1-3)


y como parte de la humanidad era aniquilada, su clamor subió al cielo.


Las palabras del arcángel fueron tan elocuentes, tan sincera su ofensa por el comportamiento de sus hermanos, que Jehová lo autorizó a reunir el viejo ejército que había desterrado a Satán y lo envió a la Tierra.

El arcángel Miguel, el mismo que había derrotado a Satán en combate singular, lideró las huestes celestiales. A su derecha iba Sariel (Uriel), a su izquierda Rafael, y Gabriel, como en otras ocasiones, se limitó a llevar y traer noticias del frente hasta las filas que aguardaban en la retaguardia. La Segunda Guerra de los Ángeles, así lo asegura el Libro de Enoc, fue breve pero despiadada. Los Vigilantes y sus hijos, los Nephilim, fueron vencidos por las espadas flamígeras, forjadas en duro acero divino, y sobre todo por la mirada encendida de Miguel.

Los Vigilantes fueron encadenados. Los Nephilim, en cambio, fueron prolijamente exterminados. El Libro de Enoc señala que los primeros, conociendo su derrota de antemano, rogaron a Enoc que intercediese por ellos ante Dios, cosa que el abuelo de Noé, piadoso y aparentemente desapegado de las tropelías cometidas, realizó con toda la pasión de su oratoria. Luego el Libro de Enoc detalla la visita onírica de Enoc al cielo, y las revelaciones majestuosas que allí recibió.

El destino de los Vigilantes continúa siendo incierto.

El Libro de Enoc estuvo perdido durante mil años, aunque se lo menciona en innumerables ocasiones, casi siempre citando pequeños fragmentos. Por ejemplo, fue mencionado por Justino Mártir, Atenágoras, Taciano, Ireneo, Orígenes, Clemente de Alejandría, Tertuliano, Lactancio, y muchos más. Incluso el Nuevo Testamento habla del Libro de Enoc en tres versículos: Lucas 3:37; Hebreos 11:5; Judas 1:14.

El Libro de Enoc fue eliminado del canon en el Concilio de Laodicea (364). Posteriormente, la versión griega se perdió. La última cita occidental proviene del monje bizantino Syncellus en el siglo VIII. Luego cayó en el olvido.

Convertido en mito durante mil años, aunque los francmasones escoceses siempre aseguraron tener una copia, el Libro de Enoc reapareció en el siglo XVIII. James Bruce, célebre viajero, obtuvo en Abisinia tres copias del libro, traducidas al inglés en 1821 por Richard Laurence. Para conocer un poco más sobre la Segunda Guerra de los Ángeles te recomendamos nuestro artículo: Sobre las Guerras Celestiales.




El libro de Enoc.

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  • http://www.bibliotecapleyades.net/esp_enoch.htm




Libros prohibidos. I Libros extraños.


Más literatura gótica:
El artículo: El libro de Enoc: la Segunda Guerra de los Ángeles fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

6 comentarios:

diebythesword dijo...

MUY BUENO, ME LO LEERÉ, grax

Anónimo dijo...

el ocultismo es genial

Unknown dijo...

los vigilantes se mencionan en el apocalipsis que fueran encadenados en el rio eufrates

andye milkar rojas almanza (astoreth) dijo...

es muy buena su historia pero tienen algun fundamento ? mas alla de la fantasia mi abuela sabia mucho de eso era espiritista y ella sabia lo que habia pasado antes lo que pasara despues...

Yestefey dijo...

Escribo una historia y esto me ayudo muchisimo de verdad es muy interesante

Anónimo dijo...

Como concigo una copia del libro o adaptacion del libro de raziel



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