El Círculo de Lovecraft


El Círculo de Lovecraft.




El extraño magnetismo de H. P. Lovecraft, junto con su camaradería y generosidad, pocas veces reconocidas por sus biógrafos, lo llevaron a convertirse en el vértice creativo de un grupo de autores de diversos estilos, cuyos aportes terminarían conformado el corpus definitivo de los Mitos de Cthulhu.

El Círculo Lovecraft (Lovecraft Circle) nace a partir del contacto epistolar entre H. P. Lovecraft y distintos escritores de los Estados Unidos. El primero ya era un asiduo participante de Weird Tales, mientras que el resto, con mayor o menor impacto en diferentes publicaciones pulp, se vieron atraidos por sus relatos sobre sueños y mundos apenas vislumbrados por el hombre [ver: El Círculo de Lovecraft y la aristocracia de «Weird Tales»]

Para muchos, el Círculo Lovecraft se anticipa al mundo de internet, ya que la comunicación que se estableció concuerda en gran medida con el estilo de las interacciones virtuales. El grupo estableció una metodología por la cual cada uno tenía asignado un seudónimo, o nick, y se comunicaban por carta compartiendo ideas, conceptos y personajes para distintas narraciones cuyo eje era una suerte de bien común [ver: Los extraños seudónimos de Lovecraft]. El resultado de este experimento, que se prolongó durante años, fue un aumento prodigioso de los Mitos de Cthulhu, originalmente creados por H. P. Lovecraft y continuado por varios miembros del Círculo.

La estructura epistolar del Círculo de Lovecraft continúa la línea argumental de los relatos. Los Mitos de Cthulhu penetraban en las cartas y en la forma de dirigirse mutuamente entre los miembros del grupo, a tal punto que terminarían por ser parte esencial de los Mitos propiamente dichos. No era raro que todos firmaran con seudónimos, ni que se llamaran entre sí bajo los seudónimos que cada uno elegía. Muchas cartas terminan siendo firmadas incluso por personajes de los mitos. Por ejemplo:

«Suyo, por el signo de Gnar, Abdul Alhazred.»

«Suyo, por el ritual gris de Khif, Ech Pi El.»

«Suyo, por el pilar de Pnatb, El Sumo Sacerdote Ech Pi El...»

El Círculo de Lovecraft tuvo un peso determinante en Weird Tales, y la hermandad narrativa que los agrupaba fue un ícono de colaboración y camaradería a distancia. Si pensamos en este grupo literario como un sistema solar, H. P. Lovecraft claramente era la estrella alrededor de la cual orbitbaan sus satélites. Cuando se consigna la personalidad del Flaco de Providence suele olvidarse u omitirse su notable generosidad. Recordemos que los Mitos son su creación exclusiva, y que jamás tuvo problemas en que otros escritores se apropien de sus leyendas para conformar sus propios relatos.

Visto dentro de un contexto histórico, emplazado en una era de impresionantes avances científicos pero también de guerras nunca antes vistas, el Círculo de Lovecraft recupera la camaradería literaria del romanticismo, cuyo gran exponente tardío es, quizás, la Hermandad Prerrafaelita; y reúne a una generación de nuevos autores con nuevas ideas y formas de sobre el relato de terror, lejos de los esperpentos encadenados del período victoriano y mucho más cerca del horror intangible de las profundidades de la mente, acaso vinculadas con un pasado ignoto del planeta.

El Círculo de Lovecraft jamás vertió sus horrores en el espacio exterior (salvo casos contados), prefirió en cambio ahondar en los misterios del pasado; donde una corte de criaturas monstruosas yacen en el olvido aguardando su regreso, a menudo matizado por apariciones repentinas en viejos pueblos rurales y comunidades que continúan su culto irracional.

Si bien el Círculo de Lovecraft no era un grupo estable, ocho de sus miembros se mantuvieron en contacto al menos hasta la muerte de H. P. Lovecraft [«Luveh-Kerapf»] en 1937: August Derleth [«Conde d´Erlette»]; Clark Ashton SmithKlarkash-Ton»]; Frank Belknap Long [«Belknapius»]; Robert E. HowardTwo-Gun Bob»]; Donald Wandrei [«Melmoth»]; y Robert Bloch [«Bho-Blok»]

El Círculo de Lovecraft no sólo se sostuvo gracias al carisma del maestro de Providence, sino a su formidable capacidad epistolar. Según anota L. Sprague de Camp, H. P. Lovecraft escribió alrededor de 100.000 cartas en un período de treinta años. Con un mentor de semejante calibre comunicativo no es raro que el Círculo de Lovecraft haya sido más que una comunión intelectual entre autores, sino un espacio común en donde compartir libremente las creaciones que allí surgían, tal vez porque resultaba difícil conocer su origen.

Uno de los casos más peculiares es el de Frank Belknap Long, un joven de 19 años que leía asiduamente los relatos de H. P. Lovecraft en Weird Tales. Entusiasmado por la fuerza narrativa de aquel, se puso en contacto con Lovecraft en 1920. Rápidamente establecieron una intensa afinidad intelectual, que poco a poco se transformó en una amistad duradera. A tal punto que solían encontrarse casi a diario cuando Lovecraft se estableció brevemente en Nueva York. Frank Belknap Long fue uno de los primeros miembros a los que el Flaco de Providence estimuló a utilizar sus Mitos de Cthulhu.

Pero este vértice cósmico no solo atraía satélites, sino que salía a buscarlos cuando se presentaba la ocasión. En 1922 H. P. Lovecraft leyó una antología desconocida de un autor aún más desconocido: The Star Treader and Other Poems and Odes and Sonnets, dos gruesos volúmentes de un joven poeta californiano llamado Clark Ashton Smith. Impresionado, Lovecraft se puso en contacto con Clark Ashton Smith. Nunca se conocieron en persona, pero el corpus epistolar entre ambos da cuenta de una sincera amistad que fue cultivada a fuerza de horrores compartidos y exubertantes mitologías cosechadas en la intimidad. De hecho fue Lovecraft quien urgió a Clark Ashton Smith a dedicarse ala ficción y la poesía.

Otro contacto se produjo en 1930, en ocasión de la republicación del cuento: Las ratas en las paredes (The Rats in the Walls) en Weird Tales, edición que contuvo el error de incluir la carta de un lector de Cross Plains, Texas, llamado Robert E. Howard; que hasta entonces había logrado vender apenas un relato. Desde entonces se estableció una fuerte correspondencia entre Robert E. Howard y Lovecraft, que terminaría abruptamente con la muerte del primero en 1936, hecho que sumió a Lovecraft en una profunda depresión [ver: El suicidio de Robert E. Howard]

Tras la muerte del Flaco de Providence el Círculo continuó, aunque con la decadencia propia de una orden acéfala. August Derleth fue vital para que la obra de Lovecraft trascienda el ámbito pulp y alcance la popularidad que sostiene actualmente. En 1939, Derleth creó Arkham House, editorial que fue pensada para preservar el legado de Lovecraft y permitirle a los miembros del Círculo que publicaran su obra en un marco adecuado.

No obstante, la participación de August Derleth también tiene su lado controversial. Terminó algunos relatos inconclusos de Lovecraft, no siempre de un modo juicioso o acorde al estilo lovecraftiano. Más aún, la cosmología de Derleth sobre los Mitos tiene pocas coincidencias con la idea esencial de Lovecraft, que nunca consideró viable la idea de una guerra cósmica entre el Bien y el Mal [ver: August Derleth: el creador de los Mitos de Cthulhu]

Para cerrar este repaso sobre el Círculo de Lovecraft daremos cuenta de una anécdota poco conocida que expresa el espíritu de camaradería literaria que reinaba sobre el grupo:

Robert Bloch se disponía a escribir El vampiro estelar (The Shambler From the Stars), y pensó en incluir a Lovecraft como un personaje que moriría de forma violenta. Bloch le escribió al Flaco de Providence comentándole su inclusión en la historia y la muerte terrible a la que sería sometido. Lovecraft no solo aprobó la utilización de uno de sus seudónimos como personaje, sino que le escribió una carta al editor de Weird Tales, Farnsworth Wright, en la cual estableció:


«Certifico que Robert Bloch queda plenamente autorizado para retratar, matar, aniquilar, desintegrar, transfigurar, metamorfosear o bien maltratar al abajo firmante en el cuento titulado El vampiro estelar...»


El relato apareció en Weird Tales en 1935. Un año después la revista publicó un cuento inédito de Lovecraft llamado: El morador de las tinieblas (The Haunter of the Dark), donde Robert Bloch, bajo el seudónimo de Robert Blake, muere en circunstancias poco ortodoxas.




H. P. Lovecraft. I Ciclo Onírico de H. P. Lovecraft.


El artículo: El Círculo de Lovecraft fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente información, los felicito por este blog tan completo e interesante; genial :)

Zalmarnir dijo...

Gracias por compartir toda esta información.

Lord Xamon dijo...

Gran texto

Lucas Garcia Cornejo dijo...

Excelente como siempre. Gracias por tanto

Unknown dijo...

Que bonito :).

Warlord dijo...

Hola señores del espejo gótico, lamentablemente el link de Donald Wandrei (1908-1987) lleva al blog de los otros vampiros que actualmente esta cerrado. podrían arreglar el inconveniente?

Sebastian Beringheli dijo...

Corregido, Warlord. Gracias por el aviso.



Lo más visto esta semana en El Espejo Gótico:

Relato de May Sinclair
¿Por qué a las 03:00 AM?
Poema de Madison Cawein.

Relato de Walter de la Mare.
Poema de Elizabeth Bishop.
Relato de Mary E. Wilkins Freeman.