«La casa vacía»: Walter de La Mare; poema y análisis.


«La casa vacía»: Walter de La Mare; poema y análisis.




La casa vacía (The Empty House) es un poema gótico del escritor inglés Walter de La Mare (1873-1956), publicado en sucesivas reediciones de Los oyentes (The Listeners) y Poemas (Poems).

La casa vacía, uno de los grandes poemas de Walter de la Mare, regresa sobre un tema recurrente en la literatura gótica: la extraña fascinación que ejerce la Casa Vacía. No, no me refiero a una Casa Embrujada [aunque puede estarlo] por alguna entidad sobrenatural, sino ocupada únicamente por el vacío; una Casa cuya única presencia es una ausencia [ver: Psicología de las Casas Embrujadas]

Todas las casas vacías en la poesía de Walter de la Mare culminan en ese espacio simbólico de la memoria. Como menciona el filósofo Gastón Bachelard, toda casa vieja es una especie de «geometría de ecos» en la que se puede recuperar el timbre de las voces que la habitaron. La casa vacía de Walter de la Mare explora este espacio de ecos, donde los sonidos del pasado se aferran a la arquitectura y resuenan de forma vaga pero persistente; rastros que son interpretados por aquellos que saben escuchar. Una casa vacía conserva esta memoria sonora, y también el poema que la contiene [ver: Casas como metáfora de la psique en el Horror]

Ahora bien, esta memoria grabada en la casa implica que falta algo. Ya no alberga lo que solía contener en su interior; es un caparazón sin sus ocupantes. Esta implicación del Fantasma, no en términos sobrenaturales, sino más bien como ausencia, resuena en La casa vacía de Walter de la Mare. Es una ausencia que se manifiesta, que llama a los vivos a escuchar vestigios de lo que ya no se puede ver. Por supuesto, se necesita cierto grado de sensibilidad para percibir estas manifestaciones. Se necesita a alguien en sintonía con la Casa, alguien alerta a los sonidos que se producen al borde de la audibilidad.


«Secretos —suspira el viento nocturno—,
vacío es todo lo que encuentro
Cada cerradura por la que silbo
gime una llamada, débil y triste,
Ninguna voz me responde,
solo el vacío.»


La casa vacía examina este espacio metafórico. En cierto modo, Walter de la Mare parece referirse a la Casa Vacía como un caparazón donde resuena el rugido del mar. De eso se trata, creo, este poema: de la experiencia de escuchar un caparazón resonante, de escuchar el vacío [ver: La Casa como entidad orgánica y consciente en el Gótico], no pasivamente, sino buscando una respuesta.

La pregunta que abre otro de los grandes poemas de Walter de la Mare: Los oyentes (The Listeners): «¿Hay alguien allí?», se responde sólo por la ausencia de una respuesta. De hecho, toda la poesía de Walter de la Mare gira alrededor de esta idea de alguien que llama y escucha, esperando una señal, sin saber qué hay del otro lado, ni siquiera si hay algo al otro lado. Por supuesto, nada responde, pero esa nada, ese vacío, también es una respuesta [en un lenguaje intraducible]. Estos ruidos aleatorios que pueden escucharse en una casa vacía no están vacíos de significado. Activan un estado emocional en el oyente.

La casa vacía insinúa estos sonidos fantasmales, impresos en la memoria del lugar; sonidos extraños e indirectos que complican la narrativa de la experiencia, poseen una fuerza evocadora, atávica, anterior al significado de la palabra, más cerca del ruido que del lenguaje [ver: La teoría de la Cinta de Piedra]. Desde luego, estos sonidos forman mensajes en un dialecto codificado que solo puede ser descifrable por una persona sensible. Para un espíritu vulgar, los ruidos que emite una casa no significan nada.


Sombras mudas que se arrastran lentamente
marcan el paso de las horas.
Cada piedra se pudre pausadamente.
Y los vientos que soplan débiles
algún diminuto átomo sacuden,
descascarando el techo y las paredes.


Escuchar los sonidos fantasmales en La casa vacía de Walter de la Mare significa escuchar no solo los sonidos extraños que parecen provenir de otro mundo, sino también los sonidos de las palabras antes de que se asimilen al orden verbal, como las sensaciones que experimenta un niño lactante al oír la voz de su madre, o de su padre, sin entender el significado de las palabras pero sí su intención, su espíritu. Rastrear los ecos que resuenan en una casa vacía es algo así.




La casa vacía.
The Empty House, Walter de La Mare (1873-1956)

(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)


¡Mirá esta casa, cuán oscura está
bajo sus árboles de arqueadas ramas!
Ni una temblorosa hoja le grita
a ese Vigilante en los cielos.
«Aparta, aparta tu mirada inquisitiva,
inocente de los caminos del paraíso,
No reveles, luna, tan salvajamente brillante,
los secretos escondidos a la vista.»

«Secretos —suspira el viento nocturno—,
vacío es todo lo que encuentro
Cada cerradura por la que silbo
gime una llamada, débil y triste,
Ninguna voz me responde,
Solo el vacío.»
«Una vez, una vez…», canta el grillo,
Y lejos y cerca la quietud se llena
con su pequeña voz, y entonces
vuelve a caer el silencio.

Sombras mudas que se arrastran lentamente
marcan el paso de las horas.
Cada piedra se pudre pausadamente.
Y los vientos que soplan débiles
algún diminuto átomo sacuden,
descascarando el techo y las paredes.
¡Cuán oscuro
está bajo estos gruesos y arqueados árboles!


See this house, how dark it is
Beneath its vast-boughed trees!
Not one trembling leaflet cries
To that Watcher in the skies—
‘Remove, remove thy searching gaze,
Innocent of heaven’s ways,
Brood not, Moon, so wildly bright,
On secrets hidden from sight.’

‘Secrets,’ sighs the night-wind,
‘Vacancy is all I find;
Every keyhole I have made
Wails a summons, faint and sad,
No voice ever answers me,
Only vacancy.’
‘Once, once … ’ the cricket shrills,
And far and near the quiet fills
With its tiny voice, and then
Hush falls again.

Mute shadows creeping slow
Mark how the hours go.
Every stone is mouldering slow.
And the least winds that blow
Some minutest atom shake,
Some fretting ruin make
In roof and walls. How black it is
Beneath these thick boughed trees!


Walter de La Mare
(1873-1956)

(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)




Poemas góticos. I Poemas de Walter de La Mare.


Más literatura gótica:
El análisis, traducción al español y resumen del poema de Walter de La Mare: La casa vacía (The Empty House), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com

3 comentarios:

Daniel Milano dijo...

Hermosa intro que después no he visto reflejada en el poema. Creo que el mismo De la Mare se hubiera sorprendido por el vuelo poético de la reflexión suscitada por su obra, más cercana a Bachelard que al autor de 'Memorias de una enana'.
Entonces, gracias Sebastián, menos por el poema que por sus consideraciones.

Sebastian Beringheli dijo...

Gracias, Daniel. Me temo que el problema es la traducción.

Daniel Milano dijo...

De ningún modo, Sebastián. La versión es fiel sin dejar de ser literaria. De la Mare es un consumado creador de climas y usted un lector hiperestésico que ve más allá de lo que el texto ofrece. Es todo.



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