Cómo tu FUTURO puede afectar y cambiar tu PASADO


Cómo tu FUTURO puede afectar y cambiar tu PASADO.




Todos sabemos, o fingimos saber, que que el PASADO es la causa de lo que ocurre en el FUTURO. Es decir que si hoy nos levantamos de la cama es porque anoche nos fuimos a acostar.

Simple: CAUSA Y EFECTO.

Pero esta creencia solo tiene validez si además consideramos que el tiempo fluye únicamente en una sola dirección. El pasado es, justamente, algo que pasó, algo inexorable, que no podemos cambiar.

Sin embargo, existe una posibilidad de CAMBIAR EL PASADO, una posibilidad que nada tiene que ver con la Máquina del tiempo; ya que no es necesario viajar al pasado para cambiarlo.

En todo caso, para cambiar el presente, tanto el Doc Brown como Marty McFly no debieron haber viajado al pasado en el DeLorean, sino al futuro.

De eso se trata la teoría de la RETROCAUSALIDAD, o Causalidad Inversa; la cual sostiene que es el futuro el que cambia el pasado.

A nivel subatómico, al menos, el porvenir afecta y hasta cambia por completo el pasado; lo cual nos permite entregarnos mansamente al determinismo: las cosas suceden por por algo, y ese algo no está en el pasado, sino en el futuro.

En otras palabras, no es la causa la que determina el efecto, sino al revés.

De acuerdo al PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE de la mecánica cuántica resulta imposible conocer todas las propiedades de una partícula en un momento determinado. Si, por ejemplo, se mide con exactitud la velocidad en la que esa partícula se está moviendo, o cuál es su ubicación, se pierde precisión en otras mediciones.

Pero hay algo más que ocurre en la escala cuántica: las partículas pueden existir en más de un lugar al mismo tiempo... hasta que un aparato de medición las observa.

Entonces las cosas se ponen todavía más extrañas.

La TEORÍA DEL TIEMPO SIMÉTRICO explica por qué la diferencia entre dos partículas idénticas solo puede ser hallada en el futuro; es decir que la información del futuro es la que afecta las características del presente.

Para tratar de entenderlo pensemos en un partido de fútbol.

El resultado de este partido es, según nuestra concepción del tiempo, algo que ocurre al final y que no altera lo ocurrido anteriormente, es decir, el desarrollo del juego.

Sin embargo, los resultados de los experimentos a escala subatómica indican lo contrario: las mediciones que se realizarán al final afectan las que se efectúan en el presente.

Es como si el resultado de un partido de fútbol alterara las acciones del juego que acaba de terminar.

Esto se conoce como RETROALIMENTACIÓN DEL FUTURO, algo que cambiaría por completo nuestra concepción del tiempo al explicar cómo el futuro afecta lo que ocurre en el presente; es decir, en el pasado, desde una perspectiva futura.

Si alguien nos pide, por ejemplo, que señalemos con el dedo hacia el futuro, es probable que alcemos la mano y desde nuestra perspectiva apuntemos hacia adelante. Lo mismo ocurre con el pasado. Es probable que señalemos hacia atrás, hacia nuestras espaldas.

En términos físicos, nos gusta pensarnos en el presente, que caminamos hacia adelante, y que es imposible retroceder hacia el pasado.

Lo mismo ocurre cuando tratamos de objetivar al tiempo sobre un plano, por ejemplo, sobre una hoja de papel: el futuro siempre es representado a la derecha, el presente en el centro, y el pasado a la izquierda.

Pero en el universo las cosas no son tan simples: el futuro no está adelante, ni el pasado atrás, y ciertamente nosotros no estamos en el medio de nada.

La RETROCAUSALIDAD señala que el estado último del universo está definido, y que este se extiende desde el futuro hacia atrás para afectar su inicio.

El BIG BANG, por ejemplo, es el comienzo del universo en el TIEMPO UNIDIRECCIONAL, en el cual habitamos, pero no es este el único flujo temporal. En el TIEMPO SIMÉTRICO, el fin del universo, o su forma definitiva, también existe, y es esa forma la que condiciona su comienzo.

Antes de que los detractores religiosos formulen sus objeciones, es importante señalar que la RETROCAUSALIDAD implica que el universo ya tiene un final programado, que a su vez influye sobre toda la cadena de sucesos del TIEMPO UNIDIRECCIONAL hacia su estado final.

En otras palabras: el destino existe.

Lo paradójico, y a la vez asombroso, es que ese destino no es una consecuencia, sino un causa, un HECHO del porvenir que atrae al universo y su pasado hacia él.

Ahora bien, si el FUTURO ya existe, ¿hasta qué punto podemos hacer algo para cambiarlo?

De acuerdo a esta teoría, no veremos cambios en el futuro de la humanidad como consecuencia de nuestras acciones en el presente, sino que nuestro futuro es en realidad el que está influyendo sobre nuestro presente.




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2 comentarios:

Unknown dijo...

¿Por qué algún religioso sería detractor? Supongo que lo dices porque la Teoría del Big Bang fue propuesta por un Sacerdote, sin embargo por más señas pareciera que este artículo (aunque se me hace un poco inverosimil) refuerza la idea de un plan divino en que toda decisión ya fue tomada antes de que la tomásemos, que justamente es lo que sostiene la religión.
En fin, en física cuántica todo se vuelve extraño. Falta aún mucho por conocer. Me hizo acordar, por cierto, eso de que el observador con sólo observar modifica lo que se observa. Interesante.

Anónimo dijo...

La religión cree en el libre albedrío ( también en que Dios lo sabe todo lo cual es una contradicción) y este teoría lo niega



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