«No pude detenerme ante la muerte»: Emily Dickinson; poema y análisis.
No pude detenerme ante la muerte (Because I could not stop for Death) es un magnífico poema gótico de la escritora norteamericana Emily Dickinson (1830-1886), publicado póstumamente en la antología de 1890: Poemas (Poems).
No pude detenerme ante la muerte, uno de los mejores poemas de Emily Dickinson, personifica personifica a la Muerte como un caballero que acompaña a la poetisa hasta su tumba.
Originalmente, el poema fue titulado El carruaje (The Chariot), aunque nunca se supo cuál era el título pensado por Emily Dickinson para encabezar este extraño viaje poético hacia el sepulcro [ver: El secreto de Emily Dickinson]
No pude detenerme ante la muerte.
Because I could not stop for Death, Emily Dickinson (1830-1886)
Porque no pude detenerme ante la muerte,
amablemente ella se detuvo ante mí;
el carruaje solo nos encerraba a nosotros
y a la inmortalidad.
Condujimos lentamente, ella no sabe de apuros;
y por su cortesía debí abandonar mis labores e incluso mis ratos de ocio.
Pasamos por la escuela donde jugaban los niños
Sus lecciones apenas concluidas;
pasamos frente a los campos de pastoreo
y ante el sol que se ponía,
Nos detuvimos ante una casa que parecía
una hinchazón de la tierra;
su techo, solo visible,
su cornisa, apenas un montículo.
Desde entonces han pasado siglos;
pero cada uno parece más corto
que el día en que anuncié por vez primera
que las cabezas de los caballos
apuntaban hacia la eternidad.
Because I could not stop for Death,
He kindly stopped for me;
The carriage held but just ourselves
And Immortality.
We slowly drove, he knew no haste,
And I had put away
My labour, and my leisure too,
For his civility.
We passed the school where children played,
Their lessons scarcely done;
We passed the fields of gazing grain,
We passed the setting sun.
We paused before a house that seemed
A swelling of the ground;
The roof was scarcely visible,
The cornice but a mound.
Since then ’tis centuries; but each
Feels shorter than the day
I first surmised the horses’ heads
Were toward eternity.
Emily Dickinson (1830-1886)
He kindly stopped for me;
The carriage held but just ourselves
And Immortality.
We slowly drove, he knew no haste,
And I had put away
My labour, and my leisure too,
For his civility.
We passed the school where children played,
Their lessons scarcely done;
We passed the fields of gazing grain,
We passed the setting sun.
We paused before a house that seemed
A swelling of the ground;
The roof was scarcely visible,
The cornice but a mound.
Since then ’tis centuries; but each
Feels shorter than the day
I first surmised the horses’ heads
Were toward eternity.
Emily Dickinson (1830-1886)
Poemas de Emily Dickinson. I Poemas de muerte.
Más literatura gótica:
El resumen y traducción al español del poema de Emily Dickinson: No pude detenerme ante la muerte (Because I could not stop for Death) fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
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