Grandes escritoras del relato pulp.
Si bien el relato pulp suele estar asociado naturalmente a los hombres, las mujeres que participaron activamente del auge del pulp en las primera mitad del siglo XX fueron determinantes para su desarrollo.
Para dar una idea de su importancia, sólo en Weird Tales se alcanzó la cifra de 127 escritoras dentro del equipo, proveedoras de relatos que tienen poco en común con el romance y las historias de amor y mucho con el enfoque femenino sobre el cuento fantástico.
Cierta vez alguien me hizo notar que ante la pregunta: ¿quién es tu escritor favorito?, son pocos los que admiten a una mujer en su podio personal. Una situación análoga se da en el relato pulp, donde la figura de la mujer no es clara y mucho menos abundante, pero sí extraordinariamente relevante. Por cierto que los hombres son los más conocidos [H.P. Lovecraft, Robert E. Howard, Robert Bloch, Clark Ashton Smith, Henry Kuttner], pero ellas lograron trascender su posición original como objetos decorativos, y acaso casuales, y transformarse en verdaderos engranajes para la transformación del relato de terror.
En muchos sentidos el Pulp era una isla dentro de la industria editorial. El porcentaje de mujeres, aunque estadísticamente bajo, era mucho más alto que en otros géneros supuestamente más intelectuales. Desde luego, muchas de ellas utilizaban seudónimos masculinos, en especial cuando el tema abordado podía resultar incómodo para el lector. Lo cierto es que la mujer estuvo presente desde los albores del pulp, incluso en sus portadas. En este sentido el ejemplo más destacado es el de Margaret Brundage, ilustradora que trabajó para Weird Tales con portadas arriesgadas para la época.
No obstante, rastrear la presencia de la mujer en el relato pulp no es sencillo, a causa de la mecánica propia del pulp. Es decir, aquí lo importante, lo único importante, era el relato. Las mujeres [y los hombres también] firmaban con seudónimos o simplemente con iniciales; de este modo el círculo se cerraba a la perfección. El autor escribía y cobraba, el editor publicaba y ganaba, y el lector leía a despecho de nombres e identidades, salvo cuando alguien trascendía el estrecho ámbito de la revista y se ganaba algo de renombre. En ese caso, los relatos eran prolijamente firmados.
La estadística fría no colabora demasiado para analizar el rol de la mujer en el relato pulp, ya que la autoría de muchos cuentos está aún en discusión, pero al menos nos permite tener una idea vaga de su presencia en ese pequeño universo. Siguiendo esta imagen cósmica, uno de sus planetas más influyentes fue Weird Tales; de modo que utilizaremos algunas estadísticas realizadas sobre esa publicación.
Por ejemplo, como ya hemos dicho, se han identificado al menos 127 escritoras mujeres solo en Weird Tales.
De los 2712 cuentos que fueron publicados en Weird Tales durante un período que comprende entre 1923 y 1954, el 13,5% fue escrito por mujeres, exáctamente 365 relatos. Una cifra que acaso parezca baja, pero que en definitiva es muy superior a la de otros formatos tradicionales.
Las autoras más prolíficas de Weird Tales fueron: Allison V. Harding [36 relatos]; Mary Elizabeth Counselman [30]; G.G. Pendarves [19]; Everil Worrell [18]; Greye La Spina [16]; C.L. Moore [16]; Dorothy Quick [15]; Bassett Morgan [13]; Eli Colter [12]; y Margaret St. Clair [10].
En la sección de poemas de Weird Tales, el promedio crece notablemente. Allí se cuenta con 63 autoras, casi la mitad del total, que compusieron el 40% de la obra poética publicada en la revista.
Sería imposible mencionar a todas las escritoras del relato pulp, pero no así dar cuenta de las más destacadas. Aquí vamos con algunas de ellas.
Mary Elizabeth Counselman: Tres centavos marcados (The Three Marked Pennies), Mansión Parásito (Parasite Mansion).
Dorothy Quick: Más que una sombra (More Than Shadow), Las grietas del tiempo (The Cracks of Time).
Dorothy B. Hughes: En un lugar solitario (In a Lonely Place), El hombre reemplazable (The Expendable Man).
Valerie Taylor: Las chicas del 3 B. (The Girls in 3-B).
Greye La Spina: El antimacasar (The Antimacasar), El charco del diablo (The Devil's Pool), El lobo de las estepas (The Wolf on the Steppes).
G.G. Pendarves: La cosa de la oscuridad (Thing of Darkness), El octavo hombre verde (The Eighth Green Man).
Everil Worrell: El canal (The Canal).
C.L. Moore: saga de Jirel de Joiry (Jirel de Joiry), Shambleau (Shambleau), Ciclo de Northwest Smith.
Margaret St. Clair: El chico que predecía terremotos (The Boy Who Predicted Earthquakes), Brenda (Brenda), Dios sediento (Thirsty God), El signo de Labrys (The Sign of Labrys).
Eli Colter: El hombre que murió dos veces (The Man Who Died Twice), El hombre del sobretodo verde (The Man in the Green Coat), El último horror (The Last Horror).
Evangeline Walton: El final del corredor (The End of the Corridor).
Bassett Morgan: La mujer lobo (The Wolf-Woman).
Allison V. Harding: El hombre húmedo (The Damp Man).
Zealia Bishop: El lazo de Medusa (Medusa's Coil), La maldición de Yig (The Curse of Yig), El montículo (The Mound).
Universo Pulp. I Relatos pulp.
El artículo: Las reinas del relato pulp: grandes escritoras del pulp fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
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